por Flavio Aguiar*
Varios pesticidas prohibidos en la Unión Europea siguen produciéndose en los países miembros para exportarse al Sur Global. Y Brasil está entre los mayores consumidores de estos productos peligrosos.
Informe reciente publicado por la agencia de noticias. Deutsche Welle (Matheus Gouvea de Andrade, “La exportación de pesticidas prohibidos en la Unión Europea sigue en aumento”, 19 de junio de 2024) denuncia que varios pesticidas prohibidos en la Unión Europea continúan produciéndose en los países miembros para ser exportados al Sur Global. Y Brasil se encuentra entre los mayores consumidores de estos productos peligrosos.
En 2020, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, se comprometió a impulsar la prohibición de esta producción. Sin embargo, expertos y ONG que trabajan en el tema señalan que este compromiso aparentemente ha sido “olvidado”. Y la producción y las exportaciones siguen siendo voluminosas y rentables.
Estudio publicado en abril de este año “Prohibición de pesticidas en la UE. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias?” [“La prohibición de pesticidas en la Unión Europea. ¿Cuáles serían las consecuencias?”) revela que el 36% de los pesticidas importados por Brasil desde la Unión Europea están prohibidos en Europa. En el caso de México y Perú este porcentaje llega al 50%.
En nuestro país, la campeona de este tipo de importación y uso nocivo es la soja, producida por la agroindustria de norte a sur y de este a oeste del país.
Uno de los productos producidos en la Unión Europea e importados por Brasil es la atrazina, que además de usarse en la soja, también se utiliza en la producción de maíz. Una concentración excesiva de este producto puede dañar las glándulas y órganos del sistema endocrino, que produce hormonas para el cuerpo, afectando la capacidad reproductiva y puede provocar algunos tipos de cáncer.
Además, la atrazina puede contaminar el agua y afectar así a la vida de insectos, como las abejas. Está prohibido en la Unión Europea desde 2004, pero Brasil sigue importando el producto a gran escala. Junto con los glifosfatos, es uno de los productos que más importa el país, desde la Unión Europea, alcanzando las 200 toneladas anuales.
Según informe de ONG Ojo Público, sólo en 2018 la Unión Europea exportó casi 82 toneladas de 41 pesticidas prohibidos en su territorio. Los campeones de esta exportación fueron, por orden, Italia, Alemania, Holanda, Francia, España y Bélgica.
En el caso de Alemania, el 8,2% de sus exportaciones de pesticidas fueron productos prohibidos en la Unión Europea. En 2022, Alemania exportó 18.360 toneladas de pesticidas prohibidos en la Unión. Según João Camargo, del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa y coautor del estudio sobre las exportaciones europeas de pesticidas prohibidos en el continente, esto resulta decepcionante. comportamiento del Partido Verde, que forma parte del actual gobierno en Berlín.
La investigadora Márcia Montanari, de la Universidad Federal de Mato Grosso, señala que el 30% de los pesticidas utilizados en Brasil están prohibidos en otros países. Hay 40 sustancias peligrosas, 11 de las cuales proceden de la Unión Europea.
Informe también de Deutsche Welle, publicado en 2022, afirma que cada dos días muere un brasileño por contaminación con pesticidas, especialmente niños y adolescentes de hasta 19 años, según datos de la ONG Amigos de la Tierra Europa.
La investigadora de la Universidad de São Paulo, Larissa Mies Bombardi, actualmente radicada en Europa, autora, entre otras obras, del libro Pesticidas y colonialismo químico, publicado en 2023, corrobora este dato, recordando que las mayores víctimas de este tipo de intoxicaciones son niños, mujeres, indígenas y campesinos. Según ella, Brasil también sufre de falta de información sobre el tema. Por cada caso reportado, recuerde, puede haber hasta otros 50 no reportados porque sus efectos son menos dramáticos o no están correctamente identificados.
Por último, cabe destacar que estas exportaciones europeas de productos nocivos para la salud también tienen un efecto boomerang. Muchos productos, como la soja, importada de otros países, traen los efectos nocivos de la contaminación a Europa.
* Flavio Aguiar, periodista y escritor, es profesor jubilado de literatura brasileña en la USP. Autor, entre otros libros, de Crónicas del mundo al revés (boitempo). Elhttps://amzn.to/48UDikx]
Publicado originalmente en el sitio web de Agencia Internacional Radio Francia.
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