Iris Rezende – De líder estudiantil a gobernadora

Imagen: Andrés Sandoval / Jornal de Resenhas
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por NASR FAYAD CHAUL*

Prólogo a la biografía recientemente publicada del político de Goiás, por Cileide Alves

Ya era hora de que la historia de Goiás recibiera investigaciones que hicieran justicia a la trayectoria política de Iris Rezende Machado. Fruto de su tesis de maestría en la UFG, dirigida por Noé Freire Sandes, Cileide Alves nos ofrece la biografía Iris Rezende – De líder estudiantil a gobernadora (Editorial Cânone, 2020), con una larga y exitosa parte de la carrera de este importante político de Goiás, sobreviviente del vaivén oscilante de las incertidumbres políticas.

De 1958 a 1983, período que abarca nuestro autor, tenemos varios pasajes en la vida de Iris Rezende. Desde su infancia en el campo hasta su aprendizaje en los círculos estudiantiles, Cileide desvela su ascenso político con detalles minuciosos, vida familiar, altibajos, hasta consagrarse sucesora de Pedro Ludovico Teixeira en la estructura política de Goiás.

Fueron unos dieciocho encuentros entre la autora y su objeto de estudio, realizados entre finales de 2006 y principios de 2008 [ 1 ], en el que podemos notar el gusto de Iris, poco a poco, por la narrativa, por los recuerdos, por la recuperación de la memoria y por el olvido natural de lo que no le gustaría que se recordara. Halbwachs es clave para entender la memoria colectiva que se cernió sobre la vida política de Iris en momentos importantes de su historia y también para buscar la memoria del grupo de Iris para justificar ciertos pasajes, recordándonos que la memoria es mutable según el tiempo y el grupo con el que llegamos tarde.

Así, Cileide indaga en el relato autobiográfico de Iris, destacando la influencia que su grupo tuvo sobre él, aunque su carácter centralizador estuvo cada vez más presente en cada etapa de su victoriosa carrera. Son memorias y narraciones específicas de la vida política y familiar de Iris en un momento importante cuando se encontraba, nuevamente, en plena ascensión política, es decir, en 2004, imbuido de un propósito individual a ser reconocido por la posteridad.

Es un largo recorrido “esculpido a dedo” por Iris, desde el movimiento estudiantil hasta su juicio político en 1969, en el apogeo de su popularidad, y su victorioso regreso como gobernador en 1983, sustentando su carrera hasta 1998. explica la trayectoria de Iris Rezende Machado: la construcción de la imagen del líder carismático vinculado al pueblo, la política partidaria tradicional influida por Pedro Ludovico Teixeira y la idea difundida del buen administrador inspirada en el gobierno de Mauro Borges Teixeira. Junto a estas premisas, la lectura de la agrupación política y sus opuestos: conflictos, rupturas y disputas.

La dura vida en el campo nos muestra a una Iris ligada al campo, al campo, trabajadora manual, en el duro trabajo de la vida cotidiana, días iguales a días, su venida a Campinas luego obteniendo un trabajo como albañil, que, por él, que trabajaba hasta 13 horas diarias en la finca, de lunes a sábado, era algo maravilloso. Paulatinamente se incorporó al movimiento estudiantil y comenzó a demostrar su capacidad para ejercer la política en la comunidad, comenzando por la Iglesia Cristiana Evangélica, redactando actas y rompiendo estrictas normas de comportamiento juvenil, como promover bailes y proyecciones de películas. A partir de ahí, fue natural para el movimiento estudiantil.

Iris inicia su inserción en la política en un momento en el que solo era posible vislumbrar dos bandos: o si era simpatizante de Pedro Ludovico o su contrincante. Iris inicia su trayectoria como presidenta de dos sociedades académicas, en el Liceu de Goiânia y en la Escola de Comércio de Campinas. Félix de Bulhões y Castro Alves, respectivamente, en julio de 1954.

El escenario de la joven Goiânia seguía siendo de presión sobre el gobierno de Pedro Ludovico, donde todo seguía siendo precario y la capital contaba con escasos 80 mil habitantes, lo que ya se consideraba un gran crecimiento demográfico. Faltaba todo, agua, saneamiento básico, asfalto, transporte… era en palabras de un ilustre visitante: “Goiânia, una ciudad hermosa que nos encanta y seduce. ¡No hay agua durante el día, no hay electricidad por la noche!”

