Reindustrialización solidaria

Imagen: Caroline Cagnin
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por RENATO DAGNINO*

Aportes para que la reindustrialización del país sea más acorde a los intereses de todos

Artículo, “Neoindustrialización para el Brasil que queremos”, publicado en el periódico El Estado de S. Pablo, de Lula y Geraldo Alkmin, epígrafe que “En los próximos años, la industria será el eje rector de una política económica encaminada a generar ingresos y más empleos intensivos en conocimiento y una política social que invierta en las familias”.

Este texto, sustentado en debates en los que he participado en el ámbito de los Centros de Apoyo a las Políticas Públicas de la Fundación Perseu Abramo (FPA) dedicados a la Economía Solidaria (NAPP-ES) y las Tecnologías de la Información y la Comunicación, trata de lo que allí se desarrolló. puede contribuir a “…una política social que invierta en las familias – trabajadores de hoy y de mañana”.

El texto refrenda las prioridades enunciadas en ese artículo y defendidas en todo el mundo por fuerzas políticas progresistas, tales como “expansión de la energía eólica y solar… tributación eficiente y justa… reducción de las distorsiones en la asignación… reducción del uso de combustibles fósiles… generación de mayor valor agregado… construcción de cadenas productivas más resilientes…”.

También acepta, como allí se afirma, que el país debe prepararse para “el nuevo momento de la globalización”, “generar ingresos y empleos más intensivos en conocimiento” y que “es necesario interrumpir la desindustrialización”. Pero partiendo de que la desindustrialización fue una opción para nuestra clase propietaria, que no está interesada en nuestro potencial de conocimiento tecnocientífico público, y que su inserción en el mercado global implica privilegios desmesurados, este texto busca contribuir, recopilando cosas que aprendí de las discusiones en el Centro de Apoyo a Políticas Públicas dedicadas a la Economía Solidaria (NAPP-ES), para que la preparación del país esté aún más alineada con los intereses de todos.

Sus cronogramas son dos eventos que realizaron los Centros de Apoyo a Políticas Públicas de la Fundación Perseu Abramo (FPA) dedicados a la Economía Solidaria NAPP-ES y dos artículos propios.

Al principio ellos - “Construir otra industria nacional” – Partí, como veníamos haciendo en NAPP-ES, de esas mismas prioridades. Pero argumentó que la estrategia de “empleo y salario” basada en estimular la actividad empresarial para generar crecimiento económico, aunque exitosa hace 20 años, no sería suficiente.

Muy en línea con el nacionaldesarrollismo que guió nuestra política pública durante décadas, fue insuficiente para combatir el legado de desigualdad, injusticia y degradación ambiental que recibiría el gobierno de izquierda.

El artículo destacaba la conveniencia de complementar esa estrategia con otra, inspirada en las referencias internacionales a la “revolución industrial”. Apoyado en la estrategia “trabajo y renta” y el potencial de generación de desarrollo de la Economía Solidaria, el artículo esboza la propuesta de “reindustrialización solidaria”.

Sin pretender exclusividad y entendiendo que la coyuntura de fuerzas políticas mantendría el privilegio de la “reindustrialización empresarial” y la captura privada del poder adquisitivo del Estado, se mostró la necesidad de un futuro gobierno de izquierda que se reoriente hacia la Economía Solidaria.

Entre los argumentos, se señaló que de los 180 millones de hombres y mujeres brasileños en edad de trabajar, solo 30 tenían un contrato formal” y que había 80 que nunca habían tenido y probablemente nunca tendrían un trabajo.

El primer evento realizado por la NAPP-ES, en abril de 2022, fue el Seminario “Resistência, Travessia, Esperança”.

En él discutimos con actores sociales de diversa índole algunos de los requisitos para la consolidación de la Economía Solidaria que estábamos explorando. Entre ellos, la necesidad de otorgar un carácter transversal a la Economía Solidaria, aumentar la intensidad económica y cognitiva de sus actividades, reorientar las compras públicas, impulsar iniciativas para la recuperación de las empresas por parte de sus trabajadores y promover la propuesta de reindustrialización solidaria. .

El segundo artículo, de julio de 2022, “El reto de gobernar y la Economía Solidaria”, se hace eco de la discusión que estábamos teniendo en NAPP-ES sobre cómo enfrentar los obstáculos políticos que se interponían en el camino de la materialización de esos requisitos.

