por HUGO QUINTA*
Comentario al libro de Ulisses Capozzoli, relato de la vida del editor
“El interior vacío es un reino sin rey\ Tu nombre gritaré para que la ciudad lo escuche.\ Las grandes ciudades tienen agricultura\ Y nadie te detiene.\ Querido interior, raíz poderosa\ Sin ti, mi país no puede sostenerse. "
(Tião Carreiro, Toninho y Arlindo Rosa, Interior vacío).
1.
Imaginemos que el hijo de un chico de campo dejara las profundidades del antiguo estado de Goiás para vivir en São Paulo en los años 1970. Era la situación nacional la que demarcaba el destino de un hombre. Pero hubo un motivo que lo llevaría a residir en Pauliceia después de haber vivido en Pium y otras ciudades de Goiás, Tocantins y en la región administrativa de la capital federal.
Un transeúnte por excelencia, aunque el viaje a la metrópoli brasileña tenía el claro propósito de rescatar a un hermano por vínculos familiares. Ésta es la causa que alega en su biografía, pero quizás buscaba un lugar en el mundo. Ni siquiera los efectos del viaje permearon sus sueños. El caso es que uno de sus hermanos fue el origen de un nuevo arado en su vida personal y profesional, así como de la letra F que marcó la finca de Pau Ferrado con el hierro para marcar ganado.
De ahí nació la descendencia que se convirtió en editor y profesor universitario. En la memoria líquida e incierta de Plinio Martins Filho, la tipología de la letra F quedó incrustada en la historia del joven que llegó a la capital de São Paulo y comenzó su experiencia en el mundo del libro trabajando en el almacén de la Editorial Perspectiva.
Comenzó desde abajo, empacando libros, y en el camino llegó a mayores alturas no sólo por necesidad material, sino también por una lenta y celosa pasión por los libros. En los primeros años sobrevivió en condiciones precarias, llevando a sus espaldas el sertón y la historia de su vida itinerante, similar a la trayectoria de miles de brasileños de esa época.
El paso del campo a la ciudad sancionó la urbanización del país, incluso al precio de dejar la tierra a merced de la especulación de los terratenientes. Miles de familias querían la gran ciudad como puente hacia el futuro, pero nunca pudieron imaginar que fuera un trampolín hacia la pobreza. La felicidad y la competencia fueron decisivas en el camino de nuestro personaje. Fue el penúltimo de los siete hijos del matrimonio Plinio Martins Oliveira y Maria da Costa Oliveira. La madre era un ama de casa firme, resiliente y resuelta como la masilla, mientras que el padre era un apacible campesino, de poca prosa y gran admirador del arte de escribir en la arena con un palo. A excepción del hijo que llegó a ser un prestigioso editor, ninguno de los miembros de la familia desarrolló una carrera profesional en el mundo del libro.
Plinio Martins Filho llegó a Perspectiva a través de su hermano Olívio Martins, que trabajaba en el almacén de la empresa. Olívio regresó al cerrado y Plinio se quedó en São Paulo. Durante los dieciocho años que trabajó en la editorial del reconocido intelectual Jacó Guinsburg, fue pasando de depositario a reseñador de libros, hasta convertirse en jefe de producción editorial.
Fue por su trabajo en Perspectiva que João Alexandre Barbosa lo invitó a incorporarse al staff de la Editora da Universidade de São Paulo, en 1989, para ser el timonel del departamento editorial. Un ascenso que lo llevó a asumir la presidencia de la Edusp en 2000, hasta que fue destituido del cargo en 2018. Y fue durante su período como director de prensa universitaria que decidió fundar Ateliê Editorial, en 1994, un sello que se convertiría en el copyright de su proyecto editorial.
2.
La saga del campesino para convertirse en un personaje ineludible de la historia del libro en Brasil está en marcha Plinio Martins Filho, editor de su época, escrito por Ulisses Capozzoli. Esta es la biografía de alguien que estaba decidido a triunfar en la vida. Y los libros fueron su aliado durante el árido camino hasta convertirse en presidente de la editorial universitaria más grande del país y una de las encargadas de publicar 3.500 obras desde el inicio de su actividad como editor.
Un oficio practicado por el biógrafo con respeto y atención a los lectores. Una parte importante del público lector desconoce el trabajo editorial que implica publicar una obra. Si está bien editado, casi nadie cuestiona quién fue el editor y la editorial de ese libro. Pero si está mal editado, los lectores generalmente buscan saber quién es el responsable del trabajo defectuoso. La diferencia entre una buena y una mala edición radica en la capacidad y competencia del editor para cuidar con maestría los aspectos materiales del libro.
