Horizontes del cambio poscapitalista

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por FRANCISCO HIDALGO FLOR*

Este programa surgió de los nuevos movimientos indígenas latinoamericanos y en Ecuador tomó la forma del Programa por la Plurinacionalidad, la Interculturalidad y el Buen Vivir.

1.

El escenario mundial en esta segunda década del siglo XXI está marcado por el horror del genocidio sufrido por el pueblo palestino, que es rechazado por la mayoría de la humanidad, pero todo el andamiaje institucional y jurídico construido tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos Las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia, como garantes de la convivencia humanitaria, se muestran incapaces de impedirla, superpuestas por una escisión imperial, financiera y colonialista de guerra y dominación que lo devora todo.

Frente a este andamiaje imperial-colonial, que lucha con armas, pero también con aparatos ideológicos, derivados de un patrón de poder capitalista y racista de alcance global, parece imprescindible recuperar, profundizar, otras opciones, otros caminos, alternativas para recuperar una Sentido de paz y humanidad.

Es una necesidad que se ve acentuada por los avances electorales y estatales de la derecha y la extrema derecha en América Latina (Javier Milei y otros), en Estados Unidos (Donald Trump y otros) y en Europa (Marine Le Pen, Giulia Meloni y otros), que fomentan el racismo y el colonialismo.

También vale la pena señalar, aunque a un nivel diferente, los límites de las políticas y regímenes socialdemócratas en Europa (Olaf Sholz y otros), o progresistas en América del Sur (Gabriel Boric y otros).

Alternativas, otros caminos, otras perspectivas que recuperen significados y sentimientos humanos, que se atrevan a pensar y proponer horizontes de cambio poscapitalistas y poscoloniales.

Parece relevante enfatizar la alternativa de programas sociales, políticos y culturales orgánicos. Por esto entendemos proyectos que emergen desde clases, estratos, etnias, grupos populares, hasta propuestas con capacidad de involucrar, incorporar, sectores sociales, organizaciones y mecanismos de acción y lucha.

En este artículo nos proponemos retomar y revitalizar el proyecto que surgió de los nuevos movimientos indígenas latinoamericanos a finales de los años 1990 y principios de los 2000, y que, en el caso de Ecuador, tomó la forma del Programa para la Plurinacionalidad, la Interculturalidad y el Bien. Living, que confronta aspectos centrales del patrón de poder capitalista-colonial.

Vale decir que existen proyectos similares, aunque con especificidades propias, en los movimientos indígenas de Bolivia, Perú, Guatemala, Chile y México, entre otros. En el caso de Ecuador, hacemos referencia a la formulación de este programa en los documentos orgánicos de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, y también recuperamos textos de líderes históricos de esta organización.

2.

Este programa dio sus primeros pasos en la década de los 80 del siglo pasado, en el contexto de la identidad y organización de los pueblos y nacionalidades indígenas, que se fue consolidando junto a la afirmación de la agrupación y lucha de los pueblos en los llamados Levantamientos Nacionales, y , en el caso ecuatoriano, implicó la estrategia de exigir procesos constituyentes y, en una tercera fase, incorporó la lucha contra las medidas neoliberales.

Una de las virtudes de esta trayectoria es que son propuestas que surgen del debate, organización y lucha de los propios grupos indígenas, que se nutre y diversifica en la lucha contra el colonialismo interno y el neoliberalismo, con éxitos y derrotas en un proceso político en el que Las demandas de los pueblos indígenas están ganando protagonismo y sumándose a las luchas de los trabajadores, los maestros, el movimiento de mujeres y el movimiento ambientalista.

Este artículo trata de la presentación de los contenidos de este programa; Respetaremos el lugar de enunciación de la organización del movimiento indígena contemporáneo, reconociendo que existen otros aportes y definiciones de estos conceptos en sectores de la academia formal, pero no los incluiremos en este texto.

Este es un programa que se fue desarrollando a medida que evolucionaba la organización, lucha e incidencia política del movimiento indígena: primero, hubo consenso en torno a la Plurinacionalidad (1990), luego se incorporó la Interculturalidad (2001) y, finalmente, la sumak kawsay – Bien Viver (2007).

