Psicoanálisis y normatividad: amor por Freud y Kelsen

Imagen: Fer Izaguirre
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por ARI MARCELO SOLÓN & JOÃO MARCELO MOURA SIMÕES*

De nada sirve decir que una sociedad era heteronormativa si la definición de hetero, bi u homosexual, como sustrato constitutivo del individuo, es algo reciente.

1.

En el libro El banquete, Platón narra un simposio celebrado en casa de Agato, que recibe a seis invitados más, incluido el principal, Sócrates, para una celebración. Allí, los siete personajes hablan del amor y su importancia para el ser humano. Es interesante notar que Erixímaco informa sobre el equilibrio que existe en la visión ontológica del amor, dado que existe una unión entre lo sano y lo morboso.

Complementando la idea dual, Sócrates explica una explicación de la plenitud a través de la falta, ya que la búsqueda del ser, encaminada a la concreción del amor, no es más que el intento de encontrar lo que falta en el propio ser. Ahora bien, la figura de Eros es entonces retratada como una figura híbrida, considerando que este semidiós es hijo de Penia (la falta/carencia misma) y Poros (dios de la abundancia). De esta narración se desprende claramente que Eros busca incesantemente lo que no tiene, ya que hay una ausencia que llenar, a diferencia de los dioses completos del Olimpo.

Así, este proceso se caracteriza por las virtudes divinas, que son buenas y bellas, conceptos explorados por Platón en sus obras. Entonces, como configuración de Eros, advertimos la esencia de la imputación del cambio de etapa del “no tener” al “tener”, pues no hay, pero debe haber. No satisfecho, la obra también contempla la visión de Pausanias, con el amor dual interconectando las formas etérea y carnal del amor, enfatizando el doble aspecto.

Sin embargo, lo que más destaca de El banquete Se trata ciertamente del discurso de Aristófanes, al fin y al cabo la génesis de la sexualidad tiene explicaciones simbólicas a lo largo de la disertación. Por ello, se explica que en un principio existían tres tipos de seres humanos, siendo estos masculino, femenino y andrógino.

Sin embargo, estas criaturas tenían una doble fisionomía respecto a los individuos actuales, dado que tenían dos cabezas, cuatro piernas, cuatro brazos, dos bocas, etc. De esta forma, estos primeros seres ascienden al reino de los dioses para enfrentarlos y destronarlos, pero pierden la guerra. Como castigo, Zeus ordena cortar los cuerpos por la mitad, dando lugar a los aspectos fisionómicos actuales. Sin embargo, una de las consecuencias es la formación de dos seres que parten de uno, por lo que el masculino termina convirtiéndose en dos hombres y, con el sexo femenino, ocurre el mismo proceso con la síntesis de dos mujeres. De un andrógino se crean un hombre y una mujer.

De esta manera, para Aristófanes la idea de complementar a su “media naranja” se crea junto con los deseos heteroafectivos, ya que el hombre que fue separado de su parte femenina la busca incesantemente, así como la parte femenina busca a su igual masculino. Al mismo tiempo, la homoafectividad se ve acentuada por la búsqueda del hombre de su pareja masculina y de la mujer, de su mitad femenina.

El cuento explica algunos conceptos filosóficos y normativos, teniendo en cuenta que se debe entender que la esencia humana es homoafectiva y bisexual a través de sus respectivos complementos como ser humano único y original. Por tanto, la heteroafectividad sería una desviación de lo “natural” humano, divergiendo de lo predicado por los diferentes contextos de la humanidad.

2.

Sin embargo, Hans Kelsen no emite un juicio de valor sobre la sexualidad normativa (Solon; Silva, 2024) ya que está en la línea de Freud al no patologizar las relaciones sexuales en la actualidad y mucho menos en la Antigüedad clásica. Además, Hans Kelsen puede tener razón al analizar que la conducta autoritaria de los diálogos, que reflejan el pensamiento de Platón, converge en la represión homosexual del autor. Sin embargo, el filósofo del derecho no tiene en cuenta el carácter nómada de las relaciones afectivas en Grecia.

Ahora bien, Eros no encarna (usando una expresión kardecista como medio didáctico) como una manera de adherirse a una criatura, sino que está en continuo movimiento hasta alcanzar la sublimación de la belleza, ya que carece de ella como esencia. Tal flujo se establece en las relaciones desde el momento en que existe la necesidad de su propio complemento, considerándose la relación entre hombres griegos como una virtud de carácter pedagógico y complementario.

