“Medida provisional” y “Mars one”

Fotograma de "Mars One"/ Divulgación
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por SHEILA SCHVARZMAN

Consideraciones sobre las dos películas, hitos del protagonismo negro reciente

“Somos espectadores de nuestra ausencia”
(Akins Kinte apud vivir con Lincoln Pericles).[i]

Encargado de informativos de televisión, publicidad de inmuebles, cursos universitarios, automóviles o representando a una típica familia brasileña en sitcomA partir de 2022, se pudo observar, con una frecuencia sin precedentes, la inclusión de personas negras en imágenes positivas en los medios de comunicación. No sólo criaturas consagradas en el fútbol, ​​la música popular o las telenovelas. Presentándose según estándares convencionales de elegancia y empoderamiento neoliberal –sonrientes, bien vestidos y de tez no muy morena–, estuvieron presentes en representaciones nacionales genéricas y neutralizadas y, como tales, incluidos como consumidores.

También fue en 2022 cuando dos películas de directores negros, con repartos y equipos mayoritariamente negros, alcanzaron el corriente principal (Martel, 2012): Medida provisoria, de Lázaro Ramos, con más de 500 mil espectadores y marte uno, de Gabriel Martins, película de Contagem, en las afueras de Belo Horizonte, la brasileña nominada al Oscar. Esta relevancia sin precedentes configura un acontecimiento mediático (Weber, 2011) que exige un análisis que califique y demarque este momento histórico singular y estas películas.

Además de una "tendencia" internacional desencadenada por acontecimientos bárbaros como el asesinato de George Floyd en 2020 en Estados Unidos y sus correlatos nacionales, el enfoque neoliberal en los negros como mercado de consumo a explorar más a fondo, además de un racismo indeleble En la formación social brasileña – que de esta manera se expone al revés a través de la negación, aumentando la presencia de negros donde habitualmente no aparecían –, la esfera mediática está teniendo que abrirse a las imágenes y discursos de esta mayoría minoritaria del 54%. de la población brasileña.[ii]

Signo de los tiempos, resultado de décadas de luchas, de un trabajo de afirmación que se intensificó y calificó más en los diez años transcurridos desde que se introdujeron las cuotas en las universidades.[iii], políticas públicas sociales y culturales, especialmente audiovisuales, que permiten emerger nuevas expresiones y autorrepresentaciones, junto al aumento de identidades con sesgo neoliberal.

Medida provisoria e marte uno Son películas con diferentes temáticas, alcances, ambiciones sociales, formas de producción, puesta en escena y estética. Fueron producidos a partir de 2018 y lanzados comercialmente en 2022, en abril y agosto respectivamente. La primera es una producción con elenco televisivo, la participación de un reconocido actor negro extranjero, un gran presupuesto y una importante exposición mediática del director y promoción en redes sociales, dirigida a un amplio público, lo que se suele denominar película comercial. , lo que no implica juicio de valor.

La otra es una película de bajo presupuesto de una productora independiente, realizada con financiación de un aviso público de acción afirmativa. Lo que los une y justifica la selección fue la relevancia mediática sin precedentes, la recepción del público y las reverberaciones que obtuvieron como películas de directores negros. Además, difundidas en el año de las elecciones presidenciales, sus narrativas, especialmente Medida provisoria, se hizo eco y respondió al sentimiento de revuelta e indignación. En un momento de muy baja asistencia a las salas de cine después del Covid-19, el público llenó las salas de todo Brasil, ayudando a recuperar a los espectadores que, con la en streaming, se acomodaron en el sofá de la casa.

Así, teniendo en cuenta los estudios y las representaciones poscoloniales y periféricas, desde Franz Fanon (2008), Leila González (1988), Stuart Hall (2016), Gayatri Chakravorty Spivak (1985/2010) hasta Achille Mbembe (2011), así como los de regímenes de visibilidad como Jacques Rancière (2009), o la invisibilidad negra como en bell hooks(2019), dadas las características propias de cada uno de los objetos estudiados y los procesos sociales y estéticos a los que están asociados, Muniz Sodré, especialista en comunicación y culturas negras, al definir la forma social brasileña como de esclavitud inacabada, ya que “la forma esclava de los espíritus no fue abolida”, permite comprender y fundamentar el acontecimiento ocurrido aquí en su amplitud de búsqueda del relieve. .

Según Muniz Sodré (2019, p. 879): “La forma social es la forma en que se configura la sociedad por dentro y por fuera. La idea de forma social engloba una visión de la interioridad de las personas: cómo se puede comprender al otro, cómo se puede ver al otro. (…) El concepto de forma social me dice: 'la esclavitud no ha terminado'. En el ámbito social, la gente todavía rechaza a las personas de piel oscura. Normalmente me refiero a las expresiones claro y oscuro. (…) La vida puede ser difícil según el color de tu piel. Entonces esta forma me dice: 'la forma de esclavo no ha sido abolida de los espíritus'.

De este paradigma que visceralmente configura la formación social brasileña, surge el examen de lo que crean las películas, de sus circunstancias políticas e ideológicas, que se expresan en forma de imágenes y discursos que rechazan visualidades establecidas, estereotipadas y reiteradas (Bhabha, 1998), promoviendo otro imaginario, que compartirán las pieles 'claras u oscuras' (Sodré, 2019) y que repercutirá en la corriente principal. Como señala el director André Novais, de Películas plásticas, el mismo productor que Gabriel Martins, responsable de marte uno, rechazar y contradecir las formas habituales de representación de los negros es un gesto político. Según Gayatri Chakravorty Spivak, contradice la “violencia epistémica” (2008), aquella que se enuncia a través de discursos e imágenes y, así, moldea, impone y define la identidad del otro, subyugandolo.

Según Novais, “poner a los negros como alguien que vive con normalidad. Sin el tema de la violencia o del narcotráfico, que es generalmente como se presenta en el cine brasileño e incluso en el cine mundial (…) Algunas personas no entienden lo político que es esto, en el sentido de que es una forma de llamar la atención. Estoy acostumbrado a que los negros de la periferia también vivan en armonía”. (NODAL, 2016)

Partiendo de estas premisas, y recordando que cada película expresa un proyecto artístico, social y estético distinto, es en las diferencias donde se puede obtener el panorama más amplio de los caminos posibles de esta inclusión y de lo que estas autorrepresentaciones aportan de nuevo y disruptivo. encontró..

También es necesario aclarar que entendemos la corriente principal, según Fréderic Martel, como “la cultura que agrada a todos”.[iv] (2012, pág. 20).

La palabra, de difícil traducción, significa literalmente “dominante” o “gran público”, y generalmente se utiliza para referirse a un medio de comunicación, un programa de televisión o un producto cultural dirigido a un público amplio. Corriente principal es lo opuesto a contracultura, subcultura, nichos; para muchos, es lo opuesto al arte.

