Por Ruy Fausto*
Lea un extracto de la última conversación pública del filósofo recientemente fallecido
La situación en la que nos encontramos hoy es herencia de una sucesión de errores colectivos: el error de quienes no quisieron elegir entre Fernando Haddad y Jair Bolsonaro; el error de quienes insistieron en una candidatura que prácticamente no funcionó, abandonar a su candidato que podía haber ido más allá y otras cosas, como no haber atacado a Bolsonaro desde el principio; otros esperando las elecciones de 2022 como si nada grave pudiera pasar hasta entonces.
De todos modos, llegamos a la situación actual, que es la de un país dominado por un gobierno “sublunático”, por así decirlo, hasta que encontramos un término para organizar lo que está pasando, y aún sufriendo las consecuencias de una terrible pandemia.
Pero, para hablar de la situación más inmediata, diría que estamos ante un hecho realmente increíble. El personaje que ocupa la presidencia se niega a admitir que realmente hay un problema de salud grave, no acepta las medidas que se han aceptado en el mundo, propone el ayuno como salida y sigue y sigue. Estamos pues ante un hecho absolutamente inédito.
Incluso Donald Trump tuvo una actitud de autodefensa y, en el último momento, dio marcha atrás tras decir que todo estaría resuelto para Semana Santa; y bueno o malo, comenzó a tomar una serie de medidas. Pues este personaje nuestro no ha tomado ninguna medida. En cuanto a gobiernos “locos”, como decían, ¡somos los mejores del mundo! Es algo absolutamente sin precedentes y terrible.
Pero, interpretando eso ahí, en mi opinión, lo más probable es que haya llegado a su límite. Ha llegado a un punto en el que se debilitará. Ha ganado algo de apoyo en sectores modestos, pero no creo que vaya a llegar muy lejos con eso.
¿Qué pasó con la pandemia? El problema de la ciencia estaba planteado. Estos grupos son esencialmente oscurantistas, enemigos de la verdad, enemigos de la ilustración. Ante la pandemia, el problema de la búsqueda de una cura, la importancia de la ciencia, la verdad, las medidas racionales a tomar.
El oscurantismo de esta gente es tan profundo que no despiertan. Siguen insistiendo en que no es nada, y están dispuestos a causar la muerte de 300 personas o algo así. Si no hay un aislamiento total, en vez de morir 45.000, morirán 500.
Luego vino el problema de la razón y curiosamente la reacción no es tan negativa. Las luces tienen cierto peso, incluso en un país atrasado como el nuestro; muchas personas reaccionan bien incluso por querer salvar su propio pellejo. Pero en otras situaciones, incluso queriendo salvar el pellejo, las reacciones oscurantistas fueron más fuertes. De esta manera, estos grupos se revelaron a mucha gente por lo que son: charlatanes, lunáticos – dispuestos a hacer mucho más que eso – y neoliberales, lo que significa institucionalmente neofascistas, dispuestos a sacrificar muchas vidas en Brasil a cambio de una locura. proyecto.
Ha llegado el momento de la verdad –y no lo vamos a saludar, ya que significa el sacrificio de muchas personas– en el que no podrán seguir adelante. En estas condiciones, se abre un hueco para una intervención contraria; las ratas están abandonando el barco. Hasta hace poco estábamos bajo una ofensiva brutal; ahora se abre la posibilidad de una intervención en otra dirección.
*Ruy Fausto (1935-2020) fue profesor emérito de la FFLCH-USP y autor, entre otros libros, de Marx: Lógica y Política (Editora 34).
Transcripción de parte de su discurso en el lanzamiento de la Revista Rosa. (https://youtu.be/8sfwHPQdbkc)