por CARLOS TAUTZ*
El periodista abandona principios técnicos y éticos e ignora intento de golpe de Estado
Si bien Brasil sufrió un intento de golpe de Estado muy articulado por parte de la extrema derecha el domingo 8 de enero, cinco días después, el periodista estadounidense Glenn Greenwald prefirió dejar de lado los graves ataques ocurridos en Brasilia y utilizar su programa de televisión (Actualizacion del sistema) titulado: “Exclusivo: Escalada extrema del régimen de censura en Brasil”. Sobre el intento de golpe de Estado retransmitido en directo para todo el mundo, ni una palabra.
O show anclado por Glenn Greenwald, aerotransportado por el en streaming Rumble y dirigido al público estadounidense, desconocía la depredación generalizada de la sede de las tres potencias en Brasil. Un ataque al mismo tiempo simbólico, el asesinato de la República, y efectivo, ya que alcanzó el corazón físico de las instituciones que estructuran el Estado brasileño.
Todo esto fue secundario a Glenn Greenwald, un abogado especializado en derecho constitucional. A menos de una semana del atentado, optó por centrar sus críticas en un aspecto no central del escenario brasileño: la actuación del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF). El alcance del programa fue importante. Hasta el día 19 tenía más de 500 visualizaciones en la cuenta de Twitter de Glenn Greenwald y otras 500 en la cuenta de Twitter. Actualizacion del sistema en Rumble mismo – esto sin poder dar cuenta de replicaciones anuncio aeternum de Internet.
El programa ayudó decisivamente a consolidar la vieja imagen difusa que los estadounidenses tienen de resto del mundo. En este caso, Brasil como el imperio de otro supuesto dictador del Tercer Mundo –Moraes–, como si la justicia brasileña permitiera el surgimiento de un déspota que, solo y de un momento a otro, mandaba imperialmente a todo ya todos. Estas imágenes mentales fueron ofrecidas al público por Glenn Greenwald, quien para sí mismo consolidó el personaje de Hollywood de un héroe que defiende la imperio de la ley estadounidense en todo el mundo.
Lo que mostraste en tu Actualizacion del sistema, ni su formación técnica en derecho ni el hecho de haber vivido en Brasil durante 20 años fueron suficientes para que Glenn Greenwald se convenciera de que trajo al mundo una versión distorsionada de la realidad brasileña, pero que encaja perfectamente con el yo redentor. -imagen que los estadounidenses tienen de sí mismos. Si la caballería del general Custer alguna vez llega a este camino, será motivado por información del tipo que Glenn Greenwald tan enfáticamente publicitó y defendió en los días posteriores al intento de golpe.
El resultado de la actitud de Glenn Greenwald –quien, al menos hasta 2017, fue un loable partidario de la Operación Lava Jato– no terminó la noche de la emisión de su programa. falso El show de Glenn Greenwald tendrá sus efectos repercutidos en los próximos años del gobierno de Lula que, como ya vimos, será turbulento. Glenn Greenwald hizo su contribución para aumentar aún más la agitación, haciendo creer a su público estadounidense una mentira de la misma calidad y escala que las que alimentan las peores perversidades de los adoradores de Jair Bolsonaro.
Situación de emergencia
Glenn Greenwald no informó a su audiencia que Alexandre de Moraes tenía que tomar decisiones legales y que no haberlas tomado significaría prevaricar. Ese fatídico domingo 8, el Ministro estaba solo de guardia durante las vacaciones de los demás integrantes del STF.
Por ello, el Ministro del más alto Tribunal determinó de oficio la detención de los golpistas, entre ellos el Coronel de la PM del DF que debería haber comandado la protección de la Esplanada dos Ministérios; y determinó la suspensión del cargo, por 90 días, del Gobernador del Distrito Federal (DF), Ibaneis Rocha, quien también es responsable de la seguridad de la Explanada. Por lo menos, Ibaneis omitió enfrentar el intento de derrocar al gobierno federal previamente anunciado.
Alexandre de Moraes también ordenó la eliminación de mensajes de todas las plataformas de internet que no solo incitaban a la comisión de delitos, sino que orientaban la consecución del golpe de Estado. Todas las medidas tomadas de oficio por Moraes al fragor de los hechos fueron luego confirmadas -por unanimidad, algo que también omitió Glenn Greenwald- por los otros 10 Ministros de la Corte Suprema.
"Bien y mal"
La actitud de Moraes, diferente a cualquier concepción de lo que es la censura, llevó a Glenn Greenwald a defender una concepción extremista y fundamentalista de la “libertad de expresión” – acorde con el espíritu de la anticuada Constitución estadounidense.
