Samba, democracia y sociedad

Ceri Richards, Bases circulares, 1961
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por DANIEL COSTA*

Comentario al libro organizado por Luiz Ricardo Leitão y Marcelo Braz

Al menos desde 2016, cuando Brasil vio en vivo el golpe legal parlamentario que derrocó a un presidente legítimamente electo, la ya frágil democracia brasileña ha resistido a pasos agigantados los más variados intentos de golpe y relecturas ocasionales de la Constitución. Varias hipótesis tratan de explicar las razones de tal escenario, desde que el país resolvió sus crisis y contradicciones con acuerdos en la cúpula, como ejemplo no podemos olvidar la propia ley de amnistía, cuando optó por no sancionar a los integrantes del cuarteles que cometieron los más variados crímenes a lo largo de la dictadura cívico-militar, los impulsores de tal acuerdo dejaron la puerta abierta a generales en pijama que hoy fomentan rupturas radicales en nuestra democracia. Tampoco podemos olvidar que en pleno apogeo de la rabia golpista y la caza de brujas promovida por la operación Lava Jato. Tuvimos acceso al famoso audio filtrado donde el entonces senador Romero Jucá hablaba de un “gran acuerdo nacional con la Corte Suprema y todo”.

El universo de la samba, así como los más variados grupos sociales, no pasó indemne por el auge de estos discursos disruptivos, por lo que, aunque en menor escala, podemos acompañar a integrantes de escuelas de samba defendiendo, por ejemplo, el discurso de el miliciano que ocupa el Palacio de la Meseta.

Sin embargo, como manifestación cultural forjada principalmente a través del discurso de la resistencia, la samba resiste, en testimonio del productor cultural y compositor Hermínio Belo de Carvalho, en la década de 1960, el compositor pionero Donga, autor en sociedad con Mauro de Almeida de los primeros grabados samba, recuerda que en Río de Janeiro a principios del siglo XX, “el tipo de la policía atrapó al otro tipo tocando la guitarra, este tipo estaba perdido. ¡Perdido! ¡Peor que un comunista, mucho peor!”, otro caso emblemático es el del también pionero João da Baiana, excelente panderero, en 1908 cuando se dirigía a la tradicional Festa da Penha, le fue incautado su instrumento por la Policía, días después cuando el poderoso senador Pinheiro Machado, admirador del compositor, le obsequió un nuevo instrumento, pero con una curiosa dedicatoria: “Mi admiración, João da Baiana – Senador Pinheiro Machado”, la inscripción en el instrumento sirvió como una especie de de salvoconducto para el sambista que, desde entonces, dejó de ser hostigado por las fuerzas de seguridad.

Tampoco podemos olvidar al célebre delegado Chico Palha, figura inmortalizada en la samba de los imperiales Tio Hélio y Nilton Campolino, el delegado se hizo conocido en Morro da Serrinha y en la región de Madureira por utilizar la violencia para acabar con las sambas y las fiestas de terrero.

Y así, a partir de la samba como forma de resistencia y la ardua lucha por la democracia encarnada en la figura de los grandes compositores que los profesores Luiz Ricardo Leitão (profesor asociado de la UERJ) y Marcelo Braz (profesor asociado de la UFRN), organizaron el volumen, Samba, democracia y sociedad: grandes compositores y expresiones de resistencia cultural en Brasil, presentando la obra de estos compositores y espacios de resistencia al lector, familiarizado o no con el mundo de la samba, según el compositor y escritor Nei Lopes, autor del prólogo de la obra, “los textos abordan la obra de algunos creadores ejemplares, tanto por su talento, como por la valentía de su posicionamiento ideológico y de su acción política. Como enseñaron Paulo da Portela y otros “padres” de la samba”, complementando lo señalado por el prefacio de la colección, no podemos dejar de lado el papel de las “madres” de la samba, como la conocida Tia Ciata, madrinha Eunice y muchos otros, madres, tías y abuelas que allanaron el camino para nuestras canciones y tambores en patios, patios y carpas.

