por CHICO ALENCAR*
Cartel estampado en el balcón de la casa de Boulos, al atardecer de este domingo
El Brasil que sale de las urnas municipales, en un análisis preliminar de estas inéditas elecciones pandémicas, es un país:
1 – con una población todavía fuertemente desencantada con la política (en ambas vueltas, récord de abstención y un porcentaje muy grande de nulos y blancos) y al margen de las decisiones políticas, aunque la antipolítica (que eligió a Bolsonaro) pierde fuerza;
2 – con un claro declive de la extrema derecha bolsonarista, la gran perdedora en prácticamente todas las grandes ciudades y capitales (las excepciones son Rio Branco y Vitória);
3 – con predominio de la mermelada general partidista, del “centro” fisiológico, con sesgo social-liberal y conservador y continuidad burocrática privatista en las administraciones;
4- con afán de cambio- ver la victoria para Cámaras de candidaturas colectivas y corte identitario. Voluntad emergente combinada, contradictoriamente, con el sentimiento de apego a la política tradicional, sin “riesgos”;
5 – decepcionado con lo que se vendió, en 2018, como “nuevo” – que era, en la práctica, la vieja política disfrazada;
6 – con un campo progresista, de izquierda, no hegemónico, incluso debilitado, pero aún significativo (PSOL, PT, PC do B, PSB, PDT, Rede, PSTU, PCB, que va desde reformadores capitalistas hasta revolucionarios idealistas, con ninguna base popular organizada). Campo (aún no consolidado) con fuerzas emergentes en su interior, como el PSOL.
La conocida manipulación de la derecha, en las más acaloradas disputas, apareció con el aluvión de noticias falsas de las campañas de Crivella, en la compra de votos de tucana (con canastas básicas, en la ciudad de São Paulo), en los ataques sexistas y calumniosos del MDB en Porto Alegre, también practicados en Recife (!). Hubo un uso intensivo de la maquinaria por parte de los alcaldes candidatos a la reelección.
En este cuadro general, que necesita un examen más profundo, la dispersión partidaria es enorme: ¡las 26 capitales tendrán alcaldes de 11 partidos diferentes! La maravillosa victoria de Edmílson/Edílson (Belém) – frente a la izquierda, con claridad programática – y el gran voto de Boulos/Erundina (SP) y Manuela/Rosseto (P. Alegre) son de notable importancia. ¡La participación animada de la juventud energizó estas campañas!
Nuestros oponentes ven ahuyentar a sus perros feroces, pero los mantienen en sus mansiones y componen con ellos en los Palacios de Brasilia. La derecha con “puños de encaje” (DEM, PSDB, MDB) ha recuperado espacios y se articula para el 2022. También ha demostrado tener la capacidad de “seducir” a grandes sectores de la población.
Nuestro camino es largo, y llama a la unidad en la lucha y construcción de una plataforma común para las próximas disputas. Comencemos ahora, reconociendo dónde hemos fallado y las vías prometedoras que se abren a la movilización popular.
*chico alencar, exdiputado federal, es concejal electo recientemente por el Psol en Río de Janeiro.