En el escenario político, Pedro Ludovico, líder del PSD (Partido Socialdemócrata), lanzó a José Ludovico de Almeida, Juca, como su sucesor en el gobierno frente a Galeno Paranhos, diputado por Catalão, vinculado a la UDN (Unión Nacional Democrática). )/PSP (Partido Social Progresista). Juca sale victorioso, pero hay interrogantes sobre la elección, abriendo una crisis en el ludoviquismo. Cileide siempre establece un paralelismo entre la vida política de Iris y el proceso histórico de la época, lo que nos muestra que, inicialmente, Iris se opuso al gobierno de Pedro Ludovico, aunque se negó a postularse, incluso invitada por la oposición. Para él, sólo una explicación divina podría revelar ese don de no aceptar involucrarse en posiciones en momentos que luego resultarían problemáticos. El poder para él viene de Dios y del pueblo, y la práctica política se hace por un ideal, una vocación. Su preocupación por la sociedad, según Cileide Alves, proviene de su fe cristiana, de las enseñanzas bíblicas que recibió de su familia y de la Iglesia.

Iris pertenece a una generación que participó del proceso de urbanización y modernización del estado con la construcción de Goiânia, un desarrollo incipiente pero continuo del capitalismo en Goiás. Su perfil, desde el principio, es el de un político que actúa por instinto, moldeado por la acción, o como él mismo prefiere decir, por vocación. Iris no encajaba ni a la izquierda ni a su contrario, se mantenía alejada de esta polarización. Ingresó inicialmente al PTB (Partido Trabalhista Brasileiro) de Vargas y fue el concejal más votado en 1958 con 1.548 votos, por su “facilidad de hablar directamente al pueblo y por su buena oratoria”. En realidad, además de sus exigencias individuales, había en ese momento un fuerte deseo de renovación y, como observa Cileide, Iris ya hacía campaña por un futuro como diputada. Como resultado de su desempeño, fue elegido alcalde de Goiânia. Era sólo el principio...

Las administraciones de Juca Ludovico y José Feliciano empujaron al estado hacia un mayor desarrollo económico, invirtiendo en energía eléctrica con Cachoeira Dourada, caminos, 1.458 km de carreteras, entre otros, que posibilitaron mayor productividad y flujo productivo.

Según Cileide, en ese momento Iris se acercó al alcalde Jaime Câmara y al dirigente Pedro Ludovico Teixeira, lo que fue realizado por las hábiles manos de la primera dama, Gercina Borges, con quien Iris comenzó a pedir votos en Campinas para el candidato de Pedro Ludovico, su hijo Mauro Borges. En 1961, Iris dejó el PTB y se unió al PSD, lo que lo acercó a Ludovico. El PSD era entonces el partido hegemónico en todo el estado. Se construyó el marco para el futuro promisorio de Iris Rezende.

Además, con el ascenso de Mauro Borges al poder, Goiás amplía su producción económica, promueve reformas en las estructuras administrativas, el llamado Plan MB, creando empresas públicas, posibilitando lo que, históricamente, llamamos “una mayor inserción de lo regional en el plan nacional”.

Es importante resaltar que los antecedentes históricos del gobierno de Mauro Borges, como la construcción de Goiânia y la Marcha al Oeste, facilitaron la inserción del Plan de Desarrollo Económico, ya que Goiás era, hasta entonces, el resultado de una economía desorganizada. y muy carente de planificación. Esto llevó a Mauro Borges a crear secretarías y órganos municipales, provocando una verdadera revolución administrativa. Este plan, tan ambicioso como efectivo, estableció una íntima relación entre el Estado y los municipios, en un maratón político, en el que nada sucedió fuera de esta relación, dejando al descubierto la cara más inepta del cartorialismo y la política que impidió el funcionamiento del aparato estatal.

