por MARCELO PHINTENER*
Consideraciones basadas en extractos seleccionados de la columna “No Batiente”, de Mauricio Tragtenberg
“No es una palabrería\ Siempre he sido una bromista, pero ahora no\ Disfruté viendo tu claqué\ Y quiero conquistar tu corazón\ Esta amistad está creciendo en mi pecho\ Soy feliz\ Y yo' ya nos hicieron construir un box\ Ya encontré una parada…” (Zé Keti, Charla de tramposo).
En la década de 1980, durante casi nueve años, Maurício Tragtenberg (1929-1998) publicó una columna con el nombre “No Batiente”, en el extinto periódico Noticias populares, del grupo Folha de São Paulo. En él, en formato de artículo de periódico semanal, publicado en la prensa popular, se buscaba debatir y analizar los problemas sociales concretos de la vida y el trabajo; así como orientar una militancia anticapitalista en el sentido de mostrar al trabajador la necesidad de la autoorganización de las luchas, a partir del centro de trabajo, ya que la auténtica lucha de los trabajadores debe ser gestionada por ellos, como se plantea en el contexto de la Primera Internacional (1864), que dice: La liberación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos. La columna fue un cauce en la lucha de los trabajadores contra las condiciones de explotación de las relaciones laborales, la degradación del nivel de vida y el encuadre de las luchas sociales impuestas por la violencia estatal, que gobernó el país en ese período, que comprendió 1964-1985. .
"No Batente” se basa en la evidencia empírica y las realidades sociológicas de la vida cotidiana de los trabajadores, brindando un relato detallado, a veces cruel y conmovedor, de su lucha por la supervivencia y su sufrimiento. Su punto de llegada fue establecer un canal de discusión con los trabajadores sobre formas de autoorganización de las luchas, a partir de sus condiciones de trabajo. Por eso, les dio voz sin ser su vocero para enfrentar el poder corporativo y la disciplina laboral. La perspectiva de Maurício Tragtenberg es que para que una sociedad sea autogestionada por los trabajadores necesita, ante todo, estar precedida por la propia iniciativa de los trabajadores en la autoorganización, donde luego se crean las condiciones para procesar luchas colectivas y activas contra el marco capitalista.
Reunidos en el libro Autonomía del trabajador, de 2011, que integra la Colección Maurício Tragtenberg, editada por la Unesp, la obra está compuesta casi en su totalidad por artículos publicados en la columna “No Batiente” del periódico Noticias populares. El libro se divide en diez partes: (i) No Batente; (ii) Autonomía de los trabajadores; (iii) Dictadura militar, Nueva República y trabajadores; (iv) Vida de los trabajadores; (v) Trabajadores y trabajadoras rurales; (vi) cuotas sindicales y salarios; (vii) Transferencia de tecnología y automatización; (viii) Desempleo; (ix) Salario; y (x) indios. Y, para los fines de este artículo, se llama la atención sobre algunos textos en las Partes IV y V, respectivamente, Vidas de trabajadores y trabajadoras, trabajadores y trabajadoras rurales.
En el enfrentamiento, sea teórico o práctico, de la opresión política y la explotación económica, de los prejuicios culturales y sexuales, Maurício Tragtenberg no escapó a la discusión sobre los espacios económicos y sociales ocupados por las mujeres, especialmente aquellos vinculados a las condiciones de trabajo. Según la revista El economista, del 8 de marzo de 2021, citando un informe de consultoría McKinsey, “las mujeres constituyen el 39% de la fuerza laboral mundial, pero han sido responsables del 54% de las pérdidas de empleo desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 hasta junio pasado. Aunque a las mujeres en países con mercados laborales más regulados les fue mejor que en lugares como Estados Unidos. En América Latina, las mujeres tenían un 44 % más de probabilidades que los hombres de perder su trabajo en los primeros dos meses de la pandemia”.[i]
La cuestión del sexo de los trabajadores es una de las especificidades exploradas por los capitalistas, especialmente en el universo de jefes arcaicos y autoritarios, que fomentan prejuicios sexistas y raciales, dejando a las mujeres en condiciones aún más desfavorables en el lugar de trabajo.[ii] Maurício Tragtenberg indicó claramente, sobre todo en el aula, que el capitalismo domina, dividiendo a los dominados, por lo que el análisis que realiza es en el plano económico y social.