Corriente principal Puede denominarse “cultura de mercado”.' o el mercado, sin apuntar sólo a la monetización del entretenimiento, al contrario, creemos que la intención de estas películas es llegar a un público significativo, hacer circular otras narrativas, imágenes, construir nuevos imaginarios, contradiciendo lo establecido por la alteridad blanca eurocéntrica. , asumiendo el protagonismo de la creación, en su propia y original aspiración artística.

La construcción del evento.

Contrariamente a la caracterización que hace Weber del acontecimiento mediático (2011), la repercusión de las dos películas no fue rotunda, aunque el estreno de Medida provisoria desde 2020, ha sido un trabajo extenso, reverberado y de participación ciudadana constante. El impacto de marte uno surgió de los premios y del impacto en el Festival de Gramado, pero sobre todo de la nominación de la Academia Brasileña de Cine y Artes Audiovisuales para competir por el Oscar a la mejor película extranjera en 2022. Es la excepcionalidad que marca el evento: por primera Por primera vez en la historia de la exhibición cinematográfica de películas brasileñas en salas comerciales, en la historia del cine brasileño, dos películas producidas por negros tuvieron importante repercusión pública.

El cine en general, y el cine brasileño en particular, es una actividad costosa, de difícil acceso, de difícil circulación y acogida por parte del público. Sólo en el siglo XXI, con nuevos equipos digitales y ventanas de visualización, combinados con políticas públicas para fomentar la producción, fue posible filmar a mayor escala. Sin embargo, llegar a las grandes pantallas y a grandes audiencias sigue siendo complejo. Es propio de las exhibiciones brasileñas estar ocupadas predominantemente por películas extranjeras, en su mayoría estadounidenses (Paulo Emílio, 1980).

Cuestiones socioeconómicas y culturales internas y externas explican este panorama. Para los negros esta dificultad es aún mayor (Carvalho, 2005). Podemos mencionar los aportes de profesionales como Cajado Filho (1912-66), Odilon López (1941), Haroldo Costa (1930), quienes se desempeñaron como asistentes, escenógrafos, guionistas e incluso directores a partir de los años 1940/50, con la Cinema Novo, aparecen obras significativas de Zózimo Bulbul (1974), Luís Paulino dos Santos (1969) y Adélia Sampaio (1984), que, a pesar de la densidad de sus creaciones, que fueron de la mano de los nuevos cines, el diálogo expresivo con lo que estaba sucediendo entre las luchas y movimientos de afirmación de las mujeres negras y negras en Estados Unidos (González, 1982), el acercamiento a las culturas africanas, característico de los años 1960 y 1970, y la opresión del Régimen Militar, vívidamente expresada en alma en el ojo (1974), cortometraje experimental de Zózimo Bulbul realizado con restos de otra película, donde el cuerpo y los gestos hablan del lugar de los negros en Brasil, esta película, al igual que la de Adélia Sampaio, la primera película sobre el amor entre dos Las mujeres, tuvieron dificultades en la exhibición y difusión, y recién en la década de 2000 comenzaron a revivir.[V]

Un director como Joel Zito Araújo, con producciones documentales como La negación de Brasil (2007), ficciones como Hijas del viento (2004) y series de televisión, este patrón de dificultades de implementación y repercusión continúa con mayor relevancia. En 2008, el Dogma Feijoada, con un manifiesto, como el Dogma donde el sociólogo Noel Carvalho, el director Jefferson De y otros firmantes prohíben la reproducción de estereotipos, además de promover reflexiones que continúan desde entonces (Carvalho; De, 2005, Carvalho, 2022). Además, tanto De que participa en series de televisión como lo hizo M8 Cuando la muerte viene al rescate de la vida (2019), un largometraje, y otros directores independientes producen películas que, sin embargo, no destacaron.

Desde los años 1990, con la Redemocratización, y principios de los años 2000, según Liliane Leroux, las escuelas de varias ciudades ofrecieron formación audiovisual a “jóvenes de clases populares, residentes de favelas, suburbios y periferias”. Al basarse en avisos y necesitarlos para mantenerse, según la autora, terminaron convirtiéndose en 'proyectos sociales', presentando, en su opinión, un “civismo de resultados” (2019, 26).

Este camino pronto asume, en mayor o menor medida, la conocida fórmula de utilizar el arte como herramienta para civilizar a los jóvenes de las clases populares, a través de la construcción pedagogizada de la experiencia artística, a través de la imposición de un estándar temático y estético aceptable. . La mirada y la voz de los pobres, incluso en estas iniciativas para “dar autoría”, estarían un tanto restringidas por la expectativa de que expresen lo que se imagina como “propio de las clases populares”: sólo lo necesario y útil. (Leroux, 2019, 26).

Este balance ciertamente no refleja la totalidad de estas producciones y los caminos abiertos por ellas, sin embargo, es interesante recordar de este análisis cómo la forma de inclusión, la situación socioeconómica y el lugar de residencia de estos productores se transformaron en un género. – cine periférico – que les fue dado. (Leroux, 2022, 26).[VI]

Es significativa la producción ininterrumpida de documentales y cortometrajes realizados por personas de raza negra, así como el surgimiento de colectivos, entre ellos, Mujeres Negras, festivales, publicaciones feministas negras y de afirmación periférica, productoras como Películas plásticas en Contagem en 2009. Cualquier intento de sistematización será incompleto, afortunadamente, ya que los logros de los diferentes sujetos a lo largo del país son múltiples, poderosos e ininterrumpidos.

En medio de este intenso movimiento molecular de diferentes realizaciones, geografías y territorios que se expresan, desde el punto de vista de corriente principal Fue la ejecución de George Flyod en 2020 en Estados Unidos la que catalizó otro proceso mediático amplio e internacional de indignación contra el racismo, que se convirtió en el Primavera Negra,[Vii] término originalmente referido por Lélia González, en Primavera de rosas negras en 1991, en el sentido de un ennegrecimiento de las luchas femeninas y sociales (GONZÁLES, 2018), recuperado por el publicista bahiano Paulo Rogério Nunes, (CNN, 2020).[Viii]

Este momento es histórico, estamos viviendo una primavera negra, con varios países uniéndose a los protestantes americanos. Es un proceso que continuará durante mucho tiempo. Sin embargo, es importante pensar que la violencia policial es grave y está vinculada a cuestiones de racismo en la economía, en los medios de comunicación y en todos los ámbitos.

