por DANIEL BRASIL*
Consideraciones sobre el libro de Valentim Biazotti
La definición más aceptada del término “pastiche” es la que considera una obra literaria o artística una imitación descarada del estilo de otros escritores, pintores, músicos, arquitectos, coreógrafos, etc., sin ánimo de parodia.
El párrafo anterior es un pastiche de Google. Desde el Wikipedia , principalmente, con la excepción de la palabra “descarado”, que sus editores nunca (creo) usarían. Hay muchos más matices por detallar, si alguien se aventura a investigar las razones estéticas, éticas o existenciales que motivan a un artista a copiar el estilo de otro, es decir, a ejecutar un pastiche.
En el vórtice de información digital en el que vivimos, la constante adición de información a escala planetaria significa que todos, conscientemente o no, practicamos una cierta forma de collage de la información con la que somos bombardeados. Y hacemos un remix del mismo, antes de pasarle un zap a ese amigo.
Collage es un término que hace referencia a las artes plásticas. Remix, a la canción. El pastiche todavía protege, hasta cierto punto, la matriz literaria. Es algo sorprendente, en este siglo de fronteras que se derriten, que los tres sustantivos no se hayan fusionado.
Todos ellos hacen referencia a un método que consiste en reelaborar estéticamente obras existentes (¡no formas!), es decir, copiar modelos e insertar nueva información que acaba transformando el objeto en una nueva obra.
Este razonamiento simplista puede ser saboteado conscientemente, si al autor de la hazaña no le falta ingenio y arte. Este es el caso del libro. Brasilis Singulas (Fantástico), de Valentim Biazotti. Finalista del prestigioso premio Jabuti en 2023, el autor añade además un ambicioso “volumen 1” en la portada.
El título singulares Nos remonta al latín, singularidades, aquello que es singular, aunque esta palabra no existe originalmente en el idioma de Horacio. En las narraciones de Valentim Biazotti se convierten en lemas, y cada historia tiene un soltero como epígrafe.
El libro reúne 15 cuentos largos y bien elaborados, con diferentes lenguajes, que oscilan entre el pastiche y la emulación, narrados muchas veces en primera persona. El autor reivindica “los motivos esquizofrénicos de Deleuze y Guattari” al final del libro. Es repugnante para los conservadores, curiosidad para los novatos. Las últimas 65 páginas son poemas, que en principio no dialogan con los cuentos, aunque siguen chocando con otros autores, principalmente Drummond. Algo inusual en términos editoriales. Comento aquí sólo la primera parte del trabajo.
Valentim Biazotti es un Ripley literario, un farsante talentoso capaz de asumir varias Personas. Emula admirablemente a Guimarães Rosa (el cuento Fantasía infantil campestre es ejemplar), escribe en portugués arcaico, español, inglés e italiano – y mezcla esto en varios cuentos – a veces suena como Borges, a veces como Cortázar, a veces como autores barrocos (y debe haber otras referencias que mi limitada cultura no tiene). No lo entiendo), viaja por diversos entornos rurales brasileños y no teme invertir en lo fantástico, en sus mejores momentos.
Irritante, muchas veces, por su pedante exhibicionismo. Cautivante, en otros lugares, por su capacidad para crear amalgamas sorprendentes. Para los lectores clásicos, un desperdicio. Para visionarios, una apuesta.
Brasilis Singulas Finalmente, cae en la arriesgada categoría de libros de ficción que buscan renovar el panorama literario brasileño. El autor es licenciado por la PUC y máster por la USP, es decir, crea una obra fuera de moldes pero alejada de la literatura de colegio. Quizás sea un síntoma de nuevos tiempos. O un ejercicio de estilo aplicado de las “vanguardias de ayer, de hoy y de mañana”, como él mismo dice. Esperemos el “volumen 2”.
* Daniel Brasil es escritor, autor de la novela traje de reyes (Penalux), guionista y realizador de televisión, crítico musical y literario.
referencia
Valentín Biazotti. Brasilis Singulas (Fantástico). São Paulo, Editora Penalux, 2022, 242 páginas. [https://amzn.to/3WaDaJt]
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