Es importante resaltar que el concepto de heteronormatividad regida por un estatus dominante, así como la homofobia retratada de manera discriminatoria, son términos recientes en la historia de la humanidad. Se supone, según Michel Foucault, que el término que define la repulsión entre la relación entre dos individuos del mismo sexo se remonta al siglo XIV, teniendo en cuenta que la homosexualidad siempre ha existido, pero no como una etiqueta que delimita la personalidad de un individuo. Es decir, la relación homosexual se produjo como una forma de acción momentánea o no, pero siempre con un carácter verbal y no sustancial de una persona.

Por tanto, no tiene sentido decir que una sociedad era heteronormativa si la definición de hetero, bi u homosexual, como sustrato constitutivo del individuo, es algo reciente. Una vez más se observa un nomadismo amoroso al retratar las relaciones comunitarias.

Se observa que existe desinformación al presentar a la sociedad ateniense como abierta a las costumbres entre personas del mismo sexo. De hecho, las relaciones sólo fueron bien vistas en la pedagogía del desarrollo del hombre como ser capaz de ejercer su política. Para ello era costumbre la unión entre una persona mayor y con más experiencia (erastes) y jóvenes (eromenos). Esta unión de mentoría sirvió para ayudar en la crianza y educación del joven, creación que tenía ciertas especificidades, como las relaciones sexuales con su amo (Andrade, 2018).

Pero lo que no se observa es que este fenómeno no es sinónimo de penetración consentida y sin restricciones morales y sociales, ya que el procedimiento del sexo intercrural (entre muslos) es lo que se daría de forma aconsejable. Así, tras el período de apadrinamiento e iniciación sexual, el joven pasaba a otra etapa de su vida, incluido el matrimonio con una mujer con vistas a la reproducción para contribuir a la cohesión social de la comunidad. polis. De esta manera, se ve en el ciudadano griego un pensamiento intrínseco de cambio amoroso, ya que se exploró de manera satisfactoria la autorización para las fases homoafectivas y heteroafectivas según el propio desarrollo.

Sin embargo, Eros, que busca engendrar la belleza, se desarrolla en la relación entre hombres, ya que el complemento entre un hombre y una mujer está ligado a la reproducción. En definitiva, la fuente de inspiración para contemplar la belleza estaría en el cuerpo de los ciudadanos (los hombres), sin tener en cuenta al sexo femenino como miembro de este horizonte de acontecimientos, ya que las mujeres estaban excluidas de la vida pública.

Como consecuencia, hay una inclinación en la definición de belleza y bien a formalizar el movimiento de la entidad metafísica que pasa por el cuerpo, pero que va más allá para llegar al alma y continuar su recorrido hacia otras etapas. Por tanto, Platón reúne factores que pueden explicar su carácter aristocrático que continúa hasta el día de hoy al explicar conceptos neoconservadores que engloban ideales militaristas, nacionalistas y antidemocráticos (Trevisan, 2008).

En primer lugar, su origen familiar, dado que Platón nació en un entorno adinerado. En segundo lugar, como es rico no necesita trabajar, por lo que tiene tiempo para practicar la filosofía en un período de esclavitud como trabajo, teniendo así el deseo de una sofocracia en su ciudad ideal. Finalmente, Platón bien podría haber sido homosexual y haber reprimido este deseo, sin embargo hay que establecer que este no es el carácter canónico del paradigma autoritario, porque incluso si la práctica homosexual fuera interpretada con prejuicios, Platón tendría esta oportunidad de disfrutarla cuando Se analizó la intención pedagógica de los jóvenes.

Teniendo en cuenta que el concepto de complementariedad está presente en la obra de Freud, quien destaca que la expresión del amor se reduce a una determinada pulsión, además de Lacan, quien suma el pensamiento atribuyendo la búsqueda complementaria como narcisista, es decir, buscar lo que encontramos en nosotros mismos (Pires, 2019), cabe señalar que el psicoanálisis ayuda a comprender la represión. Para la ciencia psicoanalítica, la represión sería esta separación de lo consciente a lo inconsciente, reprimiendo las ideas. A pesar de esto, tales ideas no permanecen estáticas, sino que buscan expresión a través de perturbaciones y comportamientos en el individuo represivo.

Quizás, entonces, Platón fomentó su propia represión al no entender a Eros como una figura mítica continua. De hecho, el amor platónico es mal entendido por el sentido común al establecer un amor ideal que no se puede alcanzar, olvidando el proceso que sigue el amor que abarca cuerpo, alma y espíritu hasta encontrar la verdad. Por tanto, Platón apunta a la verdad sublime, pero parece olvidar el mundo sensorial al no afrontar la realidad propuesta, centrándose sólo en las ideas.