El formato de la obra, el papel utilizado en el interior y en la portada, la composición, la selección de fuentes, la mancha tipográfica, las imágenes debidamente tratadas y resaltadas, la revisión minuciosa, la diseñamos creativo y a la vez elegante, así como la calidad de la impresión, configuran la producción de un título en el que la belleza y la lectura placentera son partes integrales del libro.
Es por estas razones que la biografía de Plinio Martins Filho se incluye en la lista de obras cuidadosamente pensadas y editadas. Nada es casualidad en los aspectos materiales del libro, cuyo formato es de 15,7 centímetros de ancho por 23 centímetros de largo. Esta configuración permite una composición equilibrada entre los márgenes y la mancha tipográfica, elementos que hacen más amena la lectura y comprensión del texto. Freight y Mercury son las fuentes utilizadas que proporcionan una mejor legibilidad del texto: la primera se utiliza en la portada, el ojo y la portada, mientras que la segunda se utiliza en los paratextos y capítulos del libro. El papel seleccionado para la portada fue un robusto papel Offset de 120 g/m².2, mientras que el Avena de 80 g/mXNUMX2 Integra el núcleo, promoviendo la suavidad y la experiencia táctil.
Estas características materiales fueron hábilmente empleadas por el talentoso Gustavo Piqueira, escritor y artista gráfico responsable de la diseños del libro. Su obra expresa unidad y asimetría en la reproducción de fotografías, desenfoques gráficos e ilustraciones proyectadas en la obra. Las fotografías del editor en la Librería de la USP son utilizadas constantemente en la portada y en la guarda de una obra biográfica. Y el cuaderno de fotografías presentado al inicio del texto marca la pauta de las historias que el lector encontrará en el corazón del libro. Las fotografías de familiares, amigos y compañeros dialogan con las imágenes de la finca e interrumpen la biblioteca personal de Plinio, explorando las dimensiones emocionales y profesionales del tema.
La materialidad del libro abraza el texto de Capozzoli con refinamiento y sobriedad. Correspondió al autor establecer las estrategias de su narrativa. No oculta el tono reverencial de su obra. Hay una clara simpatía por la historia de Plinio Martins Filho. La franqueza es digna de mérito, y aún más admirable la forma en que el biógrafo narra la vida del sujeto, contextualizándola con la situación social, política y cultural del Brasil de mediados del siglo pasado.
Pero lo más destacado de la obra son los tres primeros capítulos que narran los orígenes familiares, encuentros y despedidas de Plinio Martins Filho hasta su aterrizaje en São Paulo. Supongo que ante tal afirmación te estarás preguntando por qué deberías leer un libro donde lo mejor está al principio. Y una de las posibles respuestas está en la propia obra: los once capítulos siguientes presentan y desentrañan el recorrido del hombre que llegó a ser un gran editor brasileño.
Para no dejar ningún punto sin resolver, los capítulos quinto y sexto de la biografía explican las motivaciones que llevaron a Plinio Martins Filho de Perspectiva a Edusp. Cuando fue aprendiz en Jacó Guinsburg, asimiló todos los pasos que implica la elaboración de un libro. Se esforzó en publicar colecciones editoriales, como Debates, que fue el buque insignia de la casa, donde interactuó con los mejores intelectuales brasileños. Algunos eran autores de Perspectiva, otros eran amigos de Guinsburg. Así conoció a Antonio Candido, Décio de Almeida Prado, Paulo Emílio Sales Gomes, Celso Lafer, Haroldo de Campos, Davi Arrigucci Jr., José Mindlin, João Alexandre Barbosa, entre otras luminarias.
El biógrafo aprovechó su experiencia en Perspectiva para poner en práctica una serie de colecciones en la Edusp, algunas de las cuales recibieron el premio Jabuti concedido por la Cámara Brasileña del Libro (CBL). Es en el séptimo capítulo cuando el lector se enfrenta al frenesí de la nueva etapa del editor. Fueron años en los que diseñaron una línea editorial y adoptaron cambios no sólo en la identidad de la casa, sino también en la administración, distribución y comercialización de los libros. Mientras tanto, Plinio Martins Filho creó la famosa Fiesta del Libro de la USP y permitió que alumnos del curso de Editoriales de la ECA realizaran prácticas en la Edusp, lo que mejoró la diseñamos gráfica de obras.
3.
