por AFRANIO CATANÍ*
Comentario al libro de Manuel Alegre
Manuel Alegre no es tan conocido en Brasil como en Portugal, donde nació en 1936, aunque aquí se han reeditado algunos de los más de cuarenta títulos suyos. Su vasta producción incluye novelas, cuentos, ensayos y poesía, género en el que más se destacó. Recibió al menos dos docenas de expresivos premios literarios. Estudió en Lisboa, Oporto y en la Facultad de Derecho de Coimbra, ganó campeonatos de natación y, de joven, actuó como actor en el Teatro Universitário de Coimbra.
Movilizado a Angola en 1961, acabó siendo detenido por la Policía Internacional y de Defensa del Estado (PIDE), brazo armado del régimen del dictador António de Oliveira Salazar (1889-1970), y estuvo detenido durante seis meses en la Fortaleza. de São Paulo, en Luanda, donde escribió una parte importante de los poemas de Plaza de la canción (1965), su primer libro, prohibido por el gobierno salazarista.
Experimentó el exilio y, en 1964, fue elegido miembro del comité nacional del Frente Patriótico de Liberación Nacional, comenzando a trabajar en Argel, en la emisora de radio “Voz da Liberdade”, como locutor y comentarista político. Regresó a Portugal después del 25 de abril de 1974, convirtiéndose en líder histórico del Partido Socialista desde esa fecha. Fue vicepresidente de la Asamblea de la República de 1995 a 2009 y miembro del Consejo de Estado. Fue diputado durante 34 años y, desde julio de 2022, vuelve a ser miembro del Consejo de Estado, elegido por la Asamblea de la República, en representación del Partido Socialista.
tentación del norte, una pequeña, gran novela, es una historia de amor y lucha política cargada de simbolismo, con algo más de cuarenta páginas compuestas en letra grande, con portada de Rui Garrido de trazos sencillos y funcionales, sobre fondo blanco, que le confieren aún mayor ligereza. al volumen
“Siento una necesidad urgente de partir hacia el Norte. Es raro, siempre he tenido la tentación del Sur, una añoranza irremediable de todo lo que hay en el Sur, si no el sur mismo del Sur. Pero hoy amanecí con las ganas incontenibles de partir hacia el Norte. Como si todo dependiera de esta partida, o viaje, o búsqueda, lo que sea. Y sin saber muy bien por qué o qué. Sé que hay algo insustituible allí. Tal vez un poco de mí. Tal vez una casa abandonada hace mucho tiempo. Tal vez alguien Y eso es lo que me cuesta verbalizar, alguien. Pero quién ? ¿Sé y trato de fingir que no sé? ¿Alguien que siempre he tenido escondido dentro de mí y que busqué en el Sur sabiendo hace mucho tiempo que estaba perdido en el Norte?” (pág. 7-8). así comienza tentación del norte, finalizado en marzo de 2021 y publicado en Portugal en octubre del mismo año.
Ya desde el comienzo, el narrador revela que su partida hacia el Sur no se debió a la tentación del Sur mismo, “sino a la amenaza de prisión o de muerte. Estaba en la lista para ser fusilado, fui advertido en el último momento, sin tiempo para nada más que salir, huir, desaparecer” (p. 9). Se arrepintió de volver al Sur, el Sur no le servía de nada, “ni siquiera el sur del Sur”, porque “mi vida era alguien que me esperaba en medio de la niebla y una playa en el Norte que , esa mañana, era el Norte mismo, si no el Norte del Norte” (p. 10). Siempre caminó con la tentación del Sur dentro de él, hasta que no pudo resistir: quiere partir hacia el Norte.