Así se evidencia en el inicio del texto “La mujer trabajadora”, publicado originalmente en noticias populares, el 12 de mayo de 1982: “Ser mujer es un 'deber pesado', especialmente una mujer trabajadora. Según la junta directiva del Sindicato de Conductores ABC, presidida por Josias Adão, el cobrador de autobús que no pasa la noche con un inspector de tránsito no conserva su trabajo” (TRAGTENBERG, 2011, p. 198).
Más adelante, Maurício Tragtenberg (2011, pp. 198-9) relata: “Rosana Lopes, después de trabajar un año en la nueva central de Bradesco, enfermó de tuberculosis a los 19 años. Comenzó como una niña Bradesco y pasó a la sección de descubiertos cuando se enfermó. Gastroclínica, con la que el banco tiene convenio, dio sólo quince días para el tratamiento. Fue trasladado de sección en sección, del cheque certificado pasó al protocolo, la intención del gerente era colocarlo en el sector de extractos, en el sótano, sin ventilación. Del protocolo, el gerente la despidió, no pudo tratar su tuberculosis. Enfermo, consiguió un trabajo en otra empresa, permaneció allí durante tres meses y ya no pudo soportar trabajar. Debido a una insuficiencia respiratoria, fue llevado a una sala de emergencias. Cuando ingresó al banco estaba sana, a los 20 años está frágil y pálida. ¿Quién te devolverá la salud?”.
En la columna del 3 de junio de 1982, con el título “Y el trabajador negro, ¿cómo es?” “No Batiente” hace referencia a la socióloga Lélia Gonzales (1935-1994), docente, escritora y luchadora social del movimiento negro, para abordar la situación de la trabajadora negra que, según Tragtenberg (2011, p.200), “sufre triple discriminación: social, racial y sexual”. Los mecanismos del racismo, señala Maurício Tragtenberg, hacen que los trabajadores negros trabajen más y ganen menos.
Las estadísticas actuales confirman el relato de Maurício Tragtenberg. Según microdatos de la Encuesta Nacional Continua por Muestreo de Hogares – PNADC del IBGE, referentes al 2º trimestre de 2022, la tasa de desempleo para el conjunto de la clase trabajadora de 14 años y más es de 9,3%. Cuando los datos de la PNADC/IBGE se desglosan por color/raza y sexo de los trabajadores, el desempleo de las trabajadoras negras alcanza casi el 14%. En cuanto a la remuneración media del trabajo de las trabajadoras negras ocupadas (R$ 1.763), ellas ganan un 34% menos que los trabajadores en general, que ganan, en promedio, R$ 2.652; y 39% menos cuando comparado al trabajador blanco, que gana, en promedio, R$ 2.877.
El 6 de octubre de 1982, Maurício Tragtenberg (2011, p. 201) publicó un texto sobre la participación de la mujer en el trabajo con el título “Mujer y trabajo”. A través de las estadísticas, dibuja un cuadro del aumento sistemático de la fuerza laboral femenina de personas mayores de 10 años: “En 1950, de cada 100 trabajadores, 17 eran mujeres. En 1960 ese número subió a 17. En 1970 subió a 18, y en 1980, de cada 100 trabajadores, 27 eran mujeres”. En números actuales, según el PNADC/IBGE, 2º trimestre de 2022, de cada 100 trabajadores con 14 años o más, 44 son mujeres, o casi 48 millones de la población económicamente activa - PEA, de los cuales 42 millones están empleados y 5,5 millones en busca de un trabajo.
Y, en el mismo texto, Maurício Tragtenberg (2011, p. 202) concluye: “Dos millones y medio de mujeres ganan menos de la mitad del salario mínimo; 5 millones, hasta un salario mínimo; y 8 millones ganan hasta dos salarios mínimos. El ingreso mensual promedio de las mujeres en 1980 era de Cr$7, la mitad del de un trabajador masculino (Fuente: simesc, Florianópolis, nº5)”. Actualizando las cifras, con base en microdatos PNADC/IBGE, 2º trimestre de 2022, 17,3 millones de trabajadoras ganan hasta un salario mínimo, o el 43% de la fuerza laboral femenina. Y la renta media mensual de las trabajadoras (R$ 2.292) es cerca de un 21% inferior a la de los hombres, que ganan, en promedio, R$ 2.917.
