Lugar periférico, ideas modernas: patatas para los intelectuales paulistas

Imagen: Atelier Fyumi
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por WESLEY SOUSA & GUSTAVO TEIXEIRA

Comentario al libro de Fábio Mascaro Querido

1.

El libro es el resultado de una tesis de posgrado en sociología defendida en la Unicamp. Dotado de un rico estudio bibliográfico, el autor, en términos generales, reconstruye la génesis y deseo de la formación político-intelectual en torno al famoso “Seminario Marx”, compuesto en su día por jóvenes profesores y estudiantes de la Universidad de São Paulo (USP) en la década de 1950.

Una de las fortalezas del libro, destacamos, es su capacidad de cruzar las fronteras disciplinarias de la teoría social; Mascaro, como es bien sabido, recorre didácticamente debates sobre filosofía, sociología, economía política y literatura. El hilo conductor de las intuiciones intelectuales del libro, sin embargo, proviene del pensamiento de Roberto Schwarz – en referencia al título de su tesis, “Al ganador las patatas”, véase, el autor toma el título del libro. Pero pasemos ahora al esqueleto del libro. Este consta de cinco capítulos, introducción y consideraciones finales.

Los elementos centrales de la introducción son dos. Por un lado, Fábio Mascaro Querido reconstruye la génesis intelectual vinculada al contexto histórico-político de los miembros del Seminario Marx (Mascaro, 2024, p. 21). Por otra parte, el sociólogo anuncia los límites y contradicciones de su desenvolvimiento histórico, afirmando que el sedimento político intelectual de sus miembros consolidó, a lo sumo, una versión “progresista” del neoliberalismo entre nosotros (Mascaro, 2024, p. 263).

El primer capítulo, titulado “Una genealogía intelectual paulista”, contextualiza el contexto histórico anterior al Seminario. El capítulo también presenta la biografía intelectual preliminar de Roberto Schwarz. Dividido en tres secciones, Fábio Mascaro Querido comienza el capítulo revisando las motivaciones políticas e intelectuales que llevaron a la creación de la USP y, más específicamente, del Departamento de Ciencias Sociales.

Aquí, la figura de Florestan Fernandes es fundamental, pues él reunió las condiciones institucionales para estructurar la sociología como un saber académico supuestamente moderno y universalista al que se consagró la USP y que, al mismo tiempo, se oponía al ensayismo cortesano-aristocrático del pensamiento social y político brasileño (Mascaro, 2024, p. 16).

La segunda sección, por tanto, aborda la relación entre una lectura estructural de la filosofía marxista y el punto de vista sociológico de la modernización, es decir, un análisis sociológico del capitalismo. Cabe destacar que la filosofía, aquí, tiene un papel central como mediación epistemológica que permitió operar la traducción recíproca entre ambas perspectivas teóricas (Mascaro, 2024, p. 27). En otras palabras, a través de la operación epistemológica de la dialéctica, la filosofía hace viable una interpretación marxista centrada en la sociedad y la (no)realización de su concepto. En resumen, lo social depende de lo filosófico para ser conocido; Este es el movimiento de viabilidad teórica.

2.

La tercera sección está dedicada a Roberto Schwarz. Aconsejado por Antonio Cándido para realizar un posgrado en teoría literaria, Roberto Schwarz, que ya había publicado en la sección literaria del periódico Estado de São Paulo Estudió algo de crítica literaria y se fue al extranjero, a Yale. Al regresar a São Paulo, Roberto Schwarz consolidó su vínculo con Antonio Candido: el trabajo de este último como profesor de teoría literaria, que defendía la construcción de una crítica inmanente de la sociedad a través del análisis de textos literarios, abrió espacio para que el primero realizara estudios de sociología y literatura, especialmente la de Machado de Assis.

