por YURI MARTINS-FONTES & MARCELO ROBERTO DÍAS*
Entrada del “Diccionario de marxismo en América”
Vida y praxis política
Juan Isidro Jimenes Grullón (1903-1983) nació en la capital de la República Dominicana, miembro de una familia adinerada de clase comercial exportadora, que había participado en el proceso de formación de la nación dominicana. Su padre fue José Manuel Jimenes Domínguez; su madre, María Filomena Grullón Ricardo.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en São Domingos, graduándose en Humanidades. Mientras tanto, a los 13 años, Jimenes Grullón vio cómo su país era invadido por Estados Unidos, contexto opresivo que viviría durante casi una década (1916-1924).
A los 20 años se incorporó al Asociacionesón Literaria Plus-Ultra, creado en 1921, dirigido por Manuel Arturo Peña Batlle (futuro historiador y diplomático) y cuyos miembros llegarían a desempeñar un papel destacado en la política nacionalista dominicana. Durante estos tiempos ingresó a la carrera de Derecho en universidad de santo domingo, pero pronto lo abandonaría, debido a su pasión por la Filosofía. Su familia –tradicionalmente burguesa– lo presionó entonces para que siguiera una carrera que le proporcionara un buen salario, lo que le llevaría a viajar a Europa en 1923.
Durante el viaje visitó Alemania y, finalmente, se instaló en Francia, donde estudió medicina. Viviendo en París, en 1926 publicó un libro de poemas en prosa. Además de sus estudios y contactos con otras culturas, su estancia en el continente europeo fue un tiempo en el que captó las ideas centrales del materialismo histórico, participando en círculos intelectuales latinoamericanos que se fortalecieron y multiplicaron con las victorias de la Revolución Rusa. Allí estableció importantes relaciones, reuniéndose con intelectuales y políticos que influirían en su pensamiento, como el español José Ortega y Gasset y el mexicano José Vasconcelos (quien tuvo un destacado papel político después de la Revolución Mexicana, como Primer Secretario de Educación Pública).
En 1929, Jimenes Grullón se recibió de médico en París, con la obra Plan de'organización de lucha anti-paludéenne [Plan de organización para combatir la malaria.], contribuyendo a la investigación de uno de los problemas de salud pública más graves del mundo (que afecta principalmente a las poblaciones más pobres y para el que la industria nunca ha desarrollado una vacuna satisfactoria).
Graduado, regresó a su país, pasando a vivir en la norteña ciudad de Santiago de los Caballeros, segunda metrópoli dominicana, donde además de ejercer la medicina se dedicó a actividades políticas y culturales. Sin embargo, poco después de su regreso ocurrió un episodio que definiría la trayectoria de los marxistas y de la República Dominicana: el golpe de Estado perpetrado en 1930 por el general Rafael Leónidas Trujillo Molina, que sumió al país en tres décadas de gobierno dictatorial. Durante el periodo conocido como trujillismo, varios políticos, intelectuales, socialistas y otros miembros de la disidencia serían reprimidos y obligados a exiliarse. Ante la situación, a pesar de las concepciones marxistas que se consolidaron en su pensamiento, Jimenes Grullón evaluó que en esas circunstancias no sería posible organizar una lucha directa por el socialismo, postura que lo llevaría a distanciarse del colectivo socialista. Asociacionesón de instruccionesóny Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC).
En los primeros años de la dictadura, Santiago de los Caballeros se convirtió en un centro de resistencia política y cultural al régimen; En medio de tanto revuelo, Jimenes Grullón se involucró en el proyecto Sociedad Literaria y Cultural Amantes de la Luz –creada para impulsar el desarrollo social y económico de la ciudad, a través de actividades de alfabetización y divulgación científica y cultural–, llegando a alcanzar la presidencia. En ese momento, la lucha por la reforma de la educación superior dominicana iba tomando fuerza, haciéndose eco en todo el país del movimiento por la reforma universitaria que, luego de manifestaciones encabezadas por estudiantes argentinos (iniciadas en 1918, en Córdoba), se extendió por todo el continente. Fue en este contexto que, en 1932, Jimenes Grullón participó –junto a su primo, el poeta Domingo Moreno Jimenes– en la fundación de la Universidad Popular y Libre del Cibao, un experimento educativo que tenía como objetivo la formación política y el acercamiento entre trabajadores y campesinos.
