Por Daniel Brasil*
Comentario sobre la trilogía. el lugar mas oscuro
La literatura ficticia brasileña sobre los años de la dictadura militar ha dado muchos títulos, desde el pionero Pascua: la travesía (1967), desde Carlos Heitor Cony hasta clásicos recientes, como K, informe de una búsqueda, de Bernardo Kucinski, estrenada en 2011.
Hay decenas de cuentos, novelas y romances, que abordan la época sin haber agotado aún todos los matices de la época oscura que nos tiende su mano sanguinaria, como un fantasma. Al igual que la vasta literatura sobre el nazismo, el estalinismo o la Segunda Guerra Mundial, siempre es necesario recordar, para no olvidar ni repetir.
Milton Hatoum ya había preparado el escenario para trabajos anteriores, como Cenizas del Norte, durante la dictadura. Pero en la trilogía el lugar mas oscuro, comenzó con la noche de espera (2017) (https://amzn.to/44h0B4k) Y puntos de fuga (2019) (https://amzn.to/3Oz5fow), el gobierno militar golpista asume un papel de liderazgo, influyendo directamente en la vida de todos.
Basado en un personaje, Martim, un joven de São Paulo cuyos padres se separan y se va a Brasilia, el primer volumen retrata el movimiento estudiantil y artístico en la Capital Federal en la década de 1960, hasta la invasión de la UnB por las tropas y la persecución y arresto de quienes opusieran cualquier tipo de resistencia. Viviendo con su padre, un inescrupuloso vendedor de lotes para Novacap, Martim se apega cada vez más al recuerdo de su madre, a quien no puede volver a ver, y a sus nuevos amigos de la UnB, que se reúnen en torno a un grupo de teatro y una revista literaria.
El primer volumen es fuerte, realista y delinea bien a los personajes, incluso cuando llega a los límites del poder. El librero de izquierda, el diplomático desilusionado, el proxeneta de lujo, todos están ahí. Brasilia, entonces una isla formada por migrantes de todas las regiones del país, se hunde en la traición y la traición. La militante Dinah, la primera novia de Martim, tendrá un papel importante en la vida de Martim. Todo esto se reconstruye a través de memorias, papeles, diarios, cartas e informes de varios actores secundarios.
En el segundo volumen, el escenario es São Paulo en la década de 1970. Martim deja a su padre e intenta estudiar arquitectura en la USP. Comienza a vivir en una república en Vila Madalena, donde convive con nuevos personajes. La lectura se vuelve más compleja, ya que las fechas de los testimonios, cartas, diarios, etc., se saltan algunas décadas. París se vuelve más presente, con varios protagonistas en el exilio, rememorando las peripecias de la época.
Todo eso refleja la trayectoria del mismo Hatoum, que vivió en Brasilia, en São Paulo, estudió arquitectura y se fue a París. Es decir, habla de una realidad que conoció de primera mano, a través de personajes ficticios. Aquí y allá captamos referencias a nombres y hechos reales, como la muerte de Alexandre Vanucchi Leme y la misa en la catedral Sé, rodeada por policías.
Sin embargo, algo se pierde en el segundo volumen. Los personajes femeninos de la república son confusos, están mal definidos. La obsesión de Martim por encontrar de nuevo a su madre (¿pasó a la clandestinidad?) lo hace retraerse y deprimirse, según cuentan sus compañeros. El esquema de informes, diarios, cartas, etc, cansa un poco.
Como en una sinfonía, donde tras un vibrante primer movimiento pasamos a un largo algo monótono (aunque polifónico), todo puede salvarse con el tercer movimiento, si Hatoum sabe atar todos los cabos sueltos y llevar al lector a un final si no emocionante, al menos digno de aplauso. Esperamos con ansias el tercer volumen de la trilogía. El lugar más oscuro.
* Daniel Brasil es escritor, autor de la novela traje de reyes (Penalux), guionista y realizador de televisión, crítico musical y literario.