Roberto Schwarz – imprescindible

Patrick Heron, Tres rojos en verde y magenta en azul: abril de 1970, 1970
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por FABIO MASCARO QUERIDO*

Comentario al libro recientemente publicado del crítico literario

Acaba de ser lanzado por Penguin, la editorial de Companhia das Letras, una colección con el Essential (como dice el título) de Roberto Schwarz. Nada más justo, en el año en el que el crítico –nacido en Austria, en 1938– cumplió 85 primaveras.

A lo largo de este período, Roberto Schwarz se consolidó como un personaje intelectual ineludible en la escena brasileña y, en cierta medida, mundial. Para Franco Moretti, que firma la introducción del libro, Roberto Schwarz es nada menos que “el mayor crítico marxista de nuestro tiempo”, como ya había predicho Perry Anderson hace algún tiempo.

Más difícil, sin embargo, es definir qué es lo que, en la economía interna de la obra de Roberto Schwarz, constituye lo “esencial” que debe ordenarse en una sola colección. Estamos, al fin y al cabo, ante un autor cuya obra presenta una conexión interna rigurosa, como si casi nada excediera su núcleo fundamental.

A primera vista, esa organicidad –que no excluye las bifurcaciones en el camino– facilitaría la tarea. En una obra donde todo parece “esencial”, bastaría con elegir al azar algunos de sus ensayos más conocidos, preferiblemente aquellos identificables por los títulos que resuenan en los oídos de quienes aún no los han leído.

Sin embargo, cuando miras más allá de los árboles, hacia el bosque, lo que ves es flora “envenenada”, para recordar uno de los ensayos (éste, sobre Dom Casmurro) sobre Machado de Assis recopilados en el libro. Esto se debe a que no es inmune a la historia de la que forma parte, ni a las contingencias que la vida impone, redefiniendo el posible margen de maniobra.

Es en esta compleja relación entre itinerario intelectual, textos y contextos, por tanto, donde se puede captar su originalidad “esencial”. Más aún porque, para quienes siguen al autor, no resulta difícil imaginar que él mismo fue el responsable de la elección de los ensayos, así como de su disposición interna. Releerlos a la luz de esta premisa se convierte entonces en una fructífera clave interpretativa para comprender la manera en que Roberto Schwarz visualiza, en el presente, el significado de su obra pasada.

Ideas modernas, lugar periférico.

No parece casualidad, en este sentido, que el volumen se abra con el ensayo “Ideas fuera de lugar”, cuyo título no siempre fue bien comprendido. Publicado casi simultáneamente en Francia y Brasil, en 1972 y 1973, respectivamente, el ensayo es decisivo en la trayectoria de Roberto Schwarz. No sólo porque fue escrito en los primeros años de su exilio en París, sino también, y sobre todo, porque es en él donde, por primera vez, el intelectual austrobrasileño revela en términos rigurosos la dirección de sus estudios sobre Machado de Asís.

Si la idea de pensar a Machado a través del Brasil del siglo XIX, y viceversa, ya se le había ocurrido en los años 1960, especialmente después del golpe de 1964, le faltaba una interpretación específica del proceso social brasileño a través de la cual pudiera desvelar los “objetividad” a la manera de Machado. Y esta interpretación, de hecho, sólo se realizó en el exilio, momento en que, después de los traumas de 1964 y 1968, con la proclamación de AI-5, el crítico ahora regresado al continente de origen pudo repensar el pasado brasileño a partir de sobre la evolución de la dictadura militar reaccionaria pero modernizadora en el presente.

Desde Francia, Roberto Schwarz participó así del proceso de revisión crítica del pensamiento social y político brasileño llevado a cabo por intelectuales paulistas vinculados a la Universidad de São Paulo y, desde 1969, al Cebrap, entonces fundado por profesores despedidos tras la AI- 5, como Fernando Henrique Cardoso, José Arthur Giannotti, Fernando Novais, entre otros –casi los mismos que, de 1958 a 1964, habían sido responsables del llamado “Seminário de La capital". Roberto Schwarz, entonces estudiante de licenciatura en Ciencias Sociales, participó del Seminario y, más tarde, no se cansaría de resaltar – muchas veces de manera un tanto exagerada – la importancia de la “nueva intuición sobre Brasil” allí creada para su propia reflexión sobre Machado de Asís.