Mauro sufrió una feroz oposición, ya que los vicios de la época iban siendo vencidos. Como de costumbre, nadie quiso renunciar a sus islas de sueños y favores consagrados en el aparato público. Pero todas las medidas gubernamentales que vendrían a poner al Estado en el camino de la modernización estarían precedidas por una reforma administrativa. El objetivo era una mayor organización, mayor eficiencia, austeridad, racionalización, competencia y productividad. Medidas capaces de dar a Goiás las condiciones básicas de competitividad en el mercado. Para ello habría que crear o regular organismos, dándoles un carácter de desarrollo socioeconómico.

Este es el ejemplo que estaba presente en la mirada astuta de Iris. Para él, Mauro era el espejo, el ejemplo de una nueva mentalidad política. Su inserción en el ludoviquismo fue un preámbulo para ser el futuro sustituto político del mayor líder. Iris pasó de la concejala más votada y prácticamente desconocida, en 1958, a una experimentada política en 1962. Con su popularidad y la confianza de la familia Ludovico, combinaría buenos votos con prestigio en la nueva formación política. El resultado fue que se destacó como el diputado estatal más votado de 1962. Con el beneplácito de Pedro Ludovico y Mauro Borges, llegó a ser presidente de la Asamblea Legislativa, la cual presidió desde abril de 1964 hasta el mismo mes de 1965.

Acompañó la deposición de Mauro Borges por los militares y se convirtió, según su propia declaración, en amigo de Ribas Júnior, sin que ello lo llevara a confabularse con los militares. Iris siguió un camino diferente al del PSD. Mientras los partidarios de Pedro Ludovico adoptaron un tono más monótono con los militares, Iris pronunció un discurso totalmente opositor. Así, en 1965, cuando Otávio Lage fue elegido gobernador por estrecho margen frente a Peixoto da Silveira, Iris se convirtió en alcalde frente a Juca Ludovico. Juca había roto con Pedro por no apoyar su intención de extender su mandato por otros dos años.

El ayuntamiento de Goiânia fue considerado hasta entonces como una “tumba de los políticos”. Era casi un simple departamento del gobierno estatal, sin fondos ni autonomía. La propuesta de Iris era producir “acciones prácticas que brindaran bienestar a la población”. Se avecinaba un gran obstáculo: el gobernador Otávio Lage. Entre ellos, Goiânia espera acciones para satisfacer sus necesidades. La propuesta de Iris era provocar una verdadera revolución administrativa con anuncios para “pavimentar una calle al día”, crear puestos de salud, viviendas para migrantes, urbanización, escuelas y plazas. Todo lo que le faltaba a la ciudad. Para Iris, fue la oportunidad de destacarse frente a un PSD que había sido desgarrado por el juicio político de los militares y la derrota de Peixoto da Silveira por Otávio Lage. Iris, en la sagaz visión de nuestro autor, vislumbraba el cargo de futura gobernadora.

La primera actitud – aumentar el ITU (Imposto Territorial Urbano) y el IPTU (Imposto Predial e Territorial Urbano) – se convirtió en un avispero. Aprovechó el auge de la TV y su comunicación generalizada y justificó los aumentos. Fue una suerte que, en su momento, el gobierno militar desarrollara acciones tributarias que entregaron a los municipios el 20% del nuevo ICM (Impuesto sobre Circulación y Mercancías), reforzando los fondos municipales.

La niña de los ojos de Iris pasaría a ser la construcción de viviendas asequibles. Vila Redenção nació, en la época de la Fundación Hospital del Cáncer, concebida por el médico alagoano Alberto Augusto de Araújo Jorge. Para que Iris se entusiasme aún más con la Arena, el presidente Castello Branco visita Vila Redenção. Iris, señala Cileide, atestigua que ese tipo de vivienda popular fue lo que evitó el arrasamiento de Goiânia.

De allí a lo que se convertiría en la marca más grande de Iris, fue solo un salto: nació el mutirão. Luego vendría el proyecto del Parque Mutirama, la duplicación de la Avenida Anhanguera, entre Dergo y 24 de Outubro, la conexión asfaltada entre el centro de la capital, Fama y Campinas... Para sus proyectos arquitectónicos, si Pedro Ludovico tuviera la genialidad Attilio Corrêa Lima y Armando Augusto de Godoy, Iris contó con el talento de Eurico Godoi, autor de varios proyectos modernos para la joven capital.

