por CHICO ALENCAR*
Somos un país de gente que conoce su finitud, pero no acepta morir de abandono, de hambre, de desamparo, de deforestación, antes de tiempo.
Somos un país de Marías, de Quincas, de Antônias, de Serafines. De marica si! Incluso matones, como Nhô Augusto Matraga, el personaje de Rosa, a quien le gustaba dar todo por sentado, pero se ablandaba con los golpes de la vida. Y aprendió, finalmente, a amar a su igual (algunos, lo siento, son casos desesperados de inhumanidad estructural).
Somos un país de Ciencia, de Santos Dumont, de Nise da Silveira, de Carlos Chagas, de Osvaldo Cruz, de Butantan, de Fiocruz. De la investigación en las universidades, al beneficio de todos, con igualdad. Somos un país hasta de negacionistas y terraplanistas, ajenos a la realidad, que merman en su mediocridad.
Somos un país abierto al mundo, que enaltece y utiliza la brújula, la imprenta, el papel y hasta la pólvora que la Civilización China legó a la Humanidad. No aceptamos la marcha atrás de la precariedad.
Queremos los avances en Salud, en Medicina, que nos ayuden a existir con calidad – de cualquier origen y nacionalidad. Queremos todo lo que venga a “aliviar el cansancio de la existencia”, como decía el Galileo de Brecht, que se enfrentó a la nada santa Inquisición pero no perdió el conocimiento.
Somos un país de gente consciente de su finitud, pero que no acepta morir de abandono, de hambre, de desamparo, de deforestación, antes de tiempo. De la gente que quiere, de la vida, el deleite, y no la trama siniestra de la milicia.
Somos un pueblo más sabio que los autócratas torpes que creen que nos gobiernan. ¡Estos pasarán!
Nuestros sueños no caben en las urnas, pero también van allí, rebeldes, para aumentar las pesadillas de los que se creen eternos.
Sí, todos vamos a morir algún día. Incluidos los truculentos y neofascistas que intentan robarnos las vacunas y la alegría.
Quedarán, olvidados, en la basura de la Historia. Nuestras causas -de justicia, igualdad, fraternidad- nos superan: quedarán en la memoria, serán nuestro perenne estandarte de gloria.
*Chico Alencar Profesor de Historia de la UFRJ, escritor y exdiputado federal (PSOL/RJ).