por LUIZ RENATO MARTÍN*
Comentario al libro de Jean-Claude Bernardet
Actualmente, hablar de cine implica referirse, de una forma u otra, a la idea de autor. Es moneda corriente en los medios de comunicación, en la locución de las televisiones, en salas especiales, etc. Así, la importancia del cine de autor y la atribución del poder de autoría al director conlleva un valor inmediato que no necesita presentación. El libro, por tanto, parte de la evidencia, sin embargo, para despojarla de su naturalidad, exponiéndola a un proceso investigativo.
Jean-Claude Bernardet estudia la difusión de la idea del autor desde la década de 1950, a partir del grupo de jóvenes críticos reunidos en el Cahiers du Cinéma, y que, posteriormente, a principios de la década de 1960, daría lugar a Nouvelle Vague. La “política de los autores” –la doctrina de este grupo– tiene como punto de partida la noción de cámara-stylo (literalmente pluma-cámara), concebida por Alexandre Astruc, en un artículo para “L'Écran Français”, del 30 de marzo de 1948 (El primer número de la Cahiers está fechado el 01 de abril de 1951).
La intención de Astruc era dotar al cine de un estatuto abstracto e intelectual similar al de la escritura. El objetivo era superar el sello del espectáculo de feria, el origen semicircense del cine, para convertirlo en una obra de pensamiento y ennoblecerlo como arte; o, según Bernardet, en función de la época, prepararlo para obras similares “por su complejidad y trascendencia a las novelas de Faulkner o Malraux, los ensayos de Sartre o Camus”.
Dos elementos doctrinarios más son difundidos por el grupo: la apología de la expresión personal del director y la referencia al cine norteamericano. El cine francés de la época se opuso al Cahiers a la vez que impregnada de manifestaciones literarias, teatrales, etc.
En definitiva, la estetización y la cinefilia, la coloquialidad y el personalismo orientados a formar públicos y forjar nuevos patrones de consumo, fueron los vectores de este proyecto de modernización sectorial –cuyos vínculos con el pop, evidentes en la adhesión a patrones narrativos de la cultura de masas, como el cine B y los cómics partieron, creo, de la referencia a la idea de consumo, clave para ambos.
En el método crítico de Cahiers, cercano a la “psicocrítica” de Mauron, y extraído, a través de Bazin, del personalismo ontológico cristiano de Mounier, “moral” será un término clave. Además de la matriz colectiva e industrial de la película, y la diversidad de las obras de un mismo director, es importante decantar las redundancias y “hacer emerger una metafísica latente (…) considerando la obra del autor cinematográfico en la misma manera como la de aquel pintor o poeta esotérico". Todo autor aporta, por tanto, una “matriz”, a buscar por el cineasta y el crítico, y que condiciona el curso dramático de las películas, unificándolas en una obra.
Bernardet, en algunas de las páginas más vigorosas del libro, expone el misticismo de esta visión. Y registra oposiciones como la de Sadoul: "El culto a la personalidad - Cine de autor y cine de autor" ("Las letras francesas”, 17.07.58). Drouzy, que concibe la película como “fruto de un marco de producción que involucra tanto al director como al productor”, conservando “las marcas de esta relación de producción”, también es destacada por Bernardet.
El crítico estadounidense John Hess juzgó la Nouvelle Vague “un movimiento conservador cuya función era distanciar la realidad social del cine”. En esta línea de razonamiento (después de subrayar: “el método que triunfó –en su momento y con profundas repercusiones aún hoy– es la política de los autores”), Bernardet afirma que la impronta “romántica” se manifiesta en la idea de una esencia del cine, manifestada en las obras de grandes autores.
Además del primer capítulo, “Dominio francés – Años 50”, en el que detalla y discute este orden de ideas, el libro contiene dos capítulos más, cuya construcción –el segundo más documental, el tercero más conciso, sin ser vago– subvenciona y despliega la vena crítica expuesta por la primera. Así, el capítulo 2 recopila los efectos de las ideas de Cahiers en la crítica de cine en Brasil, en las décadas de 1950 y 60. Paulo Emílio y Glauber se destacan en este elenco, por su poder reflexivo; el primero, al criticar a los “jóvenes pedantes y derechistas de Cahiers; y el segundo, al reelaborar la idea del autor, fusionada con la historia colectiva, como factor político de liberación nacional.
En la década de 1970, como se muestra en el capítulo 3, “La decadencia del autor”, a través de una síntesis del debate francés generado por las teorías críticas sobre el tema, la idea de autor salió de escena, apuntada por el post-68. y por las críticas estructuralistas provenientes, en este caso, de la revista marxista Cinethique y también el nuevo grupo de Cahiers. De hecho, cualquiera que consulte un buen y completo compendio de teorías cinematográficas, como El Discurso Cinematográfico – Opacidad y Transparencia, de Ismail Xavier (Paz e Terra, 1977), señala que pasa por alto la idea de un autor, en ese momento en franco descrédito. Y lo hace sin razón, dada la precariedad conceptual de la causa autoral, señalada por Bernardet. ¿Cómo explicar ahora su restauración simbólica en el imaginario general?
El sutil cierre del libro, tras afirmar que “surge una nueva subjetividad (que no es nuestro tema aquí) (…) y parece dar paso a una recuperación de ideas de la época gloriosa de la política (los autores)”, señala, la de Barthes, para el autor como “fantasía del espectador”. Considerando que el libro comienza con la definición paradigmática del autor del Nuevo Larousse Ilustrado (“DIOS, que es la causa primera”), la conclusión de Bernardet sitúa al autor como una construcción imaginaria, como una inversión simétrica abstracta del espectador abstracto.
* Luis Renato Martín es profesor-asesor del PPG en Historia Económica (FFLCH-USP) y Artes Visuales (ECA-USP). Autor, entre otros libros, de Las largas raíces del formalismo en Brasil (Chicago, Haymarket/HMBS, 2019).
* Publicado originalmente, bajo el título “¿Quién necesita un autor?”, el Revista de reseñas, No. 03, el 05.06.1995.
referencia
Jean-Claude Bernardet, El Autor en el Cine – La Política de los Autores: Francia, Brasil años 50 y 60. 2do. Edición. São Paulo, Sesc, 2018.