Es importante resaltar que el mutirão significa la síntesis emblemática de lo rural y lo urbano, ya vislumbrada por Mauro Borges y hecha la marca más significativa de Iris. La fusión de estas dos esferas siempre ha sido un sello distintivo de Goiânia, una capital extremadamente moderna, en Art Deco, incrustado en el interior de Campinas. Esta mezcla de campo y ciudad, interior y costa, tradición y modernidad era el espejo de la política que se proyectaba, fruto de la misma dialéctica de la época.

Además de las acciones populares, Iris armó un buen equipo de su extrema confianza y la idea de gobernar siempre con el pueblo. El ruido en las tomas de posesión y el buen uso de los medios de comunicación tenían como objetivo marcar estilo y atraer votos. La firme centralización en la denominación de su equipo también lo diferenció en un momento en que éste estaba bajo la tutela del partido.

Cileide Alves refuerza dos puntos importantes para que entendamos el contexto irista de la época. La capacidad política de Iris para convencer a Pedro Ludovico de que le diera autonomía para elegir su equipo y la crisis generada por la denuncia del ingeniero Irapuan Costa Júnior sobre Cohab (Companhia de Habitação Popular). Dirigida en su momento por Nion Albernaz, la denuncia generó una inmensa crisis en el gobierno municipal y un terremoto en la amistad de Iris con Nion. Ahí radica el nexo para comprender la acusación de Iris en 1969 por parte de los militares, unida con excelente habilidad por nuestro autor.

El “espectáculo” que montó Iris al realizar trabajos frente a la alcaldía, su creciente popularidad y su clara demostración de querer postularse para gobernadora en las próximas elecciones, crearon, como nos lo atestigua Cileide, las condiciones básicas para su juicio político. en 1969. Todo ello, la exaltación de los ánimos entre Iris y Otávio añadió, al conjunto, un nudo difícil de desatar.

Sin querer crear un Spoiler En este prefacio, anunciamos que el análisis realizado por el autor de la carta enviada por Otávio Lage sobre Iris al Ministro Gama e Silva, junto con los ingredientes ya mencionados, nos llevan a una comprensión sumaria de las razones del juicio político a Iris, que dejó , en ese momento , desconcertando a los círculos políticos y una profunda cicatriz para molestar a los votantes de Goiás durante diez años.

El juicio político se produjo una semana después de la toma de posesión de Mutirama. Trajo, según Cileide, un shock para toda la ciudad. Iris no creía que esto pudiera pasar ya que tenía una buena relación con los militares. La ciudad se rebeló. No cabía en su discernimiento asestar un golpe en momentos en que su candidato preferido demostraba, cada vez más, competencia en el trabajo que realizaba, cayendo en el gusto popular. No está de más recordar que la capital es una caja de resonancia para todo el estado. La popularidad de Iris traspasó los límites de Goiânia.

Después de ser destituida, Iris se dedicó al derecho, actuando en tribunales de jurados que, según él, era una forma de estar cerca de la gente, de hablarle a la gente, una forma de seguir haciendo política. Llenó auditorios. Fue visto, oído, amado... Así se construyó el mito, fruto de un trabajo serio, ungido por el pueblo y con una enorme carga de rebeldía ante la injusta destitución. El “héroe” se establece y, en los siguientes diez años, la esperanza de su regreso fue el camino para que el pueblo, en el momento oportuno, lavara sus almas. Los futuros dividendos seguirían, no había duda.

La muerte de Pedro Ludovico en agosto de 1979, pocos días antes de la amnistía de Iris, puso fin a casi medio siglo de actividad política del líder más importante en la vida de Goiás. Como no hay vacío de poder en la historia política, Iris, aún sin amnistía, era ciertamente la sucesora natural, ungida en vida por Pedro Ludovico, quien lo había elegido como candidato a gobernador en las próximas elecciones. Además de considerar a Iris como una gran administradora, Ludovico veía al líder agraviado como víctima de la dictadura, sentimiento que Mauro Borges no logró despertar, a lo largo de diez años, en el imaginario popular.

