por Raúl Galhardi*
Ciro Gomes pretende ocupar el espacio de Bolsonaro en disputa con Lula
Recientemente ha estado circulando en artículos y materiales periodísticos la posibilidad de que el presidente Jair Bolsonaro no esté en la segunda vuelta de las elecciones de 2022. Al mismo tiempo, según los mismos formadores de opinión, Lula ya está garantizado y está por ver quién será su contrincante.
Junto a esta idea, los medios también se han hecho eco de la idea de que Ciro Gomes pretende ocupar el lugar de Bolsonaro en una disputa con Lula. Para lograr ese objetivo, el exministro estaría adoptando una retórica antipetista y acercándose a los partidos de centroderecha, pues ya no le es posible contar con el PT, que históricamente lo ha superado en las elecciones, a pesar de que el exgobernador de Ceará apoyó al partido en varias ocasiones.
Si analizamos la historia reciente de la democracia brasileña desde la redemocratización, el país siempre estuvo dividido en elecciones entre dos polos con poco espacio para otras opciones. Antes la división era entre PT y PSDB y ahora seríamos entre el PT y el bolsonarismo, esa ideología reaccionaria difusa que no se materializa en un partido.
Quien estuvo más cerca de romper la polarización, que no es necesariamente entre extremos, ya que el radicalismo de extrema derecha de Bolsonaro no puede compararse con la ideología de izquierda moderada del PT, fue Marina Silva en 2014. Sin embargo, la artillería pesada del PT la propaganda la sacó de la disputa, posibilitando el enfrentamiento entre Dilma Rousseff y Aécio Neves.
Por lo tanto, lo que le quedaría al exministro es tratar de ocupar el espacio del actual presidente en la segunda vuelta, atrayendo a sectores de derecha e izquierda “ni ni” (ni Bolsonaro ni Lula). Esta apuesta es muy arriesgada porque depende de una serie de factores.
Para que esto ocurra, el apoyo a Bolsonaro debe disminuir al menos un poco del persistente 30% que ha mantenido desde el inicio del gobierno; los principales partidos de centroizquierda y centroderecha tienen que apoyar a Ciro (PSB, PSDB, DEM y PSD), siendo la regla la fragmentación y la deslealtad en este campo, además de que existen pocas afinidades programáticas entre el PDT, Ciro y las leyendas de la derecha; y el llamado “Centrão” necesita ser repartido entre él, Bolsonaro y Lula, sin que pese demasiado en ninguna balanza contra el exgobernador.
Además, es necesario estar de acuerdo con los "rusos", es decir, los votantes. Las pasadas elecciones demostraron que los tiempos de TV y radio ya no son tan relevantes para impulsar una candidatura y aún con el apoyo de partidos importantes, lo que le daría a Ciro un buen tiempo de publicidad en estos medios, el mensaje que transmitirá a la población puede terminar buscando ambiguo, alienando a los votantes tanto de la derecha como de la izquierda.
¿Hasta qué punto estará dispuesto a negociar con la derecha su Proyecto Nacional de Desarrollo, que es antiliberal? De todos los candidatos en las pasadas elecciones presidenciales, Ciro era el que tenía un perfil más desarrollista. Sin embargo, si es inflexible sobre su programa de gobierno, puede perder su derecho. Si por el contrario flexibilizas tus posiciones históricas, corres el riesgo de perder tu izquierda.
Uno de los posibles candidatos presidenciales que negocia con Ciro, el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, ya asumió en una entrevista la posibilidad de apoyar un proyecto basado en un Estado fuerte, principalmente porque el Estado sería necesario para la reconstrucción del país luego de Bolsonaro, pero ¿será que todos los jefes de ese campo tienen el mismo entendimiento?
Todo indica que, como en 2018, la próxima elección será de ruptura y no de continuidad. Si el antiPTismo fue el sello distintivo de las últimas elecciones, el antibolsonarismo podría ser la característica de las próximas.
Encuestas de opinión recientes muestran un debilitamiento creciente y gradual del gobierno. Sin embargo, ¿será suficiente este desgaste para 2022 para que el apoyo tradicional de alrededor de un tercio de la población caiga en relación con la administración actual?
Un ajedrez intrincado creado para aquellos que desean ocupar la tercera vía.
Raúl Galhardi, periodista, magíster en Producción y Mercado Periodístico de la ESPM-SP.