Mejor es la vida de un vampiro.

Mona Hatoum, Impenetrable, 2009
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por PRISCILA FIGUEIREDO*

cuatro poemas

Televisión e idilio

Una vida
no Sitio del pájaro carpintero amarillo Ya estaba emocionado, pero
cuando vi La danza de los vampiros.
                         a la vuelta del domingo
para un lunes sin vacaciones pensé:
¡La vida de un vampiro es mejor! Es una fiesta todas las noches,
y dormir hasta tarde… Un vestido
más hermosa que la que usan los otros vampiros.

Era una noche calurosa
y cuando me fui a dormir
                         la sangre de los mosquitos
corrió por la pared.
y dormir hasta tarde...
mi corazón estaba pesado – pregunté
Que Dios me perdone
Esto de querer ser un vampiro.

Hasta nuevo aviso

Por la presión del viento
el árbol inclinó su cabeza hacia un lado
pero sólo la cabeza.
Flexible y firme
se divide en una parte
suave y complaciente
y en lo demás, terrenal, en sí mismo
apuntalado, imposible moverse hasta
segundo orden.
Entonces los árboles de mi
sentencias y condenas:
doblar un poco la cabeza visible
hoja rodeada de vientos – sola
la cabecita, nos vemos el lunes,
tercer orden.

Sin titulo

“largo, picado, en grand deuil, douleur majestueuse”

Estaba tomando mi café – no hace mucho
había resucitado de la tumba
superficial de un sueño que no repara –
inmerecido por el día que amaneció
y me duelen los ojos secos
sin dormir pero no despierto
como los baúles de los pensamientos
cuando ella, noctámbula transeúnte más allá de su hora
conociéndome más que yo a ella
estudiando mis sentidos lentos y retraídos
abortos espontáneos por la noche sin dormir
¡Pasó, debería haber pasado, volvería a pasar!

Primero la vi como la vieja mancha
que se movía en el cemento en fila
derecho, pero no se movió de su lugar –
Miro y no está ahí; Miré y nunca se fue.
La sombra lúgubre insiste
tal vez puedas oírlo, olerlo, es más
segura que la mancha, más real que mi mirada.
Un destello... ¡y nunca más lo abandonamos!

Tu presencia sigilosa
La cucaracha casi me da vida.
En otro lugar, no tan lejano, quizás lo encuentres.
(No sé a dónde va ella, ella sabe adónde voy yo).
No es demasiado tarde, tal vez hoy
ya estarás dura, con los pies en alto
Me agaché, mis párpados todavía
que ningún sueño llegará a cerrarse.

Humillado parece

fusión de maíz y humus húmedo;
todos humillados y montados
también lleva plantilla, lo que recuerda
palma, maíz, milla y mojada
(entonces es amarillo y húmedo
todavía me viene a la mente la orina)

centímetro a centímetro es caminado y pisoteado,
tendido sobre la tierra humus-infinita –
en su mano la oreja que había robado
infinitamente granate

DOI

el viento zumba
cuando gritaste?
No escuché nada...
ciertamente el mundo
se puso oscuro...
ya no lo vi...
Qué pensaste
si no gemiste?
fueron mis hijos
cuando los vería,
estaba en el niño
recién llegado,
en la frase "espera,
hoy no mata”;
en mi boca
como papel de lija,
en el gesto tímido
de un empleado.
¿Y qué más?
Cómo fue
todo orina,
en la chica que
Ya no grité,
Tengo uñas y dientes,
sólo miedo y carne,
se estira.

*Priscila Figueiredo es profesor de literatura brasileña en la USP. Autor, entre otros libros, de Mateo (poemas) (bueno te vi). Elhttps://amzn.to/3tZK60f]


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