Roberto Schwarz, yendo más allá, pasó a construir, después de la experiencia del Seminario, una carrera académica un tanto en línea con el modelo académico de la USP: el conocimiento sociológico crítico, se advierte, podría ser interdisciplinario y no empírico. El autor, por tanto, afirma que la excepción de Roberto Schwarz “redefinió los campos de posibilidades institucionales y académicas dentro de los cuales él se situaría en el contexto de la USP de la época, y especialmente de la sociología, que vivía entonces el auge de su proceso de consolidación profesional” (Mascaro, 2024, p. 42).  

El segundo capítulo, llamado “La venganza de los Paulistas”, aborda personajes presentados en el primer capítulo y otros, hasta entonces ocultos, que también participaron del Seminario. Dividido en siete secciones, el capítulo comienza con una breve revisión histórico-biográfica que justifica lo que constituye la venganza de los Paulistas.

El acontecimiento central, en este contexto, es el golpe militar de 1964 y la profundización de un régimen socioeconómico y político retrógrado. Según Fábio Mascaro Querido, el golpe demostró, en la práctica, lo que los intelectuales de la USP ya habían defendido teóricamente: la inexistencia de una burguesía nacional con cualquier compromiso con el desarrollo autónomo y socialmente integrador (Mascaro, 2024, p. 43).

Con esta conclusión histórica como telón de fondo intelectual, el autor inicia una reconstrucción teórica y biográfica de seis intelectuales que orbitaron la métier del Seminario. Además, en este capítulo, Fábio Mascaro Querido vuelve al contexto del nacimiento del Centro Brasileño de Análisis y Planificación (CEBRAP).

El primer intelectual es FHC y su “salto” de la teoría del subcapitalismo a la teoría de la dependencia. Si la primera teoría social buscó realizar un análisis sociológico de la industrialización a través del estudio de su principal agente social, el empresariado industrial, la segunda teoría, a su vez, resalta los antecedentes históricos de la dependencia latinoamericana para llegar a la etapa de desarrollo social en los términos de la modernidad (Mascaro, 2024, p. 50).

La segunda sección, sin embargo, recorre la trayectoria histórica de un centro de investigación, el CEBRAP. Creado en 1969, el centro fue concebido como un “ajuste de cuentas [de] cómo este pasado reciente del pensamiento político de la izquierda nacionalista fue visto, por los miembros del CEBRAP, como un paso necesario hacia una buena comprensión de los dilemas de la dictadura actual”. (Mascaró, 2024, pág. 52).

A partir de entonces, el CEBRAP, a lo largo de los años inmerso en la dictadura, se consolidó como el epicentro de una nueva vida intelectual nacional. El centro, por así decirlo, conquista la hegemonía de una práctica científica desvelada a partir de motivaciones ideológicas o intereses personales inmediatos, ya que absorbe, financia y pone en discusión un conjunto de estudios interdisciplinarios sobre la realidad social brasileña.[i]

La tercera sección presenta quién fue el adversario del CEBRAP, es decir, la teoría marxista de la dependencia. Tomando como referencia la teoría social de Ruy Mauro Marini, Mascaro señala los vectores teóricos de este intelectual – (i) la reanudación de la teoría del valor en Marx y (ii) la teoría del imperialismo en Lenin – en el sentido de que la teoría de la dependencia sería una forma de complementar ambas perspectivas, ya que analiza el modo en que las determinaciones generales/globales del capitalismo se traducen en las particularidades de los países dependientes (Mascaro, 2024, p. 56).

Al mencionar, en tono crítico a FHC, que la reproducción de la dependencia (a) depende de la transferencia de valor como intercambio desigual y (b) de la superexplotación del trabajo como compensación por la transferencia de valor hacia los países centrales, Ruy Mauro Marini, en general, señala que el proyecto de “socialismo burgués” de Fernando Henrique Cardoso carece de una lectura crítica del funcionamiento del modo de producción capitalista que genera una formación social dependiente entre países periféricos colonizados por países centrales.

La cuarta sección se centra en la obra intelectual de Chico de Oliveira y su “razón dualista”. Según Fábio Mascaro Querido, la presencia del sociólogo pernambucano en el CEBRAP amplió el horizonte provinciano del cosmopolitismo paulista. Su trabajo en la SUDENE y en la Cepal, en cierto sentido, trajo otra perspectiva sobre cómo realizar un estudio académico sobre la formación social brasileña anclado en una base teórica marxista.

