por Luiz Carlos Bresser-Pereira*
Nunca ha habido un gobierno en Brasil que haya perdido tanto apoyo social como el que hay allí. Un gobierno que se enfrenta a prácticamente todos los sectores de la sociedad para obtener el apoyo de una extrema derecha populista. Un gobierno que apuesta al caos para tener más poder, pero cada vez tiene menos poder
El 27 de febrero, en mi página pública de Facebook, afirmé que el gobierno de Bolsonaro había perdido el apoyo de las élites económicas y políticas; por lo tanto, perdió legitimidad social y ya no gobernó. No contó, por tanto, con el apoyo de la sociedad para enfrentar la crisis interna caracterizada por un crecimiento del PIB del 1,1% en 2019, y el dólar en alza.
Esta semana se sumó a la crisis interna el pánico en todas las bolsas del mundo con la recesión que probablemente provoque el coronavirus. La caída en la Bolsa de Valores de São Paulo, 25,9%, sin embargo, fue mucho mayor en la semana del 9 al 13 de marzo que en la Bolsa de Valores de Nueva York, 16,5%. ¿Por qué? Esencialmente porque, dada esta crisis de legitimidad, el gobierno de Bolsonaro sufre actualmente una dramática pérdida de poder.
Esa misma semana, el Congreso rechazó el veto del presidente al proyecto de ley que aumentaba el alcance del Beneficio Continuo en Efectivo (BCP) a medio salario mínimo. El poder ejecutivo fue, así, incapaz de evitar un gasto adicional sin la respectiva fuente de ingresos que, sólo este año, debería costar R$ 20 mil millones. Estamos viendo esta pérdida de poder del gobierno también en su incapacidad para responder adecuadamente a la pandemia de coronavirus.
Pero el problema no es solo la pérdida de energía, también es no saber usarla, como se ha visto desde que asumió en enero de 2019. En lugar de enfrentar el desempleo y la falta de demanda con un gran plan de inversión pública, el gobierno promete que el crecimiento se reanudará tan pronto como se apruebe la próxima reforma. Las reformas pasan, algunas eran necesarias, como la reforma de la Seguridad Social, pero el crecimiento no llega.
Entonces la crisis económica es interna, sumándose a la crisis internacional. ¿Hasta cuándo será soportable esto? No sé. Pero estoy seguro de una cosa: nunca ha habido un gobierno en Brasil que haya perdido tanto apoyo social como el que hay allí. Un gobierno que se enfrenta a prácticamente todos los sectores de la sociedad para obtener el apoyo de una extrema derecha populista. Un gobierno que apuesta al caos para tener más poder, pero cada vez tiene menos poder.
Luiz Carlos Bresser-Pereira Es Profesor Emérito de la Fundación Getúlio Vargas (FGV-SP).
Artículo publicado originalmente en el Facebook del autor.