A medida que el régimen de Trujillo se endureció y reprimió a las organizaciones políticas y culturales, la resistencia se organizó. En 1934, sin embargo, se descubrió una conspiración opositora que buscaba eliminar al tirano, operación armada en la que estuvo involucrado Jimenes Grullón. El marxista fue entonces arrestado y torturado, como más tarde relataría en Una gestapo en América (1946), pasando meses en el penal de San Gregorio de Nigua, hasta ser desterrado al año siguiente.
A lo largo de su extenso período de exilio, que duraría 26 años, Jimenes Grullón viajó por países de la región, residiendo en Puerto Rico, Venezuela, Estados Unidos y especialmente Cuba, donde se instaló de manera más estable. Por su formación intelectual y profesional y su ingenio como organizador político, en 1935 fue invitado a viajar a Estados Unidos, donde se integró a la resistencia dominicana que se había establecido en Nueva York. Durante el viaje, además de establecer vínculos con otros exiliados, impartió conferencias y publicó artículos políticos en varias revistas, defendiendo una política revolucionaria en oposición al idealismo liberal que afectaba a muchos de sus compatriotas en el exilio. Al año siguiente se fue a vivir a La Habana, donde publicó su segundo libro, la colección de ensayos Luchemos por nuestro AméRica (1936).
A mediados de 1938, recomendado por el escritor y ensayista Juan Bosch (su entonces compañero en la resistencia dominicana), Jimenes Grullón viajó a Puerto Rico para impartir conferencias como parte de un proyecto organizado por la Asociacionesón de mujeres graduadas da Universidad de Puerto Rico. En este evento conoció a la poeta puertorriqueña Julia de Burgos, artista comprometida en la lucha por la independencia de su nación, quien le obsequió su obra poética, cautivándolo. Se inició una relación intensa, marcada por la poesía, la política y la bohemia, que duraría alrededor de dos años. Jimenes Grullón se fue luego a vivir a la isla puertorriqueña, donde trabajó como médico de familia -visitando comunidades del interior del país-, además de seguir comprometido con la lucha antitrujillista.
Al año siguiente, se mudó nuevamente a Cuba, un país donde vivían muchos exiliados que se oponían a Trujillo. Durante estos tiempos, junto a otros revolucionarios –como Juan Bosch y Ángel Miolán– entró en contacto con los comunistas de Unión Revolucionaria Comunista (nombre asumido por el ex Partido Comunista de Cuba, al ser legalizado), que poco después se convertiría en el Partido Popular Socialista. Todavía en 1939, junto a una decena de compañeros, Jimenes Grullón fundó la Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización que, pese a permanecer activa desde el exilio, tendría un fuerte papel en la lucha por la libertad política en su país, tanto formando y organizando militantes como combatiendo directamente a la dictadura. Durante las décadas siguientes, varias expediciones armadas, organizadas por el PRD y otros grupos opositores establecidos en el exterior, intentaron poner fin a la dictadura dominicana.
Al calor de los enfrentamientos contra Trujillo, en 1940, Jimenes Grullón publicó en La Habana su primer libro con una interpretación marxista de la historia dominicana, la repúBiblia dominicana: unaáanálisis de su pasado y presente, obra en la que abordó aspectos sociohistóricos que llevaron al país a la dictadura, así como la necesaria construcción de un programa socialista dominicano, al que denominó “nacional-revolucionario”.
Un año después, mientras visitaba la casa del poeta Manuel Navarro Luna (en Manzanillo, Cuba), conoció a la cubana Amada María Sabater Rosales, con quien se casó en 1944 y tuvo dos hijos.
En 1946, el marxista comenzó a colaborar con el Frente Unido Liberativoón dominicano, un grupo de exiliados formado a partir de un congreso celebrado en Universidad de la Habana, cuando los insurgentes decidieron unificar su lucha.
Durante su extenso exilio en América, Jimenes Grullón viajó mucho, y en el camino enseñó en algunas instituciones, como la Facultad de medicina de Villa Clara (Santa Clara, Cuba), en los años 1940; y el Facultad de medicina da Universidad de los andes (Mérida, Venezuela), en la década de 1950 –épocas en las que pudo dedicarse firmemente al estudio del marxismo y la escritura.
