por WALNICE NOGUEIRA GALVÃO*
Homenaje al cantante recientemente fallecido
Techo
remuevo, remuevo en la inquisición
Solo los que murieron en la hoguera
¿Sabes lo que es ser carbonero?
soy un experto en todos los oficios
Dios le da alas a mi serpiente
Mi fuerza no es bruta
No soy monja, no soy puta
Porque no todas las brujas son jorobadas
No todos los brasileños son asnos
mi pecho no es de silicona
Soy más hombre que la mayoría de los hombres.
soy la reina de mi tanque
Soy Pagu indignado en la plataforma
Fama loca de mierda, está bien
Mi madre es María Nadie
No soy actriz, modelo, bailarina
Mi agujero es más alto
En esta canción de Rita Lee y Zélia Duncan, que es también una declaración de principios, hay un derribo cliché a cliché del machismo a la par del conformismo.
El compositor y cantante fue franco y dijo las cosas más escandalosas con un aire sincero. Dulce niña con ojos de nomeolvides, era un huracán. Feminista siempre alerta y reacia al proselitismo, dio ejemplo y cuidó mucho los gestos llenos de brío. ¿Quién más se atrevería a llamar "Jair" al cáncer que la estaba matando?
Ante todo, un libertario. Era partidario de los experimentos y nunca negó su atracción por las drogas, el alcohol y el sexo. Gran trabajadora, se pasó la vida apostando al Eros, a la felicidad, a las fiestas. La Reina del Rock era una dionisiaca sin complejos.
Intente escuchar una grabación sin sentirse abrumado: el cuerpo comienza a vibrar y balancearse, al unísono con el pulso de las cuerdas y el estruendo de la percusión.
Sabía que tenía una voz pequeña y que a veces necesitaba grabar sobre la primera grabación. Pero su fuerza no era su voz, era su swing inimitable, su gracia, su habilidad para actuar como un payaso. Una cierta inocencia, en una mujer tan vivida, se hizo evidente en la calidad infantil que eclipsó muchas de sus composiciones. Campeona absoluta en ventas de discos, en esto superó a todas las cantantes del país. Y como intérprete era único: hacía imitaciones y creaba personajes tontos.
Pagó el precio de la independencia y la irreverencia, y muchas veces más. Fue detenida por la dictadura militar por posesión de marihuana. Pasó meses en la cárcel y recibió la visita de Elis Regina, quien luchó por su liberación. Elis le daría como ahijada y tocaya a su hija María Rita, mientras que Rita le dedicaría la canción “Doce de pepper”, en alusión al apodo de Elis, la Pimienta. En la misa del séptimo día de este, en la Iglesia Perpétuo Socorro de São Paulo, sólo Rita Lee y el hermano del gaúcha leyeron los textos litúrgicos.
Además de arrojarla al calabozo, la dictadura se enfureció contra ella, mutilando y censurando sus canciones. Un ejemplo es el verso que aparece en el informe oficial del cuerpo desatendido que tanto daño causó a las artes durante 20 años. “Me deja a cuatro patas en el acto” llevó a la prohibición de lanzador de perfumes, cuyo título es una clara metáfora que sustituye lo erótico por lo narcótico. El informe de la censura justifica la prohibición, acusando al verso, tan gráfico, de “ambigüedad”. ¿Qué ambigüedad? Denotación pura, significado unívoco.
Su autobiografía es deliciosa, franca y despreocupada, en la que hace las más escandalosas confesiones –y logra cautivar doblemente al aficionado, tal es la forma sencilla en que enuncia las peores revelaciones. Ya era escritora de libros infantiles, pero ahora se anuncia el esperado segundo volumen de su autobiografía.
Su interés por Pagu nace de todo lo que la convirtió en una persona libertaria, feminista, alegre, llena de vitalidad y sentido del humor.
Sería de esperar que su compromiso político militante y su tránsito por las esferas enrarecidas de los artistas modernistas, propios de Pagu, la hicieran contraria a Rita Lee, con quien aparentemente no tenía nada en común. Gran error. Rita asumió el parecido y lo expresó en esta hermosa canción, un homenaje integral, demostrando que entendió a la perfección la trayectoria de Pagu.
Cuando se le preguntó acerca de que el ambiente del rock brasileño es una jungla en la que para sobrevivir necesitas pelotas, declaró que eso no era suficiente, más que eso, necesitas tener ovarios.
Mujer sabia, mujer plena, transgresora y gran artista, de rara inteligencia y singular originalidad. He aquí un poema para ella, un haiku de Ilka Brunilde Laurito, a modo de epitafio:
Victoria de Samotracia
que mujer mas sensata
perdió la cabeza
Pero tiene las alas
*Walnice Nogueira Galvão es profesor emérito de la FFLCH de la USP. Autor, entre otros libros, de Leer y releer (Sesc\Ouro sobre azul).
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