En la década de 1970, este proceso adquirió contornos colectivos, que elevarían a los intelectuales paulistas al centro de la escena intelectual brasileña, en un momento en que el tema de la construcción nacional interrumpida, sin desaparecer, iba dando paso a la cuestión de la democracia. La especificidad de Roberto Schwarz, en este escenario, radica en la forma en que la literatura –o la cultura en general– es tomada como medio de acceso al proceso social brasileño. Con ello terminaría escapando de algunas de las aporías que, pese a los avances en relación al imaginario nacional-desarrollista, aún limitaban el trabajo de sus profesores y/o colegas del Seminario de La capital.

Entre ellos, destaca la persistencia de una cierta idealización de lo moderno que aún no seríamos, aunque pretendiera demostrar, en el mismo paso, la inviabilidad de un desarrollo nacional “autónomo” capaz de internalizar su toma de decisiones. centros, para retomar el lenguaje de Celso Furtado. En un ensayo de los años 1990, “Un seminario Marx”, también recopilado en el libro, Roberto Schwarz haría un balance crítico de la experiencia, en la que lamenta la ausencia, en el grupo, de una crítica al fetichismo de las mercancías y a la mercantilización de la cultura. ¿Cómo podemos criticar la modernidad realmente existente si el horizonte sigue siendo la búsqueda de una modernidad posible?

La forma de entrenamiento.

El ensayo “Ideas fuera de lugar” aparecería como capítulo introductorio de su tesis doctoral, dedicada a José de Alencar y al primer Machado de Assis, y defendida en Francia en 1976. Al año siguiente, poco antes de que Schwarz regresara del exilio, el El estudio fue publicado en un libro en Brasil con el título – igualmente sugestivo del mimetismo antes mencionado – Al ganador las patatas.

En el ensayo, Roberto Schwarz sostiene que las ideas liberales/modernas parecían fuera de lugar en el siglo XIX, ya que buena parte de sus portadores sociales (las élites) no dudaron en proclamarlas y al mismo tiempo reproducirlas, sin mayores complejos. . , una formación social todavía marcada por el proceso de colonización y, aún más importante, por la esclavización de los africanos negros. Para Roberto Schwarz, esta “desvergüenza de clase” configura la “objetividad” a través de la cual se pueden leer, uno a través del otro, tanto el proceso social como la forma de las novelas de Machado de la última fase.

En la medida en que lo “social está en la forma”, como decía el joven Lukács, corresponde a la crítica establecer mediaciones entre los dos polos, la realidad y la literatura. Pero, en el caso de un país periférico, esa relación no puede considerarse como lo era en el realismo europeo.

Consideremos el caso de la “importación de la novela y sus contradicciones en Alencar”, tema del segundo capítulo de la tesis doctoral de 1976, también asignado como segundo ensayo del volumen aquí analizado. Al retomar el modelo realista europeo, tiñéndolo de material local, José de Alencar reprodujo, sin mediación, el desfase entre forma y realidad, un desacoplamiento que, en otra clave, también se advierte en el primer Machado.

Este no será el caso del último Machado, sostiene Roberto Schwarz. Con Las memorias póstumas de Bras Cubas, el mago de Cosme Velho (como se conoció al escritor gracias a un poema de Carlos Drummond de Andrade) alcanza un nuevo nivel, trasladando su punto de vista a los de arriba. Y lo haría a través de la figura del narrador voluble, punto focal desde el cual el crítico explica la forma de las novelas no como una figuración realista del movimiento global de la sociedad –como en el Balzac leído por Lukács, por ejemplo–, sino más bien como una especie de traducción literaria de la dinámica de las élites del país de origen, que en última instancia aparecen explícitas en su falta de compromiso con cualquier proyecto de construcción de una nación moderna.