Estamos ante un programa alternativo que surge de los debates y demandas del movimiento social. Este es un hito fundamental en el proceso indígena en el Ecuador y otros países de la región y, desde este pilar fundacional, rompe con uno de los obstáculos creados por el colonialismo, que es que hay otros que hablan en nombre de los pueblos indígenas, hay otros que escriben en nombre de los indígenas, como lo dice el antropólogo Andrés Guerrero[i] definida como “ventriloquia” y “transcripción” dentro de una estrategia estatal de “administración de la población”.

Este programa indígena confronta la colonialidad del poder como un patrón de subordinación que articula capitalismo y racismo. Una de las virtudes de la definición de Quijano (2000) es que se trata de un modo de dominación a nivel global, que no se reduce ni limita a un solo país o a una sola región. Proviene del establecimiento del antiguo sistema colonial, en los siglos XV y XVI, que luego se articuló con el sistema capitalista-imperialista, en los siglos XIX y XX, y está en plena vigencia en lo que hoy se llama “globalización”.

Por tanto, el programa Plurinacionalidad, Interculturalidad y Buen Vivir enfrenta un problema global: capitalismo – colonialismo – racismo.

Este es un programa integral, pero a efectos de exposición, abordaremos las nociones una por una y luego las articularemos nuevamente. Vale destacar también que se convierten en demandas estratégicas en las acciones de lucha a nivel nacional y local, se insertan en la dinámica de lucha social y política concreta, en un contexto de crisis política y económica.

Nos basamos en tres documentos orgánicos de la Conaie, que a su vez corresponden a tres situaciones que permiten la consolidación de la organización y el programa que impulsa. Siempre es necesario resaltar que la Conaie no es la única organización indígena en el Ecuador, pero sí es aquella en torno a la cual se pudo formar y sintetizar este programa alternativo, étnico y anticolonial, y que mayor repercusión tuvo en su capacidad. para convocar a la gente.

Estos documentos son: “Proyecto Político Conaie”, desde 1994,[ii] luego una versión que modifica ligeramente la anterior: “Proyecto Político de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador”, de 2001;[iii] y "La propuesta de la Conaie ante la Asamblea Constituyente”, desde 2007,[iv] a lo que se suman textos públicos de líderes históricos del nuevo movimiento indígena: Nina Pacari, Luis Macas y Patricia Gualinga.

3.

En el "Proyecto Políticosobre la Plurinacionalidad se afirma: “La plurinacionalidad se fundamenta en la diversidad real e innegable de la existencia de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador como entidades históricas económicas, políticas y culturales diferenciadas. La plurinacionalidad defiende la igualdad, la unidad, el respeto, la reciprocidad y la solidaridad de todas las nacionalidades y pueblos que conforman el Ecuador. Reconoce el derecho de las Nacionalidades a su territorio y a su autonomía política y administrativa interna” (CONAIE, 2001: 2.4).

En el documento sobre la “Nueva Constitución”, se propone: “El Estado plurinacional es un modelo de organización política para la descolonización de nuestras naciones y pueblos. Se trata de reconocer no sólo el aporte de los pueblos y nacionalidades indígenas al patrimonio de diversidad cultural, política y civilizatoria del Ecuador, sino también buscar superar el empobrecimiento y la discriminación de siglos de civilizaciones indígenas. Por sus peculiaridades socioculturales, políticas e históricas, los pueblos y nacionalidades reivindican derechos específicos que son aportes como valores simbólicos, formas de ejercicio de la autoridad y sistemas de administración social de enorme mérito y valor político” (Conaie: 2007, p. 14).

Comentemos que el componente de Plurinacionalidad dentro del Programa indígena para transformar la sociedad ecuatoriana rompe con uno de los pilares del sistema político moderno: “un Estado – una nación”, lo que va de la mano con el postulado de “un Estado – una sola nación”. cultura”, este Estado monolítico es el que cobija al sistema capitalista-colonial, esta única nación y cultura que se reconoce como moderna e industrial, blanco-mestiza, urbana y cosmopolita, que, en relación con los pueblos indígenas, aplicó una estrategia de “población”. administración”, con lo que negó la participación política directa a estos sectores, los excluyó del sistema oficial, los trató como marginales y delegó la tramitación de sus demandas en las instituciones locales.

