Las vidas palestinas importan

Imagen: Khaled Hourani
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por LUIS FELIPE MIGUEL*

La deshumanización es fundamental para la ofensiva israelí. Sirve para garantizar que la opinión pública internacional no sea sensible a la tragedia del pueblo palestino.

En el CPI del 8 de enero, la oposición quiso difundir la historia de que el gobierno Lula intentó dar un golpe de estado contra sí mismo. La prensa, con razón, ridiculizó la estratagema.

Pero cuando Estados Unidos e Israel dicen que el hospital palestino fue bombardeado por los propios palestinos, rápidamente se acepta esta narrativa como digna de atención.

Aunque el gobierno israelí ya ha dejado claro, en numerosas declaraciones, que considera a los palestinos como “animales” y que quiere exterminar a la población de Gaza –“lo único que necesita para entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la Fuerza Aérea, ni una onza de ayuda humanitaria”, dijo el Ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir.

Aunque Israel tiene la costumbre de negar las acciones de sus fuerzas armadas, hasta el momento en que ya no puede negarlas.

Aunque Israel atacó antes el hospital, con menos potencia de fuego, a modo de “alerta”, para exigir su evacuación.

Aunque Israel apoyó las acusaciones basadas en el análisis de imágenes de Al Jazeera, se vio obligado a borrar su “análisis” de las redes sociales cuando se dio cuenta de que el vídeo era de una hora antes del atentado al hospital.

Aunque Israel ha publicado un audio supuestamente interceptado de miembros de Hamás que atribuyen el ataque a la Jihad Islámica, los expertos (¡occidentales!) ya han confirmado que el audio es ciertamente falso, debido al acento y la mala pronunciación de los hombres que hablan.

Aunque un portavoz del gobierno israelí admitió la responsabilidad del ataque y luego eliminó el tuit.

Mientras la “controversia” sobre quién cometió el ataque monopoliza las noticias, sus víctimas –471 civiles palestinos, entre ellos muchos niños– desaparecen en un segundo plano.

Éste es el tono de la cobertura periodística.

En la prensa, las víctimas israelíes de la guerra son personas de carne y hueso. Aparecen en fotografías sonriendo, bailando, amigos y familiares cuentan sus sueños brutalmente interrumpidos. Sentimos empatía, sentimos tristeza por ellos.

Las víctimas palestinas se vuelven invisibles. Son números. A lo sumo vemos fotografías de Gaza destruida. Parece que allí no hay sueños que puedan ser interrumpidos: es sólo brutalidad, violencia, muerte.

La deshumanización es fundamental para la ofensiva israelí. Sirve para garantizar que la opinión pública internacional no se vuelva sensible a la tragedia del pueblo palestino, que ha estado sometido a opresión durante decenios.

Y Estados Unidos es el gran cómplice. Casi nadie en la élite política estadounidense tiene el coraje de enfrentarse al poderoso lobby sionista.

Las organizaciones de estudiantes de Harvard tuvieron la audacia de hablar en defensa de los derechos de los palestinos. La respuesta no se hizo esperar: los multimillonarios anunciaron que recortarían las donaciones a la universidad. ¿Alguien duda de que la rectoría ya está haciendo esfuerzos para silenciar a los estudiantes?

En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos utilizó su poder de veto para bloquear la propuesta de resolución de paz de Brasil.

Dijeron que, cuando Joe Biden muriera, Kamala Harris se convertiría en la primera mujer negra en ordenar el bombardeo de un país del Tercer Mundo: una victoria identitaria, sin duda. Aún no hemos llegado a ese punto, pero la embajadora Linda Thomas-Greenfield no se queda atrás.

Posteriormente, la embajadora dijo estar “decepcionada” porque el texto propuesto por Brasil no mencionaba el “derecho de autodefensa” de Israel.

La “autodefensa”, en este caso, es la aplicación de la ley de Talião por parte de una superpotencia militar contra un pueblo devastado.

Una vez más, es la deshumanización de los palestinos lo que permite este discurso.

Las vidas palestinas importan. Éste es el mensaje que es necesario reiterar.

*Luis Felipe Miguel Es profesor del Instituto de Ciencias Políticas de la UnB. Autor, entre otros libros, de Democracia en la periferia capitalista: impasses en Brasil (auténtico).

Publicado originalmente en las redes sociales del autor.


la tierra es redonda existe gracias a nuestros lectores y seguidores.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
CONTRIBUIR

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES

Suscríbete a nuestro boletín de noticias!
Recibe un resumen de artículos

directo a tu correo electrónico!