A mediados de la década de 1950 regresa a radicarse en Cuba, pasando a formar parte de la dirección del Movimiento de Liberación Dominicana, una organización de exiliados que, en 1959, con el apoyo del nuevo gobierno revolucionario de Fidel Castro, impulsó la La expedición de Junio, en el que alrededor de 150 guerrilleros dominicanos (apoyados por unas decenas de cubanos y venezolanos), viajando por aire y mar, partieron de tierras cubanas hacia República Dominicana, desembarcando primero en Constanza (el 14 de junio) y luego desembarcando en Maimón y Estero Hondo ( 20 de junio). Aunque la incursión fue infructuosa (y en gran parte exterminada), debido a sabotajes y mal tiempo, tuvo el mérito de encender los ánimos de la resistencia dominicana –que, dos años después, en una nueva acción, ametralló a Trujillo, poniendo fin a la guerra. fin de su régimen de horror.
A finales de 1961 –seis meses después de la muerte del tirano– Jimenes Grullón finalmente pudo regresar a su país. Nada más llegar ingresó a la vida política jurídica, fundando la Alianza Nacional Socialdemócrata, partido por el que se postularía para presidente el año siguiente.
Sin embargo, en las elecciones de 1962, Jimenes Grullón fue derrotado por Juan Bosch, su antiguo compañero de lucha, ahora rival político. Para entonces, Juan Bosch se había alejado de las propuestas políticas radicales e incluso del movimiento antiimperialista, de modo que, en 1963, cuando se convirtió en el primer líder dominicano elegido después de la dictadura, su gobierno excesivamente conciliador comenzaría a sufrir una oposición sistemática. También por los socialistas.
Exaltado por la rivalidad política, Jimenes Grullón se sumó a las críticas al nuevo presidente; si bien con tal postura buscó defender su perspectiva revolucionaria, al erosionar aún más el gobierno, el marxista terminó, sin querer, favoreciendo la acción de la oligarquía golpista. Después de sólo siete meses, Bosch fue derrocado mediante un golpe militar reaccionario. Con el fin de dar mayor legitimidad al régimen que se estaba creando, miembros del partido de Jimenes Grullón fueron invitados a formar parte de la supuesta coalición liderada por los conservadores –y algunos incluso ocuparon cargos de gobierno. Ante este escenario, Jimenes Grullón se arrepentiría más tarde de su gesto, reconociéndolo públicamente como su gran “error político”.
Como consecuencia del nuevo golpe de Estado, en 1965 estalló una guerra civil en República Dominicana que duraría cinco meses; La llamada revolución de abril comenzó cuando los partidarios civiles y militares del depuesto presidente Juan Bosch derrocaron al gobierno golpista de Donald Reid Cabral. Con la escalada del conflicto, Estados Unidos volvió a invadir el país, esta vez bajo la bandera de la Organización de Estados Americanos (OEA), y recién retiraría sus tropas (40 mil soldados) al año siguiente, cuando se celebraron nuevas elecciones. – ganó el liberal cristiano Joaquín Balaguer.
Luego del caos de la guerra, Jimenes Grullón, que ya había tenido experiencia como educador en otros países de América, se dedicaría a la enseñanza y a escribir sus obras; En 1966, se convirtió en profesor de sociología e historia en la universidad autonoma de santo domingo (UASD), produciendo desde entonces algunos de sus libros más importantes en el campo de la crítica marxista.
En 1968, Jimenes –que hasta entonces había sido un marxista no vinculado a ninguna corriente– se declaró defensor del “marxismo-leninismo”, valorando que sus posiciones anteriores habían estado marcadas por el “idealismo”. Este año comenzó a dedicarse intensamente a la preparación de Sociología política dominicana: 1844-1966 – publicado en tres volúmenes (que comenzó a publicarse seis años después).
Además de esta labor, en sus últimos años se mantuvo muy activo en el activismo político, dedicándose a la actividad periodística y a la producción ensayística; Entre sus últimos libros (publicados en los años 1970) también destaca América Latina y la revolución socialista (1971).