La novela es de carácter indefinido, tal vez “el esbozo de un cuento” o “el comienzo de un relato poético, o casi” (p. 41), o “una tentación poética de encontrarte en esa playa que, ya sabes”. , siempre está al norte del Norte” (p. 44). El narrador – hay dudas, inicialmente sobre quién es; poco a poco las cosas se aclaran, pero las dudas persistirán – quiere encontrar un amante donde esté “la playa y tú, con el pelo suelto, los ojos del color del mar en un día de tormenta, ni azules, ni verdes, gris como es quizás el color del viento del norte” (p. 14-15). Pero está lejos, en Arzila, Marruecos, donde “el Atlántico es más azul” (p. 15).
Sin embargo, el encuentro no se produjo, pues los amantes cometieron delitos: el del hombre era amar sin pedir permiso a la parte; la de la mujer era salir sola a la reunión (p. 21). El hombre plantea la hipótesis de que la abuela de su amada, de Santander, “advirtió a la familia vasca, dividida entre PNV [Partido Nacionalista Vasco], Batasuna [Unidad], ETA [Patria Vasca y Libertad] (…) Dicen que la A los vascos no les gusta ver a sus mujeres caer en brazos de otros, y mucho menos de un comunista portugués” (p. 21).
Como se ha dicho, el encuentro fracasó y tuvo que huir, convirtiéndose en un vagabundo: Arzila, luego El Cairo, luego Jartum -“Cruzaré varios desiertos, los de afuera y los de adentro. Más y más al sur” (p. 22). recuerdo el excelente en tu desierto, la cuasi novela de Miguel de Souza Tavares. Pero está Berlín Este, hay otros amores, partidas, despedidas…
Alrededor de la mitad de la narración, hay un cambio de narrador; en realidad un narrador, el amante, llamado Ju. Ella escribe para una editorial, así que no es realidad, es ficción, ¿una novela dentro de una novela? –, revelando que lo escrito hasta ahora por el hombre que sintió la tentación de ir al Norte poco tiene que ver con la realidad, ya que los hechos son bien distintos, a saber: el entonces narrador masculino cayó en una emboscada y fue baleado por un agente de la PIDE, no en una playa, sino en la frontera norte (“al norte del Norte, por hablar como escribe” (p. 30). Agrega que “no fue un encuentro amoroso, al menos no lo fue sólo de amor, pero político” (p. 30) Y, invirtiendo los papeles, declara que ella, Ju, fue quien militó en el Partido Comunista Portugués (p. 30).
Ju también nos informará que el amante, el narrador masculino que había narrado todo, se llama Alexandre (conocido como Sasha). Además, el agente de la PIDE lesionó a Sasha, pero también lesionó al agente. Palabras de Ju: “La PIDE te golpeó, le fallaste a la PIDE. Lo conseguí por rebote. No sé si mataste el amor, pero sé que mataste la posibilidad de que vivamos juntos en el tiempo que se debió vivir. ¿Una playa del norte? ¿Para que?" (pág. 38). Y apunta el punto final: “Los viejos que somos no podemos abrazar a los jóvenes que se separaron ese día” (p. 38).
El narrador dice que han estado juntos por algún tiempo y tal vez algún día, “Alexandre, mi querida Sasha”, se enterará. Insiste en decir que no sabe a quién busca, “si lo que fui yo, o quiénes somos nosotros, o si tú mismo, el otro, o tal vez el otro, el que no existe sino en ese azotado por el viento”. playa, al norte del norte” (p. 45).
Todavía hay sorpresas que no puedo revelar, en esta novela no lineal, en la que lo real y lo imaginario se mezclan, en la que nada está prescrito, en la que Sasha la narradora, gira y se mueve, se enfrenta a inevitables impulsos de marcharse, habiendo la certeza plena de que Ju estará, “entre el mar y el viento, en una playa, al Norte” (p. 54).
*Afranio Catani Es profesor jubilado de la Facultad de Educación de la USP y actualmente es profesor titular de la misma institución. Profesor invitado en la Facultad de Educación de la UERJ (campus Duque de Caxias).
referencia
Manuel Alegre. tentación del norte. Alfragide, Portugal: Publicações Dom Quijote, 2021, 60 páginas (https://amzn.to/3Os5C4c).
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