por VANDERLEI TENÓRIO*
Los mitos políticos son una de las claves para entender la política como instancia de vida social
Cuando hablamos de mito, la definición más antigua del término proviene del idioma griego μῦθος (mûtos, por mito), más precisamente concebida por el poeta épico Homero, el veloz autor de los libros Ilíada e Odisea, y significa palabra, discurso o historia, o incluso fábula, sin ninguna connotación de falsedad.
A lo largo de la historia, la palabra "mitos” implicaba cada vez más “historias difíciles de creer”, de modo que en la época del icónico Platón (principios del siglo IV a. C.), la palabra “mitos” tenía la mayoría de las connotaciones que tiene nuestra palabra “mito”.
Es decir, mentira, sospecha, falsedad. En resumen, básicamente, un mito es una historia. Sin embargo, un mito es un tipo particular de historia. Puede definirse como un “cuento tradicional”, con dos características que lo distinguen de una leyenda o un cuento de hadas. Primero, un mito es adaptable a muchos géneros literarios. En segundo lugar, aunque flexible, la adaptabilidad de un mito está limitada por el hecho de que un mito debe ser culturalmente relevante.
Mito, sociedad y cultura.
En general, los mitos han sido y siguen siendo determinantes para la formación social, política, cultural e histórica de todas las comunidades que habitan o han habitado este globo que llamamos planeta Tierra. Si no fuera por los mitos, no habrían surgido conocimientos, historias, perspectivas y cosmovisiones.
Cada cultura tiene sus propias composiciones lingüísticas, políticas, religiosas, históricas y geográficas que se basan en algún tipo de mito. Los antiguos griegos, por ejemplo, se destacaron por su rica tradición de mitos complejos. Un ejemplo de este legado es la metáfora de “El mito de la caverna”, escrita por Platón, que explora el concepto de aferrarse únicamente a lo que se conoce como la alienación del ser humano.
Corroborando la cuestión, actualmente, un artículo titulado “Los mitos como representaciones y transmisión del conocimiento”, escrito por Alan Carvalho, discutió el papel de los mitos en la representación y transmisión del conocimiento. Menciona los mitos yoruba, que son la base ideológica y ética del Candomblé, que consisten en una colección de alrededor de cien cuentos, historias y pasajes de la vida de los orixás que contienen vastos conocimientos sobre la esencia de la religión. Los pasajes, que abarcan a todos los orixás, ofrecen enseñanzas sobre sus gobernaciones, personalidades, debilidades y dominios, y estas enseñanzas se reproducen diariamente dentro de los terreiros y galpones.
Roland Barthes
Roland Barthes en su obra mitologías (1957) aborda los mitos cotidianos de la sociedad francesa, pero que pueden observarse universalmente. Roland Barthes sostiene que la función del mito en los medios es naturalizar y eternizar la sociedad burguesa, envolviendo una contingencia histórica en la eternidad e inmovilizando el mundo. Esta idea se expone en su libro, que es una colección de artículos breves publicados en periódicos y revistas franceses, incluido el Paris Match. Las narrativas de estos artículos abordan los mitos cotidianos de la sociedad francesa en el contexto histórico-cultural y político-social.
En este sentido, para Roland Barthes, el mito es una forma de discurso despolitizado, producido por una connotación y una distracción de la realidad que se convierte en ideología. El mito no niega las cosas, simplemente las vuelve inocentes, atribuyéndoles un significado natural y eterno por su carácter imperativo. No se define por el objeto de su mensaje, sino por su forma y puede ser representado por un hecho, anuncio, informe, entre otros.
El periodista Alexander Goulart, del Observatório da Imprensa, destaca enfáticamente que Roland Barthes realizó un estudio profundo de los medios, explorando su relación con el contexto social y cultural. Concibió una semiología activa que investiga los signos presentes en la vida cotidiana, abarcando tanto el lenguaje como el habla. Roland Barthes entendió que el signo es relativo e histórico, y no puede ser considerado una verdad absoluta.
Al romper con la visión de Ferdinand de Saussure, para quien el signo era absoluto, Roland Barthes adoptó un enfoque estructuralista dialéctico, en el que el signo se entiende en relación con el contexto sociohistórico. De esta manera, el autor también se preocupa por lo translingüístico, es decir, los aspectos que van más allá de la propia lengua.
los mitos politicos
Al abordar el tema del mito desde una perspectiva cultural, la historiadora Regina Célia Daefiol destaca que los mitos políticos son una de las claves para entender la política como instancia de vida social, además de ser un aspecto fundamental de la cultura de una sociedad. Regina Célia Daefiol señala que, para comprender las complejidades políticas de una sociedad, es necesario comprender sus mitos y cómo moldean las ideas y valores que sustentan las instituciones políticas.
En este sentido, Regina Célia Daefiol destaca la interconexión entre cultura política y poder en la sociedad. La cultura política de una sociedad está formada por un conjunto de prácticas, creencias y valores que influyen en la forma de ejercer la política. Al mismo tiempo, el poder es un elemento central en este proceso, ya que es a través del poder que se toman decisiones políticas y se crean y mantienen instituciones.
Para ilustrar esta relación, Regina Célia Daefiol cita a Frantz Fanon, psiquiatra y filósofo político, quien en su libro historia y poder afirma que la cultura política y el poder están intrínsecamente relacionados en la sociedad. En otras palabras, la cultura política de una sociedad no puede entenderse separadamente del poder que la gobierna.
Así, el análisis de los mitos políticos se vuelve fundamental para comprender la cultura política y el poder en una sociedad. A través del análisis de los mitos es posible comprender cómo determinados grupos políticos legitiman su poder, cómo se transmiten ideas y valores y cómo se ejerce la política en una determinada sociedad.
*Vanderlei Tenorio es periodista y estudia geografía en la Universidad Federal de Alagoas (UFAL).
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