Juan Isidro Jimenes Grullón murió en agosto de 1983, a los 80 años, en São Domingos.
Aportes al marxismo
Con una existencia marcada por la militancia -intelectual y armada- y el exilio (en el que pasó un tercio de su vida), Juan Isidro Jimenes Grullón fue poeta, médico, docente, guerrillero, historiador y filósofo. Autor de una obra amplia y densa, su pensamiento es un hito en la historiografía crítica y la filosofía de la praxis dominicana, siendo el pionero en desarrollar una interpretación materialista histórica de su nación.
En su etapa de formación como marxista, que duró hasta la década de 1940, su perspectiva política estuvo guiada por una postura que llamó “nacional-revolucionaria” o “populista”. Sus primeros análisis de la historia nacional, marcados entonces por un cierto “idealismo” (como él mismo acusaría más tarde) y por el polemismo, rompieron con el modelo historiográfico “tradicional” conservador (producido por autores liberales), inaugurando la corriente que denominó “ historiografía científica”.
Como educador popular sentó las bases del movimiento universitario autónomo en la República Dominicana. En este sentido, en su interpretación histórica cabe destacar la atención que dedicó a la síntesis general de los acontecimientos, formato adecuado a su intención pedagógico-política. Al tratar de comprender las diversas fuerzas y acontecimientos que moldearon y obstaculizaron el desarrollo social dominicano, Jimenes Grullón –con erudición, abundante información y escritura fluida– refutó la narrativa liberal sobre la formación de su país. Polémicos con los sesgos superficiales que propagaban sus creencias ideológicas de clase, su objetivo central era la educación y el consiguiente compromiso de las nuevas generaciones, con miras a organizar las bases que impulsarían la transformación de la sociedad. Según sus palabras, su deseo era dedicarse a una labor de formación política que fuera “esencialmente útil para la juventud”.
Durante su estancia europea en la década de 1920, estudiando medicina en París, Jimenes entró en contacto con el marxismo, acercándose a varios círculos comunistas que se estaban formando, impulsados por el vigor de la Revolución Rusa. Sin embargo, al regresar a su país, se encontró con una realidad ajena al desarrollo filosófico y humanístico marxista surgido desde el siglo XIX y que ahora se consolidaba en el mundo con las primeras experiencias políticas revolucionarias: a diferencia de las naciones vecinas, en la República Dominicana no existía un movimiento socialista suficientemente organizado. Este retraso fue visto por el autor como una característica típica dominicana, derivada del pequeño tamaño del país y de las peculiaridades de la clase trabajadora: una sociedad mayoritariamente rural en la que la proletarización aún era escasa.
Utilizando conceptos del marxismo, entre otras influencias filosóficas y científicas, su análisis inicial de la cuestión nacional dominicana lo llevó a considerar que la tarea inmediata de los revolucionarios debería ser la eliminación del “caudilhismo” –un sistema de gobierno ya decadente que, apegado a la Estado “máquina corruptora”, mantuvo a la población sometida a condiciones de carácter colonial, en una situación de desconocimiento de sus propios intereses y derechos: el actual modelo de “capitalismo agrario” retrasó el desarrollo del proyecto nacional. Sin embargo, observó que, si bien tal conformación sociopolítica generó un empobrecimiento de las masas, la situación no había conducido al debilitamiento de la pequeña propiedad campesina, lo que denotaba un obstáculo al proceso de consolidación capitalista, factor que valoró como posible ventaja para la transformación social.
La propuesta nacional revolucionaria de Jimenes Grullón – expuesta en República Dominicana: análisis de su pasado y presente (1940), el primer libro que presentó una interpretación materialista de la realidad nacional, se basó en la concepción de que el pequeño campesinado era una clase central para la revolución dominicana. En un país con una gran mayoría rural, la política revolucionaria debe apuntar a mantener el orden ancestral que aún existe, que podría servir como base de la nueva sociedad. Por otro lado, entiende que el imperialismo estadounidense fue el obstáculo más fuerte al proceso de revolución social y debe, por tanto, enfrentarse a través de un proyecto de alianzas de clases entre campesinos, trabajadores y la pequeña burguesía urbana.
