por BEATRIZ DARUJ GIL & MARCELO MODOLO*
La gramática está en proceso de encontrar un espacio que coincida con su gran papel en la producción de significado en los textos.
Cómo todo empezo
El sistema pedagógico instaurado por la Compañía de Jesús en el Brasil Colonial privilegió, durante más de dos siglos, el estudio de la gramática latina, combinado con la Retórica (preceptos del arte de organizar buenos discursos), incluida la Poética (análisis de reglas métricas y versificación y géneros literarios). Fue solo a mediados del siglo XVIII, en la Reforma Educativa emprendida por el Marqués de Pombal, cuando el portugués se convirtió en lengua obligatoria, que la lengua ganó valor como bien cultural y se incluyó en la escuela. Además de la alfabetización en portugués, que ya existía en el período anterior a la Reforma, se incluye el estudio de la gramática portuguesa, y también se realiza el estudio de la gramática latina en lengua vernácula.
Con la consolidación del Imperio portugués en Brasil, especialmente con la llegada de la familia real y la instalación de la imprenta, se publican obras brasileñas, se producen gramáticas en el país y la lengua portuguesa gana espacio como área de conocimiento en el ambiente escolar. Aunque siguieron siendo materias escolares hasta el final del período imperial, la Retórica y la Poética dieron paso, en las primeras décadas del siglo XX, a los estudios sobre cómo escribir bien. Y la Gramática continúa.
Además de las innumerables gramáticas escolares producidas en las décadas de 1940 y 1950, aparecieron las Antologías (colecciones de textos literarios), que ocuparon el lugar dejado por la Retórica y la Poética y jugaron un papel importante en la enseñanza del portugués en ese período.
Es en la década de 1950 que dos eventos impactan la enseñanza del portugués. Uno de ellos es la publicación de NGB – Nomenclatura Gramatical Brasileira –, que seleccionó contenidos gramaticales, además de unificar la nomenclatura estudiada hasta entonces, proporcionando un conjunto de contenidos más sistematizado, lo que contribuyó para el fortalecimiento de la centralidad de la Gramática en el aula. , centralidad y primacía que ya se había construido a raíz de la tradición jesuita en la enseñanza de la gramática latina y la desaparición de la Retórica y la Poética, así como de las Antologías. Otro cambio importante es que la mayoría de la sociedad, hasta entonces excluida de la escuela, pasa a reclamar su derecho a la escolarización formal.
Con la presión por la democratización del acceso a la educación, la escuela pasó a atender a los hijos de los trabajadores, por lo que las redes públicas se expandieron significativamente, debiendo contratar docentes en un número mucho mayor al que hasta entonces atendía a la pequeña porción de la población. elite dominante, lo que significó que el proceso de elección de estos profesionales fuera menos selectivo y el trabajo docente se volviera masivo y mal remunerado.
El exceso de trabajo y sus consecuencias didácticas
Con salarios reducidos, los docentes multiplican su carga de trabajo, lo que los lleva a buscar soluciones más prácticas para su actividad docente. Es cuando el libro de texto empieza a asumir un papel importante: sobrecargado de cargas didácticas que llegaban a más de cuarenta horas de clase a la semana, el profesor adopta el libro de texto como obra de estudio y preparación de las clases, así como material de uso exclusivo en la realización de clases. clase. El docente se distancia de los contenidos que desarrolla con sus alumnos, dejando de ser responsable de elegir lo que va a enseñar. Es el libro de texto que define lo que está bien o mal., ver la enseñanza del vocabulario, tradicionalmente presente en forma de glosario al final de cada texto de unidad didáctica, en el que cada palabra considerada de difícil comprensión se asociaba a un significado, enfatizando los falsos principios de equivalencia léxica y significados absolutos.
Pragmatismo y enseñanza
Durante el período de la dictadura militar en el país, a partir de 1964, la enseñanza del portugués pasó a fines más utilitarios, fase en la que el alumno era tratado como emisor y receptor de diferentes textos, en códigos verbales y no verbales. Luego de cambiar el nombre de la disciplina a Comunicación y Expresión, se incluyó en los diferentes códigos la idea de la libre expresión, principio que apareció, por ejemplo, al incentivar la producción de dibujos de textos verbales. A pesar de que la nueva propuesta defiende el desarrollo de la expresión oral del alumno y recomienda el intercambio de ideas y el debate, es criticada por haber abandonado la enseñanza de la estructura del lenguaje, por no haber presentado buenos resultados y porque, ya a principios de la década de 1980, la enseñanza de la lengua oculta en la denominación ya no estaba en consonancia con los principios políticos e ideológicos que florecieron con la redemocratización.