Según el análisis antropológico de Freud, la limitación social es un factor histórico que recibe su nombre en el psicoanálisis de castración. Ahora, en Tótem y tabú, el autor reflexiona sobre la génesis de lo que sería la institución de normas morales en una sociedad. En primer lugar, partimos del mito fundacional de un parricidio que fomenta la estructura organizacional.

En algunas partes se observa que las primeras hordas contaban con un miembro masculino que imponía la fuerza con el objetivo de dominar a otros individuos. Como consecuencia, tuvo el privilegio de quedarse con todas las hembras del grupo. Sin embargo, tal acción podría provocar una insurgencia por parte de otro hombre o un grupo del mismo género que aspirara al poder supremo, resultando en un duelo y una posible muerte del líder.

Así, en lugar del padre se colocó un símbolo sagrado (tótem) que sustituiría el respeto y el orden local. Además, se debe establecer un límite de actos para que no haya usurpador de la imagen honrada, por lo que se prohibieron actitudes que tuvieran como objetivo poseer a la hembra de su elección, de tal manera que individuos de un mismo tótem no podían tener relaciones sexuales o conyugales. relaciones.

Para Freud, el mito es sumamente importante para comprender la cuestión de la castración, dado que el establecimiento del tótem refleja la limitación del deseo. En otras palabras, desde el momento en que sólo se permite la exogamia, salvo el deseo de incesto inicial, se observa que el objeto canónico sólo existe para prohibir una oportunidad natural, pero que puede provocar perturbaciones en la cohesión social de un grupo. Por tanto, el tótem resume el tabú, concepto utilizado para explicar la formación del miedo a violar la norma prohibida. En este momento se nota el desarrollo de lo que se conocerá como Derecho Penal.

Asociado a Platón, el tótem griego es la relación homosexual desvinculada de la causalidad moralmente aceptada. Sin embargo, de acuerdo con el deseo de los hombres de explorar el amor a través de la trayectoria de Eros, que es esencialmente a través de la relación entre personas del mismo sexo, se crea un deseo natural de ir más allá del ámbito pedagógico recomendado, ya que la naturaleza humana tiene como principio rector la bisexualidad inherente. y, también, la búsqueda del igual sexo, según el relato de Aristófanes en El banquete.

En definitiva, se niegan las experiencias bisexuales como factor esencial para la vida, es decir, la fobia homoafectiva influye en la postura de Platón, pero la normatividad bisexual puede ser la principal representante de la confusión psíquica en el discurso del filósofo. Ahora bien, ¿Temía Platón saber que su momento íntimo con un hombre seguramente terminaría, y su posicionamiento frente a la realidad le asustaba? ¿Sería un caso paradójico entre la teoría platónica del amor sin una comprensión platónica?

*Ari Marcelo Solón Es profesor de la Facultad de Derecho de la USP. Autor, entre otros, de libros, Caminos de la filosofía y la ciencia del derecho: la conexión alemana en el futuro de la justicia (Prisma). Elhttps://amzn.to/3Plq3jT]

*João Marcelo Moura Simões Es egresado de la Facultad de Derecho de la Unesp-Franca.

Referencias


ANDRADE, Tiago Souza Monteiro. Relaciones homoeróticas en la Antigua Grecia. 2018. Disponible en: https://seer.assis.unesp.br/index.php/facesdahistoria/article/view/271.

FREUD, Sigmundo. Tótem y tabú. Río de Janeiro: Penguin-Companhia, 2013.

FUKS, Rebeca. El Banquete de Platón: resumen e interpretación de la obra. Disponible en: https://www.culturagenial.com/livro-o-banquete/

PIRES, María Pompéia Gomes. ¿Que es el amor? 2019. Disponible en: https://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0102-73952019000100010

PLATÓN. El banquete. São Paulo: Edipro, 2017.

SOLÓN, Ari Marcelo; SILVA, Leonardo Passinato e. Hans Kelsen y el eros platónico. 2024. Disponible en: https://dpp.cce.myftpupload.com/hans-kelsen-e-o-eros-platonico/

TREVISÁN, Leonardo. Cómo el filósofo Platón se convirtió en un maestro de los neoconservadores. 2008. Disponible en: https://vermelho.org.br/2008/04/13/como-o-filosofo-platao-se-tornou-mestre-dos-neoconservadores/


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