por LIDIANE VIEIRA, ANDRÉ MADRUGA & JOÃO FERES JUNIOR*
Un secreto que los lectores más atentos ya saben, la prensa tiene un lado y por eso se mueve
Tras la consolidación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales estadounidenses, el pasado 14 de noviembre, el diario Folha de S. Pablo publicó un editorial titulado “Los centros se mueven”. El texto se hizo público tras la cobertura del periodista Fábio Zanini sobre encuentros y posibles alianzas entre João Doria, Luciano Huck y Sérgio Moro. Desde el título hasta el final, en el que el diario expresa su afán por garantizar la derrota de Bolsonaro y la izquierda en 2022, el texto revela un secreto que los lectores más atentos ya conocen, la prensa tiene un lado y por eso se mueve.
Hubo dos artículos firmados por Zanini sobre el tema. El primero, publicado el 8 de noviembre, es categórico al identificar a Huck y Moro como “dos de los principales nombres en centro en todo el espectro ideológico de la política”. El texto expone detalles del encuentro entre ambos ocurrido el 30 de octubre de 2020 y mapea lo que sería la construcción de esta “tercera vía”, encabezada por ellos. En resumen, estos personajes pretendían desvincularse del bolsonarismo, que hasta hace poco les era querido, al mismo tiempo que no veían la posibilidad de alianzas en el campo de la izquierda. En este pasaje, el informe menciona por nombre Ciro Gomes (PDT) y Lula (PT). Zanini señala que los postulantes deberán enfrentar otras iniciativas en el campo centrista: João Doria (PSDB) y Luiz Henrique Mandetta (DEM), quienes curiosamente también tuvieron una relación directa con Jair Bolsonaro.
Cinco días después, el tema volvió a la agenda en un nuevo artículo del periodista, pero con algunas correcciones. Zanini pasa ahora a identificar la iniciativa de la presentadora mundial y ex ministra de Justicia de delantero centro derecho, agregando al tucán gobernador al grupo. La alianza también comenzó a ser cuestionada en cuanto a la compatibilidad entre los proyectos. Habría, según el periodista, una convergencia en la economía, pero desacuerdos en el campo de los valores y la seguridad. El informe continúa comparando diferentes posiciones de los tres candidatos, ahora reclasificados como de centroderecha.
Es en este contexto que se publica el editorial. A estas alturas, la nomenclatura de la prometedora alianza ya había sido revisada por el periodista, probablemente por presiones de los lectores o por esclarecimiento autocrítico. Sin embargo, los editores insistieron en nombrar al trío como centro. Justo en las primeras líneas, el periódico hace una especie de renuncia al afirmar que, a diferencia de la izquierda, la definición del centro político es “una tarea ingrata y sujeta al subjetivismo”, y que los actores políticos del centro “según el punto de vista, serían clasificados como de centroderecha o incluso ala derecha". En otras palabras, consciente de la pluralidad simbólica de esta alianza, Folha decidió deliberadamente clasificarla como centrista. Pero, ¿por qué? En un ambiente de polarización política, donde el antiPTismo aún tiene fuerza, vistos los resultados de las elecciones municipales de 2020, y con la fulgurante actuación del presidente, el centro tendría supuestas ventajas electorales, pues funcionaría como una suerte de tercera vía conciliadora. , lo que estaría por encima de las supuestas debilidades de los extremos.
En un texto crítico, la defensora del pueblo de Folha, Flavia Lima, exigió una posición clara ante el lector si el periódico decide servir a las estrategias de los políticos. Según el periodista, las declaraciones explícitas son importantes para comunicar la posición del periódico al lector, pero no resuelven problemas más profundos como la distorsión en la aplicación de las categorías ideológicas "centro", "derecha", "izquierda" y derivadas de el Folha.
Pero la 'imprecisión' conceptual del periodismo en el Folha no se limitó a su edición impresa, llegando incluso a las redes sociales. En la serie “¿Qué Folha think”, que publica extractos de sus editoriales en la cronología de Folha en Instagram encontramos la siguiente publicación.
La combinación de imagen y texto en la publicación transmite un mensaje que no podría ser más claro. La necesidad de unidad está en contra de Bolsonaro y la izquierda también. La imagen de un Moro sonriente ilustra claramente tal solución de “centro”. De un solo golpe, el Diario crea la demanda y ofrece la solución. Hay pocas dudas de si fue una estrategia de clickbait, un acto fallido o simplemente la prensa brasileña volvió a hacer la vista gorda ante los hechos apostando por un proyecto político-económico que les conviene. Hay una expresión mucho más simple para esta práctica: manipulación de la información.
Esa actitud de “rocarle la cabeza a Moro” no es nueva en Folha. En el siguiente gráfico, los datos del Manchetómetro muestran el trato benévolo que recibió el exministro de Justicia y Seguridad Pública de Jair Bolsonaro a lo largo de los años. A diferencia del patrón encontrado para otras figuras públicas, Moro tiene una curva de pros superior a la de los contrarios y ambivalentes en un período considerable de cobertura de los editoriales de Folha. También es destacable la constancia de la línea de editoriales neutrales en relación a este personaje público. El repunte en el crecimiento de los textos negativos se debe tanto a la adhesión del exjuez al gobierno de Bolsonaro como a la difusión de “Vaza Jato” en 2019.