La lingüística entra en juego
El movimiento Diretas Já, seguido de la salida de los militares del gobierno, construyó un ambiente propicio para el libre pensamiento y comprometido con el respeto a los ciudadanos, independientemente de su afinidad política. Fue en este momento que el avance de las ciencias lingüísticas comenzó a afectar la enseñanza de la lengua materna, principalmente a través de la introducción de disciplinas como la sociolingüística, la psicolingüística, la lingüística textual, el análisis conversacional y la pragmática en los planes de estudio de los cursos de Literatura. Con ello llegan a la escuela reflexiones sobre las variedades lingüísticas, con el debate sobre las variantes prestigiosas y desacreditadas, las diferencias entre oralidad y escritura y la enseñanza de la gramática en una perspectiva textual, no limitada a las estructuras fonológicas y morfosintácticas.
La realización de algunos descubrimientos.
A fines de la década de 1990, con la publicación de los PCN (Parámetros Curriculares Nacionales), se formalizó esta visión innovadora del área de habla portuguesa influida por las ciencias lingüísticas, a pesar de muchas críticas al documento. Propuestas menos integrales, sin embargo, no menos importantes que los Parámetros Curriculares Nacionales, contribuyeron para la construcción de una enseñanza de la lengua portuguesa centrada en el desarrollo de la lectura, la escritura, la oralidad y el análisis lingüístico y semiótico. Se puede citar el trabajo realizado en la Red Municipal de Educación de São Paulo, entre 1989 y 1992, con Paulo Freire al frente de la Secretaría Municipal de Educación (SME).
A partir de la descentralización de la escuela, a través de la reanudación de los Consejos Escolares, y del método dialógico en la construcción del conocimiento, el equipo de Ana María Saúl, directora de la división de orientación técnica de la Secretaría, desarrolló el Proyecto Interdisciplinario, denominado Inter e inspirado en las ideas de Paulo Freire. Luego de una encuesta realizada en la comunidad, docentes y estudiantes definieron el tema generador que conduciría la enseñanza-aprendizaje para un determinado período de actividades escolares.
Las áreas de conocimiento deben desarrollar el tema, dentro de su especificidad, como una forma de responder a esta necesidad de la comunidad. Con el objetivo de llevar a la escuela lo que la ciencia venía desarrollando, la Secretaría firmó un convenio con universidades públicas y universidades privadas del Estado de São Paulo para apoyar la formación de sus profesores en el desarrollo de la Inter. También se elaboró un documento guía para cada área de conocimiento, denominado Area Vision, fuertemente marcado, en el caso de la Lengua Portuguesa Area Vision, por las tendencias lingüísticas que avanzaban en la época, como el estudio de la variación lingüística. , la oralidad y la gramática aplicada al texto.
¿Una enseñanza de la lengua portuguesa remodelada?
Más recientemente, con la publicación, en 2018, de la Base Curricular Común Nacional, documento federal que orienta los currículos estatales y municipales de todo el país, la enseñanza de la lengua portuguesa se consolidó a partir de géneros discursivos, resultado de la influencia del fortalecimiento de Estudios discursivos en la enseñanza-aprendizaje de la lengua materna.
Inicialmente, sin embargo, los géneros se entienden en la escuela de forma análoga a como se hacía, en épocas anteriores, con las secuencias textuales (en una tradición antigua, restringida a lo narrativo, descriptivo y argumentativo). Así, se centra en la enseñanza de la estructura compositiva del género, tanto en la producción escrita como en la lectura. Se espera que el estudiante clasifique textos dentro de la estructura de un género dado y produzca un género dado siguiendo un modelo presentado previamente. Nuevamente entra en juego una normatividad poco reflexiva: si antes el marco del lenguaje primaba en las lecciones de metalenguaje y clasificación gramatical, ahora tal normatividad parece estar sujeta a la estructura de género.
A pesar de que el género no es un tipo de enunciado absolutamente estable e inmutable, y abarca mucho más que su estructura compositiva, su componente estilístico, fundamental para la enseñanza y el aprendizaje de la lengua, está casi inexplorado en este momento inicial. En cuanto a la gramática, está en desuso o permanece en su antiguo lugar normativo, siendo enseñada como contenido independiente.
Con el desarrollo de los estudios de lingüística aplicada, a través de los cuales se entiende que el trabajo sobre el género involucra también y principalmente sus aspectos estilísticos, los recursos lingüístico-gramaticales ganan espacio en las clases de lengua portuguesa ya no en una perspectiva normativa, sino como elecciones léxico-gramaticales sobre las cuales de la constitucion del genero depende y de los cuales son responsables los efectos de sentido de los actos enunciativos.
Si bien esta práctica no se ha universalizado, debido a la precariedad de la formación docente en el país y al poco acceso que tienen al desarrollo de las teorías lingüísticas, parece que la gramática va camino de encontrar un espacio a la altura de su gran papel en la producción de la lingüística de los significados de los textos.
* Beatriz Daruj Gil es profesor de filología y lengua portuguesa en la USP.
*Marcelo Modolo Profesor de Filología de la Universidad de São Paulo (USP)
Versión modificada del artículo publicado originalmente en Revista de la USP.
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