por Roberto Jorge Regensteiner*
Las analogías con el ajedrez son útiles para analizar los conflictos que se expresan a través de los canales institucionales de una sociedad idealizada.
"El Gambito de Doria", publicado en el sitio web la tierra es redonda, es un hermoso artículo en el que Paulo Capel Narvai, utilizando la analogía del juego de ajedrez y la película “O gambito dama” (Netflix), expone las jugadas de un partido entre Doria y Bozo en el “campeonato presidencial de 2022”.
El artículo presenta la disputa en torno a la vacuna de cara a las elecciones de 2022 y la lucha por el control del poder político. Analiza algunas de las piezas fundamentales de este juego de ajedrez, como el posicionamiento de los jugadores en relación con la opinión pública y el SUS, y la relación entre los gobernadores y otras entidades de la federación.
Para llevar más lejos la analogía con el ajedrez, debemos considerar que se están jugando muchos juegos simultáneos e identificar cuáles de ellos son decisivos para la conquista y mantenimiento del poder político.
Con este objetivo en mente, nos alejamos de la tendencia (todavía) dominante en el ajedrez mundial, que es la influencia de la escuela americana, especialmente en el mundo occidental. Además de las cualidades técnicas y económicas que, en el pasado, le otorgaron la condición de superioridad que aún hoy disfruta, se caracteriza por no aceptar perder, ni siquiera partidos y mucho menos campeonatos. Cuando pierden en el juego, nunca se conforman y apelan a la lona. Cuando falla el tapete, no se avergüenza de voltear el tablero y pasar el tractor según las reglas. Y cuando esto tampoco funciona para ellos, son extremadamente vengativos y mezquinos. Mira cómo tratan a la pequeña Cuba, de donde salió Capablanca y otros grandes maestros. Intentan mantenerla en el ostracismo y castigar lo mejor que pueden a quienes no comparten su actitud cobarde. Puede llamarse la “Escuela del Golpe Imperialista” o, para abreviar, EGI.
En este ajedrez político, Bolsonaro es el peón de EGI en el tablero del campeonato mundial y, al mismo tiempo, una pieza fundamental en el campeonato brasileño. Llegó a lo más alto del ranking nacional en 2018, en un torneo lleno de barbaridades, con énfasis en la prohibición de participación del principal adversario.
Las jugadas organizadas por EGI dieron con éxito un golpe a Dilma y favorecieron decisivamente la transformación del peón en, más que un caballo, una dama valiosa (vamos a reírnos un poco). En esa trayectoria, utilizaron juegos sucios, articulando piezas en Curitiba y en el STF, combinando acciones en varios niveles militares, en el aparato político-electoral, validando ataques prohibidos en los medios digitales, una táctica flamante, que aún está abierta flanco en el que la oposición lucha para contener al enemigo. La suerte también es parte del juego y lo hicieron bien.
como juegan los blancos
Desde 2018, Bozo juega con las blancas, es decir, tiene la iniciativa.
En retrospectiva de su evolución, ha logrado avanzar piezas en la ocupación del aparato federal, especialmente con funciones decisivas para el eventual punto de inflexión, en caso de que pierda la disputa electoral de 2022. Invierte recursos públicos en comprar apoyos en la fuerzas armadas (ejército, PM, paramilitares) preparándose en caso de que todo lo demás salga mal. Concatenadamente converge recursos a estructuras que responden a su mando, en particular algunas iglesias, corrales electorales, grupos mediáticos y empresarios amigos. Combina viejos métodos de la mafia y la milicia, con la manipulación del aparato estatal para fines privados, incluso contra jugadores de su propia calaña y liga. Varios de ellos fueron descartados luego de que lo ayudaran en las conquistas de 2018. Moro, Mandetta, Bebianno, General Santos Cruz, entre otros, la lista es larga e incluye presuntos homicidas. El “caballo” Mourão contra el que disputa ininterrumpidamente en la Amazonía y las relaciones con China (subasta 5G y vacuna) se mantiene a raya.
A nivel federal desplegó miles de oficiales y pendejos (Araújo, Regina Duarte, Salles, Damaris et caterva). Si bien en ocasiones tuvo que cambiar piezas (varias en Educación, Cultura, Salud), amplió el espacio conquistado en el Ejecutivo Federal que ahora utiliza como moneda de cambio para avanzar sobre los demás poderes republicanos, al mismo tiempo que intenta destruir conquistas como el SUS, el IBAMA, el CNPq, las CAPES, las universidades, el ENEM, entre otras que resisten –aún no sabemos por cuánto tiempo– sus intenciones y que hacían parecer que el país avanzaba hacia un nivel superior.
En disputas con el Legislativo y el Judicial, en estos dos años, perdió unas, ganó otras, pero sigue subiendo en el ranking en batallas cada vez más encarnizadas. Así lo demuestran los recientes enfrentamientos entre las sentencias del STF (donde Nunes de Troia colocó un Caballo) y la realización de maniobras que influyeron decisivamente en la elección de las presidencias de las Cámaras del Congreso. Ha ido ampliando su posición en las instituciones a través de las cuales se ejercen formalmente los poderes políticos de la (todavía) República Federativa.
La táctica parece clara. Si pierde las elecciones de 2022 no reconocerá el resultado porque, si cuando ganó en 2018 “denunció” el sistema de urnas y sigue dando vueltas al tema, no será perdiendo en 2022 que elegantemente saludar al ganador. Intentará salir para el enfrentamiento. La visión que tuvo de que “bastaría un cabo y un soldado en un vehículo para cerrar el STF” resultó torpe. A principios de este año, la pandemia instó a peatones y cuadrúpedos a cerrar el STF y el Congreso. Por el momento, no ha logrado su objetivo y en este frente se ha replegado temporalmente. Intenta avanzar por otros caminos hacia el objetivo declarado del control absoluto del poder político, ya sea por las urnas o por las armas.
