Un gobierno de destrucción

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por GRUPO PRAXIS*

Manifiesto en defensa de la educación, la enseñanza y la investigación pública en Brasil

La educación, la enseñanza y la investigación pública en Brasil dan voz a su indignación frente a la situación política actual. Convencidos del poder de transformación de sus fuerzas y de la pronta superación del choque continuamente destructivo de las instituciones democráticas, desde 2016 se levantan y asumen su tarea de reflexión y acción.

Al inicio de su mandato, el ciudadano ahora en la Presidencia de la República, dijo que su mandato serviría para deconstruir y “deshacer mucho”. Seamos realistas, varios aspectos de la vida pública del país fueron víctimas de este frenesí destructivo. Ninguno de ellos escapó a su rabia, ni uno solo.

Puede decirse, sin exagerar, que el proyecto de desmantelamiento comenzó antes, con el “Puente al futuro” y con la promulgación de la Enmienda Constitucional No.o. 95 (EC-95) que implementó el llamado “tope de gasto” y puso patas arriba al país. La dimensión del sufrimiento humano causado por esta Enmienda Constitucional extrapola mucho los números y gráficos sobre estos cambios económicos. En un artículo obligado, Nelson Cardoso da un panorama certero de la caída de las inversiones en varios espacios públicos.[i]

En Educación Superior, Ciencia y Tecnología, la persistente caída de las inversiones y la contingencia de más de mil millones de reales en los presupuestos de las Universidades e Institutos Federales, solo en mayo de 2022, sin contar los años anteriores, no dejan lugar a dudas: este es un proyecto en curso que pretende ir mucho más allá de la facción que actualmente dirige el gobierno.

El desmantelamiento de otros sectores estratégicos, como el energético, apunta no sólo a un gobierno de destrucción, sino también a una “élite” sin proyecto de país, sin rumbo ni rumbo, sin otro horizonte que el del saqueo, como ha mostrado por el excelente Eduardo Costa Pinto.[ii] Un cuadro sinóptico muestra que este desmantelamiento no responde a un proyecto, sino que es simple destrucción.

En el escenario internacional, este movimiento de desmantelamiento del orden liberal fue denominado por José Luís Fiori como el “síndrome de Babel”. Tras la caída del muro de Berlín, el orden establecido por pax Americana comenzó a no sostenerse más. Otros actores globales, como China y Rusia, jugaron el mismo juego de guerras que la economía interestatal capitalista, conquistando territorios y llevando a cabo una acumulación primitiva. Hasta entonces, el control de este orden estaba restringido a Estados Unidos, por encima de cualquier sistema multilateral de organismos internacionales vaciados de poder de decisión.

Pero desde Donald Trump, el gobierno de EE.UU. se erigió en el pueblo elegido para implementar planes destinados a hacer la guerra en cualquier momento, contra cualquiera que desafíe el ejercicio unilateral de su poder. Pretenden tener el monopolio de las principales innovaciones tecnológicas, mantener su liderazgo militar mundial, “controlar la producción y distribución de energía y utilizar la lucha contra la corrupción como instrumento de lucha por el poder contra países y empresas competidoras”.[iii]

El orden mundial está ahora acechado por una nueva derecha que, legitimada por un discurso “antisistema”, se permitió destruir la “torre de Babel” y sus difusos valores de frágil democracia. En Brasil y en el mundo se instauró un régimen de implosión, vaciamiento o incluso anulación de las instituciones que antes regulaban, aunque precariamente, las políticas económicas y sociales.

Si este diagnóstico es correcto, tenemos una responsabilidad histórica que compromete nuestro accionar en cualquier sector de la vida pública. Esta tarea es tanto más difícil cuanto que nos enfrentamos a un momento histórico que ha producido una desmovilización y una despolitización generalizadas, haciendo proporcionales los desafíos de nuestra resistencia a los riesgos que corremos. De ahí la gravedad de la situación. Para comprenderlo, enfrentarlo y superarlo, la educación pública en sus diversas áreas de conocimiento se une para conformar Praxis, un grupo de articulación nacional para la educación superior. Buscamos tratar con rigor, de forma crítica y científica, los múltiples temas que componen la situación brasileña actual.

De esta forma, podremos dibujar un escenario diferente que nos permitirá desentrañar nuevos caminos. Los proyectos de energía antisistémicos están demostrando ser cada vez más insostenibles. Hemos sobrevivido a la mayor crisis sanitaria y política gracias al esfuerzo de una base social guiada por el conocimiento, la ciencia y la solidaridad. El agotamiento de este orden antisistémico internacional ya se puede ver con el cambio significativo de dirección política en varios países, especialmente en América Latina. Esta clave de transformación resulta de la movilización y entendimiento que permitan construir algo nuevo y democrático.

Las instituciones públicas de educación superior no son instancias separadas del proceso social. Por el contrario, reflejan este proceso cumpliendo su función natural de trazar rumbos y pautas para su transformación. Su papel va más allá de los límites de la simple observación, ni se restringe al trabajo abstracto. Su producción de conocimiento y su interpretación de las dinámicas sociales y políticas terminan por revelar los mecanismos de sabotaje del proceso civilizatorio y de desmantelamiento de las instituciones democráticas. En determinados momentos históricos, como el que atravesamos, el ejercicio crítico no es una opción ni una elección. Es inherente a la reflexión consecuente. Del mismo modo, la práctica no es un resultado, sino constitutiva del trabajo científico en sí mismo.

El término “Praxis”, que da nombre a este grupo, refleja la conciencia de la interdeterminación entre teoría y práctica. Fue el resultado de la creciente articulación entre diferentes áreas y centros de educación superior pública de manera casi espontánea. Actualmente cuenta con 34 instituciones, distribuidas en 20 estados de la federación. Sus eventos se realizan de manera conjunta, coordinada entre las instituciones participantes. Fue el resultado de la vocación inherente al trabajo académico, dirigido a la investigación científica profunda y rigurosa, siempre al servicio de la dignidad de la existencia y la calidad de la vida humana. Confiamos en que sólo la unidad nacional revertirá el proceso de degradación de las formas de pensar, del cuerpo individual y social, así como de la cultura, la educación y las instituciones democráticas.[iv]

Los miembros de Grupo Praxis firman el texto, escrito de forma colectiva.

*Grupo Praxis es un colectivo de profesores y personal de instituciones de educación superior.

 

Notas


[i] AMARAL, Nelson Cardoso. “Dos años de desgobierno -los números de la deconstrucción”- https://dpp.cce.myftpupload.com/dois-anos-de-desgoverno-os-numeros-da-desconstrucao/

[ii] https://youtube.com/c/CanalIEUFRJ

[iii] FIORI, José. Luis. “El síndrome de Babel y la nueva doctrina de seguridad de Estados Unidos” – https://www.ipea.gov.br/revistas/index.php/rtm/article/view/12/10

[iv] El enlace a la web del Grupo Práxis es https://sites.google.com/usp.br/grupopraxis/inicio. Y para el canal de YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCHnqaNqSIFGh5SbEKJn4Nlw/playlists

 

 


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