por FLAVIO AGUIAR*
“Codiciarás la casa del pobre, no la casa del rico, a menos que éste descuide preservarla para el culto del Señor de la Capital”
- No tendrás otros dioses que el Señor de la Capital.
- No te harás ningún ídolo, ni imagen alguna de cosa alguna que esté en el cielo, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No os postraréis ante ellos ni los adoraréis, porque el Señor Capital, vuestro Dios, no tiene forma visible, ni olor, ni sonido, ni sabor y mucho menos es perceptible al tacto. Es etéreo y se cierne sobre las tierras y las aguas, ardiendo como el fuego y veloz como el viento huracanado que todo lo consume y destruye.
- No tomaréis el nombre del Señor Capital, vuestro Dios, en vano, como el Señor Capital no dejará impune a quien lo tome en nombre de valores vanos, como la solidaridad, la ética, la humanidad, la igualdad, la fraternidad, etc.
- Recuerda los muchos días de descanso, para negárselos a quienes trabajan para ti y el Señor Capital. Serás despiadado con cualquiera que quiera trabajar menos de seis días a la semana y usar el séptimo para cualquier propósito que no sea reponer fuerzas para trabajar para ti y el Señor Capital.
- Honrarás a tu padre y a tu madre, a tu abuelo, a tu abuela o a quien te haya bendecido con la herencia del Señor Capital, porque de esta manera naciste rico, bendito, poderoso, y protegerás con clavos tu estado natural, dientes, cuchillos, rifles, tanques de guerra, ojivas nucleares y todo lo que puedas encontrar como arma para defender tus derechos y los del Señor Capital. Aceptará el consejo de recurrir a la OTAN, al FMI, al Banco Mundial, nunca a la Ruta de la Seda o al Banco BRICS, y mucho menos al oro de Moscú.
- Matarás si es necesario, especialmente a aquellos que predican una religión distinta a la de tu Señor Capital.
- No traicionarás a tu Señor Capital con ninguna otra deidad, por muy atractiva que sea. Reducirás todos los valores culturales a cifras negociables.
- Robarás pan y sal a los pobres, pero no las posesiones de tus correligionarios de la Religión del Señor Capital.
- Siempre darás falso testimonio contra cualquiera que se oponga al culto del Señor Capital, usando noticias falsas, lawfare y otros medios canallas para neutralizar al enemigo, recurriendo a armas letales si es necesario.
- Codiciarás la casa del pobre, no la casa del rico, a menos que éste descuide preservarla para la adoración del Señor de la Capital.
* Flavio Aguiar, periodista y escritor, es profesor jubilado de literatura brasileña en la USP. Autor, entre otros libros, de Crónicas del mundo al revés (boitempo). Elhttps://amzn.to/48UDikx]
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