por HENRIQUE BRAGA e GUSTAVO MELLO*
La pospandemia que se perfila a partir de ahora no solo será de luto por los muertos por el COVID-19 y de consternación por el alto desempleo y la recesión económica.
Vamos a dos meses de aislamiento social en Brasil por la pandemia del Covid-19. Ahora hay más de 20 muertos. En este contexto de profunda crisis de salud pública, tenemos hasta el momento dos conjuntos de medidas económicas anunciadas por el gobierno. El primer conjunto incluye tanto la liberación del ingreso básico de emergencia de 600 reales para trabajadores precarios (ayuda disponible para hasta dos personas por familia o 1.200 reales para madres solteras)[i] sobre medidas de suspensión del contrato de trabajo y de reducción de jornada y salario de los trabajadores formales del sector privado.[ii] El segundo conjunto comprende medidas de asistencia financiera a los capitalistas, es decir, a los representantes del capital, cuya forma principal son las grandes corporaciones financiero-productivas, que articulan representantes de un volumen menor de capital. Según el Banco Central de Brasil, este segundo grupo de medidas fue diseñado para “ofrecer condiciones especiales para que las instituciones financieras puedan refinanciar las deudas de los sectores afectados por la crisis, monitoreando los créditos que salen del sistema financiero, con el objetivo de para evitar posibles contagios.[iii]
Entre ellas, la medida más reciente es la Reforma Constitucional N° 106, promulgada por el Congreso Nacional el 07 de mayo del presente año. Popularmente llamado “Presupuesto de Guerra PEC”, trae una serie de dispositivos para “liberar” la capacidad de gasto del Estado brasileño. Con respecto a la política monetaria, llama la atención el siguiente extracto:
Arte. 7 El Banco Central de Brasil [BCB], limitado a atender la calamidad pública nacional a que se refiere el art. 1 de esta Enmienda Constitucional, y con validez y efectos restringidos al período de su duración, está autorizado para comprar y vender:
I - valores emitidos por el Tesoro Nacional, en los mercados secundarios local e internacional; Es
II - activos, en mercados secundarios nacionales en el ámbito de los mercados financieros, de capitales y de pago, siempre que, en el momento de la compra, estén clasificados en una categoría de riesgo de crédito en el mercado local equivalente a BB- o superior, conferido por al menos por lo menos 1 (una) de las 3 (tres) mayores calificadoras de riesgo internacionales, y precio de referencia publicado por una entidad del mercado financiero acreditada por el Banco Central de Brasil.[iv]
La compra de títulos financieros por parte del BCB sigue la línea de política monetaria sugerida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un reciente análisis sobre las medidas económicas necesarias para enfrentar el COVID-19.[V] Esta política económica se suma a aquellas medidas anunciadas el 23 de marzo de este año, que liberarían, según el BCB, 1,2 billones de reales[VI], a través de la reducción de los requisitos de crédito en varios segmentos y, lo más importante, la liberación de "préstamos respaldados por letras financieras garantizadas por operaciones de crédito" que podrían alcanzar la suma de 670 mil millones de reales. Ante este conjunto de medidas surge la pregunta: ¿serán suficientes para enfrentar la desarticulación de la producción de bienes catalizada por el aislamiento social?
Para responder a esta pregunta, debemos entender cómo funcionan las operaciones propuestas por el BCB. Para entender EC 106, debemos diferenciar entre mercados primarios y secundarios para valores financieros. Mientras que en el primero la negociación tiene lugar entre el emisor del valor financiero y su comprador, realizando operaciones de emisión de nuevos valores o de readquisición de valores ya en circulación, el segundo incluye la negociación de valores ya emitidos, sin involucrar a su emisor. Una operación en el mercado primario ocurre, por ejemplo, cuando el BCB negocia nuevos títulos públicos federales con bancos privados (su distribuidores), mientras que la negociación de estos valores entre bancos y otros “agentes económicos” caracteriza una operación en el mercado secundario.