La razón dualista, en este contexto, al estructurar una tesis cuya crítica al populismo articuló las complejidades de la relación entre lo moderno y lo arcaico respecto del proceso de acumulación del capital brasileño, destacó que “En la expansión del capitalismo en Brasil, lo “nuevo” no [debe] realizarse, por lo tanto, sin la refuncionalización de las relaciones arcaicas, y viceversa, en un entrelazamiento dialéctico que escapa al razonamiento dualista” (Mascaro, 2024, p. 61).

La razón dualista, en otras palabras, postula que existe, en la sociedad brasileña bajo la dictadura militar, una relación perversa entre lo “nuevo” y lo “arcaico” hasta el punto que esta fusión culmina en un movimiento social contrarrevolucionario.

3.

Francisco Weffort, personaje de la quinta sección, al igual que Chico de Oliveira, también presentó una crítica al populismo predictatorial. Retomando el estudio de las bases sociales de la política brasileña a finales de la década de 60, Fábio Mascaro Querido destaca que Francisco Weffort se opuso a la lectura reduccionista respecto de las determinaciones estructurales vinculadas a los impasses de la formación social brasileña (Mascaro, 2024, p. 64).

El objeto central de su estudio, las clases populares, en efecto, pasaron a ser vistas como un nuevo personaje, construido históricamente, que compone el pacto político brasileño: el golpe del 64, en este contexto, no fue más que un golpe de las clases dominantes contra ese pacto.

Aunque breve, en la sexta sección, Fábio Mascaro Querido aborda la metamorfosis intelectual de Florestan Fernandes. Si inicialmente su trayectoria estuvo marcada por una formación académica científica neutral apoyada en principios universales, tiempo después Florestan cambió su postura: las consecuencias históricas del golpe de 64, como el AI-5, fueron fundamentales en ese proceso. Ahora, el sociólogo había radicalizado la acción de su espíritu crítico: Florestan Fernandes, en otras palabras, se había convertido en un intelectual militante comprometido con las preocupaciones políticas de su tiempo.

En la última sesión, el autor retoma la obra del historiador Fernando Novais, que trató básicamente de la conexión entre Brasil, como colonia de Portugal, y el orden capitalista internacional.

La primacía de este vínculo, que inserta a la sociedad brasileña en el proceso global del capitalismo, estaría en el “sistema-mundo” constituido por el sistema colonial. Novais, siendo más específico, vio que “[…] en la colonia se produce un despliegue específico de un sistema que la desborda y que, por lo tanto, necesita estar en el centro del análisis [para] explicar esta relación en el contexto de una totalidad que es a la vez sistémica e histórica” (Mascaro, 2024, pp. 70-71).

El grado de concreción extraído de la totalidad, por tanto, concluye al menos que (i) existe una conexión profunda entre la acumulación original de capital y la ofensiva colonial cuya (ii) práctica económica básica fue la del tráfico de esclavos: la ganancia del capital, en otras palabras, se obtiene a través de la esclavitud colonial africana.

El tercer capítulo, titulado “En busca de Brasil: golpe y exilio en Roberto Schwarz”, está dedicado a Roberto Schwarz. Compuesto por seis secciones, el capítulo busca profundizar en las consideraciones de lo que se convirtió en el primer momento de la teoría social schwarziana. La primera sección presenta una reconstrucción biográfica de Schwarz, mostrando sus primeros pasos en la crítica literaria, así como la influencia teórica de Theodor Adorno y György Lukács en la forma expositivo-estilística de su teoría social.

La segunda sección se centra en su estancia en París y la redefinición de sus perspectivas teóricas, abriendo nuevas e inesperadas posibilidades para la formación teórica y la autocomprensión de su propia identidad. Fue en la capital francesa, por así decirlo, donde Schwarz se “brasilenizó”.