Según Nunes, fundador del Acelerador Vale do Dendê y del Instituto Mídia Étnica (ONG de medios negros en Brasil[Ex]), la representación en los medios no fue un tema central en la lucha contra el racismo, pero “la representación es fundamental para crear identidad. Los consumidores quieren ser vistos en los medios, en el cine. Al ubicarlo en estos espacios, incluyes a más personas en el mercado y, al atraer nuevos consumidores, también traes más innovación al sector”.[X]

Desde el movimiento de conciencia, autoconocimiento y lucha social propuesto por Gonzáles en 1991 y a lo largo de su carrera, entre otros pensadores y activistas de la causa negra, hoy, en un sesgo neoliberal e identitario, este movimiento se convierte en una 'empresa' de inclusión. de poblaciones negras pobres y marginadas o de clase media baja por el consumo, según la propuesta del anunciante. Este enfoque parece explicar en parte la lógica actual de la presencia eugenésica y tokenizada.[Xi] de los negros en los medios hegemónicos, abordando aspectos de Medida provisoria, como mostraremos más adelante.

Además, contrariamente a lo que afirma Nunes, siempre ha habido preocupación por la representación negra, y no sólo en los medios. La pregunta es cómo en la esclavitud inconclusa brasileña los negros tenían/tienen el poder de controlar su representación. Recordando a Jacques Rancière (2009, 16): “El compartir lo sensible deja claro quiénes pueden participar en lo común en función de lo que hacen, el tiempo y el espacio en el que se realiza esta actividad. Así, tener tal o cual “ocupación” define habilidades o incompetencias para la gente común. Define si es visible o no en un espacio común, tiene una palabra común, etc. Por tanto, en la base de la política hay una “estética” (gda).

Esta "estética" de la que habla Jacques Rancière se hace eco del partido disruptivo de Películas plásticas. Su opuesto es visible en los retratos blanqueados de Machado de Assis durante más de un siglo. Tenía derecho al espacio, según Jacques Rancière, por su noble actividad como escritor y reconocimiento social, sin embargo, la imagen de la fotografía del hombre negro fue 'retocada'. Un ejemplo entre miles de otros.

Por otro lado, en este acontecimiento también confluyen los 'levantamientos',[Xii] las insurrecciones periféricas de décadas de producciones culturales alentadas por talleres de ONG, centros culturales, alentadas por avisos públicos (Leroux, 2022, p. 29) o independientes (24ª Mostra Tiradentes, 2021) experimentos pobres, mezclas, remezclas do corriente principal, del arte, el cine, ejercido en diferentes lugares, que con marte uno alcanza una forma apetecible corriente principal.

Es una obra de un director de las afueras de Belo Horizonte, de un productor que desde 2009 crea obras únicas, promoviendo otras sensibilidades, narrativas, miradas y cuerpos en la pantalla, una experiencia de lo común que se manifiesta entre las poblaciones negras. pero no solo. Otros mestizajes se expresan en territorios brasileños, como se puede ver en ricos debates entre creadores como Gabriel Martins de Contagem (MG), Lincoln Péricles, de Capão Redondo o Carol Rodrigues, de la Periferia da Zona Sul, ambos de São Paulo.[Xiii]

En estos territorios se realizan obras que ni siquiera pretenden llegar al corriente principal, como ocurrió en 1988, cuando estalló la indignación rap DLos racionales, hoy incorporado al ámbito mediático. Son manifestaciones audiovisuales que, al igual que la música, buscan expresar, pensar, pensar juntos y de otras maneras, y muchas veces en conexión con la música, la poesía con critica por Akins Kinté[Xiv] e El audiovisual como ocurre en el cine de Pericles (Silvino, 2021)[Xv] entre muchos otros.

Se trata de acciones de jóvenes impulsadas también por el acceso a la universidad, lo que resultó en el aumento de una masa crítica que viene diversificando las perspectivas de la producción académica, llevada a cabo por personas 'claras u oscuras' (Sodré, 2019, 879). La internalización de las universidades federales también se debe a la creación de colectivos como Rozsa Films,[Xvi] del Recôncavo Baiano, entre otros ejemplos.

Hay uno auge de publicaciones antirracistas de autores nacionales y extranjeros, la lucha de las mujeres negras, el reconocimiento de la escritora Conceição Evaristo, de Ana Maria González, el regreso a escena de Carolina Maria de Jesus, películas de noveles reconocidas en festivales como Mostra de Tiradentes y llevada a festivales internacionales. Hay innumerables señales, y desde este punto de vista, la realización de una película corriente principal como Medida provisoria, escrita por un reconocido actor negro como Lázaro Ramos, tardó en llegar.

Medida provisoria

Medida provisoria Es la primera película comercial brasileña que aborda el racismo como tema central y encuentra amplia repercusión. Racismo, pero también sus consecuencias, como la distorsión de las leyes y las normalizaciones agresivas y perversas que allí se presentan. Utilizando géneros populares hoy –terror, ciencia ficción en forma de distopía y humor–, la película logra el resultado de una casi épica al promover la exposición pública del racismo brasileño, al mismo tiempo que, al hacerlo, da rienda suelta a lo común. sentimiento de opresión ante el clima político que se ha generado en el país desde 2016, especialmente en el gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro.

La pieza Nanibia, no. de Adri Assunção, dirigida por Lázaro Ramos en 2011, está en el origen de la película que el actor comenzó a adaptar al cine en 2013, transformando la obra teatral – en la que dos personajes que discutían la pertenencia negra en una época en la que el país todavía parecía tienen expectativas positivas de convertirse –, en la desalentadora distopía creada entre 2019/2020, cuyo lanzamiento fue bloqueado por Ancine. Este bloqueo, retraso o censura velada del estreno en salas,[Xvii] ya habia pasado con marighella, de Wagner Moura, también con protagonista negro, que se completó en 2019, pero recién se estrenó en 2021.

La carrera del bahiano Lázaro Ramos (1978) comenzó en Bando do Olodum en Salvador, a la edad de 15 años, y está marcado por éxitos como actor en cine, teatro, televisión, como entrevistador, como autor de cinco libros infantiles y una autobiografía, en mi piel (2017), que tiene como tema central el racismo. También es embajador de Unicef ​​en Brasil. Es decir, se trata de un nombre vinculado a causas sociales y en particular a la cuestión racial, encarnando públicamente la figura del 'negro único', es decir, aquel que tiene visibilidad para hablar por todos los demás, según Ana María. concepto Gonçalves, en Un defecto de color (2017), mencionado por él en el programa de televisión Rueda en vivo (11.4.2022).[Xviii]

Fue desde este lugar de visibilidad y representación que Lázaro Ramos concedió 72 entrevistas entre 2020, en los momentos finales de la producción y los bloqueos de Ancine, y en 2022, cuando se estrenó la película (Rueda en vivo, 2022). Esto promovió una constante intervención mediática sobre los temas que plantea la distopía afrofuturista. También a través de ella escenificó su experiencia con Jair Bolsonaro: “¿Cómo no nos dimos cuenta de que esto iba a pasar?”, pregunta aterrorizada de los personajes de la película y del espectador.

