por WAGNER MIQUEIAS DAMASCENO*
La razón principal del crecimiento de la curiosidad por el comunismo es el capitalismo mismo.
Entre las preguntas de “qué es” realizadas en Google Brasil, la que más creció este año fue “qué es el comunismo”. Eso es lo que reveló la propia encuesta de Google la semana pasada.[i]
Sin duda, tal curiosidad en el país se debe, en parte, a la campaña de satanización llevada a cabo por Jair Bolsonaro y el fallecido Olavo de Carvalho, quienes eligieron al comunismo como “el” blanco de sus ofensivas ideológicas.
Pero la razón principal del crecimiento de la curiosidad por el comunismo es el capitalismo mismo. Sí, el capitalismo. Veamos: solo en los últimos tres años (a) hemos visto el surgimiento de la pandemia de COVID-19, que se cobró más de 6,6 millones de vidas en todo el mundo; (b) estamos asistiendo a un aumento en la concentración del ingreso, donde 2 mil multimillonarios tienen más riqueza que 4,6 mil millones de personas; (c) sentimos las consecuencias del cambio climático de manera cada vez más drástica, con pronósticos poco alentadores; (d) y seguimos la guerra de Rusia contra Ucrania, que reavivó el temor de una nueva guerra mundial.
Ante esto, es natural que la gente quiera conocer una alternativa al capitalismo.
Un espectro vaga (otra vez) por el mundo
No Manifiesto Comunista, 1848, Marx y Engels preguntaron provocativamente: “¿Qué partido de oposición no ha sido acusado de ser comunista por sus oponentes en el poder? ¿Qué partido de oposición, por su parte, no ha echado la infame marca de comunista a sus oponentes de derecha o de izquierda?
En Brasil, los bolsonaristas acusan a partidos como el PT y el PCdoB de ser comunistas; Los estalinistas, en cambio, dicen que la URSS bajo Stalin era comunista... Pero, al fin y al cabo, ¿qué es realmente el comunismo?
Podemos decir que la palabra comunismo tiene dos sentidos que están conectados: (1) es un movimiento político de trabajadores; (2) y es otra forma de organizar la producción y distribución de la riqueza que crearía, en consecuencia, otra forma de vivir en sociedad.
Los dos significados parten de la observación de que la sociedad capitalista está dividida entre dos poderosas clases sociales: burgueses y proletarios. O, dicho de otro modo, capitalistas y trabajadores. Dos clases cuyos intereses son completamente antagónicos ya que la fuente de riqueza de una de estas clases proviene de la explotación de la fuerza de trabajo de la otra.
socialismo
Aunque se trata como sinónimo de comunismo, socialismo y comunismo no son lo mismo. Cuando hablamos de socialismo, nos referimos a una sociedad con un modo de producción que surgió de una revolución obrera, donde aún existirá una burguesía y un estado.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el capitalismo, el Estado en el socialismo no será controlado por la burguesía, sino por los trabajadores que impondrán a la burguesía una “dictadura del proletariado” para evitar que retome el poder y los vuelva a explotar. El reverso de esta moneda es que esta dictadura sobre un puñado de burgueses será una formidable democracia para millones de trabajadores urbanos y rurales y para la población pobre.
En el socialismo, los medios de producción (industrias, andenes, grandes extensiones de tierra, grandes supermercados, etc.) dejan de ser propiedad privada de los capitalistas y pasan a ser propiedad colectiva bajo el control del estado obrero. Al establecer planes económicos, los trabajadores decidirán el “qué”, el “cómo”, el “cuánto” y el “cuándo” producir, satisfaciendo las necesidades sociales y, por supuesto, poniendo fin al desperdicio. Es el fin de la anarquía del mercado.
Pero para hacerlo, el socialismo debe ir más allá de las fronteras nacionales, impulsado por lo que León Trotsky llamó revolución permanente.
Comunismo
El comunismo es la evolución del socialismo. En él se habrá extinguido el Estado, así como las clases sociales que le dieron vida. La propiedad privada de la tierra, las industrias y los medicamentos serán recuerdos vagos, difíciles incluso de explicar a las generaciones futuras.
La competencia entre los trabajadores será sustituida por la más genuina cooperación, extinguiéndose así las bases materiales de opresión como el racismo y la xenofobia. Como consecuencia lógica del desarrollo científico y tecnológico alcanzado, la jornada laboral se reducirá al mínimo necesario y será decidida y distribuida por los productores libremente asociados.
Si hoy el desarrollo tecnológico se vuelve contra los trabajadores, produciendo más desempleo e intensificando el trabajo, en el comunismo esto será radicalmente diferente. La automatización del trabajo, por ejemplo, será utilizada racionalmente para aumentar la productividad de la riqueza social y ofrecer tiempo libre para que los trabajadores desarrollen libremente sus intereses y vocaciones. Hacer deporte por la mañana, trabajar tres horas después, actuar en obras de teatro por la tarde, disfrutar de una película por la noche...
*Wagner Miqueias Damasceno es profesor de sociología en la UNIRIO. autor del libro Racismo, esclavitud y capitalismo en Brasil: un enfoque marxista (mireveja) y dirigente del Secretariado Nacional de Negras y Negros del PSTU.
Nota
[i] Ver: https://www1.folha.uol.com.br/colunas/painel/2022/12/o-que-e-comunismo-foi-a-pesquisa-do-tipo-que-mais-cresceu-no-google-do-brasil-em-2022.shtml.
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