En el campeonato que se desarrolla dentro del sistema judicial, se desarrollan partidos simultáneos en diversas instituciones y jurisdicciones. Las tácticas de lavado de autos se redujeron a un uso ocasional, en vísperas del período electoral. Fueron contenidos en parte por la desmoralización de la opinión pública provocada por las filtraciones y por la trayectoria de Moro. Allí también opera con la discreta dama de la PGR y con otras piezas menores, devorando opositores, apoyando maniobras como desaprobación de cuentas electorales e intentos de juicio político a gobernadores (RJ y SC). En el Poder Judicial, las disputas más importantes en este momento son las de corrupción familiar. En este flanco, es vulnerable y puede ser derrotado, si esto se convierte en maniobras de juicio político, una táctica de remate que se ha vuelto popular en Brasil en las últimas décadas.
Si no es derrotado primero por un impeachment, el que juega con los blancos sólo se marchará "para siempre" en 2022, si la correlación de fuerzas permite que lo contengan en una camisa de fuerza lo que quede del servicio médico-psiquiátrico del SUS (que ahora intenta destruir).
como juega el negro
El tablero de vacunas donde Doria se presentó con una jugada es uno de los más complejos y decisivos en el campeonato de respuestas a la pandemia. Es donde hay espacio para acciones que puedan debilitar al enemigo y proteger al pueblo con medidas prácticas e inteligentes, mostrando quiénes son los mejores y más grandes defensores de sus intereses. Así que aplausos para iniciativas como, entre otras, las de CUFA (Central Única de Favelas, cufa.org.br) que dinamizó su red de asociados al incorporar funciones logísticas en la captación y distribución de recursos (alimentos, dinero, solidaridad) para ante las consecuencias de la pandemia y por acciones del MST y otras organizaciones con el mismo objetivo de promover la solidaridad y la defensa de los más vulnerables.
Ante las disputas en las que operan las entidades federativas, la victoria contra la EGI exige mayor imaginación y articulación, además de la jugada de Doria, el consorcio de gobernadores del nordeste, acciones como las del gobernador Flavio Dino en la importación de pruebas rápidas y con el STF.
La economía sigue siendo un tablero de ajedrez decisivo en la lucha de clases.
La pandemia tuvo un fuerte impacto en el capitalismo mundial, aún afectado por la crisis de 2008. EGI viene sintiendo la pérdida de poder económico que, desde 1945, y junto a sus componentes militares, fueron fundamentales para imponer su hegemonía en el resto del mundo . En sus juegos recientes, las maniobras militares se han superpuesto a las jugadas económicas y diplomáticas, en tableros que se están volviendo tan entrelazados e interdependientes que el ajedrez tradicional se convierte en una pobre analogía para expresar lo que está en disputa y lo que representa efectivamente la victoria en este campeonato.
El tablero del capitalismo servil brasileño se ha reconfigurado en una variante del viejo modelo exportador de productos primarios, el que liquida el medio ambiente de los pueblos originarios y el patrimonio ambiental de la Nación, privatizando ganancias y socializando pérdidas. En ella, la industria manufacturera se sometió a una liposucción y padece bulimia crónica. Grandes contingentes urbanos rechazan la esclavitud económica y social, a la manera colonial, y reaccionan. Puntos de cultura sembrados en la periferia social dieron lugar a un nuevo protagonismo que repele el racismo, el patriarcado, valora la historia, sensibiliza y moviliza a la población. Se siente en la piel que el crecimiento de abajo hacia arriba de las piezas negras se ha ido expandiendo y augurando victorias para nuevas escuelas que desafían a la EGI dominante. Aunque en el corto plazo todo es incierto, el caso de George Floyd (a finales de mayo en EE.UU.) y el de Beto Ferreira (en Porto Alegre, 19/11, víspera de la celebración de Zumbi dos Palmares y Conciencia Negra Día) son puntos de inflexión.
Jaque mate es con los rojos
Las analogías con el ajedrez son útiles para analizar los conflictos que se expresan a través de los canales institucionales de una sociedad idealizada que funciona adecuadamente con reglas estables. En ese sentido, la Constitución de 1988 fue una nueva edición de las reglas del juego y, también, el resultado de una partida de ajedrez en la que las fuerzas nacionales se comprometieron con una nueva regulación. He aquí que el golpe de juicio político y las elecciones de 2018 confirman las viejas y dañinas prácticas de la “escuela golpista imperialista” de que cuando pierden el juego dan vuelta el tablero y tratan de reescribir las reglas.
A finales de 2020, cuando se cumplen 200 años del nacimiento de Engels, un gran maestro inspirador, es alentador ver que él y otros importantes teóricos vuelven a ser ampliamente estudiados, que las escuelas rusa, china, vietnamita, entre otros, que proporcionaron gran cerillas, están siendo valorados nuevamente. Cada vez hay más indicios de que desde todas las geografías de la sociedad brasileña y de los países vecinos, nuevas figuras, personas, grupos y movimientos, están formando un flujo que hace precaria la analogía con el ajedrez y nos obliga a reflexionar sobre lo que, en la realidad de la lucha de clases, más allá de la disputa electoral, es el verdadero jaque mate
*Robert Regensteiner es profesor y consultor en Gestión y Tecnologías de la Información.