La tercera sección expone un camino intelectual quizás poco discutido en Roberto Schwarz, cual es su creación artística seguida de su trabajo como crítico cultural. Antes y después de su estancia en Europa, Roberto Schwarz escribió poemas que incluso fueron publicados en libros. Además, durante su estancia en París, el crítico literario inició su experiencia como crítico cultural. De ahí, por ejemplo, el texto “Cultura y política: 1964-1969”. Finalmente, cabe destacar que Fábio Mascaro Querido, al concatenar las primeras formulaciones críticas de Schwarz sobre la literatura de Machado de Assis, ilustra las influencias teórico-literarias y los acontecimientos históricos que estructuran la trama de su obra. El basurero de la historia (1977).

Las secciones cuarta y quinta destacan los entre bastidores de su condición de doctorando exiliado hasta la defensa de su tesis, realizada en 1976. En términos generales, explica el autor, la tesis trata “[…] sobre los escollos de la dialéctica entre “forma literaria” y “proceso social” en un país periférico del capitalismo como Brasil, [lo que] representó el primer gran paso de Schwarz en la constitución de su obra intelectual” (Mascaro, 2024, p. 116).

Fábio Mascaro Querido, en vista de ello, ofrece un panorama general de los capítulos de la tesis, abordando, sobre todo, la mediación entre la crítica sociológica de la vida social brasileña y las narrativas ficcionales de algunas obras literarias de Machado de Assis y José de Alencar. La última sección del capítulo presenta una crítica de la teoría de Schwarz, en particular la vinculada al texto “Ideas fuera de lugar”, que constituye el primer capítulo de su tesis. Fábio Mascaro Querido, con esto, expone la crítica que Maria Sylvia de Carvalho hace de este texto, destacando el diálogo, las convergencias y divergencias teóricas de ambos autores.

4.

El cuarto capítulo, titulado “Los años 1980: la década que no se perdió”, es el más largo de la obra. Este capítulo se desarrolla en la década de 80, momento histórico en el que los miembros del Seminario, en medio de la decadencia del régimen dictatorial, se proyectan como agentes intelectuales activos en la vida política brasileña. Compuesto por siete secciones, el capítulo comienza volviendo al contexto histórico de la “década perdida”.

La primera sección, por tanto, que retoma ese contexto, destaca que el colapso del milagro económico de la dictadura tanto dio espacio para la implementación de la prescripción neoliberal, profundizada en la década siguiente, como engendró la ampliación del horizonte de expectativas para que Brasil se transforme en una sociedad democrática que aspire a superar los problemas estructurales de su formación social.

La segunda y tercera secciones examinan históricamente el momento en que los intelectuales de la USP comenzaron a participar, de una vez por todas, en la política nacional. Dada la acumulación de las primeras acciones políticas realizadas en la década de 1970, la CEBRAP, especialmente a través de la figura de FHC, se aproxima al MDB. Y en vista de la fuerza política de oposición a la dictadura, el centro fue blanco de un intento de atentado por parte de la dictadura en 1976.

Sin embargo, con el proceso de apertura, la amnistía política y el fin del bipartidismo, miembros de este y otros centros de investigación comenzaron a afiliarse y organizarse en partidos políticos, como el PT y el PSDB. En otras palabras, se considera que los intelectuales del Seminario se estaban convirtiendo en agentes centrales de un momento de reorientación de la sociedad brasileña.

La cuarta sección trata sobre Marilena Chauí y la creación del colectivo Desvios. En primer lugar, el autor reconstruye las ideas centrales del filósofo sobre la sociedad brasileña, cuyo epítome es, tanto en la derecha como en la izquierda, la subordinación a un discurso de raíz autoritaria. La manifestación sociopolítica de esto estaría en la ideología del Estado como único agente histórico real, es decir, en este agente “racional” capaz de inventar un concepto de nación distanciado de los valores concretos de una sociedad de clases.