Las decenas de entrevistas le permitieron abordar sus ideas sobre el destino y el poder que una mayor participación de los negros puede traer a la sociedad: “El público quiere esto. No es una demanda social, es una demanda del mercado”. (Rueda en vivo, 2022). En la entrevista cabe señalar que lo social se ha convertido en el mercado.

Las entrevistas ayudaron a crear expectativas en torno a la película, a través de una eficaz campaña mediática, que combinó la película y los discursos de Ramos con una resistencia militante contra el racismo (el Instagram de Ramos Medida provisoria ofrece instrucciones y cursos para combatir el racismo en las empresas[Xix]) y el poder opresivo del gobierno de Jair Bolsonaro, “la perversidad como política de Estado” (Roda Viva, 2022). A partir de la buena acogida inicial de la película, el autor alimentó la continuidad de Medida provisoria en las salas del país, fomentando la presencia ininterrumpida del público, factor obligatorio para que una película permanezca en exhibición.

Lo logró en seis meses, llegando a 500 espectadores en salas de cine, en una época en la que el público iba muy poco al cine y prácticamente ninguna película brasileña. Además, publicó el Diario del director, libro sobre la realización de la película. Subproductos que llenan espacios y recovecos mediáticos de 'de Lázaro Ramos', difundiendo la idea de una película sobre negros hecha por negros[Xx].

La trama y la puesta en escena.

Medida provisoria construye un futuro distópico, donde un gobierno opresivo decide devolver obligatoriamente a la población negra a África, como respuesta a la demanda de compensación por siglos de esclavitud. Antônio Gama (Alfred Enoch), un joven abogado – del mismo apellido que Luís Gama, como el personaje, un abogado negro que luchó contra la esclavitud – casado con el médico Capitu (Taís Araújo), resiste la expulsión luchando contra el destierro por medios fríos. . Junto a la pareja vive el primo André Rodrigues (Seu Jorge), un periodista que está saliendo con Sarah (Mariana Xavier), que es blanca.

El 'regreso' de los ciudadanos con 'mayor melanina', según la película, eufemismo con el que el gobierno designa a la población negra, está liderado por Isabel (Adriana Esteves), “la burócrata diligente e implacable” (Araujo, 2022) y su secretario, Santiago (Pablo Sanábio). El nombre femenino, sobre todo, no es inocente, ya que la princesa Isabel pasó a ser conocida, en la historiografía oficial, como “la Redentora” de los negros, responsable de la abolición de la esclavitud.

En la película, los rebeldes son perseguidos violentamente por la policía, lo que le sucede a Capitu en el hospital donde es médica. Ella y otros fugitivos corren por el bosque y son rescatados por la resistencia de los afrobunker, el quilombo urbano donde se refugian. Allí hay innumerables negros, todos diferentes en su forma de ser, tono de piel, profesión, edad. Antônio, el abogado y André atrincherados en el apartamento resisten, pero son perseguidos por Izildinha (Renata Sorrah), la administradora del edificio donde viven.

Fuera del apartamento, André es asesinado por la policía. Santiago, el ayudante de Isabel, deja su trabajo y va a encontrarse con Iván, su novio, uno de los responsables del afrobúnker, pero los resistentes, temiendo que sea un infiltrado, lo ejecutan. Antônio se reencuentra con Capitu, los dos son arrestados, pero logran escapar con la ayuda de los resistentes. Al final, mientras cientos de negros salen a las calles al son de que esta en silencio, música de Elza Soares, a esta imagen se superponen imágenes de otras personalidades negras. Tras los créditos finales, la película muestra que la pareja y su hijo tuvieron un destino feliz en alguna otra tierra.

Cuando se trabaja en géneros populares como el terror y ciencia ficción, la película alcanza una distopía del gusto contemporáneo, con persecuciones, escondites, arbitrariedades y violencia por parte del opresor, componiendo una narrativa melodramática de la lucha del bien contra el mal, salpicada de circunstancias trágicas, con respiraciones cómicas y un final feliz. , utilizando protagonistas negros de clase media, algo poco habitual en la ficción audiovisual brasileña. Es un arreglo narrativo al gusto del corriente principal, construyendo un melodrama de autorrepresentación negra con injusticias, pruebas, la trayectoria del héroe e incluso contradicciones y errores entre ellos.[xxi]

La inspiración del director en series y directores estadounidenses y negros es explícita. Hay una amalgama de atmósferas de series como Espejo Negro e La historia de la criada con paisajes de la Pequeña África, un territorio significativo para la cultura africana en Río de Janeiro, donde hace una década, a través de excavaciones en Cais do Valongo, se descubrieron los lugares donde llegaban y eran vendidos los esclavos. Estos paisajes aparecen en escenas de persecuciones por los callejones, en las paredes grises garabateadas –escenarios canónicos de distopías cinematográficas–, con la reproducción de anuncios de cautivos fugitivos y buscados del siglo XIX, que evocan las persecuciones de ese momento.

Es allí, pasando por Pedra do Sal, antiguo punto de referencia para los esclavos, donde afrobunker. En contraste con las sombras de estos territorios de fuga y resistencia, el centro de poder es luminosamente opresivo con sus espacios rectilíneos de grandes edificios de vidrio deshabitados que también ocupan deliberadamente otras ciudades brasileñas.

O afrobunker Es el escondite y el lugar de resistencia donde la película da espacio para que distintos personajes, ante el miedo a ser denunciados por el Santiago blanco, griten su dolor por la injusticia y los prejuicios obstinados. Es el momento central de la película, en un intenso psicodrama, que pide identificación y diálogo con el espectador. Momento de catarsis y compromiso. Sin embargo, culmina con la ejecución de Santiago.

Según relata Lázaro Ramos, buscó inspiración para la puesta en escena y la iluminación en Moonlight (Barry Jenkins. 2016), en las atmósferas de “Si Baele Street pudiera hablar (ídem, 2019), en Spike Lee y Jordan Peele, todos cineastas negros estadounidenses, que buscan el terror, que se construye sobre la imagen sin rostro de los agentes de policía. El terror, sin embargo, aunque buscado, no proviene de la puesta en escena, sino de la situación que se crea, a diferencia de lo que ocurre en Nós (2019), de Peele.

Al mismo tiempo, cómo el director aborda la cuestión racial brasileña recurriendo al reconocimiento por ley, práctica que no se desarrolló adecuadamente en Brasil –es parte del derecho norteamericano y fue a través de él que fue posible poner fin a la segregación allí, en medio de la persistencia de la violencia y el racismo–, lo que se entiende como la concepción de un abogado protagonista que busca compensación y ciudadanía a través de la ley que protegería a los negros del exilio.