Otra faceta de la biografía fue su docencia universitaria. Plinio Martins Filho fue profesor del curso de Editoriales en el Anhembi Morumbi, en São Paulo, entre 1986 y 1990, y enseñó, como profesor invitado, en el curso de Editoriales de la USP, entre 1987 y 2007, cuando fue contratado como profesor de la carrera después de haber sido aprobado en un concurso público. Y la profesora y ensayista Jerusa Pires Ferreira fue en gran parte responsable de alentar a Plinio a seguir la carrera docente, alegando que la carrera carecía de profesionales con experiencia en el campo editorial.
Pero no sólo lleva más de treinta años impartiendo el curso. Durante este período, fue una de las figuras que consolidaron Com-Arte – Editora Laboratório do Curso de Editoração. Actualmente coordinada por Marisa Midori Deaecto, Thiago Mio Salla y Plinio Martins Filho, la editorial fue fundada en 1981 y cuenta con más de 200 títulos en su catálogo.
Pero antes de convertirse en profesor, el biógrafo realizó una maestría y un doctorado en la Universidad de São Paulo. Lo curioso de esta etapa de su vida fueron los motivos que lo llevaron a realizar estudios de posgrado. Como era licenciado en psicología, el biógrafo sospechaba de su éxito a la hora de seguir una carrera en un ámbito en el que no tenía ni la experiencia ni los medios económicos para abrir una clínica. Su pasión por los libros fue decisiva para que perseverara en el campo editorial. Plinio Martins Filho pretendía realizar otra carrera universitaria, y su maestro, Jacó Guinsburg, lo disuadió de la idea, sugiriendo que un posgrado en el área de comunicación sería la apuesta que propiciaría un resultado duradero.
Tu recorrido de maestría merece un cuento de Chéjov o una crónica de Rubem Braga. No tiene sentido anticipar las aventuras de Plinio para obtener el título de maestro. Pero cabe mencionar que aprovechó el trabajo que venía realizando en la editorial universitaria para redactar y defender su tesis, publicada posteriormente en el libro Edusp – Un proyecto editorial, en coautoría con el periodista Marcelo Rollemberg y publicado por la Prensa Oficial del Estado de São Paulo.
Si el curso de la maestría representa el espíritu de aquella época, el doctorado se desarrolló sin mayores contratiempos, aunque la tesis defendida en 2007 tardó una década en publicarse en un libro. Obsesivo con los detalles, el Manual editorial y de estilo fue madurado para ser publicado posteriormente en colaboración entre editoriales de la USP, la Unicamp y la UFMG. La obra es un retrato de la experiencia de Plinio Martins Filho en el cuidado de todas las etapas del arte de editar y preparar un libro. No fue casualidad que el autor del Manual Recibió el premio Jabuti en 2017 en el área de comunicación.
El año siguiente fue de decepción y reencuentro. Ulisses Cappozoli habla sobre el despido de Plinio Martins Filho de la presidencia de la Edusp y la forma en que el editor convirtió el despido en trabajo. Fue a raíz de estos hechos que el biógrafo fue invitado a hacerse cargo de Publicaciones BBM (Biblioteca Brasiliana Guita y José Mindlin).
Pero nada se compara con las ediciones de Ateliê Editorial. Como correctamente señala Ulisses Capozzoli, los libros de la empresa dirigida por Plinio Martins Filho y su esposa, Vera Lúcia Bolognani, manifiestan la presencia familiar en la historia editorial brasileña y el proyecto autoral del biógrafo. Ateliê es la máxima expresión de la marca de la editorial. Los títulos publicados por la casa reflejan todo su talento para hacer libros, identificando al artesano detrás de las obras que publica, las cuales se desarrollan teniendo en cuenta los mejores formatos, materiales y estructura para acomodar el contenido del libro.
4.
Ulisses Capozzoli afirma que el Ateliê y la Biblioteca personal de Plinio Martins Filho revelan su autobiografía. La declaración ocurre en los capítulos finales, representando la conclusión del trabajo que celebra a un editor de su tiempo. Y el autor expresa su opinión tras colocar a Plinio Martins Filho en el panteón de las grandes editoriales nacionales. Para el lector especializado, la mención de personajes célebres de la edición brasileña de los siglos XIX y XX puede causar ruido para una obra biográfica que no tiene intención de convertirse en canon.