El Programa, al proponer el reconocimiento de otros pueblos y nacionalidades, los acepta oficialmente como “entidades económicas, políticas y culturales”. Esto implica la defensa de un sistema político de igualdad, reciprocidad y solidaridad entre las diferentes clases, estratos y etnias existentes, que va de la mano con la “superación del empobrecimiento y la discriminación”, a la que estructuralmente han estado sometidas las poblaciones indígenas.

La plurinacionalidad va de la mano del reconocimiento de los territorios indígenas, los que ya existen, pero también los que se reclaman en restitución ante la expropiación por parte de terratenientes, mineros o petroleros; También es respeto por el sistema de gobernanza específico de las nacionalidades indígenas.

El pilar de la plurinacionalidad es la recuperación y revalorización de la sociedad comunitaria indígena, que es un orden colectivo basado en mecanismos internos de solidaridad, reciprocidad y apoyo mutuo. Está vinculado a una jurisprudencia del pueblo.

Implica también que el sistema estatal asuma y considere la participación directa de los pueblos indígenas en la formulación y definición de políticas públicas, tanto a nivel nacional como local, no sólo las relacionadas con las poblaciones indígenas, sino también las relacionadas con el desarrollo y el bienestar. .

En definitiva, se trata de cambios en el sistema político que no sólo conciernen a los pueblos indígenas, sino que conducen a transformaciones profundas en todo el país.

4.

En el "Proyecto PolíticoSobre la Interculturalidad se afirma: “El principio de interculturalidad respeta la diversidad de las nacionalidades y pueblos, el pueblo afroecuatoriano y mestizoecuatoriano y otros sectores sociales, pero, a su vez, exige su unidad, en el plano económico, social, cultural. y político, en un marco de igualdad, respeto mutuo, paz y armonía. El reconocimiento, promoción y vigencia de la diversidad garantizan la unidad y permiten la convivencia, la convivencia y la interrelación fraterna y solidaria entre nacionalidades y pueblos, lo que garantiza el establecimiento del Estado Plurinacional”. (CONAIE, 2001, pág. 2.5).

En el documento sobre la “Nueva Constitución” se afirma que: “La interculturalidad implica la construcción entre todos de un proyecto de país que propugne el respeto y el aprecio por todas las formas de expresión cultural, conocimiento y espiritualidad, el cual exige la unidad de los pueblos y nacionalidades”. y de la sociedad en su conjunto como condición básica para una democracia plurinacional y una economía justa y equitativa. Uno de los ejes para el desarrollo de las culturas y el ejercicio de la interculturalidad es la incorporación de las lenguas de los pueblos y nacionalidades en el sistema educativo. Es imposible promover estas lenguas (y, por tanto, estas culturas, estas otras formas de entender el mundo) si no hay un esfuerzo nacional y colectivo” (Conaie: 2007, p. 22).

Comentemos que el componente de Interculturalidad dentro del Programa Indígena para transformar la sociedad ecuatoriana implica, en primer lugar, denunciar y desmontar el viejo colonialismo y neocolonialismo, su expropiación material y cultural, que niega a los pueblos indígenas, los desconoce como portadores de conocimientos, de entendimientos, de una Sistema social complejo, que logró perdurar a pesar de los esfuerzos de exterminio y anulación, e incorpora la lucha contra la ideología racista.

Como destaca la líder amazónica Patricia Gualinga: “es el respeto que podemos tener unos por otros, lo contrario a la interculturalidad es el racismo. El racismo es pensar que eres superior a otras personas, tener ese aire de “nosotros somos lo que sabemos pensar, los demás no” (Gualinga: 2021, p.55).[V]

La interculturalidad va de la mano del postulado de “unidad en la diversidad”, que toda la sociedad y el Estado ecuatoriano reconozcan e incorporen los saberes indígenas y las lenguas de los pueblos. Se trata de reescribir el devenir histórico del Ecuador, dando relevancia a sus acontecimientos y personajes, que la posibilidad de reconstruir la nación pasa por valorar sus saberes y filosofías, con el fin de generar nuevos entendimientos sobre el desarrollo y el bienestar.

El enfoque de interculturalidad ha sido un aporte fundamental de los movimientos indígenas para motivar y desarrollar procesos de descolonización en las ciencias sociales, las artes e incluso en los debates epistemológicos.