La compensación nunca fue considerada en Brasil, excepto para José Bonifácio, que estaba a favor de la Abolición en el momento de la Independencia. Por regla general, sólo los agricultores reclamaban sus pérdidas al Emperador y a la República. Lo que teníamos después de un siglo de Abolición era la criminalización del racismo, una ley de 1989, no siempre practicada y respetada, y políticas de reparación como las todavía cuestionadas cuotas universitarias o los avisos de promoción audiovisual –una sola en 2016–.

Es cierto, sin embargo, que en los años 1970, cuando el movimiento negro en Brasil tomó forma de manera más estructurada, se inspiró en lo que estaba sucediendo en Estados Unidos, una época de gran efervescencia en las luchas por los derechos civiles, después de el asesinato de Martin Luther King, en 1968, por su actuación, la militancia de intelectuales como Angela Davis, de los Panteras Negras, que impactarán a Lélia Gonzáles y otros activistas brasileños, así como la obra artística de Zózimo Bulbul, según a Noël Carvalho (2005).

que cambia con Medida provisoria es el punto de vista desde el que se mueve la película y los personajes. El protagonista es un hombre de clase media, al igual que la mujer, doctora.. La trama censura y elude las imágenes cliché establecidas de personas negras que viven en favelas y/o con armas. La favela sólo se menciona en los diálogos y en las noticias, informando sobre los ataques, pero es distante. Ramos dio protagonismo a personajes negros de clase media como él, ya que “están prácticamente abandonados en la historia de nuestro cine” (Roda Viva, 2022).

Busca así otra identidad visual, un territorio geográfico propio, que en ocasiones habrá aparecido en personajes excepcionales de telenovelas o sitcoms de la televisión. Los tres protagonistas tienen estudios superiores, viven en un departamento en Botafogo, no en las comunidades o suburbios, donde suelen ubicarse en las producciones audiovisuales masivas brasileñas.

La ambición de llegar a un público amplio se nota, incluso fuera de Brasil, particularmente en África, donde se estrenó a principios de 2023, retomando un diálogo que el cine brasileño ya vivió durante el Cinema Novo, o en Estados Unidos, donde se proyectó en festivales de cine negro. En su informe queda clara la importancia del contacto con el canal de televisión de pago. Televisión de entretenimiento negra de Los Ángeles, y con sus “estrategias de venta (…) se dio cuenta de que hay un público interesado en historias vinculadas a la población negra” (21). Dicho así, para el director, ver y ser visto parece explicar la tragedia que desencadena la película.

Al mismo tiempo, lo que se puede ver en Lázaro Ramos y lo que se puede ver en las imágenes deMedida provisoriaes la experiencia que aporta del medio masivo en el que opera, la televisión, con la estructura dramática de sus productos ficticios.

Hay algo así como "sabiduría mediática" en la composición de los actores y del equipo: la codirectora Flávia Lacerda proviene de la televisión, al igual que Daniel Filho, el productor, que da a la película la calidad de ambientación y acabado, que se nota en la presencia de drones en el tiros de viaje tomas aéreas y nocturnas tomadas desde la playa de Botafogo, pero también en la elección del actor inglés Alfred Enoch, conocido como Harry Potter, hijo de un actor inglés con madre de “ascendencia afrobrasileña”, según Imdb, Taís Araújo, el carismático Seu Jorge, la simpática gordita Mariana Xavier, su novia, las reconocidas villanas de televisión Renata Sorrah y Adriana Esteves, y personalidades negras como D. Diva Guimarães, Emicida, además de innumerables actores, y otros 26 extras negros que componen el afrobúnker, entre los 77 actores del reparto, así como los técnicos, la mayoría de los cuales también son negros. (Ramos, 2022, p. 48)

El director contrató a la socióloga Aline Maia Nascimento para investigar lo que los negros no querían ver en la imagen, como sus características. (Ramos, 2022,13) ​​Y esto ciertamente contribuyó a la empatía que la película promovió entre los espectadores blancos y negros a los que llegó, pues es una película que también pretende hablarle a los blancos: se trata de enseñarles a mirar. a los negros.

La película se dirige a su público desde un nuevo punto de vista, si consideramos las características del cine brasileño, según los estudios de Noel Santos Carvalho (2005, 2022) o incluso João Carlos Rodrigues (2011), por lo que no es del perspectiva de la violencia de los oprimidos, ni del resentimiento (Carvalho, 2005). Ni siquiera a través de una conciliación basada en aportes culturales –carnaval, samba–, según Ismail Xavier, o a través de mestizajes sexuales supuestamente felices, que omiten y borran conflictos. (Javier, 1993).

Tampoco se trata de examinar las representaciones de los negros en la televisión, como Joel Zito Araujo en La negación de Brasil 2000, de este director, guionista, productor y curador que ha reconocido trabajos para TV Globo. Por el contrario, la película busca responder a los temas de investigación, acercando así el síndrome de la princesa Isabel, el hombre blanco bueno que quiere ayudar, la relación interracial entre el señor Jorge y su novia. Otros puntos de anclaje de la narrativa, otra perspectiva.

Sin embargo, la estructura dramática no escapa a los clichés del melodrama que se superponen con los ensayos de distopía: la pareja central, separada y sacrificada por la adversidad, resiste.

Los perseguidores son villanos estereotipados, caricaturizados, no sin razón, de renombre de telenovelas. Al final, el director crea una situación dramática que pone en paralelo los asesinatos de André (Seu Jorge), denunciado por el mal sindicato, y Santiago, que deja su trabajo como asesor de Isabel en el Ministerio de Descentralización y se refugia en el afrobunker, creando la expectativa de una adhesión exitosa por parte de los blancos a la “melaninada” agraviada, lo que no ocurre. Santiago está ahí sólo porque es novio de uno de los líderes –otra diversidad que contempla la trama–, sin embargo, incomprendido por la mayoría de los negros, es ejecutado.

André, en Botafogo, será rodeado y asesinado por la policía, los yagunzos de la Revolución. Pero Santiago, el hombre blanco, también será eliminado, no sin violencia u oposición, por quienes temen por la seguridad del quilombo. Con la trama en torno a Santiago, el director pone en escena el reverso del prejuicio y sus consecuencias igualmente dañinas.

Ramos buscó así crear un paralelo entre la irracionalidad de la eliminación de André por parte de la policía y la ejecución de Santiago por parte de negros, pero la comparación es de otro orden. Los negros matan por miedo, para sobrevivir. Los policías matan porque ese es su trabajo, les pagan por hacerlo. La policía tiene la racionalidad del poder. los negros de afrobunker Temen ser capturados y no quieren creer que Santiago estaría allí por amor a un hombre negro.

La construcción de las escenas con Santiago, toda la secuencia de su viaje al escondite y sus consecuencias, carece de conexión, sobre todo porque el amado Iván, quien es uno de los líderes del lugar, poco después de su asesinato, ya lo ha olvidado. qué pasó. Hay muchas acciones que simplemente se acumulan, que deben ser mostradas al espectador porque parecen responder a una agenda progresista de costumbres.

