por AFRANIO CATANÍ*
Comentario sobre el libro de Robert Stone
El neoyorquino Robert Stone (1937-2015) recibió el Premio Faulkner en 1967 por su primera novela, Un salón de espejos, además de un Beca de alfabetización Houghfon Mifflin. El libro se convirtió en película en 1970 (Director: Stuart Rosenberg), protagonizada por Paul Newman y Joanne Woodward. ¿Quién hará que pare la lluvia? (¿Quién detendrá la lluvia?), 1974, también fue adaptada al cine –dirigida por Karel Reisz, con Nick Nolte, Tuesday Weld y Michael Moriarty (1978). Un participante activo en la contracultura en la década de 1960, habiendo vivido en Nueva Orleans y San Francisco, Robert Stone también escribió Una bandera para el amanecer (1981) Hijos de la luz (1986) Alcance del puente exterior (1992) y Puerta de Damasco (1998).
Robert Stone ha sido finalista en múltiples ocasiones de los premios PEN/Faulkner Pulitzer, el Premio Nacional del Libro de Ficción, además de recibir varios otros premios y becas (Premio John Dos Passos de Literatura; Academia Americana e Instituto de Artes; Premio Mildred y Harold Strauss Living; Fundación Nacional para las Humanidades), además de ser presidente de la Junta Directiva del PEN/Fundación Faulkner por más de 30 años.
En 1971 viajó a Vietnam como corresponsal del periódico británico, TINTA. Esta experiencia sirvió de inspiración para su libro. Perro soldado. Autor de ocho novelas, dos colecciones de cuentos y una memoria, además de marinero durante cuatro años.
¿Quién hará que pare la lluvia? Su materia prima es la locura colectiva que asoló Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, que finalizó en 1973. La novela explora, en un lenguaje ágil, la corrupción y la locura que se extiende por todo el país, aprisionado en cierto modo por la droga y con una gran contingente de jóvenes que prefieren hacer otros viajes antes que enfrentarse a la dura realidad de ese momento.
La acción comienza en Saigón, cuando el periodista John Converse compra tres kilos de heroína pura a un estadounidense residente allí para venderla en Estados Unidos. Raymond Hicks, amigo del periodista, transporta la droga a Berkeley, California, donde Marge, la esposa de John, se encargaría de vender la heroína. Las cosas van bien hasta que Hicks y Marge se encuentran; entonces comienza la persecución: los dos logran huir de agentes federales corruptos y John es arrestado. En el desierto de Nuevo México se resuelve la trama.
Parte de la crítica en Estados Unidos se dejó llevar por la novela de Robert Stone, llegando incluso a compararla con Joseph Conrad (1857-1924) por la capacidad que ambos tienen para “unir a la acción rápida y salvaje la onda sobria de su final”. causas” (Jerry Brooks, El domingo Equipos). Bueno, tal vez Jerry Brooks se dejó llevar demasiado por su ingenio. Sin embargo, debo señalar que el libro de Robert Stone es excelente, adopta un tono irónico sumamente corrosivo con respecto a los EE.
Cuando Quien va hacer que pare la lluvia? fue editado, el país todavía tenía a Vietnam atascado en la garganta, teniendo dificultades para digerirlo. Después de varias décadas, la pesadilla se disipó, la sociedad estadounidense absorbió el golpe y la novela perdió algo de su fuerza original. Ciertamente, los más jóvenes pueden no disfrutar de la lectura al son de Jimi Hendrix o Janis Joplin, como sugirió Geraldo Galvão Ferraz en la presentación. Sin embargo, los lectores de cualquier edad seguramente la leerán como una novela buena, conmovedora y bien tramada, independientemente de sus vigorosas connotaciones políticas y sociales.
*Afranio Catani Es profesor jubilado de la Facultad de Educación de la USP y actualmente es profesor titular de la misma institución. Profesor invitado en la UERJ, campus Duque de Caxias.
Versión modificada de artículo publicado en el extinto suplemento “Cultura” del diario El Estado de S. Pablo, el 9 de abril de 1988.
referencia
Roberto Piedra. ¿Quién hará que pare la lluvia? Traducción: Joaquim Palácios. São Paulo: Companhia das Letras, 1988.
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