Marielle Franco

Imagen: ColeraAlegría
Whatsapp
Facebook
Twitter
Instagram
Telegram

por RONALDO TADEU DE SOUZA*

La sociedad que Marielle quería para sus hombres y mujeres irrumpe en la historia

“Hasta el día de hoy, la historia de toda sociedad es la historia de las luchas de clases” (Karl Marx, Manifiesto del Partido Comunista).

Marielle Franco fue asesinada en Río de Janeiro el 14 de marzo de 2018. Desde hace cinco años, el movimiento negro y sus activistas, los grupos de izquierda, la familia Franco y todos los que de verdad quieren una sociedad democrática y libre quieren saber quiénes fueron los jefes. del exterminio cobarde y bárbaro de una mujer negra, lesbiana, socialista, concejala de izquierda (PSOL) y educada en las colinas de Río de Janeiro.

Si necesitamos tener cuidado con ciertos textos y escritura, este no es el caso aquí. Porque en la medida en que los autores del crimen fueron dos policías militares (que circunstancialmente se encontraban retirados), es más que evidente que sus principales son agentes del Estado: de una u otra forma, directa o indirectamente, ya sea influenciando u orgánicamente. Todavía no sabemos quiénes son.

Hay un pasaje en el libro. Diez días que sacudieron al mundo, de John Reed, la narración más notable de la Revolución Rusa de 1917 escrita hasta ahora, en la que presenciamos la siguiente escena: “los pobres en los asilos estaban casi desnudos. Delegaciones de inválidos, hambrientos, huérfanos, con rostros hundidos y lívidos, asaltaron el edificio [de Asistencia Pública]. [Aleksandra] Kolontai, con lágrimas en los ojos, fue obligada a ordenar la detención [...] [de los burócratas] para obligarlos a entregar las llaves de las habitaciones y cajas fuertes”.[ 1 ]

En las “habitaciones” y en las “bóvedas” se encontraban muchos de los secretos del estado zarista-burgués, y la clase dominante rusa hizo todo lo posible para mantenerlos así, sin que el pueblo fuera consciente de sus movidas egoístas e interesadas que la abrumadora mayoría arrojada de la población en la más profunda miseria. Es evidente que estamos lejos de un evento como el de 1917; y no queremos que las personas que ordenaron el asesinato de Marielle permanezcan ocultas en los pasillos y bóvedas de nuestro Estado y de las instituciones públicas que lo constituyen.

Cuando Marielle fue asesinada, Brasil atravesaba uno de los momentos de lo que se puede llamar su “contrarrevolución”. En 2008 el mundo enfrentó una de las mayores crisis del sistema capitalista internacional. el estallido de de alto riesgo acompañado de la caída de Hermanos Lehamnn en los Estados Unidos tuvo un efecto dominó en toda la economía internacional. Cuando la crisis golpeó la vida material de los trabajadores y trabajadoras, varios movimientos contrahegemónicos demostraron las posibilidades (y la necesidad) de construir otra sociedad: Ocupar Wall Street, Primavera Árabe, Syriza, Indignados y Podemos salieron a la calle en sus respectivas sociedades, dejando una estela de fuego y esperanza en el corazón y la mente de quienes quieren una humanidad liberada del yugo del capital.

En la medida en que las respuestas al quiebre de las finanzas mundiales no estuvieron a la altura de las expectativas de los más afectados, se produjo un proceso de rápida erosión de la mayoría de los movimientos que se presentaban como una opción política alternativa. Las nuevas socialdemocracias, en términos de Susan Watkins,[ 2 ] enredados por las técnicas de gobierno de las democracias liberales-representativas –aquellas que ya atravesaban momentos de contestación por no cumplir sus promesas (Norberto Bobbio)– se comprometían no sólo como actores y sujetos sociales de la supuesta transformación anhelada, sino que la democracia misma perdería lo que la confianza se mantuvo.

Con el paso de los años, dejó de ser visto como el único y exclusivo régimen político. Dada la yuxtaposición a este escenario de la Troica (Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)), es decir, de la reorganización de las instituciones internacionales de decisión en el continente europeo, el vaciamiento intencionado y “planificado” de lo que era izquierda de la democracia tendría efectos devastadores. (En Estados Unidos, Barack Obama, que gobernó para recuperar el sistema financiero, acarició a celebridades negras y capturó y/o asesinó a Osama Bin Laden.)