Este amor homosexual, esta adhesión de un hombre blanco que sólo genera desconfianza, sugiere que las cuestiones relativas a los hombres negros sólo pueden resolverse con su propia acción: no es un problema de hombres blancos. Las escenas rápidas y deslucidas de esta parte no se explican claramente. No tienen el tiempo ni el desarrollo para entenderlos. Están ahí para mostrar algo. Dicen algo porque hay que captar al público, al “mercado”, en palabras del director, pero pronto dejan paso a otra pregunta.

En resumen, Medida provisoria afirma el derecho a la existencia en extremis, en un escenario distópico, pero esa es la mecánica de la distopía: llevar a la acción, a la conciencia. Con esto, o a pesar de esto, lo que destaca es la pedagogía sobre cómo los negros deben ser vistos, re-veros y verse a sí mismos.

Al final de las sesiones de proyección, que duraron casi seis meses, especialmente los fines de semana, la película recibió un emotivo aplauso del público. Tuvo eco socialmente.[xxii]

marte uno

“Hay que tener ojos para ver esa inmensa reserva de imaginación que se esconde bajo la piel de la rutina y transformarla en cine”. (Guimaraes, 2021).

Marte uno, otorgada por el jurado popular del Festival de Gramado (20/8/2022) como mejor película y el premio especial del jurado por “devolver el cariño”, sentimiento compartido por el “llanto al final de la proyección en el festival y donde se ha mostrado en un espacio corto y luchador del circuito brasileño en 33 salas” (Dias, 2022), no tuvo el mismo espacio y repercusión mediática que Medida provisoria.

La película se proyectó en el Festival de Sundance en Toulouse y ganó el premio a la mejor película en el Festival de cine estrella negra en Filadelfia[xxiii], un evento dedicado íntegramente al cine negro (Anic, 2022), hecho prácticamente ignorado en corriente principal Brasileño. Sin embargo, la obra fue elegida por un jurado compuesto por 19 críticos de la Academia de Cine de Brasil.[xxiv] a los Oscar 2023 (5.9.2022) que llamó la atención, movilizó una campaña de recaudación de fondos para concienciar a los votantes de la Academia estadounidense, entrevistas para periódicos y blogs, pero no superó la barrera de los 15 preseleccionados para los Oscar en diciembre.

Antes de eso, sin embargo, la productora independiente Array Releasing[xxv], de Ava DuVernay, la primera directora negra estadounidense en ganar un festival de cine, en Sundance en 2012, con la película Middle of Nowhere – compró los derechos de distribución para Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Australia y Netflix estadounidense, debutando allí en enero de 2023. Según Tilane Jones, presidente del colectivo, “Array se enorgullece de distribuir Mars One, que marca la primera vez que Brasil elige una película de un director brasileño negro para representar al país en los Oscar al mejor largometraje internacional”. Como resultado, en Brasil, el número de salas interesadas en explorar la película llegó a 69 y, según el sitio Pantalla en vivo, tuvo un incremento de audiencia del 200% (Tela Viva, 2022[xxvi]).

marte uno no aborda los prejuicios raciales. Gabriel Martins, así como sus tres colegas de Películas plásticas, recurre al ser denso en el mundo que puede emerger del patio, de la calle, de la casa, en los largos viajes de autobús que separan Contagem del centro de Belo Horizonte, donde los cines, la universidad, el tiempo de la imaginación, de lo imaginado. Películas que fueron creadas en el aburrimiento de esperar viajes. La observación y los afectos que brotan de la supuesta banalidad de una ventana donde se ve una calle transitada y una gasolinera, en el cortometraje fantasmas (2011), en poco más de un meso Temporada, de André Novais, en los cortometrajes de Martins.

Como observó Victor Guimarães acerca de Película del sábado, el cortometraje de Martins, resume gran parte de su carrera, la Películas plásticas, es de marte uno “cuando todo afuera dice no, la mirada se vuelve hacia el patio trasero y ve allí una inmensidad de posibilidades” (2021).

Este es el tema central de marte uno. Los sueños, los miedos y el hilo de la vida que se teje en el día a día de la familia de Deivid (Cícero Lucas), un niño de doce años que, pese a jugar bien al fútbol, ​​quiere ser astrofísico y colonizar Marte, al contrario. Ante los planes de su padre, el portero Wellington (Carlos Francisco), un ex alcohólico que asiste a AAA, trabaja en un edificio de clase media alta, y quiere verlo jugar. Deivid comparte su plan secreto con su hermana, Eunice (Camilla Damião), una joven universitaria, que le ayuda a comprar una entrada para ver la conferencia del astrofísico negro estadounidense Neil de Grasse Tyson, sobre marte uno, del que el niño quiere formar parte en 2030.

Ella, a su vez, comparte con él su amor por su novia Joana, el plan de dejar el hogar para vivir juntos, pero teme la reacción de sus padres. Tercia (Rejane Faria), la madre que cuida la casa del artista Tokinho, sufre una broma de la televisión en un bar del centro de la ciudad. Asustada desde entonces, cree que es víctima de una maldición que podría dañar a su familia. Mientras tanto, el padre consigue la ayuda de un jugador famoso para que Deivid pruebe en Cruzeiro, sin embargo, esto sería el mismo día de la conferencia y el chico no quiere perdérselo, y sobre todo, no Quiere que el fútbol sea su destino.

El padre, en cambio, esperanzado ante esta posibilidad, deja el trabajo unas horas para prepararse para esta ocasión. Pídale a un ayudante que lo reemplace en las tareas en la casa del administrador de la propiedad. Sin embargo, no imaginaban que el niño que se quejaba de las desigualdades entre sus vidas y las de los vecinos de aquel edificio robaría la casa del administrador de la propiedad en su ausencia. Es expulsado sumariamente, al mismo tiempo que Deivid provoca un accidente con su bicicleta y se rompe una pierna, poniendo fin a su futuro en el fútbol.

El padre despedido se entera del accidente de su hijo y, disgustado, vuelve a beber. Tras la tormenta de conflicto entre deseos y sueños, Deivid se siente aliviado, su padre se recupera y su madre se da cuenta de que el destino la salvó de un grave accidente, mientras su hermana continúa con su novia. Deivid, quien construyó un telescopio con material reciclado y trastos de su abuelo, que como él también era inventivo, en la terraza de la casa, muestra a la familia las estrellas, y la posibilidad de alcanzarlas, llegar a Marte. La vida y sus posibilidades pensadas para todos.

