por BARBARA COELHO NIEVES*
La intención de Zuckerberg es que el gobierno americano interfiera en la soberanía de otros países, alegando que la oposición a estas nuevas directrices es contraria a la libertad de expresión.
Las recientes declaraciones del CEO de Meta, Mark Zuckerberg, sobre el fin del control de contenidos en sus plataformas han suscitado un debate crucial sobre el futuro de las redes sociales y su influencia en la sociedad. Este artículo analiza brevemente los impactos de esta decisión, explorando las implicaciones para la desinformación, el discurso de odio y la democracia. Su explosiva declaración del 7 de enero fue la máxima expresión del colonialismo digital a través de las Big Tech aliadas con el imperialismo estadounidense.
El fin de la verificación de contenido
La declaración del director general de Meta sitúa en el centro del debate un problema que ya está en marcha en las grandes plataformas de redes sociales digitales. La liberación de restricciones y el aflojamiento de la ya frágil cuerda en la moderación de contenidos por parte del propio algoritmo de la plataforma es lo que provoca conmoción respecto a la regresión de las relaciones mediadas por este modelo de mercado. Los temas de inmigración, género y política ya no tienen restricciones, estando reñidos con el debate público. En este contexto, el director general de Meta se apropió del concepto de censura para decir que la lucha contra el discurso de odio en línea, por ejemplo, representa un retroceso y que su daño es potencial (¡sorprendentemente!).
La exclusión de las empresas de verificación de contenidos representa un importante revés en la lucha contra la desinformación. La ausencia de estas herramientas facilita la difusión de noticias falsas y dificulta la identificación de fuentes confiables. En un mundo cada vez más digital, la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso es crucial para una sociedad informada y democrática.
Estoy de acuerdo con Eugênio Bucci. En un artículo publicado en el sitio web. la tierra es redonda el 9 de enero, dice que “quedó claro que el grandes tecnológicos Quieren reemplazar la era de la información por la era de la desinformación, mientras prosperan con la tiranía”.
Algoritmos sesgados y el impacto del Meta en el mundo
La decisión de Meta de retirar la verificación de contenido genera preocupaciones sobre la influencia de los algoritmos de la empresa. La falta de control sobre el contenido puede provocar la proliferación de información falsa y discursos de odio, especialmente si los algoritmos están programados para beneficiar a grupos específicos. Esta manipulación puede tener un impacto directo en el debate público, distorsionando la percepción de la realidad y amplificando sesgos políticos, raciales, de género, entre otros.
La decisión de Meta de relajar las reglas de contenido tiene repercusiones globales. Si un gigante como él toma partido, las plataformas y los gobiernos más pequeños pueden seguir en la misma dirección, debilitando el debate público y ampliando las desigualdades digitales. El impacto digital no tiene fronteras y el debate debe ser global.
Mark Zuckerberg decidió aplicar en la plataforma Meta el mismo enfoque aplicado por el director general de la red social “X”, declarada de extrema derecha, y cuenta con el apoyo de Trump, jefe de la Presidencia estadounidense, para presionar a los Unión Europea, China y América Latina. El objetivo de este movimiento es que el gobierno americano interfiera en la soberanía de otros países, alegando que la oposición a estas nuevas directrices se considera perjudicial para la libertad de expresión.
Vale la pena señalar que mientras Mark Zuckerberg y Elon Musk intentan avanzar en el debate de que los gobiernos de Europa y América Latina quieren controlar la libertad de expresión, Estados Unidos de América ha movido su corte para proponer prohibir la plataforma china TikTok. Esto deja en claro los intereses políticos en el tablero donde operan actualmente las principales plataformas de redes sociales digitales.
Su declaración puso en alerta a países como Brasil, considerando principalmente la provocación del presidente ejecutivo al STF, cuando los llamó “tribunales secretos”. El Congreso Nacional y el Poder Judicial brasileño tienen instrumentos disponibles que deben ser puestos en práctica de inmediato. Creo que los parlamentarios de izquierda comprometidos con el debate sobre la soberanía y la protección digital tienen una ventana interesante, en este momento con la atención activa de la sociedad, para presionar al Congreso para una regulación más estricta de estas plataformas de redes sociales.
