por JOSÉ GERALDO COUTO*
Comentar la película de Ana Maria Magalhães.
“Habitada de gente sencilla y tan pobre / que sólo tiene el sol que los cubre a todos, / ¿cómo puedes tú, Mangueira, cantar?”, pregunta Cartola en los primeros versos de “Sala de Recepción”. Esta fructífera paradoja también está en el centro del documental. manguera de dos tiempos, de Ana Maria Magalhães, proyectada en el Festival do Rio y ahora programada para los días 28 y 29 de junio (domingo y lunes) en Festival estreno Itaú Play.
El “dispositivo” documental es simple e ingenioso. Del cortometraje manguera del mañana, de 1992, la directora investiga qué pasó con los niños y niñas del ala junior de la escuela de samba que filmó en ese momento. Era una especie de escuela dentro de la escuela más grande.
En la primera parte, con la ayuda de los recuerdos del músico y activista cultural Ivo Meirelles y la cantante Alcione, ambos simpatizantes y mentores de Mangueira do Amanhã, conocemos a algunos de esos niños y niñas que surgieron en la escuela hace casi tres hace decadas.
Dos de ellos se convirtieron en respetados músicos profesionales: Wesley do Repique se convirtió en Mestre Wesley, director de batería de Mangueira desde 2019. Buí do Tamborim, a su vez, se instaló en China, donde realiza espectáculos de música brasileña en clubes nocturnos y asadores.
Las niñas tuvieron una trayectoria menos brillante, y eso dice mucho sobre las condiciones sociales y culturales del entorno donde crecieron. La entonces fuerte tendencia machista de la escuela (y de todas las demás) impedía que una niña tocara la batería, lo que reducía a dos sus posibilidades de participación: sería passista o abanderada. Varias de ellas tuvieron hijos a los quince o dieciséis años y comenzaron a luchar para mantenerlos, a menudo solas. Algunos se hicieron evangélicos y se distanciaron de los tambores. Una de ellas dice que hoy solo baila samba sola, en casa.
Pero el destino de los chicos no fue mucho más optimista. Wesley, cuyo padre, también maestro de tambores, se convirtió en narcotraficante y murió de muerte violenta, recuerda que muchos de sus compañeros de generación sucumbieron a las balas de los narcotraficantes o de la policía. Uno de ellos, un virtuoso del repique, aparece jugando en las imágenes de 1992, con una sonrisa del tamaño del mundo. Murió siendo aún un adolescente. ¿Cómo puedes tú, Mangueira, cantar?
Y, sin embargo, canta, y esa canción es rica sin comparación. En este lugar inestable, entre la dura realidad y el arte popular más sublime, es donde se instala el conmovedor documental de Ana Maria Magalhães.
Otra frontera tenue que representa la película es la que existe entre la tradición y la invención. Nacido en una de las cunas más espléndidas de la samba, Wesley pasó por Funk'n'Lata, grupo formado por Ivo Meirelles en la década de 1990, y hoy, además de ser un maestro de la batería mangueirense, toca con músicos de vanguardia, como podemos encontrar en el documental. No hay barreras infranqueables para la música.
El juego entre tradición e invención está presente en la batería de la escuela, tal y como explican los músicos y plenamente demostrado en la avenida, un momento de apoteosis en el que todo este torbellino de energías y saberes sale a flote y, al menos por un momento , la alegría vence al dolor.
*José Geraldo Couto. es crítico de cine. Autor, entre otros libros, de André Breton (Brasilense).
Publicado originalmente en BLOG DE CINE
referencia
manguera de dos tiempos
Brasil, 2019, documental, 90 minutos
Dirigida por: Ana María Magalhães
Tráiler en youtube [https://www.youtube.com/watch?v=_TozFCTzElM&feature=youtu.be]