por ABEL CASSOL*
Entrada del “Diccionario de marxismo en América”
Vida y praxis política
Manuel Mora Valverde (1909-1994) es uno de los principales activistas sociales y pensadores políticos costarricenses del siglo XX. Fue un referente de la formación política comunista caribeña y un destacado abogado. Nacido en el seno de una familia de clase media -culta, pero empobrecida-, y el mayor de doce hermanos, fue influenciado desde muy joven por su padre -el capataz y dirigente obrero José Rafael Mora Zúñiga-, teniendo contacto con actividades y luchas políticas. sociales de los trabajadores Al mismo tiempo, heredó de su madre, Lydia Valverde, el espíritu académico y el interés por conocer el mundo y las personas, señas de identidad de su personalidad a lo largo de su vida.
De niño tuvo que afrontar, acompañado de su familia, el exilio de su padre en Nicaragua, luego de que la casa donde vivía fuera blanco de un atentado; en ese momento, Costa Rica estaba gobernada por Alfredo Gonzáles Flores (1914-1917), amigo de su padre, quien finalmente fue derrocado en un golpe militar. En el exilio, Manuel Mora Valverde ve a su padre organizar a los trabajadores en grupos armados de resistencia y combate contra el régimen dictatorial impuesto. Otro hecho llamativo de la época es la muerte de dos de sus hermanas, debido a la falta de recursos de la familia para el tratamiento médico. Estos hechos despertaron en el joven Mora un sentido de justicia e igualdad que perduraría a lo largo de su trayectoria política, académica e intelectual.
Realizó sus estudios primarios en el Colegio Juan Rudín, y los secundarios en el Liceu de Costa Rica, tiempo durante el cual fue colega de Mario Echandi Jiménez (futuro presidente entre 1958 y 1962). Tuvo tanto éxito en la educación secundaria que, después de terminarla, el Ministerio de Educación le ofreció una beca para estudiar Matemáticas en Francia, invitación que rechazó.
Inició su actividad política con apenas 15 años, cuando comenzó a participar en reuniones de la Liga Antiimperialista de Costa Rica, vinculada a la Internacional Comunista y filial local de la Liga Antiimperialista de las Américas, colectivo formado en la época por destacados intelectuales y activistas nacionales, como Carmen Lyra, Carlos Luís Sáenz, Rómulo Betancourt y otros. Tales influencias hicieron que el joven Mora participara en asociaciones antifascistas y colectivos progresistas, como la Associação Revolucionaria de Cultura Operária (ARCO), a la que ingresó en 1929. Este proceso de formación política y lucha social en su juventud culminaría en su relevante participación en la fundación, junto a un grupo de trabajadores y estudiantes, del Partido Comunista Costarricense (PCC), en 1931.
Por esta época ingresó a la Escuela Nacional de Derecho, institución de la que obtuvo el título de bachiller en 1940, iniciando su carrera profesional como abogado.
En 1934, el recién creado Partido Comunista organizó y movilizó alrededor de 10 trabajadores rurales de la región atlántica del país en la lucha por mejores condiciones laborales en la producción bananera. Este episodio, históricamente conocido como Huelga bananara [Huelga bananera], es considerada la primera acción colectiva proletaria, en Costa Rica, contra una empresa estadounidense -la famosa Fruta unida.
En las elecciones de ese mismo año, Manuel Mora Valverde, todavía estudiante de Derecho y con tan solo 25 años, fue elegido uno de los primeros diputados comunistas del país, cargo para el que sería reelegido hasta 1948, cuando la Asamblea Civil Estalló la guerra (que duraría de marzo a abril de este año). Durante este período se destacó como un orador excepcional, orientando siempre sus discursos y acciones en defensa de los trabajadores, especialmente de los desocupados y pobres, y denunciando los privilegios de la élite agraria nacional y sus relaciones con el imperialismo.
También fue responsable de la organización de cuatro periódicos revolucionarios nacionales, destinados a fortalecer la educación de los trabajadores pobres, la difusión de los ideales comunistas y la movilización social de las masas: La revolución (1929-1931), Trabajo (1931-1948), Adelante (1953-1961), y Libertad (1961-1993).
