Invenciones sobre Pagu

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por WALNICE NOGUEIRA GALVÃO*

No es necesario ser un historiador formado en la USP para seguir las reglas del método histórico, basta tener sentido común. Y cita siempre la fuente.

Debe ser común, aunque irritante, que tantas tonterías queden magnetizadas por una sola figura. Tomemos el caso de Oswald de Andrade, a quien hasta el día de hoy se le acusa, entre risas burlonas, de haber llamado a su hijo “Lança-Perfume Rodo Metálico”. La calumnia sirve al mismo tiempo para desmoralizar al acusado, bajo el disfraz de locura o irresponsabilidad – imagínese, lanzar a la vida a un hijo así, con ese nombre…

Por mucho que se mostró el historial de Rudá Poronominare Galvão de Andrade, nadie lo creyó. De hecho, el antropófago Oswald había elegido ambos nombres por su origen indígena. Rudá ya no está con nosotros, pero su hijo Rudazinho, o Rudá K. de Andrade, no sólo está vivo sino que recientemente escribió un libro original sobre sus abuelos Pagu y Oswald, llamado El arte de devorar el mundo – Las aventuras gastronómicas de Oswald de Andrade. Un bonito volumen, debidamente ilustrado, que narra el tiempo pasado en casa de sus abuelos e incluso contiene algunas recetas.

Muchos otros corren a nombre de Pagu. La primera, desde el principio, es hiperbólica: se afirma que ella es nuestra primera presa política. Vale la pena ir a Fortaleza para ver el cartel que indica un calabozo subterráneo por donde pasó “el primer preso político de Brasil”. Ella es Bárbara de Alencar, que cumplió varios años de prisión. Fue una de las líderes de la Revolución de 1817, que convulsionó a los estados del Noreste, embrión de la futura Confederación del Ecuador. Hoy la abuela de José de Alencar es el nombre de una calle y del Centro Administrativo de la capital de Ceará, con una estatua. Y quedó oficialmente inscrito en el Libro de los Héroes de la Patria, en el Panteón de Brasilia.

Minas Gerais aporta dos primeros prisioneros políticos, Josefa Carneiro de Mendonça en la Revolución Liberal de 1842 y la más antigua hasta la fecha, Maria da Cruz, en los llamados “motines del sertão” (1735-1736), levantamiento contra la corona portuguesa por Cobro de impuestos sobre el oro. Ambos pasaron años en prisión.

Otro es el caso de la soja. Y en este caso el responsable es el propio Raúl Bopp, según testimonio en Pago vida-trabajo de Augusto de Campos. Dice que, como diplomático en Japón, le pidió a Pagu, que estaba en China y se había hecho amigo de Pu-Yi, el último emperador, que pasara de contrabando algunas semillas de soja a Brasil. ¿Qué habría hecho ella, violando la prohibición? Sin embargo, en el país existían plantaciones de soja desde hacía algún tiempo y estaban debidamente documentadas. La soja llegó por primera vez a Bahía en 1884 y fue traída nuevamente por inmigrantes japoneses en 1908.

O es la propia Pagu quien afirma haber entrevistado a Freud en China, en un barco, en 1933-1935, durante su gira. Pero basta consultar las biografías escritas por Ernst Jones y Peter Gay para comprobar que Freud nunca fue a China.

Hay información no verificable. Es la propia Pagu quien dice que fue detenida 23 veces, pero sólo hay constancia de algunas de las detenciones. Adriana Armony logró encontrar un disco incluso en París, o sea, un poco lejos, como ella misma dice en Pagué en el metro. E incluso en Google se publica el documento de su juicio ante el Tribunal de Seguridad Nacional en 1938.

Pero poco se menciona del testimonio de Paulo Emílio Sales Gomes, quien cuando tenía 20 años tuvo el honor de ser co-preso en la cárcel de Paraíso y lo había visto de lejos en su celda. Además, estaba enamorado de ella y habla de su “belleza salvaje”. Si tienes dudas, mira en tu libro. Cementerio, donde la presentación firmada por Carlos Augusto Calil brinda la información.

Complementado con esto: Guilherme de Almeida había tenido la suerte de ver a Pagu, futura graduada de Caetano de Campos, cuando salía de la Escola Normal do Brás, deslizándose por el pasamanos de la escalera de acceso. Era el secretario de la escuela y contó la historia a cualquiera que quisiera escucharla.

A una figura de la talla de Pagu no es necesario atribuirle inventos laudatorios. Ella es demasiado grande para esto y no lo merece. noticias falsas, de quienes no aprendieron el valor de la prueba documental ni de la corroboración por validación externa. No es necesario ser un historiador formado en la USP para seguir las reglas del método histórico, basta tener sentido común. Y cita siempre la fuente.

*Walnice Nogueira Galvão Profesor Emérito de la FFLCH de la USP. Autor, entre otros libros, de leyendo y releyendo (Sesc\Ouro sobre azul). Elhttps://amzn.to/3ZboOZj]


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