La combinación dialéctico-inmanente de estas circunstancias daría como resultado el surgimiento de lo que hoy llamamos la nueva derecha. Trump, Erdogan, Salvini, Johnson, Orban, Duterte y Bolsonaro aparecieron en el horizonte político inmediato. Fueron el guante de acero del nuevo régimen político y la acumulación del neoliberalismo; que Verónica Gago llama acumulación por extracción[ 3 ] – violencia extrema contra quienes trabajan, financiarización absoluta de las formas de vida cotidianas, devastación de la naturaleza y de la psique económicamente eficiente. Las necesarias relaciones sociales requerían también del racismo, el machismo, la homofobia asesina, la xenofobia y la fascistización de la vida.

La desigualdad combinada de la lucha de clases hizo que este marco de referencia histórico llegara a Brasil en junio de 2013. Las manifestaciones cubrieron todo el país y un levantamiento insurreccional, quizás, nunca visto aquí. Junio ​​de 2013 es sin duda el principal evento de las últimas décadas en la sociedad brasileña: expresó la realidad de una transformación radical en Brasil. Lo que siguió, en cierto sentido, fue lo que siguió en Europa y Estados Unidos: una contrarrevolución preventiva.

Las fuerzas de derecha se reestablecieron en la grieta que se abrió; la evaluación integral de 2013 aún debe ser realizada por la izquierda, sus intelectuales, investigadores críticos masculinos y femeninos. Las fases de la contrarrevolución brasileña se pueden establecer esquemáticamente de la siguiente manera: 2014 (desestabilización de la elección por el desafío del PSDB a la victoria de Dilma Rousseff del PT); 2015 (intensificación de movilizaciones derechistas exigiendo el derrocamiento de Dilma organizadas por MBL, Vem pra Rua, Revoltados On-Line, apoyadas por aparatos ideológicos privados – Institutos Millenium, Liberal y Von Mises y toda la prensa corporativa y financiadas por grupos económicos interesados ) ; 2016 (golpe de Estado contra el presidente electo en 2014, aparición de Jair Bolsonaro anunciando el “regreso” katecontica de Ustra y su sustitución por Michel Temer); 2017 (el programa económico puente-hacia-el-futuro que reposicionó al capitalismo brasileño en el “nuevo” régimen de acumulación neoliberal que mencionamos anteriormente); 2018 (la ocupación de Río de Janeiro, vía GLO-Garantía de la Ley de Orden, por militares bajo el mando de Braga Neto).

Es en ese contexto y/o coyuntura que Marielle Franco fue asesinada por mando y crueldad por Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz – el primero había sido un miembro competente y eficaz, según Rodrigo Rodrigues Pimentel, de las fuerzas de élite BOPE-Batalhão de Valores Especiais da policía militar de Río de Janeiro y ex sargento segundo, también, de la policía militar de Río de Janeiro. Los detalles del crimen contra Marielle son uno de los más sórdidos y nefastos –típico de la élite blanca dominante brasileña desde la época de la colonia en la que practicaban verdaderas cacerías, encarcelamientos y un sinfín de castigos contra cuerpos negros que huían en busca de libertad y impugnó esa orden de esclavos a partir de entonces. Pero ahora con toda la técnica y tecnología disponible.

Según el relato, Marielle fue vigilada durante más de dos meses por Lessa y Queiroz, su rutina estudiada con precisión, los lugares que frecuentaba como militante de su pueblo, los momentos de mayor oportunidad y facilitación para realizar la cobarde emboscada; las armas ya no son el látigo sobre el azote, el tronco y el tridente sobre la garganta, sino pistolas de alto calibre y alto impacto; la persecución ya no a caballo sino con vehículos de última generación y la organización eficaz del exterminio “racional” –según investigaciones Ronnie Lessa y Elcio Queiroz acecharon a Marielle durante la noche del crimen como los asesinos blancos que son– preparado para el día 14 de marzo de 2018.

El error fue creer que hacer desaparecer a Marielle haría desaparecer su lucha histórica y política. Es la arrogancia y el esnobismo siempre presentes de los que están en la cima. Olvidan que no es la primera vez que figuras que auténticamente luchan por los de abajo -activistas, militantes, intelectuales, políticos, revolucionarios y revolucionarias- son arrebatadas por las fuerzas del orden actual. Así fue con los líderes quilombolas; con los resistentes de Canudos; en la Comuna de París; en la Argelia de Frantz Fanon, en España en 1936, con Rosa Luxemburg, con las personalidades destacadas de las Panteras Negras –y así fue con Marielle Franco.

