por AFRANIO CATANÍ*
Comentario al libro de Antonio Candido
Antonio Candido (1918-2017), como se sabe, tuvo su biografía indisolublemente ligada a los primeros pasos de la Universidad de São Paulo, fundada en 1934, y, en particular, a los de la antigua Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras, donde ingresó como estudiante de Ciencias Sociales, convirtiéndose en asistente de sociología a partir de 1942.
En 1961 pasó a la docencia de Teoría de la Literatura, jubilándose en 1978, aunque continuó, durante unos años, trabajando en la dirección de tesis doctorales. En 1945 escribió El método crítico de Silvio Romero, tesis presentada en el concurso para la Cátedra de Literatura Brasileña de la FFCL/USP. En 1963, la obra apareció en forma de Boletín de esa Facultad y, 43 años después de su redacción, fue publicada comercialmente por la Editora da USP, siendo posteriormente reeditada por Ouro sobre Azul.
Dedicado a la memoria de Mário de Andrade (1893-1945), El método crítico… constituye un exitoso estudio de la obra del crítico de Sergipe (nacido en Lagarto en 1851 y muerto en Río de Janeiro en 1914), considerado uno de los precursores de la crítica moderna en Brasil. Fruto del trabajo de algunos jóvenes intelectuales, que a partir de 1868 se reunieron en Recife, este “movimiento renovador de la mentalidad brasileña” representó, según Candido, “el aspecto literario de un proceso cultural en el que hombres como Tobías Barreto, Batista Caetano, Barbosa Rodrigues, Miguel de Lemos etc (…). Se puede decir sin temor que (Sílvio) sentó las bases más sólidas para la comprensión de nuestra literatura.
Antes de Sílvio, la crítica brasileña sólo esbozaba sus obras, todavía atadas a criterios obsoletos e incapaces de interpretar la realidad cultural del momento. Después de él, se extendió en varias direcciones y adquirió diferentes contornos. “De todos modos, sigue siendo un gran hito, al que es necesario volver, si queremos comprender la formación del espíritu crítico en Brasil” (p. 9).
En lo que respecta a la crítica literaria, la trayectoria del pensamiento de Romero es acompañada por Cándido en tres aspectos: el estudio del medio cultural en el que se formó su espíritu y las influencias que sufrió; el análisis de su obra desde el punto de vista del método crítico y sus fundamentos y la trascendencia de la historia de su crítica. Así, en la vasta obra de Romero (unos 60 libros), Cándido concentró el análisis en su crítica literaria, dejando de lado otros aspectos.
Aún en la crítica literaria, se centró sólo en el aspecto metodológico. En mayo de 1945, el profesor de la USP afirmó que, “al elegir un aspecto de la obra de determinado escritor, no lo separamos, sin embargo, del fundamento y de las conclusiones generales sin las cuales la ciencia de la literatura corre el riesgo de esterilizarse en un eruditismo sin propósito ” (pág. 11).
Cándido estudia la crítica prerromana, mostrando que las colecciones y antologías preparadas por Varnhagen, Joaquim Norberto y Pereira da Silva, reuniendo la producción de poetas coloniales y prerrománticos, le ahorraron un enorme esfuerzo de investigación, dejándolo solo para investigar a los románticos y contemporáneos; sigue el curso de las ideas de Silvio en tres períodos de su producción (1870-1880; 1880-1888; 1888-1914) y concluye con dos excelentes capítulos: “El problema crítico en Silvio Romero” y “La obra de Silvio Romero y la tuya”. momento".
Desde los primeros escritos de Romero (1869) queda claro que una crítica puramente literaria le resultaba insuficiente. Según el modelo científico de sus maestros europeos, quiere “bajar al análisis de los condicionantes –medio, raza, evolución social, tradiciones– y también “llegar a sectores de la vida colectiva –política, enseñanza”. En el camino, pasa por la filosofía, la etimología, la sociología, siendo un “hombre de su tiempo”, completamente “intoxicado por la revelación de tantas disciplinas nuevas, que parecían tener la clave del conocimiento. Un hombre como Taine fue: crítico, historiador, filósofo, esteta, novelista; como lo fue Oliveira Martins – novelista, crítica, economista, historiadora, publicista, política; como lo fueron Renan, Teófilo Braga, Tobias Barreto” (p. 96).
En el límite, apunta Cándido, Romero puede ser considerado “un buen historiador y un mal crítico”. En sus obras críticas, el propio Silvio atribuyó durante mucho tiempo el nombre genérico de “Apuntes para la historia de la literatura brasileña en el siglo XIX”, englobando en la clasificación tanto las obras literarias como las políticas y científicas. Incluso consideró que su Historia de la Literatura Brasileña (1888) fue un libro de "Historia Natural". Así, al hablar de la crítica rumana, “debemos entenderla como una actividad de análisis y sistematización de la cultura, presentada, en sus mejores ejemplos, desde un punto de vista histórico” (p. 109).
Silvio insistió exclusivamente en establecer los factores de la literatura y el papel del escritor, contribuyendo “a crear un clima difícil para la vida de la crítica y la historia literaria, concebida literalmente”. Por otra parte, ignorando la erudición y haciendo uso de la síntesis histórico-sociológica, “asfixió los gérmenes de la investigación de textos y fuentes (…) menos crítico que sociólogo e historiador” (p. 111).
El método crítico de Silvio Romero es todavía un libro actual, planteando una serie de preguntas, como qué es la literatura brasileña, qué es la nacionalidad, cuál es el método de trabajo de la crítica. Sin embargo, la obra pionera de Antonio Candido podría enriquecerse si se exploraran también aspectos “extraliterarios”, involucrando a Sílvio y al resto de críticos de la época, examinando la posición que ocupaban en el entonces embrionario campo literario, las polémicas suscitadas ( Sílvio incluso escribe un libro contra José Veríssimo titulado Evaluaciones ineptas de la crítica), el sustento de estos críticos, sus relaciones con las agencias gubernamentales que emplearon y cooptaron a periodistas, intelectuales, escritores, etc. A pesar de no mencionar prácticamente ninguno de estos aspectos, la tesis de Cándido da pistas seguras para seguirlos –de hecho, ¿no es ese el gran mérito de los clásicos?
*Afranio Catani, profesor jubilado de la USP y profesor invitado de la UFF, es autor, entre otros, de La Revista de Cultura Anhembi (1950-62): un proyecto elitista para elevar el nivel cultural de Brasil (Eduem, 2009).
referencia
Antonio Cándido. El método crítico de Silvio Romero. Río de Janeiro, Editora Ouro Sobre Azul, 256 páginas.
Nota
[1] Este artículo reproduce, con pequeños cambios, la reseña publicada en el extinto “Caderno de Sábado” de la Periódico del 17.09.1988, pág. 7.