por CARLOS OMINAMI*
Boric encarna la propuesta de las transformaciones estructurales más profundas de los últimos 30 años en Chile
Gabriel Boric es el presidente más joven de la historia. No se trata simplemente de un hecho curioso. Representa una nueva generación y una importante reconfiguración política. Las grandes coaliciones de los treinta años quedaron fuera de la segunda vuelta.
Boric encarna la propuesta de las transformaciones estructurales más profundas de los últimos 30 años. Solo comparable con los grandes hitos de 70 y 88 (Salvador Allende y derrota de Pinochet).
Más que una ideología precisa, expresa un espíritu, un deseo de transformación, en paz, en orden. No se deben sobreinterpretar los resultados.
Es el Presidente electo con mayor número de votos (4.619.222) en la elección de mayor participación absoluta y registro relativo (55,6% por voto voluntario). Eduardo Frei tuvo récord en votos y Michelle Bachelet, en porcentaje. En consecuencia, tiene un mandato presidencial, por supuesto. Esto, bajo el régimen presidencial, es especialmente importante.
Sin embargo, en el Parlamento se da una situación muy compleja. Poca fuerza propia: 5 senadores de 50 y 37 diputados de 155.
Por otro lado, es el presidente con menor número de votos en la primera vuelta (26%). Creció en 30 puntos debido al apoyo de fuerzas que no estaban en la primera vuelta. Pasó de 1,8 millones a 4,6 millones, es decir, una diferencia de 2,8 millones.
¿Cómo se explica?
Reflexión, alarma democrática. Kast era una amenaza y lo sigue siendo. Obtuvo el 44,1%, 3,64 millones cerca del récord de la derecha que es de 3,796 millones.
Boric fue un voto transformador, pero también representó la gobernabilidad. Kast chocó directamente con el proceso constituyente.
Incorporación de temas dejados fuera de la primera ronda, como seguridad y terrorismo, control de la migración irregular,
Flexibilidad, sin problemas insuperables
Por último, pero no menos importante, la capacidad política y la credibilidad de Bóric.
Dijo cosas muy importantes después de la primera ronda:
“Pecamos por inmadurez”. Carta a la Democracia Cristiana: “Nos necesitamos unos a otros”. “La historia no empieza con nosotros”, discurso en la noche de la victoria.
Logró la reconciliación con las generaciones anteriores. El apoyo de Lagos y Bachelet es significativo. De pie sobre “hombros de gigantes”, como dijo Isaac Newton.
No es efectivo que haya varios Bóricos. Él es él mismo y sus circunstancias. Con 25,8% de los votos en primera vuelta, 23,9% en la Cámara y 10% en el Senado, era necesario abrirse. Se establecieron grandes ejes programáticos:
– nuevos derechos sociales en respuesta a las desigualdades, abusos y discriminaciones;
– nuevo modelo de desarrollo;
– protección de la convención constitucional;
– en política internacional, redefiniendo la imagen de Chile;
– reconstrucción del espacio sudamericano
– política turquesa: azul para los océanos, verde para la ecología
– política exterior feminista;
En el futuro inmediato: consolidación fiscal; reforma de pensiones y reforma de salud.
La cuestión esencial: amplitud y modalidades de la coalición de gobierno, la opción portuguesa. La coalición ganadora es aprecio la dignidad. Es su principal responsabilidad. A Democracia Cristiana ya se definió como un partido de oposición, ya que hay elecciones en enero, o mejor dicho, está discutiendo si entrar o no al gobierno. La mayor complejidad es el calendario electoral.
* Carlos Ominami, Economista, fue Ministro de Economía de Chile.
Traducción: tarso-en-ley