Como mencionó el diputado Zeca Dirceu: “Los cambios en los procedimientos y reglas del Meta abrirán todo tipo de posibilidades para que la mentira, el odio, las fake news, para que la desinformación sea aún más pulverizada. Pero no tiene sentido limitarse a criticar, lamentar y convertirlo en debate. Es necesario presionar al Congreso Nacional y al Poder Judicial”.
Inmediatamente, el 8 de enero, el ministro del STF, Alexandre de Moraes, rechazó la decisión de Mark Zuckerberg y dijo que las plataformas digitales deberán seguir la legislación brasileña y afirmó: “el STF no permitirá que las redes sociales sean utilizadas para incitar al odio”.
El 13/05/2020 fue presentado en el Senado Federal el Proyecto de Ley nº 2.630/2020, impulsado por el Senador Alessandro Vieira (CIUDADANÍA-SE), que tiene como objetivo establecer la Ley Brasileña de Libertad, Responsabilidad y Transparencia en Internet, estableciendo normas para combatir la desinformación, además de sanciones por el incumplimiento de las medidas previstas, que también llevaba por título “Ley de Noticias falsas”. La versión original del texto del PL 2630/2020 ha recibido numerosas modificaciones desde el inicio de su tramitación. La comparación entre la versión mencionada y el texto sustitutivo que sería votado en la Cámara de Diputados en el orden del día de la sesión del 02/05/2023.
Responsabilidad del usuario y ética del hacker
En la práctica, Meta se exime de proteger mínimamente a sus usuarios contra los males provocados por las redes sociales, como los discursos de odio, reivindicando una nueva era de libertad de expresión. Sus redes nunca han sido seguras y han causado graves y diversos problemas a personas, instituciones e incluso países. Su grandilocuente declaración sólo nos dice que podría ser aún peor incluso para las democracias y destruir definitivamente las soberanías de otros países, proponiendo colocar el derecho estadounidense por encima del de otros estados.
La decisión de Meta nos presenta un desafío: ¿cómo podemos navegar en un entorno en línea cada vez más complejo y desafiante? ¡Como consumidores, tenemos poder! Podemos responsabilizar a las plataformas, difundir información confiable y apoyar alternativas más éticas.
Es necesario comprender de una vez por todas que el debate tecnológico es un debate político y no sólo de mercado. Para mantener la soberanía y preservar el derecho, será urgente tener un lugar en la mesa de debate institucional: investigadores, colectivos de hackers, activistas de la cultura digital para abordar estos temas y abordar formas de actuar ante la situación que se está imponiendo y así que se puedan pensar maneras de liberarnos de estos monopolios.
Con base en los estudios que venimos siguiendo en LTI Digital, que involucran algoritmos de Inteligencia Artificial de plataformas como Meta, podemos decir que la declaración Meta se produciría tarde o temprano y en el fondo no presenta nada nuevo, tal como está la situación. Durante mucho tiempo se había hablado del poder y el monopolio de las plataformas de redes sociales. Países como Brasil, lamentablemente, desde la segunda mitad de la década de 2000, han abandonado cualquier tipo de soberanía digital. El permiso de control otorgado a estas plataformas actualmente les permite influir, modular y tomar importantes decisiones políticas, económicas y sociales, ya sea en el contexto explícito o en el campo implícito (entre bastidores del régimen de información algorítmica).
¿Alguna vez te has parado a pensar en el control que una Plataforma como Meta es capaz de ejercer desde el punto de vista económico a través de su red WhatsApp, por ejemplo, en los países donde opera? Basta pensar en cuánto depende nuestra economía brasileña, por ejemplo, de la infraestructura digital de WhatsApp, ya sea desde MEI hasta los grandes empresarios. Según el grupo Altavoces (2023), Meta concentra las principales redes sociales, ya sea para circular contenidos como Facebook e Instagram, o para intercambiar mensajes como WhatsApp.