A partir del EC 106, el BCB podrá operar en el mercado secundario, del que hasta entonces estaba excluido. En este caso, puede actuar no sólo comprando valores financieros de origen público (I), sino también comprando dichos valores de origen privado (II). Una operación de este tipo significa que el Banco Central monetiza apuestas sobre la producción y el consumo futuros, de manera que las grandes corporaciones recuperarán apuestas dadas por perdidas en sus balances, aliviando las posiciones deficitarias. Por ejemplo, sociedades titulares de “a) debentures no convertibles; b) letras de créditos inmobiliarios; c) certificados de créditos inmobiliarios; d) certificados de créditos de agronegocios; e) pagarés comerciales; y[/o] f) notas de crédito bancarias;”[Vii] Estos valores pueden ser comprados por el Banco Central, ya que todos se negocian en el mercado secundario. Esto podría significar la recuperación de alrededor de 1 billón de reales en "créditos incobrables", que ya se perdieron[Viii].
Pensando en la recuperación de la acumulación de capital, la fragilidad de este mecanismo radica en la monetización de las deudas sin exigir que los sectores favorecidos destinen estos recursos en los medios necesarios para enfrentar la crisis económica. Cabe señalar, en particular, que no existe ningún mecanismo para garantizar que los pequeños y medianos capitales se beneficiarán, y son precisamente ellos los responsables de emplear, formalmente o no, a los sectores más vulnerables de la mano de obra brasileña. Además, tampoco parece haber garantía de que todo el sistema de producción se articule para manejar la producción y distribución de suministros médicos, actividades de investigación y medios de vida básicos. Tal tarea, como ya se señaló en este espacio al inicio de esta crisis,[Ex] es ineludible en este momento crítico que estamos viviendo, que, según todo indica, durará algunos meses y cuyos efectos se sentirán durante años en la economía brasileña.
Es importante señalar que esta forma de recuperación de la acumulación de capital ha resultado ser insuficiente porque no hay evidencia de que las medidas adoptadas el 23 de marzo estén teniendo el efecto previsto por el BCB. Aunque los préstamos a personas jurídicas crecieron un 60% en marzo, saltando de 140,6 millones de reales a 224,9 millones de reales, hay señales contradictorias de que las pequeñas y medianas empresas están teniendo dificultades para endeudarse con bancos privados.[X] Cabe señalar, por ejemplo, que de los 40 mil millones previstos para ayudar a los pequeños y medianos capitales con el pago de los salarios de sus trabajadores, solo se liberó el 1% por el mal diseño de la medida, y esta observación la hacen diferentes grupos de empresarios.[Xi] Con la situación económica de incertidumbre sobre las ganancias futuras del capital invertido, no es de extrañar que las instituciones financieras conserven con ellas los recursos monetizados, atascando el circuito de acumulación de capital. Por tanto, se ha demostrado que es un error apostar tanto por la acumulación de capital como por su asignación aleatoria de recursos como forma de hacer frente a los efectos de la crisis.[Xii]
Desde el punto de vista de la política monetaria, afrontar la crisis implica utilizar los bancos públicos disponibles, ya sean de la Unión o de los Estados, para financiar la producción y distribución de medios imprescindibles para superar una de las peores crisis económicas a las que nos enfrentaremos en nuestra historia. La EC 106 estaría mejor preparada para enfrentar la crisis si aplicara, por ejemplo, una tasa del 100% sobre las apuestas monetizadas, utilizando estos recursos para financiar, por un lado, un amplio programa de crédito dirigido a pequeños y medianos capitales, el interés cero tasa de interés y con un período de carencia de al menos 12 meses para pagar los préstamos. Por otro lado, sería conveniente utilizar estos recursos para reorganizar todos los sectores de la economía, impulsando la reconversión industrial y de servicios –que no se hace de la noche a la mañana, es bueno recordarlo–, hacia los sectores esenciales para enfrentar la pandemia. Ello sin dejar de lado la seguridad de los trabajadores y los medios necesarios para las actividades de cuidado, higiene, alimentación y vivienda. Es evidente que este conjunto de medidas tendría como una de sus tareas fundamentales garantizar los ingresos y la capacidad de consumo de los grandes contingentes de la población que ya han perdido y perderán sus empleos -formales e informales- y tienen sus fuentes de ingresos comprometida. Por tanto, la provisión de una renta básica de emergencia tendría que transformarse en una renta básica universal y aumentar su valor; por otro lado, habría que desplegar las políticas estatales de mantenimiento del empleo y suspender las medidas que condujeron a recortes salariales y suspensión de contratos.