En los últimos años, ha quedado claro que el enfoque intercultural ha generado una ira incontenible en la extrema derecha, tanto en Europa como en Estados Unidos.

5.

En el documento “Nueva Constitución” se afirma: “La sumak kawsay Es un principio ancestral que propone el buen vivir, debe promover la convivencia armoniosa de las personas y los pueblos entre sí y con la naturaleza. La biodiversidad y la naturaleza no son simplemente otro bien que se puede comprar, vender y explotar irracionalmente; la naturaleza es Pachamama, somos parte de él, por lo tanto, la relación con los componentes del entorno natural debe ser respetuosa”. (Conaie: 2007, pág. 21).

En el documento “Proyecto PolíticoSe indica que: “las nacionalidades y los pueblos practican una Filosofía Integral donde el ser humano y la naturaleza están en estrecha y armoniosa interrelación, garantizando la vida de todos los seres. La conciencia histórica ratifica la Filosofía Integral practicada por Nacionalidades y Pueblos, que sobrevivieron a la explotación, el genocidio, el etnocidio y el sometimiento deshumanizado de la civilización occidental” (CONAIE, 2001: 2.1).

Comentando el componente sumak kawsay – Bem Viver, uno de los puntos centrales de la modernidad occidental se sitúa en el centro del debate: la relación entre los seres humanos y la naturaleza, entre la “ideología del progreso” y las nociones de bienestar colectivo que incorporan el respeto por la naturaleza. Para los pueblos indígenas, en sus códigos de vida y también en sus prácticas territoriales, se debe buscar una relación armoniosa, basada en los postulados de que todos los seres tienen vida, lo que implica que la naturaleza también la tiene, y que es necesario buscar una situación de equilibrio que permita la supervivencia integral de los seres humanos y de los ecosistemas.

Como explica la líder Nina Pacari: “La sumak kawsay, que se traduce literalmente como 'buen vivir' o 'vida plena', se revela como un resumen de la noción desarrollada por los pueblos originarios, y se orienta desde el sujeto colectivo, que significa: mi bienestar sólo en la medida en que todos los demás están en igualdad de condiciones. En esta medida, hay equilibrio y equidad. Dicho así, se convierte en un paradigma para fortalecer experiencias no sólo en territorios comunitarios, sino también en general” (Pacari: 2021, p. 19).[VI].

Nina Pacari, si bien advierte contra la reducción de una traducción literal, sitúa la noción de sumak kawsay desde una perspectiva de bienestar colectivo basada en el equilibrio y la equidad entre todos los seres humanos y entre ellos y la naturaleza.

Las visiones del Buen Vivir entran en conflicto, en primer lugar, con las ofensivas extractivas, especialmente las implementadas en territorios indígenas y en la preservación de ecosistemas; la evolución de la “Iniciativa Yasuní” es un buen ejemplo de ello.[Vii] Ha sido un punto de confrontación tanto con las tendencias neoliberales como con las de desarrollo.

Los debates en torno a la sumak kawsay – Bem Viver fueron tan poderosos que, en el contexto de la Asamblea Constituyente de 2007-2008, llevaron a la aprobación de los Derechos de la Naturaleza (Constitución 2008, capítulo 7).

6.

A modo de exposición, abordamos sintéticamente los puntos centrales, pero es un Programa social, político y cultural integral, que confronta, en primer lugar, la colonialidad del poder, pero también cuestiona los puntos centrales del patrón de acumulación capitalista en nuestros países. .

No es sólo un Programa Indígena para los pueblos indígenas, es una propuesta de los pueblos y nacionalidades indígenas para la transformación de todo el país, a nivel económico, estatal e ideológico.

