¿El racismo mata?

Imagen: Marcio Costa
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por ÉRICO ANDRADE & PAULO FERNANDO PEREIRA DE SOUZA*

Y lo estructural en el racismo es la comprensión de la raza como dispositivo de control social.

¿Qué garantiza que un crimen fue racista? La respuesta a esta pregunta en el campo del derecho pasa por la tipificación del delito. Es decir, el marco de lo que se califica como delito en el Código Penal pasa por identificar el delito de racismo o el delito de injuria racial. El racismo como agravante penal fue votado recientemente por el Senado, pero aún no se aplica.

Es importante destacar que la criminalización del racismo fue un paso hacia el reconocimiento de la práctica del racismo en Brasil como una de las formas de lesión más recurrentes, pero en el juego jurídico, la prueba del delito de racismo involucra nociones de causalidad, responsabilidad para explicar el factor decisivo para la ocurrencia de un fenómeno, que están lejos de agotar la dimensión estructural del racismo. Es decir, la discusión jurídica sobre los delitos mencionados puede no reconocer que fueron estrictamente casos de injurias raciales, pero eso no importa para el reconocimiento de que esas muertes reflejan una sociedad estructuralmente racista.

Y lo estructural en el racismo es la comprensión de la raza como dispositivo de control social, como muy bien lo señala Achille Mbembe. Así, el uso de la violencia física disciplinaria es un elemento fundamental en las relaciones sociales en Brasil y tiene claramente su origen en la esclavitud. En este sentido, históricamente, los negros fueron castigados ejemplarmente en la plaza pública, azotados, puñetazos, bofetadas, etc., sin que, sin embargo, se produzca un cambio sustancial en la actualidad. Hay una continuidad de esta lógica colonial en el sentido de la autorización -tácita y muchas veces inconsciente- de la violencia contra las personas negras, la omisión del cuidado de las personas negras, especialmente los niños y con la violencia dirigida principalmente a las personas negras.

En esta perspectiva, si por un lado es fundamental reconocer la importancia de criminalizar el racismo, por otro lado es fundamental entender que el cambio no pasa por el ámbito jurídico que funciona, o debería funcionar, como reparador de la ley, ya que la justicia no promueve las condiciones para la realización del derecho. Por lo tanto, el carácter estructural del racismo debe ser combatido con una educación antirracista enfocada en la comprensión de que la formación racista en Brasil es la causa, entendida como condición material y estructural, de la desigualdad no sólo de la pobreza, sino de la violencia muertes que tienen en el cuerpo negro su destino más común.

*Erico Andrade es profesor de filosofía en la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE).

*Paulo Fernando Pereira de Souza es psicoanalista.

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