En estos términos, el gran capital podría contribuir efectivamente a suavizar los efectos de la crisis, ya que tendría su poder de mando sobre el trabajo dirigido hacia donde la sociedad lo necesita en ese momento, en lugar de tener asegurada la recepción de sus derechos de propiedad sobre el futuro. un futuro en el que apostaron deliberada e incorrectamente y, por lo tanto, deberían ser los únicos responsables de su situación[Xiii]. Sin embargo, el EC 106 y las medidas del 23 de marzo parecen cumplir otro papel. Están proporcionando a las grandes corporaciones productivas-financieras[Xiv] la certeza de que la crisis será otra gran oportunidad de negocio. Por cierto, la afirmación de Roberto Setubal, uno de los propietarios del Banco Itaú, es clarísima al respecto: históricamente, dice, “Itaú pasó muy bien las crisis. Compramos muchos bancos en tiempos de crisis”[Xv]. Además, esa seguridad no deja dudas sobre quién pagará la crisis, ya que “el pico de la enfermedad ya pasó cuando analizamos la clase media, la clase media alta. El desafío es que Brasil es un país con mucha comunidad, muchas favelas, lo que termina dificultando todo el proceso”[Xvi], palabras de Guilherme Benchimol, presidente y fundador de XP Investimentos.
Ante esta situación, la pospandemia que se viene gestando desde ahora no será solo de luto por los muertos por el COVID-19 y consternación por el alto desempleo y la recesión económica. También parece que la pospandemia supondrá un aumento de la centralización del capital, un aumento de las desigualdades que ya avanza de forma importante desde 2015[Xvii], y un avance en las prácticas de exterminio de quienes resulten inútiles al capital[Xviii]. En este escenario, vale reivindicar otro futuro, en el que, entre otras cosas, no debamos trabajar continuamente más para que otros, comprometidos con negociar nuestro futuro laboral, tengan garantizado su modo de vida. Tal vez sea el caso de que nos aseguramos otra forma de vida, en la que la producción, la distribución, el intercambio y el consumo aseguraban un presente saludable. ¿Empezamos a pensar en ese futuro?[Xix][ 1 ]
*Henrique Braga e Gustavo Mello son profesores del Departamento de Economía de la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES).
Notas
[i] MINISTERIO DE LA CIUDADANÍA. Ayuda de R$ 600. Disponible: https://www.gov.br/cidadania/pt-br/servicos/auxilio-emergencial/auxilio-emergencial.
[ii] PANDEMIA Y PRECARIEDAD: LA NATURALIZACIÓN DE LOS DRAMAS SOCIALES. Disponible: https://blog.ufes.br/grupodeconjunturaufes/2020/04/20/607/.
[iii] Medidas para combatir los efectos del COVID-19. 23 de marzo 2020. Disponible en: https://bit.ly/3alirHH.
[iv] DIARIO OFICIAL DE UNION. ENMIENDA CONSTITUCIONAL No. 106. 07 de mayo de 2020. Disponible en: http://www.in.gov.br/en/web/dou/-/emenda-constitucional-n-106-255941715
[V] La crisis de COVID-19 representa una amenaza para la estabilidad financiera. Disponible: https://bit.ly/2XNYHd5.
[VI] Medidas para combatir los efectos del COVID-19. 23 de marzo 2020. Disponible en: https://bit.ly/3alirHH.
