por BENÍCIO VIERO SCHMIDT*
Pensamientos sobre eventos recientes
En la Conferencia de Glasgow (COP-26), Brasil fue sorprendido por la presión de sus pares y firmó el acuerdo para reducir el gas metano, así como el acuerdo a favor de la deforestación a gran escala, con metas para 2030 y 2050. Representación del Ministerio de Medio Ambiente e Itamaraty – con más de 100 titulares de cargos y comisiones – el país está presionado y empeñado en sus intereses de aislamiento, en particular por la gestión del “pasa ganado” Ricardo Salles. Espero que la voluntad de la mayoría persista y Brasil tenga que responder por sus compromisos en el área ambiental. La COP-26 es un punto de inflexión, analizando las perspectivas del calentamiento global, la destrucción de los bosques y los mecanismos adecuados para las transacciones con bonos de carbono. Un camino sin retorno.
La PEC de precatorios, vencedora en la primera vuelta en la Cámara Federal con diferencia de cuatro votos para obtener la mayoría técnica (304), fue obtenida cooptando la presidencia de Arthur Lira, con la promesa públicamente conocida de R$ 15 millones por cada voto favorable, mediante enmiendas del ponente; sin destino y destinatario precisos.
Un caso emblemático, aún por esclarecer, fue el comportamiento del PDT de Ciro Gomes, al otorgar 15 votos decisivos a la propuesta de gobierno. Su líder en la Cámara Federal renunció tras una incisiva manifestación de Ciro Gomes, suspendiendo su precandidatura, en protesta. La segunda vuelta (9 de noviembre) puede o no confirmar la rebelión pedetista, cuya representación oscila entre la posición de Ciro Gomes y sus bases regionales. ¡Los cuatro diputados federales del PDT de Ceará votaron a favor del gobierno, acusando a Ciro de no haberse manifestado antes!
El PEC de precatorias, de aprobarse, deberá aumentar el déficit fiscal en cerca de R$ 106 mil millones; quedando apenas R$ 31 mil millones para el programa Auxílio Brasil, principal motivo anunciado por el PEC. Los demás recursos serán (o irían) a compensar la exoneración de la nómina de 17 sectores empresariales, por enmiendas del relator a los diputados de base de gobierno y por eventuales auxilios a los camioneros. Ante el choque en las finanzas públicas -frente a la verdadera ficción del tope de gasto- el Tribunal de Cuentas de la Federación (TCU), encabezado por el ministro Augusto Nardes, propone la flexibilización del tope para 2026.
De todos modos, la medida cautelar de la ministra Rosa Weber (STF), que suspende las enmiendas parlamentarias (incluidas las del relator) sin destino y detalles de conocimiento público, frena las maniobras gubernamentales y profundiza la brecha en las relaciones de los demás poderes con el poder Judicial. La votación en la segunda vuelta, el próximo martes (9), se convierte en una incógnita.
En el escenario electoral, además de la última encuesta del IPESP sobre candidaturas presidenciales, es importante señalar los primeros arrebatos del precandidato Rodrigo Pacheco (PSD-MG), consiguiendo el apoyo de figuras como Henrique Meirelles y buscando el inefable “tercer forma". No se pronuncia sobre nada crucial en la coyuntura, a menos que se manifieste a través del bien deseable y gestos civilizados en la política. Sergio Moro regresa de su asesoría en Estados Unidos y se enrola en Podemos, el día 10 de este mes. Dallagnol, ex Ministerio Público y Rodrigo Janot, ex PGR, deberían seguir sus pasos en Podemos. Ambos con aspiraciones a diputado federal en 2022.
La encuesta del IPESP de esta última semana corrobora el liderazgo de Lula sobre los demás precandidatos, entre otras dimensiones evaluadas. La desaprobación del gobierno se mantiene alta (64%), la percepción de la noticia sigue siendo desfavorable al situacionismo (59%) con centralidad en el tema de la vacunación (25%), mientras que la percepción de los malos rumbos de la economía obtiene el 67% de las opciones.
En cuanto a los precandidatos, Lula tiene la preferencia del electorado frente a Bolsonaro (31% a 24% de la elección espontánea; en el Lula estimulado, 41% a 28% de Bolsonaro); mientras que en la segunda vuelta Lula tendría el 50% contra el 32% en la votación espontánea y el 52% en la estimulada. Registra la presencia de Moro, disputando el puesto de eterno tercero de Ciro Gomes. No votarían por Lula (46%) y Bolsonaro (61%) en absoluto. Un terreno fértil, aún por explorar para las candidaturas.
Surge una curiosidad cuando se pregunta por la autoidentificación ideológica de los encuestados: un 24% se declara de “derecha”. Un perfil muy realista, según investigaciones longitudinales sobre las identidades políticas del pueblo brasileño.
*Benicio Viero Schmidt es profesor jubilado de sociología de la UnB y consultor de Empower Consult. Autor, entre otros libros, de El Estado y la política urbana en Brasil (LP&M).