Según Luiz Ricardo Leitão y Marcelo Braz, el libro surge como “resultado de inquietudes, compromisos y pasiones de sus organizadores. La aprensión -que, por supuesto, no es sólo nuestra- proviene de la situación actual del país, cuyas clases populares”, punto de origen de los personajes retratados en la obra, “han sufrido, en los últimos años, brutales pérdidas sociales y económicas , provocado por las medidas radicalmente neoliberales del desgobierno federal”. El compromiso -político, social e ideológico- suscrito por los organizadores de la obra y que los motivó a organizar la colección que presentamos es la causa de la justicia y la igualdad en este país que sigue siendo tan excluyente y desigual, donde su "élite “no rehúye abrir de par en par el arraigado autoritarismo cuando ve en el horizonte la posibilidad de perder parte de sus privilegios (los mínimos, seamos honestos) debido a la implementación de políticas públicas encaminadas a reducir la desastrosa desigualdad social que prevalece en el país.

Los organizadores recuerdan al lector que “el objetivo principal de la obra es resaltar, sobre todo, el papel que ha jugado la samba, desde la primera mitad del siglo XX, como una forma popular de crítica aguda y lúdica a la política y las costumbres. , develando máscaras sociales y denunciando, con ingenio y arte, los males y miserias de esta patria coja se inscribiría en una experiencia socio-espacial en la que se entrelaza la modernización capitalista con las relaciones laborales heredadas de la esclavitud y se mezclan lo moderno y lo arcaico” . Los autores presentes en el volumen, según los organizadores, también buscaron “ofrecer algunas respuestas que apuntan, principalmente, a aunar esfuerzos para un mayor debate sobre las valiosas creaciones y experiencias político-culturales que tuvieron al samba como dínamo y polo aglutinador”. .

El libro se divide en dos partes, la primera titulada, sambas de contestación y crítica social de grandes compositores, trae como discusión sustancial de apertura sobre la obra de Noel Rosa, el poeta de Vila, escrito por Luiz Ricardo Leitão, el texto discute “el papel de la canción popular en la crónica de los dilemas y absurdos de la historia y la formación socio-espacial de nuestra Bruzundanga”. Siguiendo la pista abierta por el texto inicial, Marcelo Braz trae en el siguiente ensayo un análisis de la obra de Noel y de otro destacado compositor de la época, Wilson Batista, el autor presenta al lector obras significativas de los compositores como “sambas de contestación, fraguada en el momento en que el país atravesaba un proceso de transición, donde el proyecto arcaico dio paso a la modernidad”. Luego, se destacan los compositores Aluísio Machado, Zé Katimba y Noca da Portela, vinculados respectivamente a las escuelas de samba Império Serrano, Imperatriz Leopoldinense y Portela, cada uno a su manera puede ser visto como sambistas que enarbolaron la bandera de la democracia luchando contra la arbitrariedad. impuestos por los militares en años excepcionales

Desplazándose por los perfiles de compositores honrados: Sambista de hecho, rebelde de derecho: Aluísio Machado; La resistencia democrática en Imperatriz Leopoldinense: el aporte de Zé Katimba, ambos de Luiz Ricardo Leitão y Noca da Portela: comunista de corazón en la lucha por la democracia e ¡Vamos muchachos, es hora de turno!: las sambas comprometidas de un artista politizado, escrito por Marcelo Braz, autor de una biografía sobrecogedora del compositor portuense estrenada en 2018 – el lector verá cómo, en plena represión del gobierno de los Medici, Aluísio Machado en los concurridos círculos del club Helético – un tradicional espacio ubicado entre Catumbi y Río Comprido- desafió a parte del público formado por militares entonando canciones consideradas subversivas por quienes frecuentaban los sótanos de la represión. Incluso catalogado como un sambista rebelde, Luiz Ricardo Leitão subraya “que la rebelión no fue el resultado de una militancia política activa en ningún partido (…) convivir con Solano Trindade, Abdias do Nascimento, Mercedes Baptista y otras figuras del movimiento negro”, agregó a la cotidianidad experiencia fueron el combustible que forjó tal insubordinación.