Aunque en esta obra el marxista dominicano no hace ninguna referencia a los “populistas” rusos (populistas), sus ideas se parecen en cierta medida a las de ellos- quienes creían que, en la realidad aún marcadamente rural de Rusia, el socialismo podía construirse a partir de comunidades campesinas (mir). Vale la pena resaltar aquí que esta es también la comprensión de Karl Marx, quien, en correspondencia con la populista rusa Vera Zasulitch, cuando fue interrogado al respecto, afirmó que el proceso de transformación histórica que había analizado enLa capital consistió en un análisis de un caso histórico concreto, particular, elaborado a partir de países industrialmente avanzados, y que no debe, por tanto, entenderse como un camino único o “fatalidad histórica”, enfatizando que la lucha rusa, al mismo tiempo anti -capitalista y antifeudal, podría de hecho –a medida que evolucionen otras circunstancias– llevar a su pueblo a construir una nueva sociedad sobre los cimientos colectivistas de las comunidades originales.
Sólo más tarde, a finales de los años cincuenta, el pensamiento de Jimenes Grullón se radicalizaría –lo que queda claro en el contenido de la obra–. República Dominicana: una ficción (1965). Según el autor, que en ese momento se declaró públicamente partidario del “marxismo-leninismo”, este cambio se produjo gracias a un estudio en profundidad de las obras de Karl Marx, Friedrich Engels y Vladimir Lenin. Al respecto, cabe señalar que su experiencia como docente en universidades caribeñas (entre los años 1940 y 1950) fue un período en el que, a pesar de su situación de exilio, finalmente pudo dedicarse más sistemáticamente al estudio y a la escritura.
Además, la transformación puede explicarse por algunos factores clave. A finales de la década de 1930, junto a Juan Bosch, estableció estrechas relaciones con militantes comunistas cubanos; época en la que también participó en la fundación de Partido Revolucionario Dominicano (1939) – organización que, operando desde el exilio, intensificaría la lucha armada contra la tiranía de Trujillo. Además, otro punto a destacar es el agravamiento del conflicto social dominicano en los años 1960, cuando, tras la caída de la dictadura, el PRD (bajo la dirección de Bosch, ahora rival político de Jimenes) se alejó de posiciones radicales, que ganaron espacio popular e incluso antiimperialismo; Tal retorno a posiciones idealistas del nacionalismo revolucionario dividió a los socialistas, abriendo el flanco para la reacción conservadora (que comenzó con el golpe reaccionario de 1963, y pronto desembocó en la guerra civil de 1965 y una nueva invasión estadounidense).
En el transcurso de la obra de Jimenes Grullón aparecen también sus fundamentos y perspectivas filosóficas. En contraste con las tendencias científicas modernas, define su posición materialista histórica como una que entiende la naturaleza y la sociedad en “un proceso permanente”, en el que “lo que ayer fue a menudo está oculto o visible en el ímpetu de lo que es hoy”, denotando así la Carácter dialéctico de la realidad.
Por otro lado, rechaza el existencialismo subjetivista (como el de Ortega y Gasset, a quien critica profundamente). Afirma la “práctica” como uno de los fundamentos del conocimiento de la realidad; defiende la idea de que el “hecho histórico primario” es la comunidad, el “vínculo social”, a partir del cual se establecen las condiciones materiales; que es la “causa económica” que condiciona el desarrollo social –al tiempo que se reconoce que la vida espiritual, manifestada en la existencia práctica, genera transformaciones sociohistóricas, como la evolución histórica es un proceso de acciones y reacciones entre lo “material” y lo “ideal”. ".
En cuanto a la filosofía política, el marxista rechaza el mito occidental de la “democracia pura”, considerando que en la estructura económica capitalista existe una “democracia liberal cada día menos liberal” y más alejada del “ideal”, que no está determinado. por “voluntad del pueblo”, sino por “apetitos ideológicos” e intereses de la burguesía, la clase “dueña del poder y de los privilegios económicos”.
