El amor en el bolsonarismo

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Por Álex Antonio Rosa Costa*

Contra la democracia brasileña, no sólo hay odio fascista, sino también un amor inquebrantable por la idea. El peligro es mucho mayor, ya que el gremio bolsonarista encuentra en el más fuerte de los afectos su pilar.

"El pueblo tiene manía de crear ídolos, y la manía del ídolo es menospreciar al pueblo"
(Júlio Camargo, en El arte de la sofística)

El bolsonarismo ha sido un gran desafío para todos los estudiosos de la política. El neofascismo empleado por el presidente, tal como lo define Michael Löwy[i], aún no tiene sus contornos claros, y parece que, para comprender este fenómeno, los análisis clásicos deberán adaptarse. Dándose cuenta de esto, Filipe Campello argumentó en este blog que el bolsonarismo quita la posibilidad de hacer política con la razón y los argumentos, por lo que tratar de entender la política a través de estos medios también será siempre un intento limitado. carlos savio teixeira[ii] tiene una posición similar, al sostener que los modelos y conceptos con los que se piensa la política actual, casi toda de matriz norteamericana y liberal, resultan insuficientes –e incluso reacios a la realidad, por la “anormalidad funcional” propia de el presidente. Teixeira sostiene que debemos extrapolar lo pensado y considerar las clases y posiciones sociales de los agentes políticos en cualquier análisis político. Campello, por su parte, aboga por la atención a los afectos presentes en la vida política, arrojando luz sobre “el odio y el desprecio por la pluralidad democrática”[iii].

Campello no es el único. Con la elección de Jair Bolsonaro, el vínculo entre los afectos y la política se hizo evidente para toda la sociedad, ahora no solo para quienes estudian este tema. En todo momento, vemos noticias, artículos y comentarios que destacan el odio como motor del bolsonarismo. No está cerca: el propio gobierno federal tiene ahí, a su lado, su gabinete del odio, como gran asesor y vocero presidencial.

Pero no quiero hablar de odio. Pretendo arrojar luz sobre su inseparable compañero: el amor, que, a pesar de estar tan desatendido en los intentos de comprender el esquivo Brasil de hoy, ha demostrado su perversidad tan potente como la de su camarada.

El amor ha sido un tema en la filosofía desde la antigua Grecia. Platón, en uno de sus más bellos diálogos, El banquete, reflexiona sobre el primero de los dioses: Eros hasta ahora poco elogiada, en palabras del filósofo. Como es habitual, la voz final y definitiva de la conversación es la de Sócrates, que nos presenta lo que había aprendido de la sabia Diotima. El filósofo argumentará que hay grados de amor: hay desde el amor a las cosas materiales, físicas, carnales, hasta el amor a las ideas, lo inmutable, siendo esto propio del filósofo (en griego, literalmente, el que ama la sabiduría ).

La visión de Platón ha seguido siendo influyente a lo largo de la historia de la filosofía. Si miramos la filosofía cristiana, vemos también la separación entre el amor a las cosas terrenales y el amor a Dios. Este último, llamado “caritas” por Agustín, es el amor que deben buscar los fieles, en detrimento del que conduce a la corrupción del alma. Esta visión, sin embargo, no está exenta de problemas fundamentales, evidentes especialmente en la esfera pública.

La política bolsonarista, a mi modo de ver, sirve como un triste y real ejemplo de los males del imperio del amor a las ideas. Un amor como el alabado por Platón y Jesús reina en Brasil, pero con cierta distorsión: la gente sigue amando la idea contra la vida terrenal, pero ya no en nombre del Bien o de Dios. Un cierto mesías de salvación, con acciones antiplatónicas y anticristianas, es la nueva idea amada.

Para explicar el fenómeno Bolsonaro, siempre aludiendo a características fascistas, el foco ha sido el característico odio hacia lo diferente. Sin embargo, cabe señalar que el amor por la idea bolsonarista está igualmente presente. Con eso quiero decir que, entre los votantes leales a Bolsonaro, además del odio a todo lo que se opone al presidente, especialmente a la democracia, prevalece un amor incondicional por la imagen creada en torno a la persona. Aquí debe quedar claro: no se trata de un caso de amor a la persona del presidente. Si así fuera, se notarían los errores del presidente, las incongruencias, las injusticias. el amor a persona no ciega, contrariamente a lo que se suele decir. Quien ama de verdad puede ver todos los defectos del amado, pero sigue amando. El verdadero amante es aquel capaz de distanciarse del amado y seguir amándolo. El bolsonarismo, en cambio -como todo fenómeno político con sesgo totalitario- se alimenta de un amor incondicional por un ídolo, o, como ellos mismos lo prefieren, un “mito” incapaz de cometer ningún error, un verdadero mesías: incorruptible, infalible. , pero sigue siendo eterna víctima del “sistema”, aunque sea el líder, el dominante.

El apoyo indiscutible de aproximadamente el 30% del electorado es aterrador, y mucho. Si bien el presidente se ha mostrado como uno de los peores líderes del mundo en la lucha contra la pandemia, hecho sumado a las graves acusaciones de vinculación con milicias y esquemas criminales, su fiel votante no cede en defensa del mandatario. . Los datos publicados por Folha el 27.04.20, lunes, demuestran que ni siquiera la salida de Moro, el ministro mejor calificado, logró reducir el asentimiento a las locuras presidenciales.

Contra la democracia brasileña, no sólo hay odio fascista, sino también un amor inquebrantable por la idea. El peligro es mucho mayor, ya que el gremio bolsonarista encuentra en el más fuerte de los afectos su pilar. No sería de extrañar que un día el propio Jair Bolsonaro fuera víctima del movimiento que lo creó, poniendo fin, como tanto le gusta decir, al matrimonio amoroso con la idea del Mesías Bolsonaro.

*Álex Antonio Rosa Costa está estudiando una maestría en filosofía en la USP.

Notas

[i] https://dpp.cce.myftpupload.com/isto-se-chama-genocidio/

[ii] http://anpof.org/portal/index.php/pt-BR/comunidade/coluna-anpof/2569-bolsonaro-um-desafio-a-filosofia-politica

[iii] https://dpp.cce.myftpupload.com/o-ovo-da-serpente/

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