Y desde entonces, han florecido nuevos movimientos, nuevos individuos para hablar por aquellos que no tienen más que el sudor de su frente, nuevas figuras radicales e intrépidas, nuevos grupos y colectivos de aquellos que resisten las penurias del modo de producción burgués. El 14 de marzo de 2023 se cumplirán cinco años del asesinato de nuestra Marielle; no bajaremos hasta que se revelen los ladrones que la hicieron matar para que no fuera un obstáculo para sus intereses materiales, hasta entonces, y hasta que la sociedad que Marielle quería para sus hombres y mujeres irrumpa en la historia, ella misma será la alegoría incandescente en la búsqueda incansable del fin de la explotación, la opresión y la violencia contra los subordinados y subalternos y que la alejó de entre nosotros.

*Ronaldo Tadeu de Souza es investigadora posdoctoral en el Departamento de Ciencias Políticas de la USP.

Notas


[ 1 ] Véase Juan Reed. Los diez días que sacudieron al mundo. ed. Círculo del Libro, 1978, p. 258.

[ 2 ] Véase Susan Watkins. Nuevas Oposiciones. Nueva revisión a la izquierda, Nº 98, 2016.

[ 3 ] Ver Verónica Gago. Para una crítica de las operaciones extractivas de capital. nueva sociedad, nº 255, 2015, págs. 38-52.

El sitio web de A Terra é Redonda existe gracias a nuestros lectores y simpatizantes.
Ayúdanos a mantener esta idea en marcha.
Haga clic aquí para ver cómo

Ver todos los artículos de

10 LO MÁS LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS 7 DÍAS

Forró en la construcción de Brasil
Por FERNANDA CANAVÊZ: A pesar de todos los prejuicios, el forró fue reconocido como una manifestación cultural nacional de Brasil, en una ley sancionada por el presidente Lula en 2010.
El humanismo de Edward Said
Por HOMERO SANTIAGO: Said sintetiza una fecunda contradicción que supo motivar lo más notable, lo más combativo y lo más actual de su obra dentro y fuera de la academia.
Incel – cuerpo y capitalismo virtual
Por FÁTIMA VICENTE y TALES AB´SÁBER: Conferencia de Fátima Vicente comentada por Tales Ab´Sáber
¿Cambio de régimen en Occidente?
Por PERRY ANDERSON: ¿Dónde se sitúa el neoliberalismo en medio de la agitación actual? En situaciones de emergencia, se vio obligado a tomar medidas –intervencionistas, estatistas y proteccionistas– que son un anatema para su doctrina.
El nuevo mundo del trabajo y la organización de los trabajadores
Por FRANCISCO ALANO: Los trabajadores están llegando a su límite de tolerancia. Por eso, no es de extrañar que haya habido un gran impacto y compromiso, especialmente entre los trabajadores jóvenes, en el proyecto y la campaña para acabar con la jornada laboral de 6 x 1.
El consenso neoliberal
Por GILBERTO MARINGONI: Hay mínimas posibilidades de que el gobierno de Lula asuma banderas claramente de izquierda en lo que resta de su mandato, después de casi 30 meses de opciones económicas neoliberales.
El capitalismo es más industrial que nunca
Por HENRIQUE AMORIM & GUILHERME HENRIQUE GUILHERME: La indicación de un capitalismo de plataforma industrial, en lugar de ser un intento de introducir un nuevo concepto o noción, pretende, en la práctica, señalar lo que se está reproduciendo, aunque sea de forma renovada.
El marxismo neoliberal de la USP
Por LUIZ CARLOS BRESSER-PEREIRA: Fábio Mascaro Querido acaba de hacer una notable contribución a la historia intelectual de Brasil al publicar “Lugar periférico, ideas modernas”, en el que estudia lo que él llama “el marxismo académico de la USP”.
Gilmar Mendes y la “pejotização”
Por JORGE LUIZ SOUTO MAIOR: ¿El STF determinará efectivamente el fin del Derecho del Trabajo y, consecuentemente, de la Justicia Laboral?
Ligia María Salgado Nóbrega
Por OLÍMPIO SALGADO NÓBREGA: Discurso pronunciado con motivo del Diploma de Honor del estudiante de la Facultad de Educación de la USP, cuya vida fue trágicamente truncada por la Dictadura Militar Brasileña
Ver todos los artículos de

BUSQUEDA

Buscar

Temas

NUEVAS PUBLICACIONES