por EUGENIO BUCCI*
Frei Betto es un hombre de muchos tiempos y de muchos lugares
Carlos Alberto Libânio Christo, el dominicano Frei Betto, es autor de cartas diversas y de grandes números. Escribió 74 libros. Tiene 64 obras publicadas en el extranjero. Sólo uno de tus títulos, Fidel y la religión, lanzado en Brasil en 1985 por la editorial Brasiliense, fue publicado en otros 28 países.
Además de autor, también es educador popular. Ayudó a capacitar a miles de activistas del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, el MST y otras organizaciones sociales. La apariencia que hoy tiene Brasil lleva señales de su letra y de su pedagogía. Desde hace más de medio siglo, Betto, como prefiere que le llamen, ha sido una figura destacada de la historia nacional.
Con su chaqueta vaquera a modo de sotana, moviliza a personas de diferentes tipos y tonalidades. Gente feliz. Muestra de ello son los homenajes que compiten en su agenda a medida que se acerca el 25 de agosto, cuando cumplirá 80 años. En sindicatos, embajadas, comunidades católicas y en las zonas comunes, llamadas “sociales”, de los edificios de apartamentos, recibe muchos aplausos y menos regalos. Sus sinceros seguidores son más numerosos que los dedos de una mano o miles de manos. Sus admiradores declarados llenan los pasillos de las casas ricas y entretienen los círculos de quienes no tienen dónde vivir.
Las fiestas no aparecen en los periódicos ni causan revuelo. Avanzan como una ola tranquila y aparecen en todas partes, incluso en las salas de cine. el documental La cabeza piensa donde pisan los pies – Frei Betto y la educación popular, el primero de la trilogía dirigida por Evanize Sydow y Américo Freire, bajo la producción de Mirar Lejos, se proyectó en avances conmemorativos. La misma productora ya inició el rodaje del largometraje “Betto”, con el actor Enrique Díaz en el papel principal. El lanzamiento está previsto para 2025.
El domingo pasado, otro documental, El humanismo de Frei Betto, dirigida por Roberto Mader, se proyectó en avance a través del canal de YouTube de ICL. Leonardo Boff, uno de los entrevistados, dice que su antiguo compañero sabe combinar militancia y religión. Los dos religiosos ven en la figura de Jesucristo a un preso político que fue torturado y asesinado por defender una revolución: la revolución de cambiar la forma de vivir a través del amor al prójimo.
En la misma película, Frei Betto afirma que, en el nuevo testamento, sólo hay una definición de Dios: “Dios es amor”. Hay tanto cariño místico que, según Boff, a veces el fraile “siente celos de Dios” porque piensa que el Superior no le presta la debida atención.
La fibra moral de este escritor y predicador es mayor de lo que supone nuestro vano secularismo. De vez en cuando ve a algún Presidente de la República, al que no halaga. Sin cambiarse de ropa, apoyará durante horas, días y semanas a los padres de un joven que murió trágicamente. Entre una cosa y otra, habla con los desfavorecidos, los olvidados, los invisibles. Sin problemas, sin problemas, sin necesidad de llamar la atención. En silencio.
Coherente, aunque polémico, Frei Betto defiende al gobierno cubano. No esperen que abandone esta causa, a la que se siente unido. Y si eres crítico y dices que en La Habana hay una dictadura, te recibirá con el mismo cálido respeto y –para usar una palabra que él inventó aquí– con la misma “fraternidad”.
Aparte de eso, cultiven la buena comida. Recuerda de memoria las recetas de su madre, la señora Stella. Escribe sobre cocina – Come como un fraile, por ejemplo: sabe cocinar y no hace cosas malas. Que nadie corte el queso de Minas como si fuera pizza. En esta materia, su ortodoxia es inflexible: las lonchas hay que sacarlas siempre de fuera hacia fuera, y el queso disminuye de derecha a izquierda, como si de pan se tratase.
Frei Betto es capaz de llevarle una caja de puros Cohiba al joven editor que acaba de ser padre, pero nunca lo verás luciendo marcas de diseñador. Sus vinos tienen un precio medio. Con la misma disciplina litúrgica que dirige un grupo de oración, dirige la “Academia de Litros”, donde hermanos y hermanas se reúnen para comer lo que engorda, beber lo que emborracha y hablar de temas que tienen un dejo de veneno.
Así es. Quien lo ve reír y hacer chistes hirientes no tiene idea del sufrimiento por el que pasó. bautismo de sangre, de 1983, uno de sus libros definitivos, cuenta la historia de los frailes dominicos que se unieron a las filas de la ALN de Carlos Marighela para brindar apoyo logístico, sin tomar nunca las armas, y terminaron en prisión.
Fray Tito se suicidó en el exilio. No podía soportar vivir con la tortura que estalló dentro de él. Betto sobrevivió. Apoyado. Las cicatrices que quedan no son visibles. bautismo de sangre Ganó el Jabuti y fue adaptada al cine en 2006, por el director Helvécio Ratton.
Este hombre de muchas épocas y de muchos lugares, que fue periodista de la revista Realidad, trabajó en el Teatro Oficina junto a Zé Celso, vivió en la cárcel, en la favela y en el convento, siempre tranquilo en Minas Gerais, se merece todas las celebraciones, silenciosas o no. Felicitaciones, amigo mío. Feliz cumpleaños.
*Eugenio Bucci Es profesor de la Facultad de Comunicación y Artes de la USP. Autor, entre otros libros, de Incertidumbre, un ensayo: cómo pensamos la idea que nos desorienta (y orienta el mundo digital) (auténtico). Elhttps://amzn.to/3SytDKl]
Publicado originalmente en el diario El Estado de S. Pablo.
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