Comentar la obra
Jimenes Grullón fue un escritor prolífico, habiendo publicado más de dos docenas de libros, además de numerosos artículos –de los cuales presentamos a continuación algunos de los más relevantes–. Su trabajo refutó la historiografía dominicana conservadora tradicional, utilizando una amplia erudición. Influido inicialmente por pensadores como Berkeley, Spinoza, Kant y Hegel, se adhirió al marxismo a mediados de los años 1930, aunque inicialmente con una perspectiva aún marcada por el idealismo; En la década de 1950, después de sus muchas experiencias políticas y de haberse dedicado a un estudio más profundo de las obras de Marx, Engels y Lenin, comenzó a reivindicarse como marxista-leninista.
Su primer libro, escrito mientras estudiaba medicina en Europa, fue aguas estancadas (París: Editorial Excelsior, 1926), colección de poemas en prosa, marcados por un carácter romántico-simbolista.
Diez años después, cuando ya vivía en el exilio, publicó su primer ensayo en Cuba: Luchemos por nuestra América (La Habana: Empresa Editora de Publicaciones, 1936), una colección de textos políticos dirigidos a la “juventud latinoamericana”, incluido un ensayo sobre la cultura nativa americana. En el libro también demuestra el brío romántico de la obra anterior, además de ciertos conceptos de la filosofía social positivista.
Poco después salió a la luz Ideas y doctrinas políticas contemporáneas. (San Juan: Talleres Tipográficas Casa Baldrich, 1939), recopilación de conferencias que impartió en el Universidad de Puerto Rico. Desde una perspectiva marxista –aunque se nota la influencia de la filosofía de la historia de Hegel– y con un claro aprecio por el socialismo bolchevique, Jimenes analiza conceptos como “democracia”, “reforma”, “socialismo”, “comunismo”, “lucha de clases”. ”, “plusvalía”, “materialismo histórico”, “fascismo” y “nazismo”, entre otros temas, como la Revolución Mexicana.
Al año siguiente, Jimenes Grullón estrenó el que sería su primer gran trabajo: la republica dominicana: Análisis de tu pasado y presente. (La Habana: Arellano, 1940), en el que analiza la historia de su país desde una perspectiva marxista. Dividida en cinco partes, la obra desarrolla aspectos políticos, económicos, sociales y culturales –con un sesgo nacional-revolucionario y pedagógico al mismo tiempo–, presentando los principales acontecimientos y características históricas que desembocaron en la tragedia trujillista y afirmando la urgencia de los trabajadores. organizarse para construir su propio programa socialista para su nación. Las discusiones propuestas apoyan las posiciones del autor contra la mentalidad intelectual dominicana dominante del período; según él, los ideales transformadores de la Revolución Rusa deben servir como parámetros para discutir y repensar el país.
En la primera parte, “Gérmen y tierra”, se centra en el análisis de la naturaleza y la población autóctona que habitó la Isla Española, así como las consecuencias de la colonización a lo largo de los años de exploración del territorio. En la segunda parte, “Brote y crecimiento”, se explican los inicios de la consolidación del modelo colonialista español, a través de la instalación de estructuras administrativas, jurídicas y económicas, hasta el proceso de independencia política, analizando también los efectos del liberalismo y el imperialismo. . La tercera parte, “Naufragio y puerto”, muestra el intervencionismo del ejército estadounidense y la recuperación de la soberanía. En el cuarto, “La era tenebrosa”, se analiza la gestión política y económica durante la dictadura de Trujillo. Finalmente, la quinta parte, “Síntesis y camino”, está dedicada a hacer un balance general de los temas tratados, trayendo propuestas para una transformación de la sociedad dominicana.
Em Una gestapo en América: vida, tortura, agonía y muerte de presos políticos bajo la tiranía de Trujillo (La Habana: Editorial Lex, 1946) el marxista hace una de las primeras denuncias al mundo de la extrema violencia vivida por su pueblo bajo la dictadura. Además, la obra expone un interesante esquema de cómo se produjo la evolución de su pensamiento: en la adolescencia, a priori-kantiana; en su juventud, experimentalista, empirista; a mediados de los años treinta, idealista o platónico; luego, el período escéptico, de transición, surgido de su contacto con la obra de pensadores como Tomás de Aquino, Berkeley, Spinoza y Hegel; y finalmente la etapa marxista, que abrazaría desde entonces, durante la cual buscó trascender sus concepciones idealistas, pasando a creer en las “fuerzas de superación humana”.