Gráfico 1 – Sérgio Moro en las editoriales de Folha de S. Paulo (2016 – 14 de noviembre de 2020)
El gráfico representa la cobertura hasta el 14 de noviembre de 2020, día de la publicación del editorial, y ya se puede ver la tendencia de las curvas opuestas y favorables a cruzarse nuevamente, para alivio de Moro. Con el polvo puesto sobre Vaza Jato y tras dejar el cargo de ministro, el exjuez vuelve a ser bien tratado por el diario.
La decisión editorial de Folha de iniciar la campaña 2022 tomando partido, pero sin hacerlo de manera explícita, no sorprende. La cobertura diferenciada que el periódico otorga a determinadas figuras políticas existe desde hace mucho tiempo. En el siguiente gráfico, presentamos las valencias de Jair Bolsonaro, Lula, João Doria y Sergio Moro en los editoriales de Folha. No se trata de comparar el volumen de textos, sino la desproporción de cada personaje entre sus propias variables contrarias y favorables, por ejemplo. Aunque el contraste visual es suficiente para identificar cómo Jair Bolsonaro y Lula tienen una enorme discrepancia de datos, veamos las proporciones: mientras que los representantes del grupo que Folha pretende combatir, Bolsonaro y Lula, tienen las tasas más altas de artículos contrarios (71,72). % y 57,73) y favorables en un solo dígito (2,73 y 3,27), João Doria aparece en la mitad de la tabla con 39,67 de artículos contrarios y 9,23 de favorables. Sérgio Moro, por su parte, reúne lo mejor de ambos mundos, con la tasa más baja de artículos negativos 32,33% y la tasa más alta de artículos favorables 15,03%, la única en alcanzar los dos dígitos.
Gráfico 2 – Jair Bolsonaro, Lula, João Doria y Sergio Moro en las Editoriales de Folha en porcentajes (2014-14/2020/XNUMX)
Además de la manipulación de categorías ideológicas por parte del periodista y confirmada por el editorial, es necesario resaltar el sentido de antipolítica que propugna el segundo texto. Cualquier lector del Manchetômetro es capaz de notar la cobertura negativa que recibió el Presidente de la República, así como la campaña negativa que realizaron los diarios contra las administraciones del PT, especialmente el segundo gobierno de Dilma Rousseff. Consciente de esta historia, el llamado publicado a una “unión contra” la reelección de Jair Bolsonaro en 2022 parece consistente con la posición política del diario, que desde hace unos meses se muestra decepcionado por el mal desempeño de la economía del país bajo Paulo Guedes, ministro ultraliberal en el que Folha tenía puestas sus esperanzas. Sin embargo, cuando esta urgencia de confrontación en las próximas elecciones presidenciales se dirige también hacia la izquierda, que según el propio diario está bien definida, el editorial elimina de la disputa todo un campo político, aniquilando la posibilidad de que algún liderazgo en este espectro poder presentar soluciones meritorias para el país.
Conclusión
Folha no asume claramente que este candidato centrista sería su preferencia, pero da todas las señales para que sus lectores concluyan de esa manera al anunciar la urgencia de esta articulación y las fuerzas políticas contra las que se opone: el bolsonarismo y la izquierda. Es en ese sentido que se mueve Folha.
La permanencia de Jair Bolsonaro en la Presidencia hasta 2022 ayuda a la derecha a venderse como “el centro moderado”, técnico, imparcial, no populista. Tal operación de ilusionismo debería ser objeto de críticas por parte de un periodismo que se propone ser neutral frente a los conflictos y objetivo frente a los hechos. Después de todo, los cuatro personajes mencionados anteriormente ya se han involucrado públicamente, en mayor o menor medida, con el bolsonarismo. Pero Folha, por el contrario, ignora el intento de falsificación ideológica y, lo que es peor, se adhiere a él con entusiasmo apenas contenido. Al actuar de esta manera, el periódico revela su propia orientación política más que la de los candidatos. Cabe señalar que este tipo de manipulación de las noticias con fines políticos, lamentablemente, no es nada nuevo cuando se trata de la prensa convencional brasileña.
Desde el editorial de Folha hasta aquí, sin embargo, Sergio Moro asumió como socio gerente de una empresa estadounidense, retirándose, en teoría, de la carrera presidencial y Huck no se ha movido del lugar, sigue estudiando la candidatura. Doria, eso sí, ganó protagonismo con el empeño de iniciar la vacunación contra el Covid-19 en Brasil -y posiblemente se lance como el candidato de la ciencia-. A ver por dónde se moverá el periódico.
Lidiane Vieira es estudiante de doctorado en Ciencias Políticas por el Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la UERJ (IESP-UERJ).
André Madruga, periodista, administrador de las redes sociales del Observatorio Legislativo Brasileño (OBL).
*João Feres Junior es profesor de ciencia política en el IESP-UERJ. Es el coordinador del Grupo de Estudio Multidisciplinario de Acción Afirmativa (GEMAA).
Publicado originalmente en el sitio web de Laboratorio de Estudios de Medios y Espacio Público (LEMEP).