[Vii] En la primera versión de EC 106, estos eran los activos enumerados para la compra. Ver: SENADO FEDERAL DE BRASIL. Propuesta de Reforma a la Constitución N° 10 de 2020. 17 de abril 2020. Disponible en: https://legis.senado.leg.br/sdleg-getter/documento?dm=8096966&ts=1588942429796&disposition=inline
[Viii] Ver: Reanudación de la economía puede desbloquear una cartera de R$ 1 billón en 'créditos podridos'. Disponible: https://www.infomoney.com.br/economia/retomada-da-economia-pode-destravar-carteira-de-r-1-tri-em-creditos-podres/.
PEC 10 Lavado encubierto de trillones de papeles podridos acumulados en bancos durante 15 años y tú pagarás la cuenta. Disponible: https://auditoriacidada.org.br/conteudo/pec-10-acoberta-lavagem-de-trilhoes-de-papeis-podres-acumulados-a-15-anos-nos-bancos-e-voce-pagara-a-conta/
Activos privados que BC puede comprar si se aprueba el PEC suman R$ 972,9 mil millones. Disponible: https://www.moneytimes.com.br/ativos-privados-que-bc-pode-comprar-caso-pec-seja-aprovada-somam-r-9729-bilhoes/.
[Ex] Nota sobre los impactos económicos y sociales del COVID-19. Disponible: https://blog.ufes.br/grupodeconjunturaufes/2020/04/02/nota-sobre-os-impactos-economicos-e-sociais-da-covid-19/ .
[X] El enfrentamiento entre empresas y bancos por el acceso al crédito en la crisis. Disponible: https://www.nexojornal.com.br/expresso/2020/04/01/O-embate-entre-empresas-e-bancos-pelo-acesso-ao-cr%C3%A9dito-na-crise.
[Xi] Línea de crédito para pago de salarios tiene solo 1% liberado a empresas. Disponible: https://economia.estadao.com.br/noticias/geral,linha-de-credito-para-o-pagamento-de-salarios-tem-so-1-liberado-a-empresas,70003296117.
[Xii] ¿Salvar el PIB o vidas? Disponible: http://brasildebate.com.br/salvando-o-pib-ou-vidas/.
[Xiii] En palabras de Roberto Setubal: “[…] en el capitalismo no hay garantía de retorno ni de estabilidad, eso es la vida”. Fuente: “No es posible salvar a todos, algunos sectores se ajustarán”, dice Setubal. Disponible: https://www.infomoney.com.br/negocios/nao-da-para-salvar-todo-mundo-alguns-setores-vao-se-ajustar-diz-setubal/.
[Xiv] Recordemos que desde mediados de la década de 1970, la gran empresa moderna ha tenido articulada su producción, distribución, intercambio y consumo con el sistema financiero internacional, de tal forma que la modificación de su modelo productivo al de “pronta entrega” con plantas se extendió por todo el mundo porque podía mover libremente su capital en forma monetaria, especialmente con las llamadas zonas extraterritoriales.
[Xv] “No es posible salvar a todos, algunos sectores se ajustarán”, dice Setubal. Disponible: https://www.infomoney.com.br/negocios/nao-da-para-salvar-todo-mundo-alguns-setores-vao-se-ajustar-diz-setubal/.
[Xvi] Se acabó el pico del Covid-19 en las clases altas; el desafío es que Brasil tiene muchas favelas, dice presidente de XP. Disponible: https://www1.folha.uol.com.br/mercado/2020/05/brasil-esta-indo-bem-no-controle-do-coronavirus-e-pico-nas-classes-altas-ja-passou-diz-presidente-da-xp.shtml.
[Xvii] Un país aún más desigual. Disponible: https://piaui.folha.uol.com.br/um-pais-ainda-mais-desigual/.
[Xviii] La pandemia democratizó el poder de matar. Disponible: https://www1.folha.uol.com.br/mundo/2020/03/pandemia-democratizou-poder-de-matar-diz-autor-da-teoria-da-necropolitica.shtml.