En 1940, con el avance del nazismo en Europa, Manuel Mora Valverde fue la figura principal de la estrategia de ampliación de alianzas, desarrollada por el Partido Comunista, con miras a garantizar la defensa de las libertades democráticas y los intereses nacionales frente al imperialismo. A nivel local, la presión por reformas sociales y económicas – ejercida por movimientos organizados por los comunistas, como el Comité de enlace sindical y Unión Nacional Campesina – también repercutirá en la consolidación de tales alianzas. Este proceso implicará un acuerdo entre comunistas, sectores progresistas de la Iglesia Católica y el gobierno de Calderón Guardia (1940-1944), que redundará en la modernización de las instituciones del Estado y la democratización de las leyes nacionales; una especie de “revolución jurídica incruenta”, que impulsará la incorporación de las garantías sociales en la Carta Magna, la promulgación del Código Nacional del Trabajo y la creación de la Caja Nacional de Seguridad Social.
Uno de los aspectos más destacados de estas alianzas fue el cambio de nombre del Partido Comunista, que pasa a llamarse Vanguarda Popular, con el objetivo de incorporar a sus filas a ciudadanos y políticos vinculados a la Iglesia Católica -que rechazaban la denominación "comunista"-. , todavía quien compartió muchas de sus ideas.
En 1948, el no reconocimiento de las elecciones nacionales por parte de las élites tradicionales costarricenses derivó en el mencionado conflicto -la Guerra Civil del país-, que llevó al exilio de Manuel Mora Valverde en México (hasta 1950).
Sin embargo, aun exiliado, el marxista jugaría un papel central en el armisticio (acordado en 1948), siendo uno de los negociadores del Pacto Ochomogo, firmado en territorio costarricense (17 de abril), por el propio Mora y José Figueres Ferrer (líder del partido conservador Ejército de Liberación Nacional), bajo el testimonio del Padre Benjamín Nuñez Vargas. Si bien tal acuerdo representó el mantenimiento de las conquistas sociales logradas, no será cumplido por la junta de gobierno establecida, dominada por las clases dominantes; así, en la Constitución de 1949, el Partido Comunista será ilegalizado, gesto que se traducirá en persecuciones, detenciones y asesinatos de dirigentes socialistas, obreros y campesinos. Recién en 1975, el Partido Comunista volverá a la legalidad.
En la década de 1980, Manuel Mora jugó un papel destacado en la geopolítica regional, participando en la mediación en las negociaciones de los acuerdos de paz en El Salvador y Guatemala, y en la prevención de la invasión estadounidense a Nicaragua.
Ya octogenario, en 1993 se le concedió el Premio Rodrigo Facio, De Universidad de Costa Rica; y el año siguiente Universidad Estatal Remota de Costa Rica (UNED) le concedió el título de Doctor Honoris Causa.
Manuel Mora Valverde falleció a fines de 1994 - siendo honrado por la Asamblea Legislativa de su país con el título de Benemérito de la Patria, una de las principales distinciones nacionales.
Aportes al marxismo
Además de la fructífera actividad política guiada por la defensa de los trabajadores y la búsqueda de la justicia social, Manuel Mora tiene una contribución esencial al debate marxista, al proponer lo que él mismo definió como el “comunismo tipico” (siendo “tico” una denominación coloquial de gentilicio, sinónimo de “costarricense”).
A diferencia de otros países centroamericanos, en Costa Rica el comunismo logró consolidarse a partir de una característica que se convirtió en característica de la política local: la visión de que los conflictos sociales debían ser enfrentados a través de acuerdos institucionales y legales. La acción política nacional, por tanto, tiene un carácter reformista muy peculiar, tendencia que el Partido Comunista reproducirá, a medida que vaya ampliando su representación, a partir de mediados de la década de 1930.
Manuel Mora Valverde es visto como un representante de la corriente marxista conocida como humanismo radical, siendo cercano a autores como José Carlos Mariátegui, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Fernando de los Ríos y, más recientemente, Pablo Guadarrama González. Sobre todo, aboga por la centralidad del ser humano (humanismo) como fin último de la teoría y las acciones políticas socialistas. Se distancia, por tanto, de las corrientes estructuralistas del marxismo – que enfatizan los mecanismos estructurales de la sociedad, restando importancia a la praxis revolucionaria.
El autor estuvo muy influenciado por los escritos del “joven Marx” (anteriores a 1848), por las teorías sociales progresistas de la Iglesia Católica, y también por las contribuciones de Lenin, especialmente sus interpretaciones de la necesidad de que entendamos científicamente el exigencias del desarrollo de la vida material de la sociedad, pero sin alejarse de la vida real y de los intereses de la clase obrera y de las masas populares.