Pero parece haber una doble intención por parte del autor al explorar las trayectorias de estos editores. Uno de ellos es presentar a todos los lectores la relevancia cultural del trabajo realizado por estos personajes. Y el autor también busca rendir homenaje a quienes formaron la biografía. A nivel nacional están Paula Brito, Garnier, Monteiro Lobato, José Olympio, Octalles Marcondes Ferreira, José Martins Fontes, Jorge Zahar, Ênio Silveira, Jacó Guinsburg, entre otros reconocidos editores extranjeros que también fueron mencionados en la biografía, como Aldo Manuzio, Roberto Calasso y Giambattista Feltrinelli. Todos, en mayor o menor medida, fueron eficaces a la hora de formar y educar a los lectores, ofreciendo obras cuidadosamente editadas para difundir contenidos que ampliaran los horizontes del conocimiento humano.
Ulisses Capozzoli escribió, sin duda, una obra relevante para la historia del libro en Brasil, cuya sutileza fue, precisamente, abarcar varios matices de la trayectoria de la biografía incluso sin entrar en el detrás de escena de algunos episodios.
La estructura del libro abarca las diferentes facetas de Plinio Martins Filho. Para escribir los tres primeros capítulos, el autor viajó a Pium y visitó otras ciudades con el objetivo de conocer las raíces del editor, entrevistar a amigos y familiares y comprender la sinuosa trayectoria educativa del biógrafo. En el cuarto capítulo, el lector sigue el camino de nuestro personaje hasta llegar a São Paulo, los miles de desafíos que enfrentó en la metrópoli, su ingreso a Perspectiva y la relevancia de Geraldo Gerson de Souza y Jacó Guinsburg en el inicio de su formación como editor. .
Mientras los capítulos sexto y séptimo analizan los obstáculos que atravesó para formar, consolidar y establecer un programa innovador para la Edusp, el octavo explora los matices del editor y la relevancia de este profesional para la sociedad y la cultura de un país.
Tanto el capítulo noveno como el décimo contienen el recorrido y legado de las editoriales nacionales y extranjeras en la historia del libro, con el fin de identificar cómo el trabajo editorial involucra cuestiones políticas, económicas y tecnológicas. En los capítulos undécimo y duodécimo, el autor no sólo reconfigura aspectos del mercado editorial brasileño, sino que también entrevista a profesores y editores que trabajaron o vivieron con el biógrafo para situar a Plinio Martins Filho como profesor universitario, autor y profesional responsable de conducir diferentes proyectos editoriales. Y en los capítulos finales, el lector conoce otras experiencias que fueron cruciales para la construcción del perfil del editor.
Las subdivisiones presentes en cada capítulo son una invitación a disfrutar de la lectura incluso en momentos en que la gente tiene prisa por trabajar y vivir. El libro se puede leer entre las comidas diarias, antes de acostarse, durante el tiempo libre o incluso mientras los lectores se desplazan al trabajo. Es un libro que habla de libros, del arte de hacer libros y de una de las principales editoriales que trabajan en el país.
Pero la guinda del pastel está al principio y al final de la obra. Primero, deje que el lector disfrute de lo que hay en el alma del libro. Repasa brevemente las historias contadas a lo largo de los capítulos y luego lee el principio y el final de la biografía en el orden que te parezca más conveniente.
El epílogo está firmado por Rodrigo Lacerda, autor del primer libro de Ateliê Editorial, título que recibió el premio Jabuti. El prólogo está escrito por Marisa Midori Deaecto, profesora del curso de Edición de la ECA-USP. Marisa y Plinio editan la revista Libro, un manjar de lo mejor en investigaciones relacionadas con la historia del libro, la edición y la lectura. Si el primero relata las coincidencias que le llevaron a conocer al editor que publicó su obra premiada, el segundo modela un prefacio de hasta Gran Sertão: Veredas, describiendo un relato suave y dulce de un amigo que conoce muy bien todas las hazañas de nuestro personaje.
Y hablando de Guimarães Rosa, volvemos al hijo de un paisano que exploró los caminos del Medio Oeste, fue diagnosticado con desnutrición en São Paulo y perseveró en el mundo de los libros, siempre con la letra F grabada en su memoria. Ávido de conocimiento, el biógrafo abandonó los rincones de Goiás para demostrar a los barones de la gran ciudad que los hombres del interior promueven y transforman la cultura de este país.
*Hugo Quinta Es estudiante de posdoctorado en Edición en la Escuela de Comunicaciones y Artes de la USP. Autor de La trayectoria de un libertario: Pietro Gori en América del Sur (1898-1902) (Edunila).
referencia
Ulises Capozzoli. Plinio Martins Filho, editor de su época. São Paulo, WMF Martins Fontes, 2023, 352 páginas. [https://amzn.to/3Uq4YbD]
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