Límites, destinos, contratiempos que todos comparten y que tenderían, en otras manos, a ser tratados con un drama que marte uno y Películas plásticas evitar. Los límites pueden venir de la situación social, racial o de género, sin embargo, hay que mirarlos, buscar salidas, comprensión y ponerse en el lugar del otro. Este es el gesto político y afectivo que propone la película en un momento de tanta discordia, de tantos prejuicios liberados con tanta violencia e irracionalidad como los vividos en Brasil en aquellos momentos.

Esta es la insurrección empática que proponen las imágenes, “mostrando la vida de los negros sin convertirla en activismo. El sujeto está ahí”, como señala el crítico Inácio Araujo (2022). Sin embargo, “basta con mirar el trato que recibe el padre cuando pierde su trabajo, lo que revela cómo se trata a esta población y a las clases sociales más bajas en Brasil”. (Araujo, 2022)

Deivid es Gabriel Martins y su telescopio, una suma de historias, vivencias personales y el DIY posible de hacer lo que uno sueña desde los 8 años, como le pasó a él y a sus compañeros. Hacer películas 'plásticas', el sugerente nombre de la productora, películas con los recursos posibles para jóvenes de barrios periféricos a los que les gusta el cine, pero no ven en la pantalla a personas como las que conocen, los espacios donde viven. Otras vidas, paisajes, espacios como la fiesta de cumpleaños de Tercia, los bailes de Eunice, el juego de cartas familiar en la sala, la bicicleta, la cafetería, el cansancio y el malestar en el autobús.

El portero que trata con el superintendente al que intenta agradar, y el limpiador que le molesta criticando la situación desigual, la inestabilidad del sustento de Tercia como jornalero y hasta el chico negro estudioso frente al ordenador, con sus grandes gafas. Según Gabriel, llevar esto a la pantalla: “Es un estado de ánimo, hablar de personajes en esta condición de algún tipo de marginalidad, que no es el lugar central de las narrativas, personajes que ocupan lugares que el mundo no está mirando. ” (Días, 2022).

Así, los personajes son negros y viven sus vidas, pero todos son diferentes, como los padres de la novia de Eunice que, al tener una mejor condición social, acogen con agrado el noviazgo de su hija, mientras que Wellington y Tercia al principio no entienden, tensión visible en la escena en la que en la primera visita de Joana a la familia de Eunice, frente al televisor donde juegan el Cruzeiro, el equipo de su padre, y el Atlético MG, el equipo de su novia, gana el Atlético, lo que deja a su padre muy molesto, seguramente porque está No sólo le preocupa el fútbol, ​​sino también la decisión de su amada hija. Pequeñas notaciones que se construyen con y mucho más allá de las cuestiones raciales.

Se Medida provisoria habló ante una gran audiencia por provocar el clima opresivo que se estaba viviendo, marte uno aunque inicialmente resonó entre un público más reducido, también forma parte de esta misma realidad cuando en las escenas iniciales, en la cocina la hija lavando los platos, reprocha a su madre por no animar a su hermano a ayudar en las tareas del hogar, y se la escucha en En la radio, de fondo, la noticia de los resultados de las elecciones de 2018, pero no hay comentarios. Los personajes, así como el espectador, experimentan ese cambio y tienen que seguir viviendo. Es la condición de todos.

El autobús y el cine.

Gabriel Martins (1987) creció en Contagem cuando todavía había bosque, lugar donde la familia podía comprar el terreno para la casa que se fue construyendo poco a poco. Empezó a pensar en hacer películas a los 8 años, aunque no había ningún cine allí o cerca. Contando con el estímulo de sus padres, a los 12 años lo llevaron a Muestra de Cine Tiradentes, cuando puedes hacer talleres y ver bestia de siete cabezas (2000), de Laís Bodansky. “Me volví loco por eso. Entender que hubo actores que se transformaron, eso tuvo sentido para mí”. (Días, 2022).

A los 17 años asistió Escuela de cine gratuita de Belo Horizonte (2005) donde realizó su primer cortometraje y conoció a André Novais y Thiago Macêdo Correia. Maurílio Martins, el cuarto socio de Películas plásticas, llegó a la escuela de cine, a la que asistió con una beca. En debate con otros creadores, dice que “para ir a la universidad viví lejos de Belo Horizonte y pasé más de una hora en autobús. Hogar y estudio, hogar y trabajo, un lugar de experiencias, aburrimiento y retrasos en el desplazamiento entre casa y estudio. Este abandono social, el abandono del Estado hacia el transporte público, acaba generando, en mentes soñadoras y muy testarudas, una excusa para inventar. Esa es mi historia, es la historia de André y Maurílio, el transporte público siempre ha sido un punto de gran invención. Y estas personas que vi todavía despertaron algo muy fuerte, paralelo al cine que me llegó. (…) Y cuando comencé a pensar en cómo sería hacer una película, lo que veía en mi vida diaria y lo que veía en el cine eran cosas muy opuestas y muy lejanas. Lo que vi fue principalmente cine americano y algunas cosas que me llegaron del cine brasileño y que me parecían muy lejanas. A finales de los 90 y principios de los 2000, el cine brasileño que vi era bastante limitado en cuanto a temáticas y localizaciones” (Martins, 2021).

¿Películas plásticas?

En la productora surgida en 2009, los cuatro socios se turnan en diferentes roles de producción, rodaje, montaje, utilizando sus propias casas como localizaciones, sus familiares, sus vecinos, su novia como actores, sus historias como temas, como se ve en Novais películas, temas que se ampliaron a medida que se obtuvieron más recursos y las películas tuvieron buena acogida en Brasil y en el exterior, como también sucedió con marte uno el primer largometraje en solitario dirigido por Gabriel después En el corazón del mundo (2019) con Maurílio Martins.

La idea del guión surgió en 2014 con la euforia del Mundial, pero cambió a medida que Brasil cambió y solo se realizó porque Gabriel fue aprobado en la primera y única convocatoria de ANCINE en 2016 para películas de acción afirmativa de bajo presupuesto. negros, que, como siempre ocurre, tardó mucho en realizarse y no se rodó hasta 2018, en condiciones políticas muy diferentes y que la película refleja incluso en la opción por un futuro vivido en Marte.

Los últimos años han sido muy difíciles para la producción cinematográfica, y para Gabriel, aunque hay corrientes empresas internacionales que han contratado a directores y equipos locales para las películas bajo su supervisión, es el dinero público el que puede incluir más, incluso desde un punto de vista económico, ya que proporciona trabajo a muchas personas. “Cuando haces una película con dinero público puedes transmitir la personalidad de tu colectivo de una manera mucho más directa, sin mediadores. Lo cual es muy importante, incluso cuando se trata de la distribución del ingreso en Brasil”. (Anic, 2022).

Como puede ver, Gabriel Martins no hace una película de afirmación racial, aunque existe precisamente porque lleva a la pantalla a poblaciones negras de clase media baja en situaciones que generalmente no se ven en las películas. corriente principal.