A su vez, José Inácio dos Santos, en el mundo de la samba conocido como Zé Katimba, quien a pesar de nunca haber pertenecido formalmente al Partido, subió al Morro do Alemão con otros bailarines de samba para distribuir clandestinamente el periódico. Voz de trabajo, diario del PCB actuó en el colegio Imperatriz Leopoldinense ubicado en Ramos como un verdadero equilibrista, mediando puntos de vista e intereses contrapuestos. Así, al mismo tiempo que figuras como el entrenador de fútbol y periodista João Saldanha y el actor y compositor Mario Lago, comunistas históricos compartieron espacio con Luizinho Drummond, uno de los mayores banqueros del jogo do bicho carioca, quien, como su socios Anísio Abraão David (presidente de Beija-Flor), Castor de Andrade (patrono de Mocidade Independente) y Capitán Guimarães (presidente de Unidos de Vila Isabel), con la connivencia del régimen autoritario de turno, estas figuras vendrían a ser “ la columna vertebral del grupo que, a través de la violencia, profesionalizó el juego del bicho en la región metropolitana de Río de Janeiro y, además, privatizó y monopolizó el desfile de las escuelas de samba en Marquês de Sapucaí”.

El tercer homenajeado es el Portelense Noca, que lleva en su nombre artístico la tradición de la escuela blanquiazul de Osvaldo Cruz, asociación donde, junto al compositor Davi Corrêa, está entre la galería de los mayores vencedores de la disputa de la trama de samba. A través de los textos de Marcelo Braz, el lector descubrirá cómo Noca, “se comprometió políticamente, dedicando su capacidad creativa a la crítica social, principalmente a las condiciones sociales del pueblo brasileño ya la lucha contra la dictadura y por la democracia”. Además de ser comunista de corazón y “consciente de su época, se comprometió lo mejor que pudo, tomó partido aunque nunca mantuvo una relación continua y más orgánica con ningún partido político”. Con sus composiciones, Noca fue un baluarte en la lucha por la democracia en tiempos excepcionales, y a sus 90 años, Oswaldo Alves Pereira sigue siendo un sambista politizado, produciendo sus sambas comprometidas y denunciando las arbitrariedades de quienes se empeñan en debilitar nuestra democracia.

La segunda parte del trabajo titulado, Samba expresiones de democracia y cultura brasileña, presenta al lector lugares de resistencia de la samba, desde el período de la apertura “lenta y paulatina”, cuando diversos sectores de la sociedad civil comenzaron a retomar el protagonismo en el debate público hasta la actualidad, donde seguimos con esperanza la nueva aire que trae la elección de un gobierno de carácter democrático y popular, luego de cuatro años de predominio del discurso negacionista y estrecho de miras de un protofascista.

En la obra de Marianna de Araujo e Silva, titulada, Síncope y subversión: en memoria del Clube do Samba El lector descubrirá cómo, durante el período en que la sociedad concentraba sus esfuerzos en la lucha por la redemocratización, el Club fundado por João Nogueira fue importante en la discusión de temas como: “la lucha por la democracia y la valorización de la samba y nuestras expresiones culturales en medio de una brutal extranjerización de la música liderada por las fuerzas del mercado”. Ya estoy en eso, extraño que? ¡El negro puede tener lo mismo que tú! El Renascença Clube y la Samba do Trabalhador: el poder de la rueda, Larissa Costa Murad trae al lector la historia de Renascença, un club ubicado en el barrio de Andaraí, que siempre ha estado asociado con la valorización de la negritud y que, a partir de 2005, con la creación de Samba do Trabalhador, pasó a ser identificado como un “espacio de encuentro, de la fiesta, de la reconciliación negra; tanto por la valorización de la cultura popular afrobrasileña en sus elementos tradicionales como por el potencial subversivo contenido en algunas de las letras” presentadas en el círculo.