Seis poetas cubanos: ensayos apologéticos (La Habana: Editorial Cromos, 1954) es una obra de crítica literaria en la que el autor examina la estética y reflexiona sobre la función social de la poesía de Regino Botti, María Luisa Milanés, Manuel Navarro Luna, Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz y Eugenio Florit.
Al borde de Ortega y Gasset: críticas a 'El tema de nuestro tiempo' (La Habana: Puentes Grandes, 1957) es el primer volumen de la obra –que tuvo los demás volúmenes publicados en 1959, en Venezuela: Al margen de Ortega y Gasset: críticas a 'En torno a Galileo'; y A orillas de Ortega y Gasset: críticas a 'La rebelión de las masas' (Mérida: Univ. de los Andes). En la trilogía, basada en la concepción filosófica engelsiana del marxismo, Jimenes realiza un ejercicio de reflexión sobre varios de los paradigmas propuestos por el autor español, demostrando conocimiento (y distanciamiento) de sus ideas “subjetivistas”. Entendiendo que la solidez de una filosofía se basa en la capacidad de comprender y proponer soluciones a los problemas centrales de la vida, llega a la conclusión de que Ortega no era exactamente un “filósofo”, sino más bien un “alfabetizado”.
En este momento también cabe mencionar el artículo “Análisis de un libro notable: 'Redescubrimiento de Dios'” (Santa Clara, Revista Islas, septiembre-diciembre. 1958), examen filosófico de la obra de García Bárcena, en el que se analiza la importancia del advenimiento de una nueva espiritualidad crítica.
En una nueva incursión filosófica, el libro La filosofía de José Martí (Santa Clara: Univ. Central de las Villas, 1960) aborda la importancia histórica y actualidad del pensamiento martiniano, mostrando que, en su obra poética y ensayística, Martí abordó problemas centrales de la filosofía, tales como: la relación entre el hombre y naturaleza; existencia y muerte; además de cuestiones espirituales, éticas y políticas.
Otra de las obras más expresivas de Jimenes Grullón es República Dominicana: una ficción (Mérida: Talleres Grãos Universitarios, 1965). En este libro amplía las discusiones de su análisis materialista histórico de 1940, reinterpretando la evolución de su país desde una perspectiva leninista. El libro está organizado en tres partes. En el primero, “La expresión política”, defiende la idea de que no hubo participación efectiva de la población en la política después de la independencia, quedando todo el poder en manos de la clase dominante. En “La expresión económico-social”, ofrece una interpretación histórica del país desde una perspectiva de desarrollo popular y social. Finalmente, en “La expresión espiritual”, se abordan las consecuencias de la imposición en América de la concepción teológico-feudal del mundo europea, una espiritualidad que promueve una percepción de la realidad a favor del colonizador, obstaculizando los avances culturales y sociales de sus habitantes. propio.
en tu libro Medicina y cultura (Mérida: Universidad de los Andes, 1961), retoma reflexiones filosóficas: considera que la ciencia precedió a la filosofía como forma de conocimiento; que el pensamiento, “incluso en sus formas más abstractas”, constituye un “reflejo de la realidad” (incluidas las Matemáticas); y, destacando el principio marxista de praxis, afirma que el ser humano, “como entidad social”, es a la vez “meta” e “instrumento de la meta”.
Ya Biología dialéctica (Mérida: Univ. de los Andes, 1968) – obra influenciada por Anti-Dürhing, de Engels- se caracteriza por un esfuerzo científico y epistemológico mediante el cual expone su teoría de la “energía vital”, con miras a demostrar que no existen a priori”: “todo lo que pensamos o sentimos obedece a la dialéctica entre la vida y el mundo exterior”, generándose a partir del estímulo del entorno social.
Em Pedro Henríquez Ureña: realidad y mito y otros ensayos (São Domingos: Editorial Librería Dominicana, 1969), analiza la obra del periodista, filósofo y crítico literario reconocido como uno de los grandes pensadores dominicanos, abordando temas como la mentalidad europea que prevaleció en el período precolonial y el proceso de destrucción de la cultura y de la identidad original.
El mito de los padres de la patria (S. Domingos: Cultural Dominicana, 1971) – libro compuesto por artículos publicados en 1969, en la revista ¡Ahora! – esboza un polémico debate sobre la historia dominicana. Anclado en un riguroso estudio histórico, Jimenes afirma que los llamados “padres de la patria” no tuvieron la importancia político-histórica que les atribuye la historiografía tradicional.
