Por Daniel Brasil*
Comentario al libro más reciente de Evandro Affonso Ferreira
De todo lo que he leído durante el último año, nada me ha llamado la atención tanto como la novela. Nunca ha habido un final como ahora. Me tomó meses darle vueltas a la narrativa, despertarme en medio de la noche recordando imágenes de sus páginas, sorprendiéndome con el lenguaje innovador.
Evandro Affonso Ferreira es un escritor de renombre, que domina como pocos la lengua vernácula, un inventor absoluto, aunque poco conocido por el gran público. Recorre un camino literario que muy pocos se atreven a recorrer, sin renunciar nunca a la originalidad. Una especie de Guimarães Rosa urbano (¡no está de acuerdo con la comparación!), que subvierte y decanta el lenguaje hasta llegar a una saturación de significados que raya en la poesía.
En esta novela, de 2017, sigue la vida de cinco niños de la calle, narrada de forma fragmentada por la memoria del (quizás) único superviviente, años después.
Eurídice es la figura central de la novela. El nombre evoca a la ninfa griega que Orfeo intenta rescatar del Hades. El infierno, en este caso, es la metrópolis oscura y desigual donde se arrastran los desfavorecidos, los abandonados, los caídos y los malditos. Debajo de los puentes, en callejones inmundos, bañándose en las crecidas, comiendo sobras, cometiendo hurtos y, a veces, soñando, el quinteto deambula entre mocos y lodos, y convive con el personaje fantasmal que los abraza cada noche: Relento.
Eurydice es figura materna para los más jóvenes del grupo, amante de los mayores, pasión del narrador Seleno. “Niña-mujer de cuerpo inflamable”. Sus comentarios mordaces sobre la vida contrastan con el lirismo de las observaciones de Ismênio, el más joven, un ángel caído y alucinado capaz de acercarse a una mujer ciega y decirle “Oye, linda, si quieres, puedo ser tu perro guía por el resto”. de tu vida”.
En la literatura brasileña, tal vez sólo Jorge Amado se ha centrado en un grupo de niños de la calle, en su clásico Capitanes de arena (Compañía de Letras). Evandro reinventa el lema y coloca el listón en lo alto, creando un Orfeo-narrador de voz poderosa: “No hay puñal llameante capaz de quitar la humedad de la noche, cuyo nombre es Relento. ¿Ciudad? Desgarrador de nuestra esperanza: todos éramos extraños en el mismo lugar donde nacimos.”
En poco más de 150 páginas, Evandro Affonso Ferreira nos ofrece el retrato más conmovedor de la vertiginosa desigualdad en la que estamos sumidos, sin renunciar al lirismo. Obra de un maestro contemporáneo, que ya ha producido obras maestras como Mi madre se suicidó sin despedirse, Premio APCA a la Mejor Novela 2010, y El mendigo que se sabía de memoria los adagios de Erasmo de Rotterdam, 2013, laureado con Jabuti.
*Daniel Brasil es escritor, autor de la novela traje de reyes (Penalux), guionista y realizador de televisión, crítico musical y literario.
referencia
Evandro Affonso Ferreira. Nunca ha habido un final como ahora. Río de Janeiro, Récord, 2017 (https://amzn.to/3E5N2KF).