por JOSÉ MICAELSON LACERDA MORAIS*
Introducción del autor al libro recién publicado
La tesis central de este ensayo sostiene que la nuevo testamento Debe entenderse, en primer lugar, como una obra eminente y profundamente humanista. Aunque tradicionalmente se reconoce como un registro de revelación divina, refleja sorprendentemente las ansiedades, esperanzas y contradicciones de una sociedad en transformación. Por su contexto histórico, cultural y político único surge como producto de las complejidades de su tiempo, marcado por la expansión del Imperio Romano, la influencia duradera de la filosofía griega y la resistencia cultural y espiritual del pueblo judío.
Esta mirada más humanista a la nuevo testamento no sólo no disminuye su dimensión religiosa, sino que, esencialmente, amplía su relevancia social. Al destacar la forma como capta las realidades del mundo antiguo, queda claro que sus textos, al tiempo que anuncian el mensaje divino, también ofrecen un panorama de las relaciones sociales, los conflictos ideológicos y las esperanzas que permearon la vida de quienes vivieron bajo la opresión imperial. y buscó sentido en un escenario de rápidas transformaciones.
Así pues, además de ser un documento espiritual, es también un espejo de la experiencia humana en la Antigüedad, donde las relaciones entre los pueblos estaban marcadas por un ciclo incesante de dominación y sumisión; y la violencia extrema jugó un papel central tanto en el mantenimiento del poder como en la supervivencia. Las conquistas territoriales, el sometimiento de poblaciones y la destrucción de ciudades fueron prácticas recurrentes, legitimadas por las estructuras políticas y culturales de la época.
La guerra era vista no sólo como una herramienta de expansión, sino como un mecanismo esencial para asegurar recursos (cereales, esclavos e impuestos), prestigio y estabilidad interna. En este escenario, conquistadores y conquistados alternaban posiciones, poniendo de relieve cómo la violencia estructuraba ambas relaciones de poder y perpetuaba un estado de tensión y conflicto constante.
Por lo tanto, este ensayo se propone explorar la nuevo testamento a la luz de su contexto histórico, conectando esta experiencia con los desafíos y dinámicas del siglo XXI. El análisis busca ir más allá de la interpretación teológica, considerando los acontecimientos históricos, sociales y culturales que moldearon sus narrativas, así como los dilemas, esperanzas y aspiraciones que impulsaron a sus protagonistas. Al preguntarnos cómo respondieron sus autores a las profundas transformaciones de su tiempo, vemos emerger la complejidad de las tensiones políticas, culturales y espirituales de una sociedad en transición.
Más importante aún, vale la pena señalar que estos textos, escritos en un entorno permeado por la opresión romana, la resistencia judía y la influencia helenística, abordan cuestiones universales que continúan desafiando a la humanidad. Además de ser una obra de su tiempo, la nuevo testamento Fue el resultado de un movimiento revolucionario, el cristianismo.
Un movimiento que, al integrar principios de justicia, igualdad y amor al prójimo, ofreció una alternativa ética y espiritual a la lógica de dominación y exclusión que caracterizaba al mundo antiguo. El cristianismo transformaría profundamente la historia humana, pero también sería cooptado, transformado y adaptado a su dinámica social y política. A partir de cierto punto de su trayectoria, incluso comenzó a promover, en beneficio de sus intereses institucionales, relaciones sociales caracterizadas por la desigualdad y la explotación entre los seres humanos.
A través de su desarrollo histórico, el cristianismo surgió como una fe organizada, culminando con la formación de la Iglesia Católica, que se convertiría en una institución política y espiritual de vasta influencia en el mundo occidental. La transición de un pequeño movimiento de seguidores de Jesús a una religión dominante refleja no sólo la fuerza de sus mensajes, sino también los desafíos y las adaptaciones que marcaron su trayectoria.