Al exponer a las élites al ridículo, el narrador machadiano se comporta como un auténtico “traidor de clase”, en un papel similar al que asumió el poeta francés Charles Baudelaire ante la burguesía francesa, al menos si creemos en las interpretaciones de Walter Benjamin o Dolf Oehler. , como es el caso de Roberto Schwarz. Tanto es así que el título de su libro sobre el último Machado no oculta el parentesco con la caracterización que Benjamin hace de Baudelaire: si fuera el “letrista en el apogeo del capitalismo”, el escritor carioca sería nuestro “maestro en la periferia del capitalismo”. ”.

Con este libro, publicado recién en 1990, cuando era profesor en la Unicamp, Roberto Schwarz finalmente completó el proyecto explorado en “Ideas fuera de lugar”, en el exilio. Fue el último Machado quien logró encontrar una manera capaz de traducir al lenguaje literario los impasses nacionales identificados en el ensayo de principios de los años 1970. En términos de esencialidades, el volumen contiene quizás el capítulo principal de Un maestro en la periferia del capitalismo, “Acumulación literaria y nación periférica”.

En Roberto Schwarz, es como si Machado de Assis fuera la mediación a través de la cual el crítico reconstituye el marxismo “a partir de contradicciones locales”, la única manera de evitar que quede también como una “idea fuera de lugar”. Como dice en una entrevista de 1976 con el periódico Movimiento, reproducido en el libro, si, por un lado, el marxismo también parece fuera de lugar en la periferia del sistema, por el otro, debido a su inclinación materialista –según la cual “la teoría es parte […] de la realidad, y su inserción en el proceso social es parte de lo que concretamente es”–, está en mejores condiciones, frente al liberalismo o al conservadurismo, para reelaborar ideas a la luz del lugar cuya comprensión es, al fin y al cabo, lo que importa.

La elección de colocar “Ideas fuera de lugar” como primer ensayo del libro es aún más sintomática porque es una elección no cronológica. En el volumen hay ensayos anteriores, incluido uno de su juventud intelectual, “Los 8 ½ de Fellini: el niño perdido y la literatura”, publicado originalmente en la revista Civilización Brasileña, en 1965, y extrañamente asignado como último texto del libro.

Está también el célebre ensayo “Cultura y política, 1964-1969: algunos esquemas”, su primer texto escrito en el exilio, publicado en 1970 en la revista Los tiempos modernos. Se trata de ensayos relevantes, sin duda, pero que también revelan, por el contrario, el salto cualitativo que representa “Ideas fuera de lugar”.

Actualidad periférica

Em Roberto Schwarz Imprescindible, es notable el pequeño número de ensayos de los años 1990, 2000 o 2010, un período en el que la crítica schwarziana se revelaba cada vez más “negativa”, en contra del auge del neoliberalismo. Además del citado ensayo sobre el Seminario de La capital, escrito en 1995, en el primer año de la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, uno de los creadores del grupo, aparece en el volumen de texto de 1999 sobre Formación de la Literatura Brasileña, de Antonio Candido, y el ensayo sobre verdad tropical, de Caetano Veloso, publicado originalmente en 2012.

No se ve en la colección, por ejemplo, un ensayo como “Fin de Siglo”, de 1994, en el que Roberto Schwarz esboza un diagnóstico del colapso de la modernización al estilo brasileño que luego sería utilizado como puntapié crítico por los autores. como Francisco de Oliveira (en ornitorrinco) y Paulo Arantes (en La fractura brasileña del mundo). Se trata de un escrito decisivo para explicar la inflexión que sufrió el pensamiento del autor a partir de principios de los años 1990. Para Roberto Schwarz, en un escenario en el que la modernización ya no podía verse como una forma de lograr la construcción de un “ En la nación “moderna”, la cuestión nacional-periférica siguió vigente, pero como problema y no como solución.

Cabe preguntarse cuál es la conexión entre esta ausencia y los últimos diez años de política brasileña. Quizás el ascenso de la extrema derecha, tras los acontecimientos ocurridos entre 2013 y 2016, haya estimulado a Roberto Schwarz a revisar, si no su diagnóstico fundamental, al menos su análisis más cíclico, percibiendo en los gobiernos liderados por el PT una posible barrera nacional y democrática ante el avance del neofascismo.