Marilena Chauí, frente a ello, formula una crítica de la ideología organizada como un “contradiscurso” que captura el movimiento de las clases sociales bajo el velo de nociones ideológicas como el interés nacional (Mascaro, 2024, p. 147). La crítica a la ideología sería entonces una crítica al pasado y al presente de la sociedad brasileña.

Francisco de Oliveira es el personaje de la quinta sección. Tras una estancia de dos años en Francia, el sociólogo argumentará que, con la presencia de una vida democrática, la sociedad brasileña podría transformarse a nivel político-económico. A través del debate sobre la distribución de los fondos públicos en función de los intereses de las clases sociales en la negociación en la esfera política, argumentará que, a través de un proceso organizativo cohesionado y autónomo, fue posible para la clase trabajadora crear un nuevo pacto político de carácter hegemónico capaz de dar cabida a los intereses de las clases trabajadoras (Mascaro, 2024, p. 154).

La sexta sección se centra en Argentina y los desarrollos históricos de su dictadura militar. Aquí hay una similitud entre los intelectuales argentinos y paulistas: la urgencia del tiempo histórico los obligó a reconfigurar el espacio del intelectual en el plano político-nacional.

Cabe destacar también que intelectuales del país vecino, como Beatriz Sarlo, se encaminaban hacia una crítica del peronismo; Este sería su paso hacia la modernidad: “[…] la “desperonización” debería promover nuevas formas de integración de las masas, en el sentido de la democracia y la libertad, en oposición, por tanto, al “totalitarismo” (Mascaro, 2024, pp. 159 – 160).

La última sección del capítulo, una vez más, vuelve a Roberto Schwarz. Comienza destacando su papel en la creación de la Nuevos estudios CEBRAP, en 1981, y finaliza con reflexiones sobre su teoría social schwarziana. Mientras tanto, Fábio Mascaro Querido analiza el trabajo de Roberto Schwarz como crítico cultural, señalando, por un lado, el malestar del crítico en relación a la democratización del país y, por otro, su articulación política con el PT. Además, el autor (i) desentrañará sus consideraciones Gramscianas sobre el vínculo entre clase y nación y (ii) abordará la relación dependiente entre economía y cultura.

El quinto y último capítulo abarca la década de 1990, cuando el neoliberalismo se instaló definitivamente en Brasil y uno de los miembros del Seminario fue elegido Presidente de la República. Titulado “El espectro neoliberal: adaptadores y resistencias”, el capítulo se divide en cinco secciones. La primera sección trata sobre la existencia de la revista. plaga, cuyos participantes lo concibieron con el objetivo de (a) renovar el debate marxista, minado por la globalización neoliberal, y (b) hacer un diagnóstico del momento actual.

La segunda sección está dedicada a la vida académica de Chico de Oliveira después de dejar el CEBRAP. Miembro fundador del Centro de Estudios de los Derechos de la Ciudadanía (Cenedic), el sociólogo, en esta década, escribiría textos críticos al proceso de privatización orquestado por el gobierno neoliberal de FHC: la retórica de mejora de la democracia brasileña defendida por el gobierno, en esencia, fue liquidada por la práctica neoliberal de interrumpir el disenso y privatizar el espacio público a través de la negociación colectiva entre agentes sociales. Era, digamos, el sufrimiento de Brasil.

En la tercera sección, Fábio Mascaro Querido analiza la crítica de Roberto Schwarz al neoliberalismo, la génesis de su forma ensayística expositiva, su punto de vista intelectual y su pensamiento entre cultura y política a través de la vanguardia. Tomando como guía intelectual-literaria la crítica sociológica del capitalismo de Robert Kurz y la trama de la novela obstáculo, de Chico Buarque, el autor destacará que, sobre la posición de Brasil en el mundo globalizado neoliberal, Schwarz “[…] completó el diagnóstico de Kurz sobre el Brasil contemporáneo, revisando el pasado reciente del país para demarcar las ilusiones que quedaron atrás […] el país del futuro ya estaba presente, y eso fue exactamente lo que se reveló sin complejos, es decir, una sociedad dividida por niveles abismales de desigualdad” (Mascaro, 2024, p. 226).