A partir de la absorción y análisis de este debate internacional del pensamiento revolucionario, Manuel Mora Valverde desarrolla una interpretación propia del caso costarricense, a partir de las especificidades de su nación. La trayectoria de su concepción marxista se basa en la búsqueda de entender la política como una sucesión de procesos que surgen de la realidad. El autor considera a la sociedad en el marco de las posibilidades de un país o región –y en el caso de Costa Rica, termina orientando su acción hacia el parlamentarismo y el ajuste de las estructuras partidarias.
Uno de los conceptos centrales que problematiza es el de Estado; reformula la teoría del Estado, basada en la tradición marxista, para explicar los mecanismos de dominación y las posibles alternativas para superarla y lograr el cambio social. Es decir, para Manuel Mora Valverde, es en la comprensión objetiva de la dominación donde se encuentran las posibilidades de evaluar sus mecanismos y características, así como las estrategias viables para superar esta situación. En este sentido, las disputas en torno a la naturaleza del Estado capitalista no pueden desligarse de las estrategias y tácticas de la acción política con la que se pretende enfrentar a este Estado y, más aún, subvertirlo. Entiende que sólo por la vía revolucionaria se puede lograr este proceso de transformación social.
Sin embargo, el componente revolucionario reivindicado por Manuel Mora Valverde tiene un sentido más reformista que disruptivo. A pesar de reconocer la centralidad de la revolución, el marxista argumenta que este proceso debe conducirse desde las instancias legales y las transformaciones institucionales – como caminos hacia la construcción socialista. Es decir, entiende que el Estado debe ser una herramienta para desarrollar los mecanismos necesarios para paliar los desequilibrios y las desigualdades, en un proceso que lleve a la nación al socialismo.
Es este carácter reformista del marxismo de Manuel Mora Valverde lo que compondrá su teoría y práctica política – guiada por la noción de comunismo tipico: una praxis política propiamente costarricense, que tiene su principal mecanismo de acción en la reforma del Estado (a través de un aumento de las normas sociales legales, a favor de los trabajadores).
Cabe señalar que este carácter reformista de su pensamiento marxista será criticado por algunos analistas, quienes catalogarán su propuesta como un “socialismo colonizado”. Sin embargo, es necesario contextualizar el período histórico en el que Mora realizó su análisis, en el que la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría fueron elementos centrales que delimitaron las posibilidades locales de lucha y acción política transformadora –especialmente en la Costa Rica centroamericana, siempre sujeta a la fuerte influencia imperialista estadounidense.
De esta forma, Manuel Mora Valverde se apoyó en un conjunto de principios marxistas y leninistas, pero no de manera rígida, adaptándolos a la realidad local y regional, de donde los movilizó. Su corriente de pensamiento se expresó en la reforma del Estado nacional de la década de 1940 que, bajo la influencia fundamental de Manuel Mora Valverde, colocó al ser humano en el centro del debate político, aprobando normas y leyes que modernizaron y democratizaron el país.
Finalmente, cabe decir que Manuel Mora es reconocido como el responsable de elevar la política costarricense al rango de ciencia. En efecto, al orientar su acción política hacia el materialismo histórico –también como posición epistemológica– entiende que el origen de las ideas socialistas, de las concepciones sociales y de las teorías políticas debe buscarse científicamente: en la vida material de la sociedad, y especialmente en la realidad de la sociedad. trabajadores y la población menos favorecida.
Comentar la obra
Manuel Mora Valverde no fue un teórico marxista que se dedicara especialmente a la escritura o al desarrollo de estudios académicos. Su obra ya publicada se reduce a discursos (que fueron transcritos) pronunciados en el Parlamento, durante el período en que fue diputado; y algunos artículos en revistas locales y regionales. La importancia de tales textos radica en su capacidad para articular una interpretación de los avatares nacionales, con una acción política y pragmática del Partido Comunista Costarricense.
En ese sentido, el aporte notable del autor al pensamiento marxista es el hecho de que analizó la situación actual, en la que se inserta, a partir de consideraciones del proceso sociohistórico que conformó esa realidad actual; y luego, desde esta dimensión procedimental, derivó y propuso estrategias y caminos de acción política práctica a favor de los trabajadores y campesinos.