Teniendo esto en cuenta, vale la pena preguntarse: ¿cómo influyó el cristianismo primitivo en las estructuras sociales y culturales del propio Imperio Romano? O ¿cómo se adaptó la filosofía griega a ellos? ¿Qué elementos del mensaje de Jesús y sus seguidores permitieron su abrumadora expansión? ¿Cómo influyeron los conflictos internos y externos del pueblo judío en el cristianismo naciente? Y finalmente, ¿cómo ha seguido inspirando debate y reflexión, incluso en un mundo radicalmente diferente de aquel en el que fue escrito?
La dimensión humana de nuevo testamento Se revela también en la pluralidad de voces que componen sus textos, tanto los canónicos como los considerados apócrifos y/o heréticos. Tú evangelios, ya que epístolas (cartas escritas por apóstoles y líderes de la Iglesia primitiva a comunidades cristianas o individuos con el objetivo de guiar a los cristianos en asuntos teológicos, morales y prácticos) y el Apocalipsis ofrecen, digamos, perspectivas diferentes y, a veces, incluso contradictorias. A pesar de ello, esa diversidad no es un defecto, sino una riqueza, ya que refleja la complejidad de la experiencia humana y la búsqueda incesante de significado en medio del caos.
En el centro de estas reflexiones está Jesús: un ser humano profundamente inserto en su contexto histórico, pero cuyas palabras y acciones apuntaban a una comprensión universal de la condición humana, desafiando a los individuos y a las sociedades a cuestionar sus estructuras, prioridades y valores. Emerge como una figura singular cuyas palabras y acciones desafían tanto el poder político como las estructuras religiosas de su tiempo. Su mensaje refleja una nueva visión del mundo, radical en su esencia, como también es una mirada a temas como la inclusión, la igualdad y la justicia social.
En las siguientes páginas nos proponemos investigar el proceso de divinización de Jesús, abarcando el período comprendido entre el siglo I y el IV. Buscaremos comprender cómo la experiencia humana ha moldeado la percepción de lo sagrado, distanciándose al mismo tiempo de las realidades existenciales inmediatas. Nuestro objetivo es explorar cómo el ideal trascendente, al ser elevado a un plano exclusivamente futuro, opera a menudo como un doble mecanismo: de consuelo ante las dificultades de la existencia y de devaluación de las posibilidades de transformación en el presente.
Esta dinámica, al desplazar el foco hacia la “vida después de la muerte”, tiende a desconectar a los individuos de los desafíos y el potencial de sus vidas. práctica social en la vida cotidiana, reforzando la idea de que las soluciones a los problemas de la humanidad residen en un tiempo y espacio distintos del aquí y ahora.
En este contexto, revisando la nuevo testamento Desde esta perspectiva permite no sólo interpretar sus mensajes, sino también dialogar con ellos, considerando cómo las transformaciones culturales, sociales y políticas han moldeado las interpretaciones de estos textos a lo largo del tiempo. Esto puede permitirnos, en el momento actual, reflexionar sobre alternativas para una nueva sociedad, basada en valores sociales como la libertad, la igualdad y la justicia, tanto al interior de un pueblo como entre todos los pueblos, promoviendo la construcción de relaciones sociales más justas y solidarias. .
Por eso, el mensaje de Jesús trasciende su tiempo histórico y sigue siendo relevante como una invitación profunda a reflexionar sobre quiénes somos, quiénes aspiramos a ser y qué barreras nos impiden construir una nueva sociedad. Para que este mensaje alcance su pleno potencial transformador, es esencial superar las interpretaciones que lo limitan a la promesa de una vida más allá de la muerte o lo reducen a ficciones legales de la Ilustración, que enmascaran desigualdades y perpetúan injusticias.
Reinterpretando sus palabras a la luz de los desafíos contemporáneos, podemos rescatar el significado transformador del cristianismo primitivo: un llamado continuo a la reflexión y a la acción en un mundo todavía profundamente estructurado en desigualdades, conflictos y esperanzas incumplidas.
*José Micaelson Lacerda Morais Es profesor del Departamento de Economía de la Universidad Regional del Cariri (URCA).
referencia

Michaelson Morales. El Nuevo Testamento a la luz del siglo XXI: pensar una teología materialista. Joinville, Club de Autores, 2025. 254 páginas. [https://abrir.link/TWjwd]
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