Volviendo al artículo “Mujer y trabajo” (2011, p. 202), hay un cuadro descriptivo de la inserción laboral femenina: “Las mujeres trabajan en sectores poco calificados y ganan poco. En el Norte y Nordeste, trabaja en la agricultura de subsistencia (40%). En São Paulo, debido a la mecanización, alcanza sólo el 8%. De cada 100 mujeres asalariadas en São Paulo, 33 son empleadas domésticas, el 95% del personal docente de primaria son mujeres, el 60% son maestras de secundaria y el 23% son profesoras universitarias.; El 28% de los hombres trabajan en la industria, mientras que las mujeres alcanzan el 15%”.
En el contexto actual del capitalismo en Brasil, que sigue produciendo poco o nada para mejorar el bienestar material de la masa trabajadora, principalmente porque las reformas de tipo laboral de 2017 han debilitado la protección de los trabajadores y, con ello, deteriorado su nivel de vida, donde la pobreza afecta a una de cada cinco personas (según cálculos del Banco Mundial, 2022), la PEA ocupada asciende a 98 millones de trabajadores, de los cuales 42 millones son mujeres. De cada 100 trabajadores de la industria, 34 son mujeres; de cada 100 trabajadores asalariados, 13 están en el servicio doméstico; de cada 100 trabajadores por cuenta propia, 35 son mujeres; y, finalmente, una de las características llamativas del tipo de capitalismo que aquí prevalece es su mercado laboral informal, alcanzando el 40,1% de la fuerza laboral (más de 39 millones de personas), donde de cada 100 trabajadores informales, 42 son mujeres. (PNADC/IBGE, 2º trimestre de 2022).
He aquí un poco de la versatilidad del pensamiento de Maurício Tragtenberg, en particular el analista de los problemas concretos del proletariado en movimiento. En estos términos, el feminismo evidenciado en sus textos se sitúa en el campo de las luchas sociales obreras, y tiene como punto de partida y de llegada la reivindicación de la igualdad de condiciones entre mujeres y hombres.
En tiempos en que el viento sopla hacia la derecha, más hacia la extrema derecha truculenta, la lucidez y el coraje de Tragtenberg es un soplo de aire fresco, por las ideas que defendió y por la práctica que expresó, sobre todo por la defensa intransigente de un movimiento. de solidaridad común y relación internacional entre trabajadores y trabajadoras.[iii]
*Marcelo Phintener es candidato a doctorado en filosofía política en la PUC-SP.
Referencias
PHINTENER, MJ Las fuentes filosóficas del pensamiento de Maurício Tragtenberg: inventario y subsidios para la comprensión de una filosofía de combate. Tesis de Maestría en Filosofía. Programa de Posgrado en Filosofía de la PUC-SP, 2021.
POLESE, P. Machismo, racismo, capitalismo identitario: estrategias corporativas en temas de género, raza y sexualidad. São Paulo: Hedra, 2020.
TRAGTENBERG, M. autonomía de los trabajadores. São Paulo: Editora Unesp, 2011.
Notas
[i] https://www.economist.com/graphic-detail/2021/03/08/how-covid-19-triggered-americas-first-female-recession-in-50-years
[ii] En el contexto del capitalismo avanzado, especialmente en las empresas transnacionales, se incorporan pautas de género y raza en las relaciones laborales. En esos términos. la representación de las mujeres ha logrado logros importantes, en particular en lo que respecta al bienestar y la diversidad, la equidad y la inclusión, que han sido fundamentales para garantizar la paz social en el entorno laboral y, en consecuencia, han contribuido al aumento de la productividad (POLESE, 2020). Sobre esto, ver también.
https://www.mckinsey.com/featured-insights/diversity-and-inclusion/women-in-the-workplace
https://www.economist.com/business/how-the-pandemic-has-affected-working-women/21808070
[iii] Texto presentado en el II SEMINARIO STUDIA BRASILIENSIA BRASILEIRAS: mujeres de todos los tiempos y espacios, el 07.10.2022, evento organizado por el Laboratorio de Enseñanza, Investigación y Extensión en Filosofía y Ciencias Sociales – LAFICS/UFTM.
O el sitio la tierra es redonda existe gracias a nuestros lectores y seguidores. Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
Haga clic aquí para ver cómo