Fábio Mascaro Querido aborda luego el rasgo intelectual por el que se conoce a Roberto Schwarz: el ensayismo. Influenciado por Adorno y la escritura benjaminiana, el ensayo se comporta como un estilo expositivo que combina la sociología con la crítica literaria, más aún en Brasil, país donde la literatura fue, durante mucho tiempo, el principal instrumento para revelar la experiencia nacional (Mascaro, 2024, p. 232). Además, la escritura de ensayos está alineada con la forma de ser del intelectual crítico. Esto, en definitiva, valoraría la autonomía y la independencia frente a la situación inmediata de la lucha política.

La cuarta sección trata de Paulo Arantes. En primer lugar, se presenta una breve biografía del filósofo. En segundo lugar, el autor reconstruye su teoría filosófica, pasando por la noción de “brasilización del mundo” y, especialmente, desentrañando su lectura de la situación cuya hipótesis señalaba un acortamiento del espíritu intelectual de los académicos que, ahora, decidirían el destino del país. Hay en esto un problema formativo de intelligentsia nacional que se despliega en consecuencias políticas.

Finalmente, la sexta sección reflexiona sobre cómo las formulaciones críticas de Schwarz, Oliveira y Arantes se entrelazan, así como se diferencian, respecto del horizonte interpretativo de la formación social brasileña. Se puede decir que este trío de académicos representó el lado negativo de la tradición intelectual iniciada en el Seminario Marx.

Más que eso, estos tres autores muestran que los problemas sociales actuales en Brasil son intrínsecamente defectuosos: tienen defectos en sus orígenes y están lejos de ser superados por el campo progresista. Es por eso, entonces, que Mascaro escribe: “[…] y dada la posición del país en el concierto global de naciones, Brasil se convierte entonces en un locus por excelencia de una especie de dialéctica negativa en acción” (Mascaro, 2024, p. 256).

En las consideraciones finales, el autor presenta dos observaciones centrales. La primera observación está en la doble cara de los intelectuales abordados en la investigación que, por un lado, cultivaron un lugar en la escena académica nacional y, por otro, no dudaron en intervenir en la configuración de la escena política brasileña a lo largo de las últimas cinco décadas (Mascaro, 2024, p. 261).

La segunda observación consiste en una sucinta evaluación crítica del legado político-académico de esta tradición intelectual tan presente en la vida histórica brasileña reciente. Apoyado en la posición negativa del desarrollo de Schwarz, Oliveira y Arantes, el autor señala que la época dorada de la democracia brasileña (1995 – 2013), en la que participaron activamente algunos de los intelectuales citados en la obra, estuvo siempre condicionada por la ecuación de que el destino de esta nación es catástrofe y colapso –y esto ha sido evidente, según él, desde 2016 (Mascaro, 2024, p. 264).

El libro, finalmente, tiene una calidad didáctico-reconstructiva que lo hace accesible tanto a la comunidad académica como a un público más amplio interesado en cuestiones “propiamente” brasileñas (Arantes, 1992) – después de todo, no hay nada más telúrico hoy que el espíritu social asesino, delincuente y criminal de la clase dominante nacional. En este rincón tropical, por tanto, es creíble decir a los intelectuales: sólo os quedan las patatas, que están muy bien servidas.

*Wesley Sousa es estudiante de doctorado en filosofía en la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).

*Gustavo Teixeira Es candidato a doctorado en filosofía en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC)..

referencia


Fabio Mascaró Estimado. Lugar periférico, ideas modernas: papas para los intelectuales paulistas. São Paulo, Boitempo, 2024, 288 páginas. [https://amzn.to/4kdlGFC]

Nota


[i] Fábio Mascaro, cita algunos estudios relevantes de la época, como Más allá del estancamiento: un debate sobre el reciente estilo de desarrollo de Brasil (1971), de José Serra y Maria da Conceição Tavares, Críticas a la razón dualista (1972), de Chico de Oliveira y Las contradicciones del milagro (1973), de Paul Singer.


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