Diez años después, Iris simbolizó el cruce administrativo de Mauro Borges con el liderazgo de las prácticas políticas de Pedro Ludovico. De fondo, estaba el simbolismo de la modernización de un Estado en pleno proceso de afirmación de su proceso agrícola con matices de inserción en el capitalismo nacional moderno. La modernidad, más que un anhelo, era una necesidad.

Iris luego observa que el proceso histórico en Goiás, diez años después, también tuvo otro protagonista: Henrique Santillo. Cileide llama la atención sobre el hecho de que la “casación de Iris en 1969 lo apartó de la política en el momento en que Santillo iniciaba su militancia”. Con los principales líderes políticos destituidos, los hermanos Santillo se estructuraron desde Anápolis. Iris encontró en Henrique Santillo no sólo a un líder, sino a un sólido político con mandato de senador. También como él un candidato victorioso en todas las elecciones. Era, por tanto, el candidato natural a gobernador si los cambios no surtían efecto. Las aguas de la redemocratización estaban más turbias de lo que podrían haber parecido para Goiás en ese momento.

Cileide nos permite un análisis amplio y detallado del período político que se diseñó para la elección prevista. Las disputas entre los grupos, la figura en medio del trampolín político de Mauro Borges, la ruptura de Santillo y su grupo en su breve paso por el PT (Partido de los Trabajadores), el regreso al PMDB (Partido do Movimento Democrático Brasileiro ), la dificultad de la convivencia en el tumultuoso partido, incapaz de cobijar ambiciones tan distintas como legítimas, el pasado y el presente, frente a frente, el futuro anhelado en el tumulto de dos líderes tan aptos y tan diferentes. Dos políticos con posiciones diferenciadas por el tiempo y el ejercicio de la militancia. Agua y aceite que el vaso de fiesta no pudo albergar adecuadamente.

Por otro lado, el PDS estaba asombrado por la dirección del proceso político y el PT estaba en sus inicios. El PDS, dirigido por Ary Valadão, fue el símbolo del apoyo incontestado a la dictadura militar, compuesto, en su mayor parte, por el ex Arena, anti-Ludavico, una verdadera Babel política. Nuestro autor nos muestra la historia del partido, sus simpatizantes, su militancia y su ascenso a lo largo de los gobiernos militares, dándonos una idea clara de qué fuerzas se enfrentarían en las próximas elecciones.

Como el arte de la política no deja de sorprendernos, Cileide arroja luz sobre el ingreso al PMDB de Irapuan Costa Júnior, junto a Iris, Mauro y Santillo. Sería un caso de adaptar la frase: ¡leer es creer! Como si la ruptura entre Iris y Santillo no fuera suficiente, el regreso del senador lo lleva a postular para el cargo de teniente gobernador a alguien de su libre elección. Ya lo había hecho Mauro Borges en representación de Derval de Paiva. Iris, luego de una gran ola de conflictos, golpea el mazo a favor de la nominación de Santillo, es decir, el empresario Onofre Quinan. Por otro lado, los problemas no eran menores. Otávio Lage choca con Ary Valadão y toma la delantera, junto al gobierno federal, en las encuestas. Otávio Lage es el candidato, pero, como acertadamente observa Cileide en relación con él, si “en 1965 el régimen militar fue importante en su victoria, en 1982 ese vínculo fue contagioso”.

La disputa entre los dos, Iris y Otávio, en 1982, tomó contornos mucho más amplios que una simple elección. Era todo un pasado que apenas se había tragado lo que estaba en juego. En varias entrevistas con nuestra autora, Iris afirma que siempre vio “hábitos espirituales” en los acontecimientos que rodearon su vida. Para él, el hecho de que fuera destituido y, poco después, los militares suspendieran las elecciones directas a gobernador a las que se postularía fue una buena señal del destino, que puso en su camino al político al que atribuyó parte de la responsabilidad de la suspensión de sus derechos políticos.