Gran parte de sus aportes teóricos -discursos políticos y textos de coyuntura- se preocupan esencialmente por insertar el caso costarricense dentro del debate revolucionario internacional, especialmente a través de la discusión sobre el imperialismo. Dichos textos, sin embargo, también están permeados por denuncias sobre las precarias condiciones sociales de sus compatriotas, así como por la defensa de la necesidad de la democracia y la centralidad de los ideales revolucionarios para la construcción de una nueva Costa Rica.
Entre la bibliografía del autor, el libro más conocido es Discursos 1934-1979 (São José: Presbere, 1980), también disponible en edición digital (São José: Imprenta Nacional, 2013). Es una compilación de sus actividades políticas y revolucionarias, discursos que cubren una descripción general de sus ideas generales (presentadas brevemente aquí). Es posible separar estos textos en tres grandes momentos anteriores a 1945 y dos posteriores.
En sus discursos políticos de 1937-1938 destacó la necesidad de desarrollar un comunismo propio para su nación, orientado a las necesidades culturales y económicas de Costa Rica. Asimismo, relaciona esta lectura política con acciones prácticas. Para ello, afirma la necesidad de garantizar un orden democrático (rechazando el sesgo revolucionario del Partido Comunista Costarricense): un proceso en el que la lucha social es por reformas legales a favor tanto de los trabajadores (por ejemplo, con aumento de el salario mínimo), y campesinos (con el establecimiento de tierras agrícolas y políticas crediticias). En ese momento, el Partido Comunista Costarricense estaba ampliando su institucionalidad, por lo que Mora ve, entonces, la necesidad de una práctica parlamentaria activa, a favor de las clases trabajadoras y la democracia.
Entre sus principales declaraciones de ese período, las que se recogen en el libro Tres discursos en defensa de la democracia (São José: Impr. La Tribuna, 1937), en el que el autor presenta su definición del ideal democrático y lo relaciona con un conjunto de estrategias pragmáticas de acción política partidaria.
Sus discursos entre 1939 y 1940 están guiados por denuncias del avance del nazifascismo y sus repercusiones locales. Es en este período cuando Manuel Mora Valverde muestra su tendencia al reformismo, haciendo discursos a favor de la constitución de alianzas democráticas entre sectores políticos divergentes -incluso bajo el liderazgo de los comunistas-, para garantizar reformas sociales mínimas. “Por la afirmación de nuestra democracia(Comité Central del Partido Comunista Costarricense, San José, 1939) es su discurso más elocuente, en el que reivindica la soberanía popular como elemento democrático -innegociable e inalienable- necesario para el avance de las garantías sociales.
En su tercer gran bloque de discursos, que abarca los años 1941 a 1944, Manuel Mora Valverde destaca la necesidad de que la economía costarricense se desarrolle de manera autónoma, libre de la influencia estadounidense. Propone y desarrolla un plan económico comunista basado en la formulación de estrategias de producción y orientación planificada de la economía nacional. Reivindica la necesidad de cuerpos técnicos, incrementos salariales y atención a las dinámicas geopolíticas latinoamericanas como factores clave para la construcción de un futuro socialista. Tu discurso "Imperialismo: nuestra soberanía sobre el Departamento de Estado(Partido Comunista Costarricense, São José, 1941) reúne los principales argumentos del autor al respecto, denunciando los obstáculos al desarrollo nacional generados por la influyente presencia extranjera en territorio costarricense.
Finalmente, sus discursos del período posterior a 1945 constituyen un conjunto diverso de temas que, sin embargo, tienen como hilo conductor la búsqueda incesante del marxista por la reducción de las injusticias y desigualdades presentes en su nación.
Las conferencias de los años anteriores a la Guerra Civil (1948) están marcadas por las denuncias y llamamientos de Manuel Mora Valverde a favor de la democracia y la estabilidad social nacional. Ya después de la Pacto Ochomogo, apaciguado el conflicto, sus discursos giraron en torno a las necesidades de modernización económica y social de Costa Rica, enfatizando la necesidad de superar la pobreza y la miseria.
* Abel Cassol es profesor de sociología y antropología en la Universidad Federal de Maranhão. Autor, entre otros libros, de Instituciones sociales y mercados de alimentos tradicionales (EdUFRGS).
Publicado originalmente en el Núcleo de Praxis-USP,
Referencias
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NÚÑEZ, Mauricio Ramírez. “El pensamiento geopolítico de Manuel Mora Valverde: visión y vigencia en el siglo XXI”. pro veritatem, norte. 5, 2019. Disp: https://revistas.uia.ac.cr.
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