En este escenario, las críticas negativas persisten, pero ahora parecen atenuadas por consideraciones políticas más urgentes, desafíos cuyo enfrentamiento requeriría una retirada táctica en relación a la constatación de un impasse que, sin embargo, sigue siendo estructural. En una entrevista con FSP, en 2019, primer año de gobierno de Jair Bolsonaro, Roberto Schwarz parece volver a la distinción entre moderno y tradicional para definir el bolsonarismo como el regreso a escena, apoyado por el capital, del “trasfondo regresivo” de la sociedad brasileña.

Al igual que en 1964, las élites se habrían sumado a una “apuesta anti-ilustración”, ahora como reacción a la relativa democratización experimentada bajo los gobiernos del PT, movilizando, para ello, la frustración de las expectativas sobre los límites de tal avance democrático.

Más recientemente, en la obra reina lira, Roberto Schwarz se arriesgó a realizar un análisis más global de la “cacofonía ideológica” del Brasil reciente, sin dudar en explicar los dilemas de la propia izquierda atacada. Regreso al teatro: en los años 1970 ya había publicado la obra. El basurero de la historia –es en sí mismo significativo. Era la mediación posible para que el crítico arriesgara un diagnóstico del espíritu brasileño de la época en un momento en que, como él mismo reconoció en una reciente entrevista que me concedió y publicó en la revista Margen izquierdo, no se veía en condiciones de preparar un ensayo de análisis político-social propiamente dicho.

En el capítulo de ausencias, también llama la atención que un ensayo como “Nacional por resta”, de 1986, no fue seleccionado. En él, Roberto Schwarz aborda el problema de las “Ideas fuera de lugar”, comparándolo con enfoques “cosmopolitas”, de corte postestructuralista, como el de Silviano Santiago. Para el crítico, si el nacionalismo estrecho, contrario a cualquier diálogo con influencias externas, no es una solución creíble dado el funcionamiento del mundo de las ideas en la periferia del capitalismo, la respuesta no sería el abandono de la cuestión nacional en favor de una Cosmopolitismo abstracto.

Y si hay una línea de continuidad en el pensamiento de Roberto Schwarz, desde “Ideas fuera de lugar” hasta los ensayos escritos a principios de los años 1990, es exactamente ésta: la defensa de la cuestión nacional no como un subterfugio de una perspectiva nacionalista. , en teoría y/o política, sino, por el contrario, como un problema “objetivo” ineludible incluso para una reflexión marxista anclada en la lucha de clases. Las determinaciones del desarrollo desigual y combinado del capitalismo no pueden anularse simplemente por un acto de subversión lingüística.

De hecho, es esta perspectiva periférica la que garantizaría el alcance universal tanto de la propia literatura brasileña como de su crítica. Desde la perspectiva de la periferia, es el sistema en su conjunto el que aparece en su aspecto más divisorio, más aún en tiempos, como hoy, en que problemas sociales que alguna vez estuvieron restringidos a los países “subdesarrollados” o “en desarrollo” también se están extendiendo. .por los países “desarrollados”.

El país del futuro se ha convertido finalmente en uno de los espejos del presente, pero en una dirección muy distinta a la deseada. Desde la vanguardia de un mundo en desmantelamiento, y con Machado en el espírituRoberto Schwarz siguió todo este proceso con lupa crítica. Y precisamente por eso es, de hecho, uno de los más grandes intelectuales de nuestro tiempo, un intelectual imprescindible. Y así será, al menos mientras Brasil y el mundo sigan siendo lo que son.

*Fábio Mascaro Querido Profesor del Departamento de Sociología de la Unicamp. Autor, entre otros libros, de Daniel Bensaïd: intelectual en combate (Rastro fino).

Publicado originalmente en revista de culto.

referencia


Roberto Schwarz. Essential. Penguin-Companhia, 1ª edición, 376 págs. [https://amzn.to/3RQK9F3]


la tierra es redonda existe gracias a nuestros lectores y seguidores.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
CONTRIBUIR

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES

Suscríbete a nuestro boletín de noticias!
Recibe un resumen de artículos

directo a tu correo electrónico!