En el fondo, reinaba un sentimiento de justicia por Iris en la opinión de la mayoría de los analistas. Era una forma de reparar lo que habían hecho los militares. Fue una elección plagada de simbolismo. Vale la pena insertar las palabras de nuestro autor para resumir el período: “La elección de 1982 tuvo varias simbologías políticas. Marcó el reencuentro del votante con las urnas para elegir gobernador, 17 años después de la victoria de Otávio Lage, el último elegido democráticamente. Fue la primera elección después de que Ernesto Geisel iniciara el proceso de redemocratización en 1979. Representaba el regreso del multipartidismo, ya que solo dos partidos, Arena, por el gobierno, y el MDB, por la oposición consentida, estaban autorizados a disputar elecciones legislativas. y municipios desde 1965 hasta esa fecha. Cuatro partidos políticos calificaron para disputar las elecciones en Goiás: PDS (ex Arena), PMDB (ex MDB) y los recién llegados PT, de Luiz Inácio Lula da Silva, y PDT, de Leonel Brizola. También en ese histórico 1982, Brasil se encontraría nuevamente con políticos desterrados por el régimen militar, exiliados a los que se les permitía regresar y destituidos, todos amnistiados”. [ 2 ].

Para Goiás, fue una forma de retomar el camino de la modernización propugnado por Pedro Ludovico en la década de 1930. Fue como si se construyera nuevamente el puente entre el pasado diezmado hacia el futuro deseado. Había una novedad en el estado entre el paso acelerado de lo rural a lo urbano, entre la agricultura y la agroindustrialización. En el proceso histórico democrático, la voluntad de cambio es irreversible en cualquier sociedad.

No hubo sorpresa. Iris gana con una ventaja de 494 votos. Entre el agradecimiento a ciudades importantes y la puesta en marcha de la secretaría, una reconciliación, ya hecha en la campaña: Iris invita a Nion Albernaz a ser alcalde de la capital. Cileide hace una amplia muestra de las idas y venidas del nombramiento de la nueva secretaría, dándonos un repaso a los momentos vividos por el nuevo gobernador y su determinación en cada elección. Se consolidó la nueva dirección política del estado y se ungió al sucesor de Pedro Ludovico. Iris imprimiría su sello gerencial, a diferencia de su ícono político. Se centralizó por encima del partido, no tuvo intermediarios.

Sueño hecho realidad, era hora de afirmar de una vez por todas, ya con bendición divina o sin ella, su eficacia administrativa en un estado que anhelaba logros en todos los ámbitos y que podía dar fe de una vez por todas del progreso y la modernidad, idealizados por Pedro Ludovico, entregado en manos de su sucesor.

Tenemos, finalmente, no sólo un libro sobre Iris Rezende Machado, sino una obra sobre un período significativo del proceso histórico de Goiás en la perspectiva de la política, con el tejido de alguien que conoce el tema y nos da lo mejor de su análisis. . También revela las minucias del proceso de transición en Goiás después de la dictadura militar. El protagonismo de los gobernantes analizados aparece como un retrato en el muro del tiempo para que la mirada de la historia comprenda la modernidad pensada y realizada, los retrocesos del proceso y su dinámica en el puente entre siglos.

PD: Dedico este prefacio, con el consentimiento del autor, a Noé Freire Sandes (1961-2020), quien no pudo hacerlo. Espero haber estado a la altura.

* Nasr Fayad Chaul es profesor jubilado de la Facultad de Historia de la UFG. Autor, entre otros libros, de Caminhos de Goiás: de la construcción de la decadencia a los límites de la modernidad.

referencia


Cileide Alves. Iris Rezende – De líder estudiantil a gobernadora (1958-1983). Goiânia, Canon editorial, 2020.

Notas


[1] Los dieciocho encuentros en estos dos años tuvieron lugar durante la investigación para la maestría del autor. La disertación “Refrendo del Pasado: Iris Rezende – Memoria y Política (1958-1982)” fue defendida en el Programa de Posgrado en Historia de la UFG, en 2008, con orientación de Noé Freire Sandes. Para la realización de este libro, se realizaron otras entrevistas con Iris Rezende, luego de la defensa. (Nota del autor).

[2] ALVES, Cileide. Iris Rezende – De líder estudiantil a gobernadora (1958-1983). Goiânia, Canon Editorial, 2020, p. 365.

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