"marte uno No es una película que te empujará todo el tiempo a hablar sobre raza, política o afirmación. Te atrapará desde otro aspecto, te atrapará a través de la emoción, para hacerte entender cómo empatizar con la situación del otro”. (Brito, 2022)

Para construir este ambiente empático, la película utiliza un tono casi documental en los planos cercanos a los personajes, en la construcción de los diálogos y en la actuación del elenco, en la luz generalmente cálida de las reuniones familiares, entre un cálido marrón anaranjado o un azul suave, como suele ser en la noche, cuando regresan del trabajo, todos se reúnen, o en el dormitorio cuando los hermanos hablan. Trabajo de cámara cercano a los personajes, sin malabarismos innecesarios.

La formación y la imaginación de estos cineastas y su trabajo, como podemos ver, dicen mucho sobre la desigualdad brasileña y el abismo social que se consagra y se reitera en la cultura hegemónica y en los productos mediáticos donde estas poblaciones como tales no existen, al servicio de las noticias televisivas. como problemas administrativos, de seguridad o lástima llorosa sin consecuencias, o como caricaturas risibles, generalmente histéricas o peligrosas en distintos formatos ficticios, como se puede comprobar en numerosas producciones del conglomerado Globo, incluso con excepciones.

Y, a nivel académico, si se les sigue definiendo como periféricos, vistos como fuera del centro, fuera de la cultura o por debajo de la cultura establecida, cuando precisamente están haciendo cultura descentradora, inclusiva.

A modo de conclusión

Al final, cada una de las películas, con sus diferencias, ofrece otras imágenes posibles de las poblaciones negras, libres de los clichés complejos y unívocamente prejuiciosos históricamente fabricados y continuamente reiterados. Se trata de la posibilidad, a través de nuevas fábulas con otros sujetos creativos, de hacer a los negros plenamente “visibles en un espacio común, dotados de una palabra común”, como señala Rancière (2009), basándose en el cine brasileño.

Es un camino aún por recorrer. Sin embargo, es necesario resaltar que, en un momento en que la taquilla brasileña alcanzó su nivel más bajo en 2022, con el 1,6% de ocupación de las salas, estas películas y directores están señalando otras imágenes y posibilidades para el cine hecho en Brasil.

*Sheila Schvarzmann, historiador, es profesor del Programa de Postgrado en Comunicación de la Universidad Anhembi Morumbi.

Referencias


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Notas


[i] Akins Kinté es un poeta de São Paulo. Lincoln Péricles es un cineasta de Capão Redondo. https://encr.pw/k2x4Y

[ii] https://jornal.usp.br/radio-usp/dados-do-ibge-mostram-que-54-da-populacao-brasileira-e-negra/

[iii] Una lectura crítica de estudios de caso de la investigación Evaluación de políticas de acción afirmativa en la educación superior en Brasil. https://www.researchgate.net/publication/365943948_Uma_leitura_critica_dos_estudos_de_caso_da_pesquisa_Avaliacao_das_Politicas_de_Acao_Afirmativa_no_Ensino_Superior_no_Brasil [consultado el 13 de enero de 2023].

[iv] Del título original Corriente principal: poll sur cette culture qui plâit à tout le monde, París: Flamarion, 2010.

[V] Los estudios sobre directores brasileños desde la década de 2010 han recuperado el aporte y las características de la obra y trayectoria de Adélia Sampaio (Cavalcante, 2017).

[VI] Por apropiaciones de este tipo, y porque la noción de periferia es en sí misma un juicio de valor, presupone un centro; el lugar de la norma; y lo que está fuera de ella, la periferia; Evito utilizarla, a pesar de que es una palabra en pleno uso hoy en día referida a un género cinematográfico, cultural, uso académico, entre otros.

[Vii]Paulo Rogério Nunes considerado uno de los 100 negros más influyentes por la ONU” https://www.cnnbrasil.com.br/nacional/estamos-vivendo-a-primavera-negra-diz-publicitario-paulo-rogerio-nunes/

[Viii] https://liderancacomvalores.com.br/lideres/paulo-rogerio-nunes/

[Ex] https://liderancacomvalores.com.br/lideres/paulo-rogerio-nunes/

[X]https://www.cnnbrasil.com.br/nacional/estamos-vivendo-a-primavera-negra-diz-publicitario-paulo-rogerio-nunes

[Xi] El término tokenized proviene de tokenism (del inglés ficha: símbolo), “la práctica de hacer públicamente pequeñas concesiones a un grupo minoritario para desviar acusaciones de prejuicio y discriminación” (Hogg y Vaughan, 2018, p.387).

[Xii] En el sentido de Georges Didi Huberman en su libro y exposición levantamientos (2017)

[Xiii] https://www.youtube.com/watch?v=buFUHow5D_0

[Xiv] Slam https://www.facebook.com/watch/?v=1429648970451151

[Xv] Cine Mutirão. https://www.youtube.com/c/lincolnpericles

[Xvi] https://www.youtube.com/channel/UCcbsaYbMpcg9-mAeD8dUVpQ

[Xvii] https://veja.abril.com.br/cultura/ancine-nao-libera-filme-de-lazaro-ramos-e-trava-estreia-no-pais/ 6.12.2021

[Xviii] https://www.youtube.com/watch?v=oca5C6bwXOY

[Xix] https://www.instagram.com/medidaprovisoriaofilme/

[Xx] En el Instagram de la película: “Acabo de verla y confieso que estoy llorando... Como mujer negra sentí en mi alma el dolor que muestra la película, pero también logré involucrarme en la fuerza de resistencia que es explícito de principio a fin. La Medida Provisional no está lejos de suceder si no resistimos y luchamos por el país que también es nuestro”. (luciana galizabaoba) https://www.instagram.com/medidaprovisoriaofilme/

[xxi] Evidentemente, la ficción blanca sobre negros está llena de melodramas, como el barco de esclavos de Castro Alves y muchos otros, no sólo brasileños.

[xxii] "Mirar Medida provisoria en cine es un acto revolucionario”, comenta en el Instagram de la película. https://www.instagram.com/medidaprovisoriaofilme/ 22.8.2022

[xxiii] https://issuu.com/blackstarfest/docs/bsff22_program_guide_digital_pgs. 7.8.2022

[xxiv] https://academiabrasileiradecinema.com.br/oscar2023/filme-indicado.php

[xxv] Array es un colectivo independiente de distribución de películas creado en 201, con recursos de organizaciones de defensa de las artes, voluntarios y donantes miembros rebeldes de todo el mundo. No sólo le preocupa el cine. https://arraynow.com/about-array/

[xxvi] https://telaviva.com.br/19/09/2022/campanha-de-minas-para-o-mundo-impulsiona-marte-um-para-o-oscar-2023/


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