El épico desfile de Unidos de Vila Isabel en el carnaval de 1988, protagonizado por el histórico desfile con trama firmada por Martinho da Vila y la inolvidable samba del trío compuesto por Luiz Carlos da Vila, Jonas y Rodoplho, es narrado por la periodista e historiadora Nathalia Sarro en: Kizomba – 30 años de un grito negro en Sapucaí. Un registro plural y democrático. Considerado por expertos y amantes de la juerga como uno de los desfiles más emblemáticos del carnaval de Río de Janeiro, la trama que coronaría al campeón de la asociación de la tierra de Noel y Morro dos Macacos se desarrolló a base de mucha lucha y sudor. de los miembros de la escuela. Además de convertir “al negro en el gran vencedor de aquel carnaval”, Kizomba consagró la gestión de Lícia Caniné, Ruça, militante del PCB que derrotaría en las elecciones de la asociación la boleta encabezada por el banquero animal Capitão Guimarães que, en represalia por la derrota, abandonaría la escuela llevándose consigo el capital financiero. Sin embargo, si el banquero se llevó el dinero, el capital artístico e intelectual se quedó en la escuela. Así, recomponiéndose “con paja, fibras y alegría sobre el asfalto de la Av. Marquês de Sapucaí” se relató la “trayectoria de miles de ex esclavos y sus descendientes”.

Como directora del Departamento Cultural de la escuela Nathalia, también fue una de las responsables del documental Kizomba: 30 años de un grito negro en Sapucaí. Su testimonio sobre su trabajo en el departamento arroja luz sobre la dificultad que aún enfrentan los investigadores cuando se trata de contar las propias memorias de las asociaciones. “Los departamentos de cultura en general, no sólo la Vila, se enfrentan a enormes dificultades para realizar, institucionalizar, mantener y realizar este trabajo. Los directorios a menudo asumen un discurso de rescate, pero en realidad no se comprometen con él. Se piensa que el objetivo más directo de cualquier asociación recreativa es elevar el listón en Sapucaí o Intendente Magalhães y que el Carnaval también se compone de efímero. Sin embargo, esta urgencia compromete estructuralmente su configuración y vacía varios significados construidos a lo largo de los años. Es necesario entender por qué sucede tal fenómeno y por qué se vuelve tan difícil trabajar la memoria en estos espacios”.

El libro se cierra con las consideraciones de Eduardo Granja Coutinho sobre una samba insólita compuesta por Carlos Nelson Coutinho y Leandro Konder, inspirada en los versos de la samba "Esta melodía" de Bubu da Portela y Mangueirense Jamelão, el dúo se encargó de una samba filosófica encargada de explicar a los posibles oyentes “cómo la filosofía de la praxis de Marx y Engels superó dialécticamente al idealismo alemán”.

Con la publicación del libro Samba, democracia y sociedad los organizadores y autores ofrecen al lector vías para entender cómo una manifestación artística centenaria sigue siendo uno de los principales medios de resistencia y denuncia de las arbitrariedades impuestas por una “élite” reacia a cualquier avance en la conquista de derechos por parte de las capas populares y al mismo tiempo logra traer alegría y revivir la memoria afectiva de esta población que sufre.

*daniel costa Licenciado en Historia por la UNIFESP, compositor y miembro del Grêmio Recreativo de Resistência Cultural Kolombolo Diá Piratininga.

referencia


Luiz Ricardo Leitão y Marcelo Braz (eds.). Samba, democracia y sociedad: grandes compositores y expresiones de resistencia cultural en Brasil. Río de Janeiro, Editorial Morula/ Otras Expresiones, 2022, 232 páginas.

 

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