Ante esto, es necesario pensar urgentemente en una alternativa institucionalizada, moderna y colectiva. Porque se espera que el debate sobre el poder irrestricto que buscan las plataformas de redes sociales digitales comience a ser más claro que el problema sin regulación y automatizado por algoritmos que sólo apuntan a la combinación de una audiencia gigantesca segmentada por burbujas y ganancias, este sistema ha se convirtió en una carrera por el mínimo común denominador, como añade Altavoces (2023).
Y ahora?
Necesitamos pensar en un llamado a la acción basado en el poder de la información. La decisión de Meta nos sitúa en una encrucijada. La desinformación y el discurso de odio son amenazas reales, y combatir estos problemas requiere una acción conjunta. Es hora de unirnos para defender la verdad, promover el debate crítico y construir un futuro digital más responsable, preservando la ética y los derechos humanos.
Necesitamos pensar en el futuro de las redes sociales. Se necesita urgentemente un nuevo camino con alternativas nacionales sólidas o que cumplan con las responsabilidades y regulaciones locales.
Las redes sociales juegan un papel fundamental en la vida moderna, pero la falta de regulación y el crecimiento de la desinformación ponen en riesgo la salud de la democracia y la calidad del debate público. Es necesario encontrar un nuevo camino centrado en la ética, la responsabilidad y la promoción de un entorno en línea más seguro y justo.
Urge pensar en cómo romper el monopolio sobre Apps y redes de una empresa que se declara abiertamente partidaria de la desinformación y la flexibilización de pautas que vulneran notoriamente los derechos humanos y la vida. Creemos que ya es hora de contar con plataformas alternativas. Las plataformas imperialistas no pueden ser la única forma de comunicarse. Con el poder que tienen hoy, incluso pueden decir que si no se cumplen sus términos y condiciones, pueden desconectar sus redes en Brasil.
A continuación se detallan algunos puntos de seguridad en las redes sociales, que creemos importante mencionar para aprovechar la atención de quienes han llegado hasta aquí leyendo este breve artículo: (i) Verifique la fuente de la información: Tenga cuidado con los sensacionalistas noticias e intentar confirmar la información en fuentes confiables. (ii) Identificar perfiles falsos: Presta atención a perfiles con fotos sospechosas, pocos amigos o contenido manipulador. (iii) Evite compartir información sin verificar: Asegúrese de que la información sea verdadera antes de compartirla con sus contactos. (iv) Utilice filtros y herramientas de bloqueo: bloquee perfiles que promuevan discursos de odio y utilice filtros para evitar contenido ofensivo.
*Bárbara Coelho Neves é profesorel del Instituto de Ciencias de la Información de la UFBA. Autor, entre otros libros, de Tecnología y mediación (Editor CRV).
Referencias
BRASIL. Senado federal. Proyecto de Ley PL nº: 2630/20. Establece la Ley Brasileña de
Libertad, Responsabilidad y Transparencia en Internet. Texto aprobado en el Senado.
Disponible aqui.
BRASIL. Congreso. Senado. Constitución (2023). Pl nº 2338, de 2024. Prevé el uso de Inteligencia Artificial. Proyecto de Ley 2338-2024. Brasilia, DF, Disponible en: https://legis.senado.leg.br/sdleg-getter/documento?dm=9347622&ts=1718749259776&disposition=inline.
BUCCI, E. Las grandes tecnologías y el fascismo. La tierra es redonda. Disponible aquí.
INTERVOCES, Quién controla los medios: de viejos oligopolios a monopolios digitales. São Paulo: Véneta, 2023.
NEVES, Bárbara Coelho; DAMASCENO, Handherson Leyltton Costa. La espectacularización de uno mismo en las redes sociales: el lector/el espectáculo y las pedagogías de la visibilidad. Conjetura: filo. y Educación. [en línea]. 2022, vol.27, e022019.
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