Se trata de un Programa cuya evolución y difusión ha estado acompañada de estrategias de acción e impacto, como explica su director Luis Macas: “los pueblos y nacionalidades indígenas, a través de la CONAIE, hemos trazado dos líneas de acción: una de ellas es la exigencia de logros pragmáticos necesarios, y otra línea fundamental es estratégica, indispensable para generar cambios, acciones y comportamientos que se han evidenciado en su trayectoria de lucha. Un tema central es el de la Plurinacionalidad, entendemos a través de este concepto la existencia histórica de la diversidad de los pueblos... así, el movimiento indígena asumió en un momento determinado el poder de cuestionar al Estado uninacional, colonial, opresivo, y se compromete a confrontar y luchar contra el modelo político-económico que afecta a la mayoría de la sociedad” (Macas: 2021, p. 27).[Viii]

La trayectoria del Programa expuesto tiene una vitalidad política que logra articular varios niveles de acción e impacto, y gana adeptos y reconocimiento hasta obtener un estatus de vanguardia para la etapa política específica de 1990 a 2008 en la estrategia del movimiento indígena ecuatoriano. cuyo punto cardinal es la Plurinacionalidad, es decir, la penetración en el sistema político y el reconocimiento de los territorios y la gobernanza comunitaria, evitando así otras tendencias, como el multiculturalismo, que puede reconocer saberes y culturas, pero su participación política se mantiene al margen y reducido a cuestiones específicamente indígenas. Por eso es relevante el énfasis de Macas en el propósito de “luchar contra el modelo político-económico” de opresión y colonialismo.

En torno a la lucha por este programa, el movimiento ecuatoriano ha desarrollado acciones como Encuestas Nacionales, las más recientes en 2019 y 2022, y estrategias políticas relevantes, como la exigencia de procesos constituyentes, en momentos concretos, que han arrinconado a los gobiernos seguidos y generó membresía en sectores y organizaciones populares, provocando definiciones políticas e ideológicas en clases y estratos urbanos que acorralan el racismo.

Sus nociones e impactos sociales y culturales han sacudido a los sectores intelectuales y académicos, alentando tendencias como la decolonialidad y el poscolonialismo.

La evolución política del Programa Plurinacionalidad, Interculturalidad y Buen Vivir tuvo su punto culminante en la Constitución de 2008,[Ex] el cual, en su contexto, incorporó la Plurinacionalidad, la Interculturalidad y el Buen Vivir, así como su aprobación en referéndum nacional, con el apoyo del 64% del electorado. Su desarrollo posterior tuvo sus altibajos, enfrentando el desarrollismo y el neoliberalismo, pero esto se puede tratar en otro artículo.

Finalmente, sugiero que estamos ante un nuevo momento: es un programa vigente que se expande más allá de las fronteras nacionales y de los avatares de una organización específica; logró superar sus propios límites. Las nociones de plurinacionalidad, interculturalidad y buen vivir, la recuperación de las sociedades comunitarias indígenas desafían una globalización impregnada de colonialismo y racismo, que se siente amenazada y responde con la guerra, llamando a la dominación pura y simple.

*Francisco Hidalgo Flor, sociólogo, es profesor de la Universidad Central del Ecuador.

Traducción: Fernando Lima das Neves.

Notas


[i] Andrés Guerrero (2018). “Antología del Pensamiento Crítico Ecuatoriano”, pp. 343 – 388. (Disponible en este enlace)

[ii] Disponible el documento “Proyecto Político de la Conaie – 1994” en este enlace)

[iii] Se encuentra disponible el documento “Proyecto Político de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador – 2001” en este enlace)

[iv] Disponible el documento “Propuesta de la Conaie Frente a la Asamblea Constituyente 2007” en este enlace)

[V] Patricia Gualinga (2021). “Proceso Constituyente y Buen Vivir 2007 – 2022” págs. 53-62. (Disponible este enlace)

[VI] Nina Pacari (2021). “Proceso Constituyente y Buen Vivir 2007 – 2022”, págs. 15 – 14 (Disponible este enlace).

[Vii] La “Iniciativa Yasuní” se refiere a la propuesta de no explorar las reservas petroleras ubicadas en la reserva ecológica Yasuní, en la región amazónica. Antepone una perspectiva ecológica a una perspectiva extractiva. En un referéndum reciente, de octubre de 2022, la mayoría de la población ecuatoriana, el 59%, votó a favor del cierre de los campos petroleros instalados.

[Viii] Luis Macas (2021). “Proceso Constituyente y Buen Vivir 2007 – 2022”, págs. 25 – 34 (Disponible este enlace).

[Ex] Constitución del Ecuador 2008, disponible en el portal web de la Asamblea Nacional: este enlace.


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