En sus últimos años, Jimenes Grullón se mantuvo bastante activo. Una de sus últimas y principales obras fue la obra en tres volúmenes. Sociología política dominicana: 1844-1966 (São Domingos: Editora Taller, 1974; 1975; 1980); en él elabora una síntesis de la historia política dominicana, buscando eliminar los rasgos idealistas del pasado y criticando su pensamiento previo.
En la década de 1970 también publicó: El problema universitario latinoamericano: raíces, características actuales y soluciones revolucionarias (S. Domingos: Univ. Autón. de Santo Domingo, 1970); América Latina y la revolución socialista (S. Domingos: Cultural Dominicana, 1971), en el que demuestra que la “democracia burguesa” no es en realidad una Democracia, sino una “dictadura de la burguesía”, con la reforma agraria y la industrialización como objetivos de la revolución socialista latinoamericana; John Bartlow Martin: un procónsul del imperio yanqui: respuesta a su libro 'El destino dominicano' (Mérida: Edit. Universitaria de los Andes, 1977); Es Nuestra falsa izquierda (S. Domingos: Edit. Metropolitana, 1978) – en el que analiza cómo el modelo económico manejado por la burguesía impide transformaciones sociales, critica el sectarismo de lo que llama la “falsa izquierda” y luego defiende la necesidad de preparar las condiciones para que hacer posible la construcción del comunismo.
Entre sus últimos escritos cabe destacar “Historia de nuestra historiografía”, ensayo publicado en ocho partes en el diario Lista diaria (del 22 de octubre al 18 de noviembre de 1975).
En internet se pueden encontrar textos de Jimenes Grullón en portales como: Ministerio de Educación de la República Dominicana (ministeriodeeducacion.gob.do); Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (www.cervantesvirtual.com); Es Ediciones Cielo Naranja (www.cielonaranja.com).
*Yuri Martins-Fontes Profesor y Doctor en Historia Económica (USP/CNRS). Autor, entre otros libros, de Marx en América: la praxis de Caio Prado y Mariátegui.Alameda). Elhttps://amzn.to/3xI8JjL]
*Marcelo Roberto Días Es profesor de lengua portuguesa y estudiante de doctorado en Educación en la USP..
Publicado originalmente en el portal. Núcleo de Praxis-USP.
Referencias
AMERINGER, Carlos. La legión caribeña: patriotas, políticos, soldados de fortuna (1946-1950). Filadelfia/Estados Unidos: The Pennsylvania State University Press, 1996.
ARVELO, Alejandro. “Noticias críticas en torno a la evolución del pensamiento filosófico de Juan Isidro Jimenes Grullón (1903-1983)”. En: MARTÍNEZ JIMÉNEZ (org). Filosofía dominicana: pasado y presente (tomo I). São Domingos: Archivo General de la Nación, 2009.
CASSÁ, Roberto. “El surgimiento de la historiografía crítica en Jiménes Grullón”. clio, julio-diciembre 2003. Disponible: https://www.idg.org.do.
CURADO. “Juan Isidro Jiménez Grullón”. EcuRojo, 2019. Disponible: www.ecured.cu.
FRANCO, Franklin. "Presentación". En: Ideas y doctrinas políticas contemporáneas.. São Domingos: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2007. Disponible: www.calameo.com.
GUADARRAMA, Pablo. El pensamiento filosófico en Cuba en el siglo XX: 1900-1960. La Habana: Editorial Universitaria Félix Varela. Entrega: https://www.ensayistas.org.
MARTINS-FONTES L., Yuri. marx en america. São Paulo: Alameda/Fapesp, 2018.
PAULINO RAMOS, Alejandro. “Grupos culturales en los inicios de la dictadura de Trujillo: 1930-1934”. Historia de la republica dominicana. Disponible: historiarepublicadominicana.com.do.
RODRÍGUEZ, Amaury. “Algunos comentarios sobre Juan Isidro Jimenes Grullón”. Esendom: Cultura y Conciencia, 26 de abril. 2011. Disp.: https://esendom.com.
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