El golpe de Estado chileno en el cine – II

Oder W. Heffer, Chilenos bailando La Cueca, fotografía, impresión en gelatina de plata, s/d
Whatsapp
Facebook
Twitter
@Instagram
Telegram

por WALNICE NOGUEIRA GALVÃO*

Registros de producciones cinematográficas que cuestionan los entresijos del golpe de Estado en Chile, abordando las ramificaciones más inesperadas

Después de un período de silencio, en el presente siglo resurge el interés por el tema del establecimiento de la dictadura de Pinochet, que culmina en torno al medio siglo del golpe de Estado (1973-2023). Esta intensificación se siente después de un período de casi olvido, cuando las encuestas se volvieron raras después de una primera cosecha de películas. A partir de este intervalo, grabo producciones que cuestionan las complejidades del golpe o, lo que aumenta su relevancia, abordan las ramificaciones más inesperadas. Los enfoques y puntos de vista se multiplican.

Entre ellas, nuevas películas del documentalista Patricio Guzmán, autor de la trilogía La batalla de Chile, que, aunque manteniéndose en el pasado, empezaría a abordar sus novedades.  Nostalgia por la luz (2010) y El botón de nácar (2015) Se dedican a una vasta reflexión sobre los desaparecidos. Y también nos obsequiaron con una biografía muy importante: Salvador Allende (2004).

De Chile, o de cineastas chilenos en el exilio, llegan otras películas, de distintos directores. Es Calle Santa Fe (2007), sobre una familia de activistas perseguidos por el régimen; o Allende, mi abuelo Allende (2015), cariñosas reminiscencias de una nieta; o todavía Machuca (2004), que muestra la amistad entre dos niños en la época de Allende, uno burgués y otro pobre.   

También recibimos varias películas de Pablo Larraín, quien no da señales de agotar el tema. Post Mortem (2011) encuadra la estafa desde la perspectiva de un trabajador de la morgue. NO (2012) habla del plebiscito convocado para legitimar la dictadura y que terminó en sentido inverso luego de una intensa campaña progresista. Neruda (2016) se centra en el policía encargado de vigilar en secreto al poeta comunista. Tony Manero (2008) trata sobre un imitador obsesionado con el protagonista de La fiesta del sábado por la noche, cuyos tics y travesuras copia en los concursos televisivos.  Y más sátira El Conde (2023)., Película de terror en blanco y negro en la que Pinochet es un vampiro…

Las películas relevantes procedían del cine extranjero. De Suecia, el caballero negro (2007), narra las hazañas del embajador sueco y los riesgos que corrió para salvar a un gran número de perseguidos, abrigarlos y alejarlos de sus verdugos, para transportarlos sanos y salvos fuera de los muros. De Alemania, amor y revolución (2015), también titulado Colonia, sobre un campo de concentración y tortura, dirigido por un ex oficial nazi disfrazado de misionero.  Santiago, italia (2018) es obra del gran director Nanni Moretti, que se remonta a 1973 para investigar el papel de Italia y su embajador a la hora de salvar a aquellos cazados con sus vidas en peligro, como Suecia.

Brasil contribuyó con un documental de investigación, Operación Cóndor (2007). Las dictaduras de los años 1960 y 1970 predominaron no sólo en Brasil, sino en todo el Cono Sur, donde estuvo vigente la infame Operación Cóndor. Allí vemos cómo las policías y fuerzas armadas de los países de la región formaron una colusión de información y servicios mutuos, siendo responsables de ataques, torturas, asesinatos, secuestros y desapariciones. Y todo bajo el control de Estados Unidos. Dirigida por un brasileño, la película desmantela pieza a pieza la máquina de represión y revela sus monstruosidades.

Ya obra de la siguiente generación y enteramente divergente, el tema produciría un resultado insólito, al centrarse con un cierto giro en las derivaciones del golpe. Dirigida por la hija de Costa-Gavras, Julie Gavras, Es culpa de fidel (2006), protagonizada por una niña, cuenta la historia de las penurias de ser hija de izquierdistas, incluso en un país tan civilizado como Francia. Vale recordar que Costa-Gavras es director de dos películas clásicas y atrapantes sobre el golpe de Estado chileno, así como sus antecedentes: estado de sitio (1972) y Desaparecido (1982). Julie Gavras muestra lo difícil que es entenderse a uno mismo, en medio de los dolores de crecer, en una casa que acoge les barbudos, como explica la niña. Ciertamente vemos allí lo nada banal que es la experiencia de ser hija de artistas militantes y el grado de mortificación que conlleva la notoriedad.

Tema vivaz, heridas por sanar: un cine en busca de giros insólitos capaces de sorprender.

*Walnice Nogueira Galvão Profesor Emérito de la FFLCH de la USP. Autor, entre otros libros, de leyendo y releyendo (Sesc\Ouro sobre azul). Elhttps://amzn.to/3ZboOZj]

Para acceder al primer artículo de la serie haga clic en https://dpp.cce.myftpupload.com/o-golpe-chileno-no-cinema/


la tierra es redonda existe gracias a nuestros lectores y seguidores.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
CONTRIBUIR

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES