Un irresponsable en el poder

Imagen: Elyeser Szturm
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por Chico Aléncar*

El Covid-19 está detonando todos los “dogmas” del “ajuste fiscal” y la dinámica de la ganancia como motor de la sociedad. La “economía” que se regula a sí misma por la especulación en las bolsas de valores y no le hace caso al hambre, la miseria, la enfermedad, la indigencia y el desempleo es… ¡antieconomía!

Sólo un virus microscópico y letal para una parte de la sociedad hizo que los economistas ultraneoliberales se convirtieran, tardía e hipócritamente, en “keynesianos”; Guedes y otros heraldos del mesianismo de Estado mínimo y de mercado se tragan de mala gana lo elemental: el Poder Público debe tener siempre como prioridad absoluta la vida de la población, no los negocios. El tope de gasto social, ahora desacatado por el estado de calamidad, es un delito contra la salud pública y la educación.

El Covid-19 está detonando todos los “dogmas” del “ajuste fiscal” y la dinámica de la ganancia como motor de la sociedad. ¡La vida está por encima de las deudas! La “economía” que se regula a sí misma por la especulación en las bolsas de valores y no le hace caso al hambre, la miseria, la enfermedad, la indigencia y el desempleo es… ¡antieconomía!

En la amarga crisis lo que se pide es solidaridad, cuidado, atención, reflexión. Es necesario ir en contra de los “valores” de la sociedad de consumo: palancas del individualismo, el descuido, la desatención al otro, la superficialidad de una vida fútil.

Pero, en medio de toda la preocupación, hay un irresponsable con poder: un presidente, que siempre ha sido un entusiasta de la tortura, que minimiza la pandemia, que actúa en contra de las recomendaciones de la OMS y del propio Ministerio de Salud. Que alienta actos de calle pidiendo que vuelva la dictadura, anuncia fiestitas con dinero público y compara el coronavirus con el embarazo: “un día nace”. ¡Un tonto!
Como todos estamos reduciendo al mínimo nuestras actividades al aire libre –incluso los más abandonados, que tienen que trabajar en la calle, tienen menos demanda–, hay quienes saben leer más e incluso… pensar más.

Quién sabe, tal vez el actual Presidente de la República aproveche su tiempo y encuentre pruebas de que su elección fue un fraude, como prometió revelar. Quién sabe, tal vez se actualice sobre las olvidadas investigaciones sobre el derrame de petróleo en nuestras costas. ¿Sobre la creciente deforestación en la Amazonía? Quién sabe, tal vez anime a su Ministro de Justicia a luchar contra las milicias y la masacre de los pueblos originarios, y no preocuparse por Ronaldinho Gaúcho y sus artimañas. ¿Quizás él, presa de un agudo remordimiento de conciencia, ordena a Queiroz presentarse y revelar todo lo que sabe sobre la relación de su hijo Flávio 01 con Adriano, el matador-mor?

Por no decir que no hablé de flores: quizás Jair tiene un “amanecer” de sensibilidad y lee La plaga, de Albert Camus? no sugiero muerte en venecia, de Thomas Mann, que son muchas letras para un solo capitán (cada vez más solo), pero vale la pena ver la película de Visconti, basada en la obra maestra. Contiene peste, autoridades engañosas, fracaso en la vida, sueño y pasión.

De nuestra parte, aislamiento social, apoyo a los profesionales de la salud, defensa del SUS desechado, responsabilidad, amor y cooperación.

*Chico Alencar Es profesor, escritor y exdiputado federal por el PT y el PSol.

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