Allí se demostró que debemos aprender de la experiencia histórica internacional de gobiernos de izquierda que no lograron implementar sus políticas socializadoras. Su dedicación a hacer funcionar el Estado y la economía capitalistas para obtener recursos para pagar la reorientación de la política fue una de las causas históricas del fracaso de estos gobiernos.

Su epígrafe – “Las políticas sociales se han convertido en rehenes del buen funcionamiento del capitalismo. La reconstrucción de la democracia requerirá una gobernanza diferente; y nuevos arreglos productivos pueden desatar el nudo gordiano entre mercado y seguridad” – anticipó el análisis de la trayectoria de gobiernos socialdemócratas que siguió.

Y sugirió que la propuesta revisionista de la Economía Solidaria, que reivindicó su pertinencia frente a los cambios del capitalismo global y nacional y destacó las ventajas de los arreglos económico-productivos basados ​​en la propiedad colectiva de los medios de producción, la solidaridad y la autogestión. , debía encontrar su espacio en el plan de gobierno que la NAPP-ES estaba ayudando a formular.

El segundo Seminario “El Gobierno de Lula y el potencial de la Economía Solidaria”, realizado por la NAPP-ES en marzo de 2023, contó con la participación de colegas que, desde sus cargos en el gobierno, estaban retomando la elaboración de la política de Economía Solidaria. Nuestro objetivo central, de acuerdo con nuestra atribución, fue conocer, sistematizar y difundir este proceso. Además, queríamos evaluar cómo el esfuerzo que habíamos hecho en momentos anteriores, por ampliar la percepción de los temas que nos preocupaban, había sido incorporado al repertorio cognitivo de los compañeros que ahora participaban en el nuevo gobierno.

Ahora estamos planeando un nuevo evento. También guiados por lo que estamos aprendiendo y las recomendaciones de la FPA sobre cómo los NAPP deben continuar su trabajo, nos parece fundamental viabilizar la alianza entre la neoindustrialización y la reindustrialización solidaria.

Pretendemos realizar una reunión de trabajo (taller) sobre “La contratación pública y la economía solidaria”, en el que se invitará a agentes públicos de diferentes procedencias a abordar dos insumos cognitivos centrales para la elaboración de la política de Economía Solidaria.

El primero se refiere a lo que el Estado brasileño compra, a nivel federal, estatal y municipal (casi el 18% del PIB), casi exclusivamente a empresas. Como han señalado varios analistas, orientar una parte de la contratación pública hacia la adquisición de bienes y servicios de la Economía Solidaria es la mejor forma, si no la única viable, de apalancar su consolidación.

a partir de lo que comenzará a concebir la reunión de trabajo, será posible, estimando la demanda gubernamental necesariamente creciente de bienes y servicios de diversa índole, y fomentando, junto a los movimientos de Economía Solidaria, la capacidad para satisfacerla, iniciar un proceso sistemático de elaboración de políticas públicas encaminadas a su consolidación.

El segundo insumo se refiere a lo que ya han denominado los analistas de Economía Solidaria como los “desechos burocrático-legales” que han impedido su incorporación al sistema de contratación pública.

Con base en información sobre los estrangulamientos burocráticos-legales que la mesa de trabajo comenzará a identificar, la movilización de trabajadores que necesitan compras públicas, o que se encuentran impedidos de encaminarlas hacia bienes y servicios a través de la Economía Solidaria, o de @s ubicados en Investigación Institutos y Universidades, se podrá promover su remoción.

Estos dos insumos también harán posible que nuestra propuesta de “reindustrialización solidaria” complemente la de la neoindustrialización. Dirigirá mejor la construcción, por parte de universidades y organismos públicos y empresariales (como la “Ingeniería para la Democracia”), de la plataforma cognitiva para el lanzamiento de la Economía Solidaria; la tecnociencia solidaria que la hará capaz de competir con la empresa en la disputa por la compra pública.

*Renato Dagnino Es profesor del Departamento de Política Científica y Tecnológica de la Unicamp. Autor, entre otros libros, de Tecnociencia solidaria, un manual estratégico (Luchas anticapitalistas).


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