Primeiro de maio

Gabriela Pinilla, Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, Óleo sobre cobre, 28 x 60 centímetros, 2014, Bogotá, Colombia
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por JORGE LUIZ SOUTO MAYOR*

Es necesario hacer frente a las demandas de emergencia; los trabajadores en Brasil ya no solo están perdiendo derechos, están perdiendo la vida

En este 1 de mayo, es importante resaltar que la reversión de la tragedia humanitaria, social y económica en la que nos encontramos depende esencialmente de la reacción colectiva de la clase trabajadora. Aunque no me corresponde decir cómo deben llevarse a cabo estas reacciones necesarias y urgentes, ya que también me considero parte de la clase que vive del trabajo, creo que puedo, legítimamente, ser al menos propositivo respecto de las pautas más destacadas. .

En primer lugar, parece oportuno decir que ante la tragedia concreta vivida, sólo reproduciendo conceptualizaciones abstractas, en nombre de la coherencia teórica, supuestamente radical, sólo recomendando que la única solución a los problemas vividos por los trabajadores y trabajadoras sería la la revolución proletaria, al no poder, con ello, confrontarse frente a las demandas de emergencia, termina siendo una forma de contribuir, de otra manera, al mismo efecto desmovilizador y conservador que propugna la visión neoliberal de que las cosas son como son. porque no pueden ser diferentes y que el desdichado futuro de la mayoría de la población es un hecho marcado por la inexorabilidad de las fuerzas económicas, contra las que nada se puede hacer, dejando, por tanto, a cada cual buscar su propio espacio de supervivencia.

Pero también hay que decir que la desmovilización y la preservación del estado de cosas actual son igualmente promovidas por la defensa y la esperanza de que todo se resuelva, y solo así se resolverá, en las elecciones de 2022, sobre todo porque cada vida perdida no es recuperado.

Es urgentemente necesario admitir que estamos viviendo una tragedia, que nos impone a todos actitudes de emergencia. Ante la profundización de las formas precarias de explotación laboral y el descuido de los gobiernos en la adopción de medidas preventivas efectivas, los trabajadores en Brasil ya no sólo pierden derechos, sino que pierden la vida.

Miles de personas mueren todos los días (sin mencionar el subregistro). Además, se multiplican al extremo varios de los efectos colaterales del COVID y la precariedad del mundo laboral y miseria; ya sea las propias consecuencias, o el sufrimiento físico y psíquico que resulta de toda la situación vivida dentro y fuera del trabajo –que por cierto no ha sido contabilizado. Y esto no parece afectar en lo más mínimo a la política económica del actual gobierno, ya que, como ya ha dicho la ministra de Economía, no es económicamente sostenible que las trabajadoras del hogar visiten Disney.[ 1 ] o que la gente, todos ellos, quieren vivir 100 años[ 2 ].

Lo que debe quedar claro es que las muertes de trabajadores y trabajadoras por el COVID-19 (o por cualquier otra causa), el hambre y la mala salud de la población en general son predecibles e incluso deseables de ser contabilizados por la economía de mercado. a la que dicho Ministro está orgánicamente vinculado.

Esta percepción de la materialidad concreta actual (con su origen histórico), llena de contradicciones que, bien exploradas, revelan la ideología que subvierte la realidad, es fundamental para la formación de la conciencia, a fin de propiciar acciones eficaces para lograr resultados inmediatos y necesariamente urgentes en defensa de la vida, tales como: permisos retribuidos; garantía de empleo y salarios; comprensión de actividades verdaderamente esenciales en el marco restringido de la propia legislación laboral, como las vinculadas a la “conveniencia pública” o a una “necesidad imperiosa” (art. 67 de la CLT), siempre teniendo en cuenta la relevancia social y no los intereses económicos privados ; mejora de las condiciones de trabajo en estas actividades, con reducción de la jornada laboral (extensible al teletrabajo), eliminación de objetivos de producción, exigencia e inspección de la entrega y uso de equipos de protección personal, retiro del trabajo de quienes forman parte de un grupo de riesgo , relevos, distancia, transporte compatible y seguro y alimentación adecuada. Y cabe señalar que las clases presenciales no son imprescindibles en este contexto de riesgo para la vida y hay que reducir intensamente el número de personas en el transporte público para garantizar el distanciamiento.

Las huelgas sanitarias y solidarias (de ahí, incluso, el carácter esencial de la huelga sanitaria general) se sustentan jurídicamente en el principio de que la defensa de los derechos fundamentales, como el derecho a la vida (el principal), no depende de una ley que garantías o definir cómo debe ejercerse.

La vía judicial, igualmente, no puede ser desatendida y está garantizada por el derecho constitucional de acción que también se utiliza en los procedimientos de carácter cautelar e inhibitorio para garantizar la eficacia de las medidas de protección de la vida, incluida la garantía misma del empleo, siendo ineludible, desde el punto de vista reparador (pero que también tiene un efecto preventivo), la consideración de la covid-19 como enfermedad profesional, sin necesidad de acreditar el nexo de causalidad) no puede ser soslayada.

También son de suma relevancia las acciones políticas para: vacunación pública dirigida por el Estado, de todos los hombres y mujeres, respetando las recomendaciones médicas, rompiendo patentes, para la producción de vacunas en escala acelerada; la implementación de medidas de emergencia como cierre, aislamiento y toque de queda; la concesión de ayuda de emergencia digna (mínimo, R$ 1.000,00); la lucha pública contra el hambre, ofreciendo verdadera comida orgánica y sin procesar, integrada en un proyecto concreto de seguridad alimentaria; el fortalecimiento de los servicios de salud pública; la nacionalización de las empresas multinacionales que promuevan el cese de sus actividades y no cumplan con su mínimo compromiso social de mantenimiento de empleos y salarios; además de la integración primordial de los trabajadores tercerizados, informales y precarios de todo tipo, como los repartidores, a las representaciones colectivas y luchas laborales.

Todo ello, evidentemente, sin perder de vista el -no muy lejano- horizonte de construir otro modelo de sociedad, porque el que está ahí, en cada momento que niega los derechos y dice que sólo se sostiene con el aumento de la explotación. del trabajo y el desprecio a la vida ajena, el tratar con naturalidad la muerte de los trabajadores y trabajadoras, la pobreza y el hambre, da signos más que evidentes de sus limitaciones como forma social compatible con toda la condición humana.

*Jorge Luis Souto Maior. es profesor de derecho laboral en la Facultad de Derecho de la USP. Autor, entre otros libros, de Daño moral en las relaciones laborales (Editores de estudio)

Notas

[ 1 ]. https://oglobo.globo.com/economia/guedes-diz-que-dolar-alto-bom-empregada-domestica-estava-indo-para-disney-uma-festa-danada-24245365

[ 2 ]. https://economia.ig.com.br/2021-04-27/paulo-guedes-aumento-expectativa-de-vida.html

 

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