Para sostener una visión binaria y maniquea, centrada en la forma tradicional americana de resumir toda la complejidad del mundo entre el “bien” y el “mal”, Glenn deliberadamente omitió los fundamentos de su programa. Esta fue una inexplicable falta de capacidad para ver el panorama general, algo que no se vio en otros momentos de su victoriosa carrera como periodista.
No mencionó que, ante un intento de derrocar a un gobierno constitucionalmente legítimo y recién electo y juramentado, Alexandre de Moraes se vio impulsado por el curso de los acontecimientos y la inminencia de una tragedia sin proporciones proyectables a tomar medidas duras. Todo, sin embargo, estrictamente dentro de la Constitución brasileña, de acuerdo con las leyes nacionales ordinarias y, lo que es más importante, con base en las directrices de los 11 ministros del STF, el tribunal supremo del país.
El estado de derecho solo prevaleció en Brasil ese domingo porque la Presidencia de la República intervino en el sistema de seguridad pública del DF y Moraes no flaqueó ante varias emergencias legales que le fueron impuestas.
Entre esos lineamientos está el, definido por el pleno del STF, que determina que Alexandre de Moraes, a partir de 2021, será responsable de las investigaciones relacionadas a los actos de golpe y difusión masiva de mentiras como estrategia de disputa de poder. Por ello, es responsable de casos similares que continúan presentándose, incluidos los verificados el domingo 8, entre ellos la difusión de noticias falsas y amenazas contra la propia Corte Suprema y/o sus Ministros. Glenn Greenwald no vio toda esta situación.
Desde la campaña presidencial de 2022, cuando presidía el Tribunal Superior Electoral (TSE), el órgano que regula los comicios, Alexandre de Moraes ordena el retiro del aire, en un plazo máximo de dos horas y bajo pena de un diario. multa de R$ 100, información falsa que pretende descaradamente descalificar a cualquiera de los candidatos. Medidas duras, sin duda. Sin embargo, de acuerdo con el orden legal y soberano de Brasil.
Glenn se aferró a una concepción fundamentalista de la “libertad de expresión”, que se impone a todos los demás derechos, incluido el derecho a la vida y el derecho a un régimen mínimamente democrático. Destacó en su programa que las plataformas afectadas por las decisiones de Moraes (Twitter, Facebook y Rumble) son estadounidenses.. Citar innecesariamente la nacionalidad de las plataformas refuerza el sentimiento de omnipotencia del público estadounidense. En duda sigue siendo la intención de Glenn Greenwald.
Pero, él no se detuvo allí. Defendió el derecho de Nikolas Ferreira a seguir publicando mentiras y estimular el odio en su cuenta de Twitter (que fue suspendida por orden de Moraes). El regidor y diputado federal electo, Nikolas Ferreira (PL-MG) mintió repetidamente en 2022, inventando que Lula propone legalizar las drogas y que “perseguirá a los cristianos”.
Finalmente, Glenn Greenwald no siguió una regla elemental del periodismo -la publicación de una opinión contradictoria- y terminó el programa reafirmando su propio punto de vista al entrevistar a Bruno Aiub de São Paulo durante 15 minutos. Operadora de cuentas en Twitter y Youtube con una suma de más de 2 millones de seguidores, en febrero del año pasado Aiub, conocida en internet como Monark, defendió en el programa Podcast de flujo la legalización de un Partido Nazi en Brasil, algo expresamente prohibido por la ley 7.716/1989, artículo 20.
despedido de Podcast de flujo, Monark siguió defendiendo en las redes sociales las mismas mentiras que animan a los adoradores de Jair que intentaron el golpe de Estado. Es por eso que a Monark también le suspendieron sus cuentas de las plataformas de redes sociales en internet, pero ninguno de estos delitos fue abordado por Monark ni por Glenn Greenwald durante la transmisión del programa el día 13.
¿Dónde están los archivos de Snowden y Vaza Jato?
Desconocido para el público brasileño hasta 2013, ese año Glenn se destacó por ser uno de los principales periodistas de un consorcio internacional de publicaciones que denunciaba el esquema global de espionaje estadounidense sobre los jefes de estado de varios países.
La filtración del espía estadounidense Edward Snowden a Glenn Greenwald, la documentalista Laura Poitras y Ewen MacAskill, de The Guardian de Inglaterra, mostró que los teléfonos de la entonces presidenta Dilma Roussef, así como del Ministerio de Minas y Energía de Brasil y de la gerencia de Petrobrás, habían sido intervenidos por el espionaje estadounidense, entre otros jefes de Estado.
En 2018, Glenn Greenwald, una vez más, jugó un papel único. Dirigió, entonces como editor de la revista electrónica The Intercept Brasil, toda una red de medios brasileños que denunciaron lo que se conoció como Vaza Jato.
Denuncian los crímenes cometidos por Sergio Moro y Deltan Dalagnol en la realización de la Operación Lava Jato, con base en documentos pirateado por Walter Delgati sobre las cuentas de Moro&Dalagnol en el sistema de mensajería Telegram. Glenn Greenwald se convirtió en unánime, especialmente entre la parte progresista de la sociedad brasileña.
Glenn Greenwald se calificó así rápidamente como un referente político progresista en Brasil, pues contribuyó de manera central para que el periodismo volviera, aunque sea por poco tiempo, a ser uno de los principales loci de la política en el país.
Con las denuncias ayudó a hacer caer las últimas máscaras de Lava Jato y desveló la amplia red de intereses en torno a Moro&Dalagnol que involucraba, en Brasil, desde grupos de comunicación hasta representantes de la megaburguesía; y, en los EE. UU., el Departamento de Justicia, que influyó ilegalmente en las acciones de la organización criminal en Curitiba.
Sin embargo, una pregunta permanece hasta el día de hoy: ¿dónde están los archivos masivos entregados por Snowden a Glenn Greenwald y no utilizados en los informes de 2013? La copia en poder del The Guardian de Londres se almacenó en un disco duro que habría sido destruido en la sede del periódico, a raíz de una demanda del gobierno británico.
No he podido averiguar dónde están todos estos archivos que deberían ser públicos, dada su importancia global. Los archivos que sirvieron de base para los reportajes publicados en todo el mundo están siendo recopilados por la organización estadounidense Electronic Frontier Foundation (EFF), dedicada a garantizar la libertad de expresión en internet. están disponibles en https://www.eff.org/pt-br/nsa-spying/how-it-works.
En el caso de Vaza Jato, Glenn Greenwald trabajó de la misma manera y tampoco dio a conocer todos los archivos que le entregó el pirata informático Brasileño que todavía vive en Araraquara (SP) y que, según el propio Glenn Greenwald, sería mucho mayor en volumen que los archivos de Snowden. Delgati Neto ya se ha quejado varias veces de la posición de Glenn Greenwald, quien prefiere quedarse con todos los archivos de Vaza Jato.
Por segunda vez, reaparece una pregunta del mismo tipo: ¿dónde está la enorme masa de información pirateado por Walter Delgati Neto y sin usar por Glenn Greenwald, en El intercepto, ni por las publicaciones que ayudaron a revelar el esquema ilegal de Moro&Dalagnol?
Parte de esos expedientes -no está claro cuál es la extensión- está en la Policía Federal (PF), que investiga las invasiones a los celulares del exministro de Justicia Sergio Moro. En agosto de 2019, este contenido fue compartido con el ministro Alexandre de Moraes, quien es el relator de la investigación que investiga la difusión de noticias falsas y delitos contra miembros de la Corte. La asesoría del STF me informó que no es posible conocer la extensión y mucho menos el contenido de estos expedientes, ya que la investigación se realiza en secreto de Justicia. Es decir: no se sabe si el PF y el STF tienen todos los archivos filtrados por Delgati Neto.
Glenn Greenwald ha reiterado que no puede abrir el acceso público a los archivos de Vaza Jato porque contienen información personal. Esta es solo una línea de pensamiento con respecto a los archivos pirateados. Hay al menos una línea más, seguida por Julian Assange, uno de los fundadores de Wikileaks.
Aboga por la plena disponibilidad de los archivos filtrados en Internet, sin mantener la primacía del acceso al periodista o periodistas a quienes se entregó el material. Como ha demostrado la historia, este segundo curso de acción con fugas es mucho más peligroso. En 2010, Julian Assange recibió y filtró por completo en el sitio web Wikileaks los archivos de la inhumanidad estadounidense cometida en las invasiones estadounidenses de Afganistán (2001) e Irak (2003). Por haber desafiado al imperio, Assange se pudre en el calabozo inglés de Belmarsh, donde la corona británica suele encarcelar a sus peores enemigos, a la espera de la decisión final sobre si será extraditado o no a EE. a 200 años de prisión.
Hasta ahora, el correcto análisis del escenario en el que se movía le permitió a Glenn Greenwald recibir premios, reconocimientos profesionales y mucho espacio político. Pero todo eso, no se equivoquen, podría ir cuesta abajo tan rápido como llegó. A Glenn Greenwald le basta con seguir abandonando los principios técnicos y éticos que olvidó en el increíble programa comentado en este artículo.
*Carlos Tauz es periodista y doctorando en historia por la Universidad Federal Fluminense (UFF).
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